No hay usuarios |
Afiliados Hermanos
|
Afiliados Élite
|
|
|
|
|
—Monarca
|
—Príncipe
|
—Custos Dei
Fingon Sindar |
|||
Kuro Usagi |
Orion Ärud |
Aldara Sashenka |
Quintus Dei (Libre) |
—Triada Celestial
Mikaela |
(Disponible) |
(Disponible) |
—Orden de regem
Atreyu |
Arno Mireault |
Christa Hellemond |
—Gran Sacerdotisa
Éride |
—Novarums Inferno
Ichinose Takumi |
|||
Isela Adramelech |
|
Libre |
Adam Benjamín |
—Cacique Supremo
Disponible |
—Triada Infernal
Lucifer (Libre) |
Adramelek (Disponible) |
Belcebu (Disponible) |
—Neutrales
Disponible |
Hikari Hiroshi |
Jellal Slater |
—Triada Divina
(Disponible) |
(Disponible) |
(Disponible) |
Lider: Jhonatan Alexander
Miembros: 16
Lider: Ichinose Takumi
Miembros: 11
Lider: Marcus S. Blacklock
Miembros: 8
Lider: Andrew M. Hale
Miembros: 10
Lider: Astrid Dagmar
Miembros: 12
Lider: Christa Hellemond
Spirit Soul Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional, prohibida su reproducción total o parcial, la que no dudaremos en denunciar. ¿Te gustó alguna propiedad del foro y la deseas para el tuyo?, consulta sin temor a los webmasters vía MP y veremos si es factible
Ante cualquier duda contactar con los Webmasters.
El foro se visualiza mejor con Opera o Google Chrome.
SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
|
|||||
Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
|
|||||
Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
|
|||||
Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
|
|||||
Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
|
|||||
Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
|
|||||
Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
Spirit Soul :: Zona de rol :: Omnia
Página 2 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
Sus ojos iracundos se encendieron y rugió tan fuerte como para desafiar a los mismos dioses, salto al frente con la Aúllavísceras por delante para proteger a los aliados, y empuñándola con ambas manos se dispuso a atacar, de donde habrían salido, quizás eran dioses o algún tipo de defensa de este… Omnia… ese era el nombre que el Jefe de Guerra le había dicho, pero Grommash no sentía eso, sentía que al otro lado habían carne, huesos y resistencia. La resistencia que esperaba que le dieran en el infierno. Su respiración se volvía cada vez más y más profunda, entonces cuando estuvo a punto de atacar a sus enemigos jurados, la revolución aun no estaba en pleno, solo Isela emergió del portal, hablo contra los Custos, era la primera vez que el Monstruo los veía pero podía sentir el odio que la Jefa de Guerra tenía en su mirada altiva. Un elfo, el elfo que estaba al otro lado del campo le llamo monstruo y les insulto indicando que llevaban niños a la guerra. Esclavista, esclavista había llamado a su señor, eso no lo podía permitir, la guerra se tenía que hacer. Grommash y la furia de su poder no podía esperar.
Surco la corta distancia que les separaba en unos pocos pasos, sería el ariete que separaría a los enemigos para evitar que se reunieran, salto pesadamente sobre el primero de ellos y cayó como un meteorito en la sacra tierra de los dioses. Su hacha silbo buscando vísceras y arremetió contra uno de sus enemigos. Más precisamente el primero que emergiera del portal. Sería el Primo Dei? Eso esperaba.
-Lok-Narash Lok'tar Ogar!!!- Gritó en su embestida tratando de romper las filas de sus enemigos, podrían atacarle, podrían debilitarle, pero no caería fácilmente, eso le daría tiempo a sus aliados quizás para atacar más eficazmente por la espalda a los soldados del Lord.
El golpe que lanzo después de saltar fue una embestida que se convirtió en varios hachazos, copias, todas exactamente iguales al gigante, seguramente los enemigos pensarían que era una especie de técnica de velocidad o de múltiples cuerpos atacando y les mantendría ocupados para que sus compañeros arremetiesen. Gromm estaba ansioso por complacer y servir a la revolución, quizás cuando llegase el jefe de Guerra ya estaría zanjado el combate, la inmensa hacha de Gromm cunado golpeo lanzo al aire una sangre toxica y llena de vapores hediondos, como coagulada y envenenada que se pegaría a su enemigo para causarle dolor y sufrimiento.
Los ojos coléricos del gigante no se detendrían hasta ver sangre fresca, tenía que defender a los suyos, a sus camaradas, su familia, su esposa Golka, su hijo Garrosh y a su pueblo que oculto en las montañas esperaba una hora más propicia para salir a la luz.
- Habilidades Utilizadas:
- 3.- Sangre de Manoroth: En este estado Grommash y Aúllavísceras se vuelven uno, desprenden un aura verde que les circula como si fueran espíritus, haciendo que su cuerpo se divida en cuatro, estos son capaces de atacar implacablemente al enemigo y es difícil distinguir cuál de ellos es el verdadero, en este momento el Aúllavísceras verdadera lanza sangre negra con cada golpe la que causa envenenamiento, ampollas y dolor en quien es alcanzado. Este veneno causa un entumecimiento mareos y quema cuando entra en los ojos o las cavidades nasales causando una ceguera temporal de solo un par de segundos. Pero es el suficiente como para atacar al enemigo con brutalidad. Sin embargo las copias de Gromm no causan daño alguno, solo el verdadero, siendo estos meros reflejos. La sangre negra es un veneno que no es compatible con el oxígeno, por lo cual al estar más de unos segundos en el ambiente pierde su peligrosidad rápidamente.
- Datos de Combate:
HP: 999//999
Dado de Ataque: 7*5+7+10+20=72 dirigido hacia Izaak
Dado de Defensa: Sin Tirada
Dado de Sanación: Sin Tirada
Última edición por Grommash Hellscream el Dom Oct 09, 2016 8:52 pm, editado 1 vez
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
'Dado Cósmico' :
Resultados : 7
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
Continuaron avanzando hasta que dieron con una sala cuya ornamentación más característica era una columna de color oscuro. Se sintió aliviada al ver a otros de sus superiores y compañeros sanos y salvos. Tenían alguna que otra herida que se encargaría de curar en cuanto pudiese, aunque ahora su atención estaba centrada en la copa que se alzaba sobre el pilar. Era un objeto de color dorado, decorado con inscripciones extrañas que no veía bien desde donde estaba. Quiso preguntar, pero se abstuvo de decir nada más. Estaba con demasiado mal humor por todo lo ocurrido, si abría la boca probablemente diría cualquier burrada.
Apareció un portal ante ellos. Dudaba de si debían creer o no al tal Quatro, pero todo sería decisión de los Custos. —Eh…—Nah. Era mejor no quedar como una cobarde. Después de que sus superiores se adentraran primero, ella lo hizo después, aún desconociendo lo que se encontraría detrás. No sintió nada durante la travesía, pero tampoco se le hizo demasiado eterna, por suerte. Más bien, en menos de un suspiro, apareció ante un lugar cuya belleza era tan increíble que incluso consideró la posibilidad de estar soñando. De haber muerto a manos de aquella voz o de alguno de esos esqueletos… y de haberse encarnado de algún modo en una especie de… fantasma, o lo que fuera que ocurriese después de la vida, si es que había algo más.
No se movió. Se extrañó por lo que oía que decía Sasha, pero tampoco quiso inmiscuirse en aquellos asuntos. No eran precisamente tan íntimas como para meter sus narices donde no le llamaban, así que decidió simplemente continuar en silencio, observando con detalle la aparente calma de su alrededor… una calma que fue interrumpida por la aparición de unas personas a las que no había visto en su vida pero que tenían un aspecto deplorable. Uno de ellos incluso parecía un troll de cuento.
Y entonces vio a Astartea, completamente reconocible. Esa maldita perra estaba en aquel mismo lugar sagrado que ellos... ¿por qué?
Escuchó a Sindar, que lanzó una advertencia a los revolucionarios allí presentes. —…Esto ha debido de ser una trampa del tal Quatro, estoy segura,—masculló, afianzando el agarre de su lanza. Se contuvo, como decían los demás, provocar una batalla traería consecuencias nefastas. No se movería… a menos que alguno de esos perros hiciera el primer movimiento. Y eso fue lo que ocurrió. Esa maldita bola de sebo pegó un salto hacia ellos y se dividió en varios clones de sí mismo. Parecía ir hacia el Primo Dei, y por el Lord que no conseguiría poner un solo dedo en él, mucho menos en tierras divinas. Tanto si fallaba en su objetivo como si no, la pelirroja defendería a capa y espada a sus superiores. No había llegado tan lejos por quedarse quieta, precisamente.
Interpuso la lanza entre el hacha de uno de los clones (o el troll verdadero) y ella misma, colocándose justo en medio de aquella bestia y Arliden. —¿¡Cómo te atreves, bestia inmunda!?—gritó, retrocediendo cuando su arma no resistió mucho más y se partió en dos. Recibió un tajo en el brazo, pero este no era lo suficientemente preocupante… por ahora. Fue entonces cuando cargó electricidad en la palma de su diestra e imbuyó lo que quedaba de lanza con aquel elemento, dispuesta a clavarlo directamente sobre el pecho del enemigo. —¡Largo de aquí!—
- Datos de combate:
- HP: 775/1029 [72 - 46 def = 26 de daño recibido]
Dado de atq/def: Cósmico [Se le añade +25 a cada uno durante toda la batalla por el item Horror cristalizado usado en el segundo post]
Dado de curación: Mítico [Se le añade +62 durante toda la batalla por el item Ira de los dioses usado en el primer post]
Título: Guerrero +7 ataq/ + 3 def
Tirada 1: Ataque a Grommash (220 + 25 + 7 = 252 de daño)
Tirada 2: Defensa en favor de Izaak (43+3 = 46)
- Interacción:
@Fingon Sindar (Indirectamente)
@Sasha Alexeyevna (Indirectamente)
@Isela A. Ichinose (Indirectamente)
@Izaak K. Arliden ...no le habla pero le defiende (?
@Grommash Hellscream
- Habilidad usada:
Mono Volt
Garnet emite un rayo desde la palma de su mano, manteniendo el brazo extendido. Usado a larga distancia provoca una descarga eléctrica en el oponente, pero éste no puede encontrarse a más de tres metros, de lo contrario, no le alcanzará. Si acortamos más aún la distancia y la habilidad es usada en contacto directo, puede llegar a quemar al contrario cuando se emplea en niveles críticos.
- Sin embargo, cuanto más poderoso sea el ataque, más tiempo de recarga necesita, además de que la fuerza de esta habilidad es directamente proporcional a la fatiga que sentirá Garnet inmediatamente después.
Última edición por Garnet Vermell el Dom Oct 09, 2016 10:46 pm, editado 1 vez
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
#1 'Dado Cósmico' :
#1 Resultados : 44
--------------------------------
#2 'Dado Cósmico' :
#2 Resultados : 43
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
Al parecer todo era seguro, así que los demás decidieron avanzar como si de nada espectacularmente extraño se tratara, al frente vio al grandote de Grommash, así que decidió ir detrás de el. En cuanto atravesó el portal sintió como una fuerza mayor terminó por arrastrarla, y luego como sentía como si todo su interior se revolviera creando un caos dentro de su organismo, un enorme mareo pasó por su cabeza a la par de que el entorno era totalmente multicolor al cruzar la enorme puerta, el cambio de atmosfera fue tan brusco que sintió la necesidad de vomitar, pero afortunadamente todo terminó en cuanto un nuevo entorno se generó a su alrededor. Cayó al suelo y sostuvo su cabeza... el ambiente era bastante pesado y al contrario que en el infierno, sabía perfectamente que ella no debería estar ahí. -U-uh... vaya viajecito...- La sensación de mareo se fue perdiendo en cuanto se levantó y vio a su alrededor.
El lugar era realmente muy diferente al anterior... nubes, un cielo despejado y un aire limpio, mientras que los demás revolucionarios y neutrales llegaban al nuevo terreno la Caza recompensas decidió avanzar un poco más hasta que un grito de furia le obligó a girar su cabeza para ver que estaba pasando, y como era de esperarse, Grommash estaba siendo tal violento como siempre.. ¿Pero por qué razón?, vio como se abrió paso por un tomulto de personas e inmediatamente identificó a los miembros más destacados del gobierno. -¿El Primo Dei está aquí?...- Movió su cola con algo de alegría mientras cierta sonrisa salía de su rostro, era cierto que sentía cierta atracción hacia Arliden y sabía perfectamente que este podría defenderse del grandulón... pero al seguir observando pudo notar que no era el único Custos presente. Aquella mujer de cabello bi color estaba también, y aunque no la conocía, si que tenía cierta reputación, por esta razón conocía su cambio de color de cabello, de azul a rosa, además un cargo tan importante como el de un Custos no se le daba a cualquiera, era probable que tuviera tanta fuerza como Izaak... hizo la cuenta,dos de cinco custos estaban, ¿Y los otros tres?. Fue entonces cuando recordó aquel dolor causado por uno de los 5 miembros más fuertes del Gobierno.
Escuchó una voz que distinguía sin duda alguna, hablando con los lideres de la revolución en un intento por no generar conflicto, y en cuanto la identificó buscó desesperadamente con la mirada hasta encontrar el origen de la misma, y como lo esperaba... allí estaba el, Fingon Sindar, el responsable de que su cuerpo ahora fuera una decepción para cualquier demonio. Sintió cierta punzada en su vientre, cerca de aquella cicatriz que en ese entonces aún se sanaba, esta bajó lentamente con su zurda para tocarse un poco... pero sus ojos se clavaron directamente en el. Ese repugnante rostro que jamás olvidaría, sus orejas largas, su cabello negro, sus ojos vidriosos y voz ronca, fuerte y grandulón, acompañado por ese maldito chucho al que llamaba Fenrir, ¿Cómo no recordarlo? al verlo solo recordó el disparo que terminó afectando más de un organo interno, seguido por la crueldad que cometió al deformar horriblemente sus alas. Rápidamente frunció el ceño mostrando un enorme disgusto, Clavó sus orbes dorados en el elfo, sus pupilas casi terminaron siendo una linea que apenas rayaban su iris dorado y posó rápidamente su mano derecha sobre el mango de lo que parecía ser una enorme espada larga que se encontraba en su costado izquierdo, y en un dos por tres, barrió el suelo con gran velocidad mientras que el filo de su espada resonó al ser sacada de su protector.Un enorme grito salió de su parte lleno de ira y frustración al mismo tiempo en que rápidamente buscaba su objetivo, si, atravesaría el estomago del custos con su gran katana, ese fue su plan...
-¡Cuanto tiempo! ¡Elfo de porquería!-
- Stats:
- 1029/ 1029 HP [999 + 30 Hp Horror cristalizado]
Dado de ataque hacia Fingon Sindar
- Interacciones:
- Habilidad Utilizada:
- Espada demoniaca - Kokorowatari: Kokoro Watari es una espada de un enorme largo de 1.45 de largo, tiene un mango largo que se adapta a la persona que lo utilice, de color negro con bordes rojos y un diseño muy simple, no tiene decorados o adornos extraños y a simple vista se ve como una katana larga cualquiera. Kokoro Watari es una espada sumamente delgada y es considerada como una excentricidad, hecha con la sangre, piel, carne y huesos de un poderoso cazador paranormal que antes de su muerte creo para ella esta gran espada, es especialmente útil con cualquier tipo de ser ligado con lo paranormal, como Ángeles, demonios, fantasmas y vampiros, así que su filo es bastante potente contra ellos.
Debilidad: Kokorowatari es débil contra seres que no tienen ningún vinculo con lo paranormal, como seres creados artificialmente y humanos, además, cualquiera con la suficiente fuerza podría perfectamente quitársela y contra atacar con la misma y tendría un gran efecto contra su portadora original, pues ella es un demonio.
Última edición por Hikari Hiroshi el Dom Oct 09, 2016 10:44 pm, editado 2 veces
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
'Dado Cósmico' :
Resultados : 43
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
Únicamente al atravesar el portal empiezo a recuperarme un poco, comenzando a ser consciente de las voces y demás sonidos que nos rodean. Todavía me encuentro algo débil y mareado por todo lo anterior, notando algo de dolor por algunos golpes que debí darme por el camino, nada importante pues son simples magulladuras. Poder respirar con normalidad es ahora todo un lujo, antes me sentía algo ahogado. Al abrir los ojos me encuentro tirado en el suelo boca arriba, viendo todavía algo borroso. Una especie de cúpula celeste de tonalidades violáceas es lo primero que llama mi atención en cuanto mi visión se va aclarando. Me incorporo lentamente hasta sentarme, observando ahora con más detenimiento el extraño lugar en el que me encuentro. No es el infierno en el que estaba antes, eso sin lugar a dudas.
Las lunas, el firmamento, el suelo y su césped, las perfectas construcciones que se divisan a lo lejos...todo parece sacado del mundo onírico, como si no fuese real, o más bien como si fuese imposible que este sitio perteneciese al mundo conocido. Jamás había visto algo similar, si lo hubiese visto lo recordaría, a pesar de haber perdido recientemente buena parte de mis recuerdos. Una sensación sobrecogedora y extraña se apodera de mí, haciéndome sentir insignificante, como si fuerzas muy superiores estuviesen presentes. La contemplación de tanta belleza apacigua un poco las malas sensaciones que tuve al entrar al infierno, en medio de aquella confusión. Hay algo que me da mala espina, no sé si sigo inconsciente, si estoy soñando o si he muerto y esto es una especie de limbo o vete a saber. Y si realmente es así y he muerto...
- Bah, esto no está tan mal después de todo. Pero no me acuerdo ni de lo que ha pasado...- murmuro con voz algo ronca para mi mismo, bajando la mirada un momento. Puede que muerte fuese lo que buscaba al unirme a una misión casi suicida de la que no conocía mucho, sólo los rumores e informaciones que me habían llegado. Eso y las ganas de sangre, que habían quedado en nada porque yo no había durado ni medio asalto.
Me percato de la presencia de más gente en cuanto dejo de mirar el imponente paisaje, comprendiendo así que no es que haya muerto ni nada de eso, no si estoy rodeado de tantas personas, puesto que no creo que hayan muerto tantos de los revolucionarios que entraron al portal. Creo que no reconozco la cara de ninguno de ellos, pero ya no sé si es porque nunca hemos coincidido o si tiene que ver con el hecho de que haya perdido muchos recuerdos. Sí creo recordar el rostro de la líder, al igual que unas pocas imágenes sueltas de vivencias comunes. En todas ellas hay dolor, a juzgar por los pocos retazos que consigo recuperar. Aparto la mirada de ella, frunciendo el ceño con gesto de confusión. Prefiero evitar esas sensaciones ahora que no estoy seguro de qué sucedió y qué no. Me gustaría saber quién me ha ayudado a llegar hasta lugar seguro, por aquello de que es una deuda vital y demás. Puede que no tarde en descubrirlo. Apoyo una mano en el suelo para ponerme en pie, echando mano de mi espada al ver que el resto del grupo parece tenso al escuchar algo aproximarse.
Termino desenvainando en cuanto creo entender a qué nos enfrentamos. Tampoco conozco a ninguno de ellos, pero por lo que escucho intuyo que son el rival a batir. Además se menciona no sé qué de dioses, reglas... palabras que me desagradan. En nuestro grupo preguntan qué hacemos a continuación, o quiénes son los que aparecen, pero antes de que sepamos algo más claro uno de los nuestros (bastante enorme y furioso, por cierto), se lanza a romper las filas enemigas. No me lo pienso dos veces, vine aquí para poder seguir haciendo lo poco que recuerdo, luchar, y eso haré. - Dioses...esos nunca hacen nada por nadie. Joder, como mucho. - Me lanzo a la carrera espada en mano a por uno de ellos, Orion, intentando soltar un tajo en diagonal en cuanto creo que lo tengo al alcance.
- Datos de batalla:
HP: 100/100
Dado rango 2
- Interacción:
- Ataque a @Orion
dado 1 ataque: 5 dado +10 titulo de lider takumi y +20 mejoras de facción + 30 título propio leyenda= 65 a Orion
Última edición por Reiv Black el Dom Oct 09, 2016 9:39 pm, editado 2 veces
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
'Tirada Rango 2' : 5
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
Frunció el ceño al darse cuenta de que el pequeño muchacho, de nombre Lucius… estaba desnudo. No tenía nada para dejarle, de forma que simplemente se limitó a ignorar ese pequeño detalle y comprobar que todo estaba bien, al igual que sus compañeros. Finalmente, la voz del chico le llamó la atención. A apenas un par de metros de ellos, se encontraban un grupo de personas… que no tardó en reconocer como los Custos Dei. ¿Qué hacían allí? Apretó los dientes al ver a aquel elfo, Fingon Sindar, quien había abusado de su poder para encerrar injustamente a Hikari tiempo atrás en una réplica del infierno terrenal, Carceris Arcadia. Desde luego, no iba a atacar, ni haría nada. Ese trabajo era cosa de los revolucionarios… por ella, podrían matarse a palos y morir todos en el intento.
El joven lanzó la cruz, tal y como le había dicho el líder revolucionario, y no tardó en aparecer Astartea, quien ofreció algo de ropa al pequeño y le dedicó unas palabras. —No tengo ni la más mínima idea de lo que hacen aquí, Astartea. Ni puedo imaginarme siquiera por dónde han entrado. Pero espero que no vayan buscando lo mismo que vosotros.—Podía armarse una buena si no tenían la cautela suficiente. Si alguno de los dos bandos atacaba… aquello podría salirse de madres. Sí, realmente le importaba una auténtica mierda que se matasen entre sí, pero tampoco era que le conveniera precisamente. Habían venido al Omnia por algo, incluso a pesar del temor del mismísimo Belcebú. Si tanto temía… lo suyo sería actuar con sensatez, conseguir lo que buscaban, y largarse de una maldita vez. Pero, por supuesto, era mucho más fácil hablar que actuar. Miró de reojo a la mujer rubia, que preguntaba qué debían hacer. En opinión de Astrid, nada. No por ahora. Pero su opinión valía tres pepinos en ese momento, sobre todo teniendo en cuenta que ni siquiera pertenecía a la revolución, de forma que se mantuvo en silencio.
Por supuesto, todos esos planes de esperar se fueron a cagar en cuanto aquel demonio de apariencia peculiar acudió contra los Custos sin ni siquiera recibir una orden de su superior. ”¿¡Qué cojones!?”Le pareció una auténtica eternidad el momento en el que decidió atacar a uno de ellos, aunque no pensaba interponerse. No movería un dedo a menos que fuese realmente necesario… y lamentablemente lo inevitable estaba por suceder. Se avecinaba una batalla campal totalmente absurda, pero tampoco era como si se fuese a poner a lloriquear por eso. Apenas le dio tiempo a decidir qué hacer, cuando en un abrir y cerrar de ojos vio aquella conocida cabellera rubia dirigirse a toda velocidad hacia aquel elfo. Todo bien, todo estaría perfectamente de no ser porque aquello no sólo le traería problemas en Spirit Soul… si no que el hecho de contribuir a comenzar aquella batalla estúpida iba a condenarles a todos de algún modo u otro.
Una cosa era lo que hicieran los revolucionarios y lo que hicieran los del gobierno, y otra muy distinta era lo que pudieran hacer aquellos que le importaban un mínimo, como era el caso de aquella pedazo de imbécil. Se iba a meter en problemas de forma innecesaria... y arrastraría a todos los demás a lo mismo por ese arranque tan estúpido. Quizás podría haber detenido al demonio iracundo que fue primero, pero no era como si le conociera de mucho. No tenía ni idea de cómo funcionaban las leyes de la física en ese lugar, pero trataría de utilizar las ondas sonoras para moverse rápidamente hacia donde iba la súcubo e impedir que cometiera cualquier locura. Por supuesto, el hecho de transportarse con tanta rapidez evitaba que pudiera ver con claridad lo que estaba haciendo, por lo que si se tropezaba con alguna roca, se comería el riquísimo césped partiéndose todos los dientes.
Pero no fue eso lo que pasó: en su lugar, el filo de la larga katana que portaba la cazarrecompensas atravesó su torso, a la altura del bazo. Por un momento no pudo hablar debido al intenso dolor que sentía, pero hizo un esfuerzo para incluso empujar las manos de la súcubo hacia fuera. Entendía la ira que sentía hacia aquel Custos, claro que lo entendía... pero aquel no había sido el mejor momento para dejarse llevar por ella, ni mucho menos. Era el peor momento para ello, de hecho. —Eres… eres una jodida imbécil,—musitó, a la vez que de manera refleja trataba de curarse la herida, algo estúpido puesto que tenía la maldita espada ensartada de lado a lado. No tardó en notar el sabor metálico de la sangre que salía de su boca a borbotones, pero continuó hablando. —…¿Acaso… acaso no ves en qué… puto lío nos has… metido?
- Datos de batalla:
HP: 884/1029 [257 de daño recibido - 69 de defensa = 188 de daño recibido] + [43 Curación]
Dado de atq/def: Cósmico (+7 atq + 3 def Título, +25 horror cristalizado, +10 atq por título de Takumi)
Dado de curación: Cósmico
Tirada 1: Defensa en favor de Fingon Sindar (41 + 3 + 25 = 69)
Tirada 2: Curación a sí misma (43)
- Interacción:
@Isela A. Ichinose
@Lucius H. Ichinose (Indirectamente)
@Veronika Volkov (Indirectamente)
@Fingon Sindar (Indirectamente... o no, yo qué sé, lo defiende en su cara)
@Hikari Hiroshi
- Habilidad usada:
1. Echokinesis
Astrid puede manipular las vibraciones del sonido según su voluntad. Utilizando cualquier tipo de sonido que haya a su alrededor o incluso su propia voz, puede manejar las ondas que se producen para mover objetos, para transportarse a mayor velocidad, e incluso para provocar temblores que causen daños en ciertas superficies, llegando a niveles destructivos. Usando el sonido en baja frecuencia puede lastimar internamente a sus enemigos, y usándolo a alta frecuencia, puede llegar a herir a víctimas de ciertas razas que tengan mayor capacidad auditiva que ella misma.
Debilidad: El sonido necesita un medio para moverse, sea gaseoso, líquido o sólido. A pesar de que gracias a esta habilidad puede amplificar de gran manera el volumen de su voz, así como el tono y la frecuencia, el abuso de la misma puede llegar a desgarrar sus cuerdas vocales o dejarle temporal o permanentemente afónica. Además, aunque su resistencia a los sonidos altos y agudos es mayor, debe tener cuidado de no dañar sus tímpanos, por lo que debe usar algún tipo de protección para los oídos (a no ser que utilice ruidos de alta frecuencia que ella misma no pueda oír). Por último, moverse a gran velocidad reduce su campo de visión, de modo que sólo puede hacerlo en distancias cortas y despejadas, o de lo contrario puede chocarse contra alguna superficie u objeto y causarse grandes daños.
2. Níos Leighis
La versión más avanzada de sus conocimientos curativos hasta la fecha. Puede curar las heridas de hasta tres aliados que se encuentren a su lado sin ni siquiera tocarlos, incluyéndose ella misma. Al igual que en su habilidad Cinn Leighis, comenzará a aliviar el dolor del contrario, para después comenzar a sanar sus heridas, que varían desde las más simples hasta fracturas graves y heridas que provoquen gran pérdida de sangre, así como hemorragias internas. Sin embargo, ésta vez podrá eliminar el veneno de un paciente si éste ha sido afectado por él.
Debilidad: No puede unir miembros amputados, y por supuesto, no puede regenerar la sangre que la víctima haya perdido. El herido debe estar en un radio de un par de metros, ya que si no es así, la curación no tendrá efecto. Además, en los casos en los que la tirada de curación sea muy baja, como mucho logrará efectuar un efecto placebo en el paciente que tan sólo aliviará el dolor, pero no le curará.
Última edición por Astrid Dagmar el Dom Oct 09, 2016 11:51 pm, editado 3 veces
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
#1 'Dado Cósmico' :
#1 Resultados : 41
--------------------------------
#2 'Curación Cósmico' : 43
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
Ante ella, la escoria humanoide develó un extraño pasaje que se abría ante ellos con una luz incandescente, tan propia de soles y estrellas encandilándola por completo y sobrecogiéndola con un poder que iba más allá de su propia comprensión carnal. Ladeó ligeramente el rostro un tanto enceguecida y finalmente sintió tras ella la energía de sus compañeros. Estaban vivos…
Tragó con cierta dificultad y enfocó la mirada en el grupo que se acercaba, notando con cierta tranquilidad que el mismo iba completo, un tanto mermado en fuerza, pero completo al final. No pudo evitar que una especie de relajo embalsamara su expresión al igual que el destello de sus maravillosos ojos azules.
Apretó los puños y apenas movió el cuerpo recibiéndolos. – Primo… muchachos…- susurró por lo bajo y se unió a ellos observándolos de pies a cabeza. Habían sido tremendamente apaleados y el cansancio les roía las facciones, por lo que durmiendo sus párpados elevó la mano zurda al pecho e invocó sus máximos poderes divinos, los cuales en finos destellos color rosa, emulando a delicados pétalos de rosa, comenzaron a acumularse en las garras del mismo; suspiró pesadamente y despertó de nuevo la mirada destellante de un fiero azul aqua e inmediatamente procedió a liberar los pétalos en dirección a una joven damisela con la cabellera del mismo tono que ella, el Primo Dei y el mastodonte de Sindar, procurando de dicha manera proporcionar cierto alivio a sus cansadas miradas.
Finalmente su armoniosa armadura comenzó a crujir con un extraño peso, inquieta y emocionada. Había sido completamente bañada con la luz que provenía del portal y parecía añorarla con extremo deseo. El poderoso y lustroso escudo apiñado en su zurda crujió feroz y se extendió en toda su magnificencia sobre toda la extensión del brazo, como si hubiese despertado de un largo sueño y se sumó a la algarabía de las demás partes. Aldara comenzó a sentir que algo en lo profundo de todo su ser se arremolinaba y golpeaba las paredes de su alma con una fuerza apocalíptica, como si buscara la manera de quebrarla y lo presentía: engullirla.
Otro profundo suspiro escapó de su fina nariz y elevó la mirada notando como sus compañeros Custos se dirigían a aquel portal por lo que sin mediar palabra alguna se irguió indómita sobre sus torneadas piernas y henchida de decisión, cambió sus pasos de forma segura y potente tras ellos logrando bañarse por completo con aquella magia.
Un extraño hueco cálido y deslumbrante se abrió frente a ellos como en una especie de túnel interdimensional, para luego desdoblarse en lo que Aldara podría llamar la gloria.
Su delicado rostro se elevó a la cúpula y sus orbes se abrieron de par en par completamente maravillados e incrédulos, mientras en su interior aquello que por muchísimo tiempo había estado dormido plácidamente, se batía y bramaba cual gigantesco huracán, casi engulléndole las emociones, los pensamientos y su mismo corazón. Este último parecía habérsele subido a la garganta latiendo tan desesperado como si en el interior de su cuerpo el resto de los órganos amenazasen con tragárselo vivo.
El pasto bajo su pesada armadura, comenzó a crujir a cada paso que la portentosa mujer daba a la par que el aire giraba en torno a ella como si de un amante se tratase, dándole la bienvenida a la más trascendental e incomprensible maravilla que cualquier ser mortal pudiese observar. –¿Acaso existen palabras en élfico, humano, demoniaco o sirenio que pudiese describir este plano?…- se preguntó internamente mientras se adentraba poco a poco en compañía de sus hermanos de armas, cuando finalmente sus orbes descendieron a un costado únicamente para grabar en la superficie de su cerebro una imagen o más bien un cuadro completamente dantesco.
Acunados entre sombras invisibles y hedor a muerte, criaturas de porte maquiavélico emergían desde otro portal, envenenando en cierto modo la nívea blancura del lienzo que arropaba aquel paraje en su propia santidad.
La Custos no lograba concebir dicha pintura y de hecho por un instante se vio tentada a frotarse los ojos para enfocarlos mejor, pues ¿Cómo podría ser posible que aquellas criaturas se encontrasen en el mismo lugar que ellos?, ¿Acaso esto era una ilusión propia del telar de Quatro?. Paró en seco sus pasos y giró con fuerza su enorme espada y la llevó a su espalda encastrándola en su soporte con la armadura para así adoptar una posición típica de su “desenfunde de ataque”, sin embargo aquello en su interior ya había comenzado a filtrarse bajo el sello que lo mantenía sujeto e iba fusionándose casi venenoso con su propia alma y espíritu, inyectándole ciertas sensaciones de añoranza y recuerdos que por más que estuviesen ahí, seguían oscuros y confusos para ella. Ese ente le advertía, no era momento de atacar.
Las palabras de Sindar la sacaron de su ensimismamiento y aquello en su interior la apremió a detenerlo en su prisa, ese lugar no era terreno seguro y aquello podría solo ser un juego de Quatro cuando por cosas del destino volvió a oír la clara y dulce voz de Alexeyevna. Dispuesta a contradecir las mismas y a ofrecerle un aliento de vida, viró apenas el rostro; sin embargo todo simplemente se fue con un suspiro que en una voluta de violencia se tragó a su paso.
Pudo ver a una enorme bolsa de carne deforme lanzarse contra su grupo vociferando injurias en un idioma ajeno al suyo mientras esgrimía una enorme hacha hacia el Primero de todos ellos, al mismo tiempo que otros guerreros respondían en defensa. Aldara afiló la mirada y soltó un suspiro girando con fuerza sobre sus tacos a la par que su pesada y larga capa se elevaba por los aires. – No olvides mis palabras, Alexeyevna. – Le susurró a la joven pasando junto a ella. – Calma tu espíritu y préstame tu poder…- le dijo regalándole una fina y profunda mirada. – Si piensas que los humanos no necesitan de una Divinidad como tú… Yo sí… Igual que todos los que estamos junto a ti.- finalizó pasando de largo mientras se llevaba a la boca un pequeño cristal oscuro cual dulce celestial. Sus pupilas se hendieron cual felinos y el aura potente de su espíritu se reafirmo causando cierta presión aún en el corte césped bajo su pie, mientras se trasladaba hacia el grupo que había quedado tras los Custos.
Más sus pasos fueron quebrantados al momento en que su mirada se cruzó con la materialidad de aquel soldado que ante ella iba despertando como un antiguo dios saliendo de su letargo, iluminándola con aquella mirada que durante décadas y décadas había fungido como espejo para ella. El corazón le dio un vuelco, pues al parecer aquel portal lo había devuelto a la vida “cosiendo” la pequeña herida que su caída había provocado en su espíritu. No pudo evitar arquear una ceja y sonreír de lado para luego sin previo aviso elevar la zurda envistiéndose en una especie de torbellino rozagante presurizado. Sus pies dieron unos pasos sincronizados y su cuerpo giró en el espacio de manera fluida, ágil y veloz a la par que unos chisporreos eléctricos comenzaban a destilar de su armadura. En cuestión de segundos, toda su materialidad se había transportado frente a joven que había sido objeto de su tranquilidad anteponiéndose de manera impoluta a un forajido ataque.
La lustrosa y poderosa armadura de Ethro se lució en su hermosa y fornida musculatura, dejando a la vista de todos la imponente fuerza de su escudo zurdo, el cual completamente imbuido en electricidad se había expandido en piezas tanto en la punta superior como inferior, para luego encastrarse con toda la extensión produciendo una poderosísima descarga eléctrica en ondas de choques contra el arma y materialidad de aquel sujeto osado, soltando cual gigantesca estela de polvo cósmico cientos de chispas y ondas eólicas por su simple fuerza.
Imponente y únicamente con la zurda acorazada dispuesta ante el sujeto, la Quarta Custos se irguió magnánima ante él escrutándolo con sus profundos ojos cósmicos, casi engulléndolo en su propio despliegue de poder y energía mágica. Una enorme pared divina. – Vaya par de pies más imprudentes recluta el portentoso Ejército de los Revolucionarios…- le dijo al joven con su profunda y tranquila voz – Pensaba que tendría la oportunidad de luchar con verdaderos soldados… No con niños impulsivos que solo terminan por avergonzar a su Comandante al moverse de manera imprudente e impetuosa.- Su expresión se engrandecía con la más fiera seguridad y aire inexpresivo que pudiese existir, propio de Dioses y Reyes mientras que su voz, melódica, profunda y poderosa se hacía eco si un ápice de fragilidad.
La dama aspiró con suavidad y paulatinamente comenzó a liberar todas sus restricciones dejando que su espíritu de batalla y esencia divina se desdoblase a su derredor en una hoguera incandescente y agobiante para quienes se opusiesen a ella. A pesar de que sintiese un caleidoscopio de emociones con respecto al lugar, también tenía en claro que ante ellos la mayor amenaza de toda su vida se hacía con el aire y la vida.
Promesas, honor y deber. Todo comenzaba a tener importancia en ese momento. Todo comenzaba a reclamar de su verdadera esencia.
- Aldara's Stats:
HP: 856 /1029
Dado de Defensa: 49+25(item)+3(Título)= 77 (Defensa para Orion) - 65 (Ataque de Riev)= 12 (Contraataque a Riev)
Dado de Curación: 56 (Para Fingon, Izaak y Roxanne )
Título Guerrero: +7 Ataq/+3 Def
Item:Horror Cristalizado x1 : +30 hp + 25 Ataq + 25 Def
- Interacción:
Última edición por Aldara Sashenka el Lun Oct 10, 2016 12:14 am, editado 2 veces
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
#1 'Dado Cósmico' :
#1 Resultados : 49
--------------------------------
#2 'Curación Cósmico' : 56
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
A varios años luz del mismo Spirit Soul, hombres y mujeres se mataban entre ellos por sus ideales, por su libertad, por su monarca, por sus familias, aliados y amados. Olvidando por completo el amor que sus creadores les habían implantado. Era claro, que los habitantes de aquellas naciones habían olvidado muchísimas cosas desde los tiempos lejanos en que todas las razas vivían en armonía. La batalla no parecía finalizar, y a su paso los guerreros destruían y quemaban todo lo que tocaban en aquel magnánimo y radiante paisaje. Pero esto no continuaría por demasiado tiempo…
En medio del fulgor de la batalla lo que parecía ser el cielo comenzó a oscurecerse, tornándose cada vez de un color más carmín que iba apoderándose del firmamento. Del mismo un gran estruendo resonó en los oídos de todos los presentes aturdiéndoles hasta el alma con su resonancia. Un poderoso astro de luz similar a un relámpago cayó de la atmosfera, golpeando el terreno con una potencia que hizo temblar los cimientos del mismo causando una onda expansiva. Esto hizo que todos los presentes se desestabilizaran y perdieran el equilibrio momentáneamente mientras se alzaba una inmensa nube de polvo que los envolvió rápidamente. Suave pero rítmicamente la vista comenzó a despejarse y allí dentro del cráter pude verse la figura de un imponente hombre de cabellos plateados. Su aspecto era similar al del Lord, excepto por su parche y sus claras vestimentas de Dios Nórdico. Sosteniendo su poderosa arma en mano se mostraba ante ellos una de las mayores deidades del universo. Odín, el sabio.
- ¿Cómo osan ustedes criaturas inferiores comenzar un combate en tierra divina? ¿Acaso no temen a la muerte?- Inquirió el anciano observando al grupo y fulminándoles con su único ojo.
Quizás los presentes hubieran querido decir algo sobre aquello, pero no tuvieron tiempo para hacer el más mínimo movimiento. Dado que antes de que pudieran mover un solo musculo una inmensa tormenta, similar a un huracán comenzó a azotar el lugar. Sacudiendo a todos a su alrededor como si del fin del mundo se tratase, el único a quien la tormenta no afectaba en lo más mínimo era a Odín. Por aquel instante, el suelo bajo sus pies se abrió y de aquella grieta asomó un pequeño tallo que rápidamente se convirtió en un arbusto, luego un árbol y finalmente un inmenso sequoiadendron se mostró ante estos. Del mismo, una hermosa mujer cuya belleza podría opacar incluso a las más hermosas diosas o a lucifer misma, apareció observando a todos con una mirada severa. Se agachó entonces y al tocar el suelo con la punta de sus dedos un gran cristal emergió separando a los dos grupos de guerreros para evitar conflictos. Fue entonces cuando el cielo oscuro se iluminó de un color dorado y una lluvia de estrellas cuya belleza era indescriptible comenzó a verse en el mismo. Durante algunos segundos las lunas de aquel planeta se escondían por un lado del planeta y volvían a mostrarse por el otro, simulando el pasar de los días. Hasta que finalmente, el cielo se tornó negro devorando todo lo que había allí. Consumidos en la oscuridad, era normal estar asustados pero esto no duró mucho, pues antes de que ellos se dieran cuenta un pequeño sol apareció sobre el planeta devolviéndoles la luz. De este, una pequeña esfera comenzó a caer y se plantó sobre la superficie en un destello cegador. Tras aquello, pudo verse al máximo dios de todos los tiempos. El magnánimo y consagrado Dios Ra, deidad suprema del sol.
-Póstrense ante su dios.- Musitó el omnipotente alzando su mando, logrando que por su poder todo aquel que hubiera pisado aquel lugar le presentara sus respetos. Finalmente, pudo sentarse en el trono que apareció detrás de él observando a todos los presentes.
Las palabras del padre de dioses pudo escucharse en todas las esferas divinas, solo bastó su sola voluntad para que los presentes sintieran un enorme peso sobre los hombros que literalmente los obligaba a poner de rodillas, una posición de sumisión ante las altas potestades, los tres dioses principales que no dudaban por ese entonces en imponerse con un poder nunca antes visto ni tampoco revelado…Por más bella que fuera Artemisa, su mirada recta daba a entender que esto no era un juego ni tampoco las acciones del imponente Odín, ambos aguardando hasta que finalmente…Rah, el padre de los dioses volvió a dignarse a hablarles a tan simples mortales. —Arrodillados ante mí, así es como deben permanecer. Sean cautos si es que pueden ser capaces de razonar como personas y no como bestias, pues el próximo que atente de alguna manera o incite a la discordia, se condenará no solo a sí mismo, sino a todo el resto a una muerte inmediata— Su voz sonó imperativa, determinando que realmente no estaba bromeando en ningún aspecto y tras dirigir esas palabras hacia todos a modo de último aviso, se dispuso una vez más a ser el centro de atención, tomando otra vez la palabra pero…antes de esto, la piadosa Artemisa extendió sus cálidas manos hacia el frente y emanando energía de tonalidades plateadas, fue curando las heridas de los presentes que de algún modo u otro requerían atención. —Ahora bien. Los cinco líderes de cada grupo que comandan, tres pasos al frente— Incitó sin lugar a rodeos ni tampoco réplicas.
-Hace ya muchísimos años, cuando apenas los humanos ni habían aprendido a escribir y los demonios eran unos diablillos huyendo de su padre. El mundo que ahora conocen como Spirit soul era muy diferente, los avances de las razas que encontramos en ese planeta eran mínimos. No conocían sobre ciencias, magia o siquiera idiomas. Los más avanzados del lugar eran los ángeles, demonios y elfos. Sin embargo, el lugar por sí mismo había sido dotado de una riqueza natural que nos dejó embelesados, embriagados por la magnitud de los poderes de las energías. Creímos que fue un acto superior de nuestra madre creadora y decidimos ayudar a aquellos pobres seres de aquel mundo. Les entregamos conocimientos en todos los campos de manera equitativa a cada raza y propiedades que les ayudaran a desenvolverse en su entorno. Les regalamos sabiduría fuerza e inteligencia y dando nuestro trabajo por terminado decidimos regresar a nuestro plano. Volvimos apenas unos milenios más tarde y lo que encontramos fue muy distinto, catastrófico. Lo que ustedes hicieron con nuestros regalos fue violarlos, romperlos a tiras y hacer de ellos armas para matarse entre sí. No lo entendimos, creíamos que era una forma de llevarlos a una realidad superior y en vez de aquello conseguimos llenarlos de miseria. Fue entonces cuando oímos su voz… La de un niño sin familia, sin nombre, sin fuerzas y al borde de la muerte. La guerra le había quitado todo. “Denme el poder para cambiarlo” dijo él. “Tomen mi vida si es necesario, pero salven el planeta”. Nos dio esperanzas… Nos ayudó a creer que su gente aún tenía una oportunidad. Curamos sus heridas, pero jamás le dimos un nombre. Le instruimos y le enseñamos todo lo que sabíamos… Quizás debimos darnos cuenta antes. No, no es así. Lo vimos, sabíamos que nuestro hijo tenía muchísimo amor dentro de sí, pero también una inmensa rabia hacia el mundo que le había dejado solo. - El dios suspiró. –No solo aprendió de nosotros, logró superarnos. Demostró ser incluso más fuerte que cualquier dios en el universo y fue cuando decidimos coronarlo como monarca del omnia al creerlo nuestro gran Gutam. Quizás nosotros mismos pusimos demasiada carga en él, cuando decidimos dejarlo liberar el mundo del mal que habíamos causado. Fueron épocas duras y para evitar que el mundo acabara por destruirse a sí mismo hubo que hacer sacrificios. Debió terminar de romper el mundo antes de poder arreglarlo, pues solo si la humanidad veía el borde del abismo al que iba sería capaz de ser liberada. Para ello, tomamos parte de las energías creadoras a sabiendas de que estaba prohibido y las utilizamos para moldearle una armadura. Pero las corrientes energéticas son inestables incluso para nosotros. El resultado fueron dos armaduras, dos coronas y dos armas. Estas conllevan el poder absoluto del universo dentro y son capaces de cosas inimaginables. La única forma de destruirlas es juntándolas. Con ellas, nuestro magnánimo Gutam fue capaz de salvar al mundo. ¿El precio a pagar? Unas 1.256.832.256 personas asesinadas para que nuestro hijo pudiera llegar al poder y traerles tranquilidad. Otras 5.206 fueron asesinadas durante su mandato. Este es el precio a pagar por la paz que disfrutaron, no había otra alternativa posible, sin embargo, nosotros los dioses no apoyamos ni obedecemos su mandato. Así que, en conclusión, el supremo monarca es únicamente un humano muy poderoso pero avejentado y débil, que perdió todo para darle una oportunidad a este mundo. O es un tirano que ha asesinado a billones. No importa ahora pues está cerca la hora de su muerte… Fue todo lo que dijo al respecto tras esa increíble confesión, mostrándose siempre digno en aquel trono en lo que dirigía severamente la mirada hacia los líderes en cuestión. Odín, con esa voz ronca pero vigorosa a la vez, fue quien decidió dedicarles unas palabras a esos mortales. —Si alguno tiene algo que preguntar, el momento es ahora—
- Aclaración:
- La presencia divina de estas potestades infunde en los participantes tanto miedo como respeto (están frente a los pilares de la creación, entre los dioses de dioses y no pueden ser tratados como si fueran cualquiera), además, anulan cualquier estado berserk y afines que posean los personajes. Incluyendo que practicamente fue la energía de Ra los que los obliga a arrodillarse ante él.
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
-Carguen a los heridos y desmayados, que atraviesen últimos el portal por seguridad y se queden en la retaguardia. Que todo el ejército se movilice hacia el otro lado. No ataquen a menos que sea estrictamente necesario, no ofendan a nadie del otro lado. ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! -Musitó el revolucionario dando una orden directa que fue acatada al instante. Todos atravesaron el portal antes que el exceptuando a un mínimo grupo que transportaba a los heridos. Los ojos del revolucionario se clavaron entonces sobre el rostro de su subordinado a quien le había disparado. -Traigan a ese cobarde también, vayan justo detrás de mí. -Musitó atravesando por fin aquella circunferencia que le conectaría a otro plano. El viaje fue intenso y repleto de sensaciones, pero finalmente terminó por llegar a aquel basto lugar. Lo primero que sus ojos vieron fue el perfecto césped bajo sus pies, casi por instinto subió su mirada y observó el cielo imponente que había sobre ellos.
– Parece que los dioses tuvieron plenitud de tiempo para crear su hogar. -Finalizó bajando la mirada y observando a su alrededor. Allí estaba su ejército frente él que lentamente fue avanzando mientras la multitud le habría paso. Al llegar al frente observó a Lucius cubierto con aquella chaqueta de isela. Un tanto corta a decir verdad por lo que Astaroth se quitó la propia que seguramente le cubriría del todo y se la colocó en los hombros. -Bien hecho -Musitó pasando adelante junto a su esposa mientras le daba un pequeño golpe en la nuca con la palma abierta sin hacerle mucho daño. -No vuelvas a lanzarte sin que yo te lo ordene primero Astartea, y no estoy hablándote como tu esposo, sino como tu Lider. La próxima vez habrá consecuencias. -Dijo sin más, observando al fin el objeto de tal revuelo.
-Custos… -musitó mientras observaba a sus subordinados atacar. -Idiotas. -Afirmó el líder de la revolución mientras observaba aquella batalla desatada. Lo que más le sorprendió fue que la jovencita de nombre Astrid se lanza en protección de uno de los Custos Dei. Sobre todo, teniendo en cuenta su pasado revolucionario. -Esposa mía… -Musitó hablándole a su segunda. -Da aviso a los revolucionarios de todo el mundo en cuanto volvamos a nuestro hogar. Astrid Dagmar es considerada un peligro a la causa y una persona no grata para la revolución. Si alguno de nuestro soldado vuelve a verla, quiero su cabeza. -Afirmó el pelinegro fulminando a la misma con la mirada.
-Supongo que en este punto el conflicto es inevitable. Tendré que castigar al grandote por lanzarse solo. Imagino que no te ha pedido autorización… En fin, les superamos en números. Y no siento la presencia de su señor aquí. Parece ser que el viejo lobo abandonó a su manada de perros falderos. -Afirmó el revolucionario caminando hacia adelante mientras observaba a su alrededor. -Supongo que sí quiero regir el averno y liberar al mundo es normal que haga enojar a una o dos deidades. -musitó el mayor mientras empuñaba su revólver y continuaba caminando hacia adelante. Sin embargo, antes de poder hacer algún movimiento fue expulsado hacia atrás por una imponente explosión. ¿De dónde había salido aquello? El muchacho se giró y observó a sus aliados. Todos parecían estar bien, aunque un poco atontados por el inmenso estallido, pero completos por el momento. Astaroth no esperaba demasiada clemencia por parte de los dioses, alzó sus armas y apunto directo a la cabeza de aquel vejestorio cuya imagen le recordó al ser que más odiaba. Pero no, cuando estuvo a punto de apretar el gatillo un huracán se desató, el suelo tembló y se abrió por lo que el revolucionario debió dar varios pasos hacia atrás guardando su arma escapando de las raíces de aquel inmenso árbol gigante que apareció. Realmente el poder de los dioses era inmenso, más allá de cualquier imaginable. Era normal, teniendo en cuenta que estaban en su propio plano.
-Alto al fuego! ¡Deténganse! -Gritó el revolucionario tras oír las palabras de la deidad para hacer saber a sus subordinados que no debían continuar luchando. Aunque de cualquier forma aquel muro mágico era más que suficiente para detener a cualquiera de ellos. Fue en ese instante cuando todo se oscureció, aquello parecía un maldito tormento que pretendía volarles la cabeza. Cualquiera que no estuviese lo suficientemente preparado como para aquello estaría muerto de miedo e incluso el mismo Astaroth se amedrentó un poco ante la inmensidad de los mismos. Puesto que allí en el omnia tenían todo el poder del universo a su disposición. Solo estaba seguro de una cosa, si los quisieran muertos ya lo estarían.
Unos segundos de oscuridad fueron acontecidos de una luz cegadora que lastimó gravemente los ojos del revolucionario, de no haberlos cerrado a tiempo quizás incluso hubiera quedado ciego. O quizás lo había estuvo, pero las mismas energías divinas parecieron devolverle la visión. Ra por su parte era imponente, mucho más que los titanes mismos, a decir verdad. Sin embargo, a pesar de la impresión de infinidad más grande que cualquier eternidad Astaroth aun sentía la llama de la revolución ardiendo en él y se negaba rotundamente a doblegarse ante cualquier ser. Mas una fuerza inmensa más poderosa que la misma gravedad pareció obligarlo a poner su rodilla en el suelo a pesar de lo mucho que luchaba por mantenerse erguido, su espalda que parecía quebrarse en cualquier momento terminó por ceder. El pelinegro mordió su labio con furia y apretó sus dientes haciéndose sangrar por la rabia. Observó con odio a las deidades y cuando tuvo permiso se puso de pie, acercándose unos pasos mientras grababa sus rostros en su mente y tomaba un profundo respiro para finalmente calmarse y serenarse nuevamente. Conocía parte de la historia, pero no toda ella, por lo que al oírla completamente quedó anonadado al igual que el resto de los presentes. Cuando el dios de cabellos plateados les ofreció hacer una pregunta el Novarum pensó un momento y finalmente clavó su mirada en el dios mayor, Ra.
- Yo tengo una pregunta ¿Por qué nos dicen esto? Si ustedes son neutrales ¿No deberían mantenerse al margen de nuestros asuntos? Y finalmente… Quiero detener a su hijo y liberar al mundo, ese hombre es un psociópata y un dictador ¿Cómo obtengo más poder? -finalizó el revolucionario observándoles seriamente mas sin faltarles al respeto, irónico tal vez tras lo dicho anteriormente.
- Interacciones:
- @Isela A. Ichinose y los dioses
Última edición por Ichinose Takumi el Lun Oct 10, 2016 1:12 pm, editado 1 vez
Re: The way of the gods [Tramas 10 — 11; parte 2]
Se levantó y al fondo, logró captar su silueta, Quatro había hecho por fin su aparición que a pesar de todo, no logró remover ni un solo sentimiento en el pelinegro, ni siquiera de odio, tan solo indiferencia, creyendo que todo había acabado, pero simplemente no, no todo terminaba ahí, las palabras de aquel ser inaudito le hicieron fruncir el ceño extrañado por sus palabras misteriosas luego se fijó en la copa que sostenía, era un tanto extraño, pero al desaparecer aquel ser, se acercó para mirarle con mucha cautela, para luego sostenerla con las manos y sopesarla, no sabía de que material era, miró al portal y soltó un suave suspiró — Supongo que no nos queda más que continuar... — apreció aquel portal que se había abierto y luego miró a sus compañeros — Tengan cuidado, no olviden reagruparse en cualquier momento, no sabemos lo que nos espera al cruzar ese maldito cuello — dijo esperando que todos pasara, con aquel objeto en la mano.
Tal vez fue uno de los últimos en cruzar aquel portal y lo primero que recibió al cruzar aquel asqueroso portal, fue a un extraño colmilludo que comenzó a lanzar cosas como un completo idiota, estuvo a punto de apartar todas esas hachas con solo levantar la mano, pero alguien se le había adelantado, entrar ahí no le había dado tanta buena espina, así que se mantenía al margen cuando miró que Garnet recibió aquel ataque, el pelinegro se acercó a ella para darle soporte, cuando recibió aquel golpe y solo miró a la bestia con completo desinterés — Lamento decepcionarte pequeño demonio, pero sigo aquí por mi gente, no por ti — le respondió al señor líder de los Novarum, mientras que trataba de ayudar a su Bellator después haber recibido menudo golpe.
Era increíble lo que sus ojos miraban, más cuando uno de los suyos era quien debía recibir aquel ataque que fue cubierto por uno de el enemigo, se quedo completamente perplejo y soltó a carcajadas, llevando las manos a su rostro, para elevar su mirada al cielo — Parece que los tuyos han entrado al borde de la locura, pequeño demonio — miró a sus chicos — Por ninguna circunstancia se les ocurra atacar, no toleraré ni un solo ataque, tiene permitido defender, pero no venimos aquí a barrer basura, venimos por una pieza importante del Lord — dijo a gran voz del Primo Dei, lo dijo con voz de mando, para que ninguno de los suyos actuara de manera imprudente — Todos manténganse alerta, ni en su mente pasé levantar armas sin mi permiso — declaró frunciendo el ceño, hasta que se vio interrumpido por un temblor, una escalofriante presencia se hizo presente en esos instantes y su parte divina supo que estaba en un lugar no muy lindo.
Miró hacía la gran voz, por alguna razón se le hacía tan familiar y los demás que salieron, dejando entrever, solamente lograron saciar sus dudas, pero él no sintió un poco de temor al estar frente a ellos, al final como si le cayera un yunque sobre él terminó de rodillas, pero al escuchar que dieran un paso al frente, tardo en hacerlo y fue el último que lo hizo, con una pereza marcada en su rostro, escuchando un relato que no tardó en comprender y aun estando en esa incómoda posición, soltó un bufido, en realidad aquel relato era demasiado obvio, que no causó gran impacto en el pelinegro, pero si fue las acciones del demonio y su esposa.
Miró al dios, no había temor en sus ojos, solo respeto, no había ápice de arrepentimiento — Después de todo, le seguí ciegamente, su hijo fue mi razón de existir, así como para la de estos pequeños mortales a los que llaman opositores, pero si te das cuenta Odín, Rah, su hijo al final de cuentas era un humano, que cometió un error y ese error conllevó a la destrucción de la tierra, más sin embargo trató de restaurarlo, pero estas pequeñas sabandijas solamente son la cadena de odio que han ido dejando su amado hijo ¿ahora que haréis? ¿Acabar con él y tomar el control del mundo? ¿Arrebatar la vida de cada ser vivo en este mundo para volver hacerla? No estáis siendo diferentes a él, estarán haciendo lo mismo, entonces ¿qué es lo que pretenden hacer? Si tienen al mundo en sus manos ¿cuáles son sus planes para este mundo? Porque ahora o esa estúpida Novarum hará algo para arruinar sus planes o ustedes moverán sus piezas para romper la estabilidad que tiene ahora el mundo y me rehúso a perder, todo lo qué he ganado — dijo el pelinegro, en presencia de seres tan enormes a los cuales no se les podía mirar, sin embargo, ahí estaba, con los brazos cruzados, sentado en el verde césped, con una paz tenebrosa, esperando la respuesta del omnipotente.
- Stats:
- HP = 999/999
Tirada 1. -Anulada-
Titulo: Guerrero +7 atk/+3 def
Mascota: Bellarosa
Raza: Kyubey
No ataca, entrenamiento.
Última edición por Izaak K. Arliden el Lun Oct 10, 2016 12:11 pm, editado 2 veces
Página 2 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
» [Misión: Segunda parte] La escultura de remolino.
» Abuso de poder. Parte II [Priv. Reiv]
» [Misión: Tercera parte] La escultura de remolino
» PARTE 1: Valanyr, La ciudad perdida. [SEMIPRIVADO]
Spirit Soul :: Zona de rol :: Omnia
Vie Nov 04, 2016 6:33 am por Auros
» (Misión Rango 2- Caza un Chameleo) En busca del bicho ♫ Privado con Morgana Deveraux y Ranmaru Murakami ♫
Vie Nov 04, 2016 6:32 am por Auros
» Trapped in the swamp - Rng.4: Pantano Infestado [Atreyu ft. Rosette - Marduk]
Jue Nov 03, 2016 11:00 am por Auros
» — TORNEO DE GREMIOS [Categoría Amateur] — BRÜDER OF FIRE vs INVICTUS [Finalizado]
Jue Nov 03, 2016 12:06 am por Auros
» Ataque a mar abierto [Priv. Klaus, Vinnie, Blasius, Ilaira]
Mar Nov 01, 2016 10:37 pm por Klaus
» Tu hogar es tu refugio, pero no acabes encerrado en él [Priv. Atreyu]
Mar Nov 01, 2016 6:18 pm por Atreyu
» —Registro de Rangos [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:27 pm por Christa HelleMond
» —Registro de Cuentas [Obligatorio]
Lun Oct 31, 2016 7:24 pm por Christa HelleMond
» —Registro de apellidos [Opcional]
Lun Oct 31, 2016 7:16 pm por Christa HelleMond