Wardogs [Kougyoku Ren & Fingon Sindar

por **Fingon Sindar** Miér Ago 31, 2016 2:17 pm

Temprano, casi en la hora del lobo Fingon se había levantado para hacer sus ejercicios de meditación matutinos, constantemente liberaba sus pensamientos, aclaraba sus ideas y siempre trataba de planear muy bien su día. Muchas cosas habían pasado por su mente desde su salida de la marina y pocas le habían causado dolor producto de la ley, siempre había recibido calor y guía en la luz y ella nunca le fallaba.

Hellfrost por su parte, era un gigantesco lobo de la subclase Fenrir, más grande incluso que un Huargo, lleno de dientes y afiladas garras que principalmente son afines al hielo, se dice que son elementales iracundos llenos de furia que desatan contra el primer enemigo que huelen, y para convertirse en un enemigo jurado solo debes cruzarte en frente de uno de ellos con una cara agria. Todo eso no era Hellfrost, era un cachorro que quiere morder, jugar y babear todo a su alrededor, el entrenamiento por el que habían pasado juntos fue intenso y en poco tiempo pudo reconocer señales que le guiaban en el combate o en la asistencia del mismo que es lo que más le interesaba al elfo, no le gustaba exponer a su compañero a ser herido pues le tenía en alta estima.

Sin embargo últimamente no se comportaba correctamente. Toda esta conmoción la causo otro soldado, más específicamente una Custos, la Cuarta, Aldara Sashenka, aunque el elfo le diera instrucciones precisas mediante ordenes físicas, el lobo parecía rehusarse a cumplirlas, teniendo que acudir a ordenes criticas físicas para que le hiciera caso, por ejemplo tocar su nariz o tener que empujar su cabeza hacia abajo, cosas sutiles pero que el animal entiende que no son opcionales.

Fingon terminaba de tomar un zumo de limón, y después de hacer una mueca por el ácido extremo de la bebida se dirigió hacia las cuadras donde los animales mayores dormían. Ahí estaba, dormitando con el estómago hacia el sol con la lengua al aire, roncando?... Fingon no tenía idea que los animales como estos roncaran, menos un animal que se supone debe actuar en completo sigilo en medio de una operación nocturna.

-Muchacho… arriba muchacho fiiiiiiiiiufffffffff- Termino con un silbido mientras abría la celda del fenrir.

El lobo apenas abrió los ojos, se dio vueltas y quedo más o menos digno sobre su vientre, bostezó largamente mientras sacaba su inmensa lengua y soporto la mirada directamente de “Orejas” que le mirada como si quisiese decirle algo… *Qué diablos querrá tan temprano, porque no hace el movimiento de lo que quiere, bueno, si esta la puerta abierta, pero que quiere. Por qué no lo dice y ya* Pensó el lobo, pero al ver que el elfo solo mantenía la puerta abierta, se levanto, se estiro, dio una vuelta sobre sí mismo y se volvió a echar con las patas sobre su hocico.

El Custos no lo podía creer, el desgraciado aparte de insubordinado, ya no se comportaba como antes, ya no reconocía ordenes, se estaba desentrenando, si es que esa palabra existía, lo estaba haciendo, hecho humo por las orejas y sus ojos esmeralda brillaron como el sol por la furia… entro decidido al canil y agarrando por las patas traseras al lobo lo arrastro fuera mientras este se resistía rasguñando la roca para que no le sacasen. *Que quieres por el amor de Huan, tengo sueño, anoche una estúpida ardilla estuvo corriendo por el techo del canil y tuve que perseguirla… bueno, no tenía pero la perseguí* rogaba Hellfrost mientras le arrastraban. Podría haberlo mordido para zafarse, pero jamás el mordería a alguien que oliera como el ejército, menos aún a alguien a quien ya le había puesto nombre. Entonces recordó a “Pétalo” y su cara peluda pareció sonrojarse al recordar su aroma a flores de rosas y su actitud de líder de la manada que era irresistible para el lobo gigante.

Fingon cerró la puerta y Helly, ya supo que no había vuelta atrás.

Fingon estaba extrañado, como era posible que se hubiera corrompido el entrenamiento de su compañero de manera tan sencilla, será que los lobos también atraviesan por alguna especie de pubertad?... no, eso es ridículo, además no había lobas en todo el patio. Solo bestias de batalla, entre ellas, Rochallor, la montura Chocobo del Elfo y Elin, El Nihm, una criatura que compro a un vendedor ambulante y que extrañamente comprendía todas sus órdenes, El elfo decidió que irían todos para repasar lo básico, así que abrió la caballeriza de Rochallor que le recibió con un gran graznido, estaba realmente ansioso por camina con su mama y le acaricio el rostro con su cuello emplumado mientras Fingon le acariciaba la cabeza llena de suaves plumas, Elin, el nihm, fue mucho más simple, solo le llamo por su nombre y este corrió raudo a su encuentro para subirse al ave como si de un jinete se tratase.

El grupo caminaba de manera más o menos correcta y en formación, directo al patio de entrenamientos, quizás si practicaba algunos ejercicios con él lobo y sus compañeros, podría recuperar su psique, quizás solo estaba oxidado y había olvidado algunas señas o palabras clave de ataque o algo así, tal vez el alejarlo de las batallas estaba mal y debía hacerlo combatir para que se volviera más independiente o responsable al menos, por ello había reservado el patio para prácticas, así se sentiría cómodo el gran animal.

-Que raro, parece que tenemos compañía o será alguien que ya se retira?, según la reserva teníamos el patio hoy.- Indico Fingon al lobo que marchaba a su lado al escuchar como alguien hablaba en el patio, no reconocía la voz pero parecía ser una chica que hablaba con alguien más.

por **Kougyoku Ren** Jue Sep 01, 2016 1:39 pm

Hoy era otro día de esos en los que me levantaba como siempre temprano gracias a Ka Koubun, mi asistente, pero la diferencia de hoy era el hecho de que no iba a dedicarme a entrenar como siempre mi esgrima o mis habilidades para que de ese modo no me oxidara. Más bien tenía que salir de mi hogar por petición de mi asistente, siendo que debíamos ir a la Base Marítima de Tempus. Era la primera vez que visitaba la base, pero no algún lugar de ese reino. Obviamente me preguntaba porque me había indicado de que fuésemos hacia aquí pero ni se digno a decirme palabra hasta que llegáramos, siendo que no me queje más y solo seguí sus palabras. Ya que por algo lo estaría diciendo, sino, no lo diría, porque él siempre era de estar saliendo por cosas urgentes o por el hecho de entregar cosas y en las cuales yo le acompañaba no solo para ver cada lugar de cada reino, sino para instruirme de paso. Después de todo, yo siempre debía de estar aprendiendo por el mero hecho de no quedarme atrás y seguir avanzando. Aunque por mucho que haga, nunca era reconocida por quienes más quería. Obviamente era de agradecer que otros reconocieran mi valía, pero casi siempre estaba esperando alguna aprobación de mi familia, aunque a veces tratara de negar esto mentalmente.

No estaba del todo segura de lo que estaba haciendo, pero no podía hacer nada más. Estar encerrándome en casa mientras entrenaba como siempre con mucha exigencia, no era bueno. Ni si quiera después de completar alguna misión o mandado por ser una Capitana de la Division de Tronus, Era como si nunca hubiera aprendido o hecho caso de las ultimas palabras que me dedicaron en su momento alguien importante, pero... ¿Qué podía hacer? Solo quería evadir cualquier cosa que fuese pensar en algo que no debía y ya con eso tenía suficiente. Hasta mi asistente me había traído a un nuevo compañero que aun no sabía como apodar realmente, siendo este tan solo un cachorro de raza Fenrir. Me había dicho que este era un regalo de un ex Capitán de la Division de Tronus y que había llegado tarde el envió hasta ahora. ¿Cómo iba a rechazar tal cosa? Sobre todo si era un regalo. Además de que ya tenía muchos amiguitos y que ni de broma me desharía de estos porque actualmente eran los únicos que estaban ahí para mi, además de mi asistente. Además de que apreciaba a estos con mucho cariño porque ya les había cogido ya un gran aprecio.

Cuando ya llegamos a nuestro destino. Me traje conmigo al Chocobo, al cual me monte para llegar hasta el lugar junto con mi asistente. No solo me había traído a este compañero, sino también a Pokku. Siendo que no sabía porque, pero quería traerme a este conmigo pero podría ser porque era pocas las veces que lo sacaba conmigo por miedo a que lo perdiera. Este se encontraba sobre mi hombro tranquilamente. Había crecido un poco más en estos meses. De ese modo recordé a Pochy y a Soul, pero estos habían decidido quedarse en el hogar. Por ello, aparte de Pokku y el Chocobo, me traje al cachorro de Fenrir que aun era tan solo una cría. Por ultimo pero no menos importante, traje conmigo a Ragnarok, aunque yo le llamase más bien Ragna. De este modo me di cuenta que me había traído como a cuatro de mis amigos.

¿Por qué me encontraba precisamente en este lugar? Era por el hecho de que mi asistente tenía que transmitir un mensaje a alguien de ese lugar, así que me dejo a mi en el patio de entrenamiento. Siendo así que podía estirar las piernas y ver a mis amigos corretear. Lo que me parecía raro es que no hubiese nadie entrenando en esos instantes. Más bien estaba vació, por eso nada más nos separamos, baje del Chocobo sabiendo que se iba a tardar mucho Ka Koubun. Siendo así que era ya costumbre para mi este tipo de cosas, que omitiendo ahora eso. Iba vestida como siempre, a pesar del frío que hacía en este lugar pero obviamente mi traje era algo abrigador por tantas cosas que llevaba encima. Después de unos segundos, comencé a hablar con Pokku que se encontraba en mi hombro aun. —¿Te sientes cómodo ahí?— Pregunte. Mirando como este asentía la cabeza varias veces, haciendo que mi mirada se centrara en Ragna, el cual se encontraba sentado sobre el Chocobo. —¿Y ustedes dos como os encontráis?— Ambos emitieron un pequeño ruidito que les caracterizaban a estos, a lo que yo esboce una suave sonrisa. —Pensé que os estaba forzando a venir conmigo.— Dije con sinceridad a estos tras suspirar, mirando hacia abajo entre mis brazos. Siendo que ahí tenía el cachorro de Fenrir. Parecía estar tranquilo en esos instantes. —No es tan malo estirar de vez en cuando las piernas otra vez. Así acompañamos de paso a Ka Koubun.— Les decía como si pudieran entenderme del todo o al menos para mi podría ser.

Iba a decirles algo más, pero sentí como Pokku comenzaba a moverse y a hablar en su propio idioma, haciendo que le mirara con duda. Parecía que estaba mirando hacia un lado, por lo que seguí su mirado. Siendo así que vi entrar a un tipo extraño. ¿De donde me sonaba? Ahora no caía en la cuenta de quien se trataba, pero realmente me sonaba de algo. Por ello me quede mirando a este por unos segundos con curiosidad para luego desviar la mirada nerviosa hacia el suelo. Elevando mis manos para con las mangas de mi vestido tapar la mitad del rostro.

por **Fingon Sindar** Sáb Sep 03, 2016 5:01 pm

El patio estaba ocupado, por un grupo, bueno una señorita y varios de sus compañeros. En el instante Hellfrost sintió que tenía que ir a olfatear a su contenencia, el pequeño lobezno de color azul y blanco, aunque este era un cachorro apenas, tenía una poderosa aura de frio que incluso llamaba la completa atención del oscuro Fenrir de Fingon, sin embargo este se retuvo con todas sus fuerzas. Y más le valía, pues para traerlo al patio le había ordenado claramente que marchara a su lado. Al menos ya reconocía una de las órdenes primordiales. Escoltar.

La chica miro directamente al elfo y sus ojos se encontraron solo por un segundo pues rápidamente los bajo hacia el suelo, Fingon con su amplia experiencia en el orden público identifico eso como a una persona que no le trataban bien, solía darse ese tipo de miradas en las mujeres que son agredidas, mental o físicamente por sus familiares o esposos, aunque este no fuera el caso no podía evitar el pensar en ello. Lo que más acentuó esa impresión fue que tímidamente cubrió su rostro, pensando lógicamente, el que estuviera en el patio de la base marítima indicaba que era un acompañante de oficial, o al menos algún pariente cercano, no podía ser un oficial o un soldado con esa timidez, aunque en algunas batallas había combatido codo a codo con héroes de renombre que en el fragor de la batalla cambiaban completamente su aspecto y su personalidad, este podría ser el caso? Quizás, pero lo más lógico era que esperase a alguien.

—Disculpe, señorita, espera a alguien?... lo que pasa es que reserve el patio de entrenamiento para practicar con mis compañeros y necesito algo de espacio si no le molesta…- Se detuvo Fingon que acababa de ver al Nihm de la chica. —Esto… es un Nihm si no me equivoco?... porque me toco uno que se ve tan espeluznante?- trato de bromear el Elfo. —Soy Fingon, de la Casa Sindar, Quinto Custos de la Guardia real de nuestro señor el Lord de Spirit Soul… y usted es? — pregunto mientras caminaba lentamente hacia el chocobo de la chica.

El ave era magnifica, fuerte y con las patas altamente cuidadas, se notaba que era una mujer que cuidaba muy bien a sus compañeros, quizás era una persona meticulosa o rica que tenía bajo su cargo a algunos criados que se encargan del bienestar de las criaturas.

Mientras tanto Rochallor no dejaba de seguir a su mama a más o menos un metro de distancia, aún estaba falto de entrenamiento y aunque las aves chocobo nacen lo suficientemente fuertes como para cargar a un par de personas, suelen ser dependientes en extremo. Rochallor era uno común y corriente de plumas amarillas pero oscuras en sus puntas, la única diferencia con los otros era que su pico estaba marcado por una mancha de nacimiento, el elfo solía cubrirlo con una armadura de una aleación de fibra de kevlar y acero, las riendas que llevaba eran de cuero y en lugar de ponerlas en el pico del animal, Fingon prefería evitarle el dolor y adherirlas a sus ojos, con un poco de instrucción elfica el chocobo ya por lo menos era capaz de seguir un camino de manera correcta.

Rochallor:

Hellfrost, el lobo, era diferente a todos los otros, un ser lleno de alegría y juegos que acompaño al elfo desde sus inicios, era gigantesco y tenía una muy, pero muy larga cola peluda, su color a diferencia de los Fenrir comunes era negro, tan negro como la noche y a veces sus largas orejas le hacían confundirlo con un zorro. Su principal diferencia con los demás de su especie eran marcas rúnicas en su rostro y patas delanteras, vetas celestes que resplandecían junto con sus ojos. Su principal fuerza era su astucia y pocas veces actuaba en el frente de batalla con Fingon mismo pues él no le dejaba ir en la avanzada como los maestros regulares. Como todo lobo fenrir era capaz de invocar alientos helados para golpear a sus enemigos y usaba su peso para embestir, arañar y morder al adversario. Aunque su aullido podía llegar a ser potente aun no lo era como para romper ilusiones o ahuyentar a los enemigos.

Hellfrost:

El Elin era una criatura extraña, Fingon la encontró en el marcado y desde ese día no se había separado de él. Extrañamente parecía seguir cada una de las órdenes del elfo y el mismo pensaba que tal vez tenía algún tipo de poder mental o comprensión más avanzada de la lengua humana. Tenía un aspecto siniestro y generalmente era de color verde y amarillento pero el elfo había comprobado que era capaz de cambiar su color para camuflarse en el entorno. Sería un compañero ideal para alguna misión de sigilo y espionaje. Las habilidades de ese aún no habían sido comprobadas por el elfo, pero el analizar más su especie no le daba muchas pistas pues se suponía que era una especie relativamente nueva en Spirit Soul. Lo que estaba claro era que tenía una lengua poderosa que se asemejaba a una espada, y sus cortas garras podían causar aun así daños en quien atacaba.

Elin:

El último acompañante de Fingon, era una bestia que había adquirido recientemente, siempre le acompañaba entre las sombras. Aun no tenía nombre pero tenía una rebeldía absoluta, incluso el mismo elfo había intentado meterla en incontables ocasiones en su celda pero siempre escapaba, era lo que se comúnmente llama la gente un Felino infernal o del averno. Fingon prefería llamar a esta clase de criaturas, Felino de ceniza por su relación con el fuego y las sombras, por ello Catash fue el nombre que escogio para ella.

Catash:

—De casualidad sus compañeros serían capaces de practicar con los míos?... bueno si es que usted lo permite. — Pregunto el elfo mientras terminaba de acariciar las plumas del chocobo de la chica. —Últimamente algunos no se han comportado muy bien y creo que es por la falta de práctica. — Dijo con una mirada seria al fenrir que estaba a punto de acercarse al cachorro de la señorita para hacer quien sabe qué. Pero al ver los ojos fulgurantes del elfo, retrocedió y se tapó la cara con las patas delanteras mientras se echaba en el suelo.

El rostro del elfo tenia plasmada una inmensa sonrisa de agrado, era la primera vez que veía a una entrenadora que cuidase con tanta dedicación a sus compañeros que generalmente eran de batalla.

por **Kougyoku Ren** Dom Sep 04, 2016 2:00 pm

Me sentía algo nerviosa por estar en la presencia de otra persona, por el simple hecho de que apenas me quedaba donde hubiera gente. ¿Qué haría? ¿Diría algo? ¿Pasaría de mi? ¿Me estaría mirando? O ¿Simplemente se daría la vuelta y se iría? Muchas preguntas comenzaron a atacar como bombardeos mi mente, sin descanso alguno. Esto era a lo que ya me había acostumbrado tranquilamente. No recordaba si hubo si quiera algún momento o eso es lo que pensaba, hasta que algo vino a mi cabeza. Eso hizo que enseguida cerrara los ojos y apartara mis pensamientos de donde se estaba acercando. No quería, otra vez no. Ya basta. Abrí entonces los ojos, aunque mi mirada se siguió manteniendo en el suelo para no ver al tipo. Hasta que escuche sus primeras palabras, haciendo que mis nervios aumentaran más. Obviamente esperaba a alguien, pero solo era eso. ¿Pensaba tomar el lugar? Con más razón me retiraría con una disculpa, pero como nunca llego a terminar su frase, no me moví del lugar pero estaba temblando ligeramente. —¡S-si! ¡Lo si-siento! Había ve-venido con al-alguien..pe-pero..— Aunque obviamente antes de poder terminar toda mi frase, escuche que el hablo. Siendo que mencionaba esta vez sobre Ragna, al cual asentí con la cabeza dándole a entender que era esa raza. Dijo que a él le toco uno espeluznante. Obviamente esboce una pequeña sonrisa, la cual no se pudo ver gracias a las mangas del vestido, siendo que estas aun seguían tapando la mitad de mi rostro, en cambio baje una para abrazar con un brazo mejor al cachorro de Fenrir, que el pobre apenas se sujeto como podía del brazo cuando lo alce de repente. A pesar de tener solo una manga tapando el rostro, esta era lo suficiente grande como para servir.

Observe a Ragna por ello unos segundos de reojo. Este aun se encontraba sentado sobre el Chocobo, el cual obviamente no le desagradaba el hecho de llevar a Ragna. Después de todo, eran compañeros y yo siempre hacia que todos mis pequeños amigos se relacionaran entre sí. Porque de ese moco el compañerismo crecería y de momento a pesar de que algunos se peleaban, aun así seguían llevándose entre ellos. Era como pelearte con un amigo y luego volver a reconciliarte al rato o eso es lo que imaginaba. Pues nunca me había peleado con algún amigo actualmente de los que apenas tenía. No sabiendo si eso era bueno o malo, pero obviamente no trate de pensar en ello por si acaso, ya tenía bastante con otras cosas.

Fue una total sorpresa al escuchar su presentación y de quien se trataba. Eso hizo que mis ojos se abrieran como platos, y mi rostro fuese un libro abierto al notarse lo tan inesperado que me pareció eso. ¿¡Un Custos Dei!? ¿¡Era en serio!? ¿¡Aquí!? ¡¿Ahora mismo!? ¿¡Cómo era posible!? Sentía como mi corazón se acelero con rapidez. Había levantado la mirada para dirigirla hacia el contrario, fijándome que se estaba acercando a mi Chocobo. Yo obviamente lo que hice es dar un paso disimuladamente hacia atrás, que hasta casi me caigo por pisar el vestido pero ni supe como pude disimular tal cosa. No sabía que decir, mi mente se había quedado en blanco a pesar de que pregunto quien era yo. ¿¡Qué debía de hacer?! Es decir. ¿¡Cómo demonios se hablaba!? ¿Tenía que abrir la boca y decir algo? ¿Cómo era? Estaba haciéndome demasiados líos en cuestión de segundos pero era normal, estaba en frente de alguien muy por lo alto a los demás. Seria tonta si no supiera de quienes se trataban los Custos Dei, es decir. Obvio que yo era tonta y apenas sabía algunas cosas, pero hasta para mi eso no se escapaba de mi comprensión. Pues estos eran el ejercito del Lord sama. —Y-y-y-yo..!— Aclare un poco mi voz al haberme trabado y cerré los ojos para desviar la mirada hacia otro lado, teniendo en todo momento la manga del vestido tapando la mitad del rostro. —Soy Ko-kougyoku Ren, de la fa-familia Ren. Ca-capitana A de la Division de Tro-tronus.— Conteste tratando de no tartamudear, aunque eso fue en vano.

¡Había sido pésimo! ¿¡Cómo podía hablar así delante de un superior!? Es decir, yo siempre me ponía así delante de todo el mundo, aunque con mis superiores los nervios iban más allá. ¿Por qué era esto? Suponía que era por el hecho de que ellos sabrían más y sentía que en todo momento estaría como en evaluación por mi rango, como si tuviera que demostrar en todo momento que realmente este rango me lo merecía. Líos que me formaba yo misma simplemente. Aproveche que mientras me daban ganas de enterrarme bajo tierra, observar a sus compañeros. Fijándome así que él también tenía a un Chocobo, aunque era diferente al mío. Los demás no los supe identificar por el simple hecho de que yo no era buena adivinando de que raza era cada uno, pues sabía que de una raza, por ejemplo el Fenrir, podría tener varias formas el animal. Siendo que mi cachorro de Fenrir era así, pero otro podría ser amarillo o vete a saber. Lo único claro era que estos eran de elemento hielo. Omitiendo estos ahora, me pude fijar en un gato negro, además de la especie de lagarto gigante. El cual tan solo pensar lo de ''lagarto'', mi mirada se desvió de este ultimo y mantuve esta hacia otro punto cualquiera.

¿Realmente había sido buena idea salir de casa? De repente me dio ganas de golpearme la cabeza contra la pared, si no fuera que hubiera alguien presente pero me estaba cansando de pensar tantas cosas así de tontas. Por suerte, gracias al Quinto Dei, mis pensamientos se vieron interrumpidos por lo que dijo. Esta vez mi mirada se dirigió hacia él, aunque cuando me tope con sus ojos, enseguida mire hacia otro lado. Siendo que estaba mirando a su hombro o quizás su pelo, pero mi mirada evadía sus ojos. Cosa que era normal en mi hacer siempre. —Se-sera un gusto se-señor.— Aclare disimuladamente mi voz. —Mis a-amigos no es solo que es-estén bien entrenados. Es co-como si fueran parte de mi y saben manejarse bien. Son mis a-amigos después de to-todo.— Aclare. Siendo que realmente esto era cierto, ya que estos al ser mis amigos, les había cogido un gran aprecio y no hacia falta que les diera ordenes. Ellos mismos sabían manejarse bien pero aun así, yo siempre les echaba una mano en algunas instrucciones. Aunque nunca los había traído a una batalla real, solo combatían entre ellos para entrenarse.

por **Fingon Sindar** Miér Sep 21, 2016 9:45 pm

Algo taladro la mente del Elfo cuando la chica hablo…. Por qué demonios tartamudea tanto esta mujer, es que está haciendo algo ilegal? Tartamudear es signo de nerviosismo. Mirada esquiva, tenía todas las luces de ser una delincuente. Sus sentidos se activaron de inmediato pero Hellfrost no mostraba signos de alerta… pero estaba desentrenado, no podía confiar en el ahora mismo, sus ojos recorrieron las gradas, las ventanas en la lejanía y en un rápido vistazo escudriño el horizonte e incluso el cielo. Trato de con sus radiantes ojos ver entre las sombras de la lejanía pero no encontró trampa alguna, lo cual le puso en aun más alerta. Cuando la chica levanto al cachorro de fenrir pudo ver que estaba ocultándose tras de su manga más de lo necesario. Que le pasaba a esta chica? La intriga le embargo y estuvo a punto de acercarse pero se abstuvo de ello pues quizás solo tenía una dentadura horrible y mucha gente tenía la costumbre de ocultarla de esa forma

Al escuchar el nombre de Fingon la sorpresa de la chica fue evidente, la guardia del elfo bajo de inmediato y sus increíblemente largas cejas bajaron en sus puntas junto con sus orejas. Que le habia causado esa impresión, su nombre?, su familia?, su cargo?... que rara era que alguien se asombrase de escuchar quien era, casi nadie le conocía… un momento, entonces era su cargo. Ser un Custos era tan impresionante? El elfo no lo creía así. Eran meros guardias que habían tenido una carrera militar decente y que postulaban a estos cargos por diferentes motivos, el de Fingon era que podía acceder a muchísima más información y con ello resolver muchos más casos potencialmente peligrosos para la seguridad del reino y más específicamente para Tempus que era la nación donde su gente vivía pero su real preocupación era todos los ciudadanos de los tres reinos, sobre todo los indefensos.

La pregunta del elfo tardo en ser contestada, le hablaría con la verdad había escuchado a malandrines que cambiaban sus nombres cuando se les consultaba, algo que el sabia detectar con gran precisión, pero por alguna razón no podía leer a esta chica, era torpe o se hacia la torpe… casi se cayó al tropezarse con su aparatoso vestido.

Dios los tartamudeos… quizás si era tartamuda, pero cuando los tartamudos realmente lo son suelen trabarse en algunas letras o combinaciones en particular, esta chica estaba nerviosa? Los pelos de Fingon se erizaron mientras acariciaba al chocobo de ella. Ren, Kougyoku Ren, una capitana? Estaba bromeando? Un soldado no puede ser tan inseguro. Qué diablos pasaba? Le mentía? La confusión en el rostro del elfo se hizo evidente y con la cara desencajada intentaba leer las acciones de la mujer.

-En serio acepta el combate?, quiero decir entrenamiento- se corrigió el elfo con ojos relampagueantes y llenos de vigor. Quizás se acercó demasiado a la chica cuando esta acepto y sus cicatrices pudieron verse mejor, una larga y fina le atravesaba el ojo izquierdo y varias más pequeñas la mejilla derecha. Casi no se notaban pero distaban mucho de ser una cara amigable en algunas ocasiones.

Al menos había accedido a un entrenamiento conjunto, eso le lleno el espíritu y rápidamente Fingon le dio órdenes a sus compañeros que a regañadientes se movieron al otro lado del pequeño coliseo, Fingon se emocionó comenzó a rebotar un par de veces en su puesto como si el mismo fuera a actuar contra la chica, miro a sus compañeros y con una señal, llamo a combate a su Felino del Averno, este rugió sutilmente y salió entre sombras para ponerse frente a la chica.

El felino mostro sus dientes en lo que parecia un interminable bostezo y moviendo sus garras en el piso maullo mirando a quien seria su oponente... el duelo comenzaba.

por **Kougyoku Ren** Jue Sep 22, 2016 12:48 pm

¿Qué estaría pensando? ¿Cómo debía de comportarme? Es decir... ¿¡Cómo iba a actuar!? ¡Era un Custos Dei! Si no me había desmayado, ya era un milagro demasiado grande. Pues no me sorprendía que por la noticia me hubiera dado un yuyu de esos, pero no sé como me libre de tal cosa. Volví a repetir y recalcar mentalmente que no olvidaba en que tipo de puesto estaba. Hasta trague grueso con nervios, desviando mi mirada de su pelo o hombro hacia el suelo y de ahí volvía hacia su hombro instintivamente. Siendo que aun no me atrevía a mirar directamente a sus ojos por los nervios obviamente, aunque eso me podía pasar con cualquier persona. A no ser que sea un amigo, ahí si podía mantener algo la mirada pero a veces dependía. Obviamente de ese modo no podía ver del todo el rostro del contrario, aunque si me había podido fijar en sus orejas que eran demasiado largas, hasta sus cejas lo eran. ¿Seria un Elfo? Apenas conocía a esta raza y era la primera vez que me topaba con uno. Era de lógica el saber que los elfos tenían las orejas largas, como no supiera eso, debería de ir a tirarme por un pozo.

No supe cuanto tiempo se tardo en responderme o más bien cuanto me tarde en darme cuenta que me respondió, como siempre yo, tan ida en mis propias cosas mentales. Siendo más bien que me di cuenta de sus palabras cuando se acerco a mi a lo que yo obviamente disimuladamente di un paso hacia atrás, no queriendo verme maleducada pero aun así no quería estar cercana a los demás. ¿Por qué? Pues no olvidaba la primera vez que me tope con Akki, el cual cuando se me acerco a mi y me dio un abrazo, me desmaye en el acto. Aunque también era debido a que mi vestido abrigada demasiado y por ello hasta tuvo que llevarme al médico por el golpe de calor que me dio. Por eso siempre trataba de mantener las distancia hacia los demás. Aunque la ultima vez que estuve cerca de alguien, fue... Negué varias veces con mi cabeza, tratando de que esas imágenes se borraran de mi tonta mente pero luego rápidamente al darme cuenta lo que hice, enseguida respondí lo que dijo para que no me mal entendiera. —Cla-claro. Se-sera un pla-placer para mi.— Conteste. No quería que pensara que por negar con la cabeza le estaba negando cuando apenas le había afirmado hace un rato. Fijándome ahora en su rostro. Sintiendo un pequeño escalofrió al ver su rostro al fin, sintiendo... ¿Dolor? Cuando veía a alguien herido así aunque este ya sanada la herida, me hacía sentir un extraño dolor por dentro sea quien sea el que tuviera tales cosas.

Observe como elegía a uno de los suyos, siendo el gatito bonito al cual me daban ganas de darle un abrazo demasiado fuerte. Después de todo, me encantaban los felinos y no podía evitar sentir ternura por estos. Omitiendo ahora esto, observe yo de reojo a Ragna. Este con tan solo ver mi mirada, pego un pequeño brinco del Chocobo, hasta el suelo y se puso a una distancia prudente de mi. Encarando al Felino del Quinto Dei. ¿Tendría que ser yo la que moviera primero ficha o dejaría que él empezara? Quizás si me adelantara a hacerlo, seria como poco respetuoso por mi parte y no querría hacer tal cosa sin querer. Pues repetía que era un superior de los grandes, pero eso no quería decir que tuviera que dejarme ganar. Ni de broma, no iba a dejar que uno de mis compañeros fuesen a perder por ser él uno de los grandes. ¿No? —Ragna. No te con-contengas.— Y tan solo decir eso, Ragnarok comenzó a correr hacia el felino, pegando un pequeño salto antes de atacar con arañazos al gato.

por **Fingon Sindar** Sáb Oct 08, 2016 1:51 pm

La chica ciertamente tenía algo en la cabeza… Fingon se casco la nuca al escuchar como tartamudeaba, parecía ser una especie de ritual de desesperación para el prójimo cada una de las palabras que pronunciaba, desesperante… desesperante y tierno, cuando se acercó el elfo pudo distinguir que su piel no presentaba marcas ni magulladuras, al menos la poca piel visible, mejillas, ojos, parpados, manos y algo de muñeca, tampoco el cuello, nada escapaba a los especiales ojos de Fingon, entonces no era una chica reprimida, será que el bulling de parte de alguno de sus camaradas le hacía mella en su personalidad? Es que tenía algún problema de confianza o no solía relacionarse con otras personas?, ya está… la idea en Fingon se hizo tan claro como la fuerza del Lord, seguramente era una mocosa salvaje que no estaba acostumbrada a relacionarse con humanoides, era por ello quizás tenía una afinidad tan grande con sus compañeros. Si eso debía ser, una salvaje rescatada de las profundidades del bosque selva o quizás algún paraíso oculto, bañada por primera vez en varios años, peinada y disfrazada de noble. Eso tenía que ser. Quizás en algún momento de su vida tuvo piojos, la idea de esto último le hizo arrugar la nariz mientras el Catash el felino se preparaba para la práctica.

El elfo mientras conjeturaba mil y un locuras, fue tomado por sorpresa, escucho una vez más la orden como un tartamudeo y el gato del elfo retrocedió un poco para saltar sobre el cachorro que le atacaba, elegancia contra poder, el gato esquivo con gracia el ataque de la tierna bolita rosada, Fingon quedo con la palabra en el aire, no le había dado indicaciones, no era ese el estilo de un militar.

-Que diablos… Catash, no esquives al enemigo, espera mis instrucciones como un gato bueno, deberías haber usado el impulso enemigo para contratacar, con tus patas sobre la cabeza del enemigo… necesitamos más entrenamiento.- Dijo el elfo dándole ordenes con las manos al felino.

Ciertamente el gato comprendía lo que le decía pero se sentó sobre sus patas traseras y se lamio una pata como si poco le importase lo que tuviera que decir su amo o lo que sea que consideren los gatos a sus dueños, el elfo con la boca algo de lado le dio nuevas indicaciones al gato, pero este ni caso le hizo.

-Adelante Catash!!! Fúndete con las sombras y oculta su zarpazo contra el Nyhm, fíntale y ataca en verdad con un placaje desde la izquierda- Dijo mientras extendía el brazo con mucha energía hacia la mascota de su compañera de armas.

El gatito en cambio se tumbó en el suelo y bostezo laaarrrrgaaaamente, quizás no quería luchar… la ira se vio evidente en el rostro del elfo, pero retrocedió de inmediato en una larga carcajada que retumbo en todo el patio de entrenamiento. Las cosas no iban bien, así que el muchacho saco de su bolsillo un bocadillo, una especie de premio de carne olorosa envuelta en una rebanada de lo que parecia ser carne seca…

-Puedo verdad?...- Dijo el elfo mientras se acercó al compañero de la capitana.

El pequeño Nyhm recibió el bocadillo y se relamió los labios al degustar esa exquisitez, el gato levanto las orejas y el elfo acaricio tiernamente el lomo de Ragna mientras le mostraba una reluciente sonrisa la cual afortunadamente no tenía una sola carie. El elfo se levantó y le mostro otro bocadillo a Catash y este se levantó como olfateando a la distancia, detrás de él, el Fenrir, Hellfrost supo que era eso, su botana favorita y comenzó a bailar con sus patas delanteras como si fuera un concurso de tap… ahora si quería obedecer al elfo.

La cocina elfica es la mejor de todas y pocas veces se podía ver artículos como estos en el mundo abierto, el bocadillo se agito en su mano y el gato volvió corriendo donde el Custos. Suavemente empujo al Nyhm hacia el otro lado y le hablo al gato.

-Okey, esta vez aprenderemos a defendernos, así que quiero que empecemos de nuevo vale, cada vez que lo hagas, recibirás premios como estos. Trato?- Dijo el elfo haciendo desaparecer de su mano el bocadillo como un espectáculo de magia y acariciando de nuevo la pequeña cabeza del gatito que esta vez parecía más dispuesto –Disculpe usted señorita Ren, no esperaba una situación como esta, si no es molestia, podemos volver a empezar?, como compensación, le invitare un batido o un helado- dijo con una gran reverencia.

Ya todo dicho volvió a su posición de combate y el gato sintiendo la misma confianza que él, rugió con gran determinación, no podía esperar a probar la golosina del elfo.

por **Kougyoku Ren** Dom Oct 09, 2016 3:59 am

Pensaba realmente que iba a ser un duro combate pero por el mero hecho de que imaginaba de que realmente las mascotas del propio Quinto Dei estarían totalmente fortalecidas y así. Fue por eso que me tomo de improvisto como esquivo a Ragna sin esperar indicación alguna de su amigo, siendo este el Quinto Dei. Yo no pude evitar sentir cierta gracia por eso o más bien de la reacción del propietario. Hasta este comenzó a regañarle y mover las manos a modo de dando ordenes a su compañero. Obviamente había arqueado la ceja, porque como había dicho, era algo que en verdad me era totalmente inesperado presenciar tal cosa. Siendo que cuando le dio la siguiente orden para que atacara o así, no le hizo nada de caso. Es más, hasta se tumbo y bostezo. Aunque realmente era la primera vez que presenciaba en si en general algo así, porque nunca había usado a mis compañeros para combatir o algo así realmente. Como no era de sacarlos o tenerlos más bien en casa, no los usaba en combate por miedo de perder a estos o así. Más bien lo que ahora me tomo de improvisto fue la carcajada que soltó, dejando una clara evidencia de la sorpresa que refleje, mirándole fijamente con los ojos demasiados abiertos. Hasta no pude evitar elevar la ceja para mirar aun a este incrédula.

Pude observar que sacaba una especie de aperitivo o comida, sea lo que sea era algo de comer. Que cuando pregunto lo de si podía, yo asentí varias veces, sin darme cuenta que Ragna me miraba esperando mi aprobación para comerlo. Como si este no lo hubiera aceptado si yo no decía algo realmente. Algo que realmente sorprendería de hecho, porque eso quería decir que mis compañeros siempre estaban al tanto de lo que yo dijera. Tampoco desconfiaba que lo que le estaba dando fuera a sentar mal a mi amigo Ragna. Después de eso parecía ser que dos de sus mascotas morían por esa comida. ¿Tan rico estaría? Obviamente si se ponían así, era por algo, sino, no estaría presenciando tal cosa. Lo que me agrado es que a pesar de eso, Ragna al estar bien enseñado, en ningún momento iba a tratar de quitar tal comida o así sin permiso. Cosa que me hacia pensar de que realmente habían sido bien educados.

Ya cuando el contrario termino con lo que hacia y dedicarle un par de palabras a su amiguito peludo. Este se dirigió hacia a mi y me hizo sentir nerviosa obviamente, a lo que yo desvié la mirada hacia Ragna. —N-n-no es molestia. No se preo-preocupe.— Dije obviamente nerviosa. Quizás se me acabarían yendo los nervios en algún momento pero ese no era momento realmente. Aun así, seria difícil por el simple hecho de que se trataba de un Custos Dei. Cosa que hacia que obviamente no pudiera bajar la guardia y siempre agachar la cabeza por este. Aunque más bien mi forma de reaccionar pasaba con la mayoría de gente, otros pocos desafortunados se topaban con mi lado contradictorio que decía una cosa y luego lo contrario. Estos eran realmente los que peor lo pasaban y solo pocos pasaban por tal cosa, siendo más bien el tipo de gente que suele molestarla o hacerla enojar. —¡Ragna! ¡Ve a por el!— Le indique a mi compañero después de que estuviera preparado. Este obviamente sin rechistar y sin decir mucho realmente, comenzó correr hacia el felino para hacerle un golpe cabeza.

por **Fingon Sindar** Dom Oct 16, 2016 1:00 pm

La situación era algo jocosa, el Custos intentaba darle órdenes al gato malvado y parecía que este no tenía ni una pisca de interés en hacerlo, aun así. Pudo convencerlo con un truco de entrenador, comida… en general existen varios tipos de entrenamiento y los que el elfo usaba más eran por estimulación, el primero era por experiencia en misiones, el fenrir había sido entrenado de ese modo y por ello era tan activo e híperquinetico, siempre quería demostrar que era capaz, que podía enfrentarse a cualquiera y en ese aspecto demostraba ser un animal arrogante, si es que pueden llegar a serlo de algún modo, otro método era por premios, lo cual resulta mucho más simple y perfecto para entrenadores que quieren animales dóciles y con algo más de precaución, el Nhim parecía haber sido entrenado de esa forma, un ser capaz de hacer cualquier cosa si se le da la motivación adecuada. El tercero, era mediante castigos, los animales a golpes suelen reaccionar de una manera mucho mejor, se atemorizan ante sus amos y son feroces en el ataque, no retroceden y no piensan ante el temor de ser lastimados. Verdaderas máquinas de guerra. Sería impensable para el elfo usar esta técnica o el siguiera investigar sus ventajas.

El gato parecía estar más dispuesto después de la motivación del Custos y ya preparado se disponía a acatar las órdenes que le daba, aunque no entendiera ni pepinos su idioma, reconocía el aroma de una buena comida cuando la tenía cerca y él quería con todas sus ansias degustar dicha botanita que tenía tan buen aroma.

La capitana de manera habitual… ósea ya lo suponía, el tartamudeo ordeno al pequeño amiguito de la capitana a atacar con ferocidad, se encamino como si fuera un ariete presto a golpear al Catash con la cabeza. Era un golpe inteligente, se dice que el hueso del cráneo es el más duro de todos y era capaz de quebrar a todos los otros huesos, el felino tuvo miedo por cierto, aunque el contrincante tenía un aspecto dulce y esponjoso no lo era en absoluto, el elfo de inmediato grito una orden para su compañero -Gira sobre ti mismo a la izquierda!-pero el gato al no estar acostumbrado a ellas no alcanzo a reaccionar de buena manera.

El gato intento echarse al suelo para girar pero la velocidad del camaleón fue superior, el golpe que se llevó en la pata izquierda le hizo trastabillar y rodar por el suelo un metro aproximadamente, el felino maulló y se retorció tanto que parecía haberse quebrado una pata… pero fue peor, se contorsiono, se arrastró y finalmente se volvió una especie de humo que creo una pequeña nube que comenzó a subir al cielo como dándole un último adiós a su por corto tiempo compañero…

Fingon se llevó ambas manos a la cabeza y su expresión de pánico estaba perfectamente reflejada en sus ojos con la mandíbula desencajada por la sorpresa, era la primera vez que una de sus mascotas moría en presencia suya. Que había ocurrido?, era un simple entrenamiento?... el elfo cayo de rodillas y miraba al cielo con un llanto de agonía atascado en su garganta.

-Que has hecho… lo mataste- dijo el elfo mientras le apuntaba con el dedo de manera acusadora…-ahora solo hay un camino a seguir… atacar desde las sombras.!!- dijo al tiempo que se levantaba con energía y apuntaba a la criatura de su compañera de entrenamientos.

En ese preciso instante emergió desde la espalda del Nihm Catash, con un aspecto feroz, saliendo de las sombras en medio de un salto y girando sobre sí mismo en un salto mortal que solo los felinos pueden hacer le golpeo la espalda… de por si como era un entrenamiento no uso sus garras afiladas, solo sus patas acolchadas que le permiten moverse entre sombras.

El elfo se recompuso como si nada hubiera pasado y el gato volvió a guardar distancia del oponente, la clave en el combate era engañar al enemigo y no dejarle ver sus verdaderas habilidades hasta el momento oportuno, en una situación diferente y real, las garras de Catash hubieran llegado al nervio ciático del enemigo paralizándolo y dándole la oportunidad de rematarlo con otro certero ataque.

-Perfecta finta Catash!!- felicito el elfo -Que le ha parecido eso capitana Ren?- pregunto el elfo emocionado por el primer ataque de su compañero.

por **Kougyoku Ren** Lun Oct 17, 2016 3:26 am

En verdad, no sabía que hacer. No quería dejarme ganar por él y dar todo de mi pero tampoco quería sobrepasarme por quien se trataba. Obviamente no es que creyera que fuera tan buena pero confiaba en mis pequeños amigos peludos. Tampoco es que subestimara al Quinto Dei, eso ni de broma, por algo tendría ese puesto. ¿No? Solo que... ¿Cómo no iba a pensar de que realmente iban a ser buenos mis compañeros? Era por eso que aunque yo no era tan positiva o ese tipo de cosas conmigo misma, siempre pensaba que todo me iba a salir mal para mi pero... ¿Sabes? Esta vez se trataban de ellos, así que tendría que pensar de forma positiva para estos y enseñar que no por algo se habían entrenado tanto, queriendo que lucieran estos. Aunque realmente esperaba no ser demasiado mala para dirigir a estos, ya que de por si era algo mala para dirigir a las Brigadas Dominias pero tenía que ponerme en mi sitio. Sabía que algún día me tocaría dirigir y no debería de estar flojeando o temiendo tal cosa, aunque me conocía y sabía que aun así estaría temblando como un flan.

Me asuste completamente cuando vi que le daba un mal golpe al gatito. Hasta no pude evitar elevar ambas manos para tapar mi boca y así no soltar alguna exclamación de sorpresa. ¿¡Realmente lo había matado!? ¿¡Era en serio!? ¡¿Cómo!? Tantas preguntas invadían mi cabeza y hasta mis ojos se habían inundado ligeramente por el pánico. ¡Yo no quería matar a nadie! Hasta Ragna no podía evitar mirar tanto al Quinto Dei como a mi confundido. ¡No! ¡No podía estar pasando esto! ¿¡Justo ahora!? ¿¡Pero como!? —¡Y-yoo..!— Pensaba disculparme realmente, pues estaba totalmente apenada por lo sucedido y eso que apenas podía digerir lo que acababa de pasar realmente. ¿¡Cómo demonios iba a querer yo algo así!? ¡Si se trataba de un combate amistoso! Pero antes de que dijera algo, al ver que se levantaba como si nada y señalaba a Ragna con el dedo. Espera... ¿Qué..? No sé de donde salió pero de la nada apareció el felino y ataco a Ragna. La cara de tonta y sorpresa que se había quedado reflejado en el rostro se me paso tratar de ocultarlo. Aun seguían mis ojos semi llorosos por lo anterior pero baje lentamente las manos hasta por encima del abdomen. ¿Me había tomado el pelo..?

De repente, en un semi arranque de ira y más bien por impulso alce una de mis manos y señale sin importarme mucho que esto fuera un gesto feo. Fruncí el ceño y mis lagrimas fueron desapareciendo al cabo del rato. —¡¿Qué te crees?! ¡Me ha-habías dado un susto de muerte! ¡Eso no se ha-hace!— Di un pequeño pisotón en el suelo molesta pero al darme cuenta de lo que estaba haciendo, reaccione y voltee de lado mi rostro nerviosa, carraspeando un poco. ¡No podía actuar así en frente de un Custos Dei! ¿¡Quien me creía!? —Bu-buena jugada.— Me contradije. Calma Kou, es un Custos Dei, no le faltes el respeto, tu puedes. —¡Rag-ragna no te amedrentes!— Le dije a mi compañero cuando volvió a su compostura. Se había sobado su pequeña cabezita y enseguida se preparo para el siguiente movimiento. ¿Qué le diría ahora para atacar? Como había dicho, no era para nada buena dirigiendo a los demás por eso me hacia un lió yo solita. —¡Tu puedes!— Anime con confianza a mi compañero. Realmente no era una orden pero con solo decir eso, basto para que se pusiera a correr contra el felino pareciendo que iba a atacar de frente pero en el ultimo momento hizo una pequeña finta por alrededor de el para quedar detrás y tratar de propinarle esta vez una patada.

por **Fingon Sindar** Lun Oct 17, 2016 9:47 pm

La capitana parecía ganar confianza, tomar la iniciativa y de veras que atacaba con fuerza, aunque fuera un entrenamiento desea la victoria, por un segundo, un segundo minúsculo pudo apreciarlo en sus enormes ojos, una pizca de felicidad o armonía con sus compañeros e ir por todas para vencer, sin embargo la treta del elfo dio el resultado esperado, confusión, miedo pánico, dolor, e ira, un quiebre en el equipo y nuevas tartamudeantes palabras se lanzaron para disculparse… perfecto.

El ataque del gato que se fundía en la sombras había sido perfecto, golpeo al enemigo y el enemigo, tanto el amo como el duelo parecían a punto de quebrarse, las lágrimas parecían asomarse un poco fuera de sus lindos ojos y Fingon se tomó la nuca en una especie de disculpa con los ojos semicerrados, quizás había ido demasiado lejos. No podía dar crédito que era una capitana con las emociones a tan flor de piel, tenía una clara falta de confianza y eso le preocupo al Custos. Entonces la ira salió, le increpo severamente por la jugada estratégica y le apunto acusadoramente mientras Catash, el felino del averno torcía su cara hacia un lado no entendiendo que sucedía, contradictoriamente se volteo y alago el engaño, que le pasaba…

-Cielos no pensé que fuera para tanto, pensé que estabas preparada para algo como eso, además el gato puede fundirse en las sombras y hacerse invisible, seguro que leíste la guía de mascotas del reino?- pregunto Sindar a Ren con una cara dubitativa, en realidad dicha guia no existia, pero esperaba sorprenderla nuevamente, fue entonces que ella se aprovechó de que el elfo estaba distraído y con gran celeridad su amigo contesto, Catash ya en pleno ritmo maulló con fuerza, otra vez la misma técnica aburrida del golpe de frente, el gato ya sabía qué hacer, no hubo necesidad de que el elfo le dirigiese. -Cuidado, rueda hacia la derecha.- Grito el elfo, pero esta vez la criatura enemiga también finto, posicionándose detrás del gato y golpeando igualmente cuando esquivo, el gato aulló de dolor, aunque fue uno no tan terrible como una combate real, más bien hirió su orgullo.

-Perfecta jugada, felicitaciones Ren!!, Catash no te preocupes compañero, no es nada, recuperemos terreno, usa tus sombras!!- Dijo mientras empuñaba ambas manos con energía como transmitiéndoselas a su amigo.

El gato asintió y sus grandes orejas se movieron de un lado a otro, el gato nuevamente desapareció y apareció solo unos centímetros detrás de su posición original y donde estaba una especie de reflejo del gato emergió… este se levantó, aumento su tamaño y corrió para finalmente convertirse en una especie de lluvia de estrellas oscuras, como bastones veloces para atacar a la criatura enemiga. Eran muy fáciles de esquivar, pero las sombras eran muchas, como si una escopeta disparara innumerables perdigones.

La sombra se desvaneció finalmente y el gato camino en círculos por el campo para ver de mejor forma a su camarada de entrenamiento con una amplia sonrisa y largos dientes afilados en punta.

-Bien hecho muchacho, seremos los mejores del reino a este ritmo… que opina usted capitana de todo esto?- preguntó un animado Fingon.

por **Kougyoku Ren** Mar Oct 18, 2016 7:23 pm

Sus palabras me hicieron sentir como si me faltara practica. Cosa que no era un sentimiento agradable y mucho menos cuando provenía de alguien demasiado superior de ti. Siendo así que ahora me sentía evaluada todo el rato. ¿Acaso tendría que actuar como si estuviera en una misión de verdad o algo así? Aparte de eso... ¿Había una guía de mascotas...? Mi cara se quedo semi congelada. ¿Acaso había una? ¿¡Cómo no me había dado cuenta!? Claro que si, seguramente había una y yo como siempre era la ultima de enterarme. Además de que si lo decía él, era por algo. ¿¡Qué le diría!? —Des-desconocía que hubiera una guía...— Murmure en un tono audible. Tampoco tenía que mentir y de todas formas yo no era de mentir. A no ser que estuviera en modo contradictorio pero por suerte no reaccionaba de ese modo con el Quinto Dei. Siendo que volvía a recordar que ahora más que nunca no debía de bajar pero tampoco quería dejar de yo misma. Ya que a pesar de que siempre trataba de ponerme fría o ese tipo de cosas para mostrarme superior o así por mi apellido y tal, no quería decir que tuviera que dejar de ser yo misma. Aunque prefería no pensarlo mucho, me estaba haciendo lío mental con eso.

¡Genial! Ragna había conseguido asestar su golpe. —¡Bien hecho Ragna! ¡Sigamos así!— Le dije enseguida con cierta confianza obviamente. Escuchando después de hecho el halago que me había dedicado. —Mu-muchas gracias.— Conteste al elevar una de mis manos para tapar la mitad del rostro, aprovechando que ambas estaban semi elevadas mientras que la otra mano seguía sujetando al pobre cachorro de Fenrir que mientras lo había pensado ya sabía como llamarle. ¿Cómo seria exactamente? Cold, pues sabía que este era de elemento hielo. Aparte de eso, aun seguía semi volteada de lado, por lo que lo miraba de reojo. Me mantuve entonces alertada, porque imaginaba que ahora les tocaba a ellos dos mover pieza o al menos parecía ser que habíamos seguido ese orden sin pensarlo mucho la verdad. Cosa que apenas me acababa de dar cuenta ahora. Siendo como siempre, dándome cuenta tarde de las cosas o así.

El ataque del compañero del Quinto, me tomo por sorpresa. ¿Qué tipo de ataque era ese? Nunca había visto algo igual realmente, por lo que no sabía como decirle a mi compañero del como esquivarlo. Por lo que este recibió el ataque por completo y rodó sobre si mismo hasta acabar a unos poquitos metros de mi. Obviamente me alerte y no pude evitar quedar ahora si de frente en vez de lado y mirar con preocupación a mi compañero. —¡Vamos Ragna! ¡Levántate! ¡Tu pu-puedes!— Le anime a mi compi, el cual después de cierto rato se consiguió levantar al fin. Por lo que suspire aliviada. No podía faltar el respeto al Quinto, por algo era del ejercito del Lord sama. Así que medite que decirle hacia su pregunta antes de soltar cualquier tontería. —Y-yo.. Yo creo que si si-sigue así, si que podrían.— Dije con algo de duda. Realmente con entrenamiento y esas cosas, uno puede fortalecerse mucho. —Aun a-así. Nosotros no nos da-daremos por vencido an-antes de tiempo.— Le dije sin pensar mucho, aunque luego me avergoncé de ello por como se lo pudiera tomar. —¡Ragna! ¡Usa ataque desenrollar!— Cuando dije eso, Ragna se tomo de las patitas y se formo como una pequeña bolita. Siendo que al tomar impulso salió rodando con velocidad hacia su oponente.

por **Fingon Sindar** Vie Oct 21, 2016 6:09 pm

El combate era más o menos parejo, pero sin duda el compañero de la capitana estaba mejor entrenado que Catash, el poder con el que atacaba agotaba rápidamente las energías del Gato que aún no estaba acostumbrado a combatir de manera frecuente, sus energías oscuras también decaían rápido y poco daño causaban, pero el mero hecho de recibir un cabezazo del Nhim, podría poner en aprietos serios al gatito que tenía una apariencia algo delgaducha y frágil, aunque esta especie tenía una forma mucho más robusta, una gran pantera de dientes de sable y oscuro pelaje que dominaba a cualquier rival con su extrema violencia, sin embargo el pequeño gatito aun no era capaz de manifestarse de esa manera.

Fingon estaba sumamente animado y se movía de un lado a otro intentando ver de mejor manera el enfrentamiento que extrañamente se había vuelto en un ataque por turnos, era raro pero le gustaba ese estilo, quizás podrían crear una especie de torneo en base a alguna de estas reglas, actualmente no había un escaparate para sus compañeros y no había actualmente alguna especie de club o escenario donde sacar a relucir sus habilidades, siendo que eran actualmente poderosos aliados en el combate que dotaban a sus camaradas de poderes aún más grandes, salvando incluso reinos de la ruina.

Ren no lo hacía nada mal, era una chica dulce y parecía que solo estaba falta de confianza, quizás su pasado le había forjado con ese temple, que generalmente se les daba a las mujeres hace mucho tiempo, antes de que se masificara su entrada al ejército, Fingon se acercaba al borde de donde combatían ambos contrincantes y trataba de darle señales e instrucciones a su aliado, Ren parecía aún muy tímida al respecto y parecía una mujer que no interactuaba mucho con… bueno con nadie.

El Felino estaba con todos su sentidos alerta y ya agotado de seguirle el ritmo al camaleón de la capitana, entonces ella le dio una instrucción que el gato no supo cómo reaccionar, desenrollar? Que era eso, una técnica oculta?, el elfo también quedo algo desconcertado, el pequeño Nihm se volvió una verdadera esfera y arremetió a una velocidad impropia al pequeño gato que aguanto como pudo el poderoso golpe que le hizo marearse y perder el equilibrio, Fingon soltó un quejido de dolor, casi como si le hubieran golpeado a el mismo. Se abstuvo de correr a auxiliar al gatito que comenzó lentamente y entre temblores a levantarse,

[color=red]-Vamos…. Vamos muchacho tu puedes. Si!!!- exclamo cuando finalmente se ha levantado el felino del averno. Este parecía cansado y algo vapuleado, por ello Fingon hablo de manera tierna hacia su compañero que apreciaba desde el primer momento en que le vio.

-Espera Catash… buen trabajo, es suficiente, al menos ya conoces la teoría- dijo el elfo aplaudiendo y deteniendo el combate antes de tiempo, el gato respiro aliviado y corrió hacia el elfo no sin antes maullar frente al Nihm como si le diera las gracias por la práctica, Fingon levanto y examinó rápidamente a su compañero para ver que no tuviera heridas y lo dejo nuevamente en el suelo, el gato ronroneaba como un felino mas y se apegaba a el con gran felicidad, este busco en sus bolsillos lo que le había prometido y lo deleito con una botana elfica, el gato estuvo encantado y se podia ver en sus ojos lo delicioso que estaba, el Nihm también querria una seguramente y mostrándosela a la capitana también le ofreció una.

-Ha sido un combate intenso para mi compañero, espero que el vuestro no tenga problemas realmente no sé cuál es la fisionomía correcta de esta criatura, para mí también es nueva, pero creo que está bien del todo, gracias por ayudarme a entrenar con este aficionado, normalmente los compañeros de prácticas escasean… por cierto, podemos tomarnos un respiro, ya está haciendo bastante calor- dijo cuándo se acercó a la mujer y le dio las gracias por ayudarle a practicar.

El elfo camino hasta la entrada del patio y había una especie de pequeño bar donde servían bebidas y vendían dulces, generalmente esto era por si en algún entrenamiento alguien necesitaba refrescarse o comer algo dulce, casi como una cafetería en una plazoleta de cualquier ciudad, Fingon llamo al dependiente y amablemente le pidió una mesa, se sento en ella y hablo con ren sobre trivialidades, es decir en combate era un hombre que proclamaba su fe, insuflaba de energía y alentaba a sus compañeros, pero en privado era un hombre como cualquier otro.

-Y bien, que es lo que hace hoy?, está sola en la base, es algún asunto oficial o viene a ver a su esposo o algo así?- pregunto casualmente porque generalmente los oficiales femeninos se emparejaban con gente del ejército –Ren, me dijo su apellido, y Kougyoku su nombre verdad?, creo que he escuchado ese apellido antes, creo que es originario de Spatium si no me equivoco.– pregunto para iniciar la conversación, justo cuando llego el dependiente y pregunto que deseaban, Fingon solo pido un café y una botella de agua mineral con gas.

por **Kougyoku Ren** Sáb Oct 22, 2016 4:42 pm

Después de que Ragna terminara de emplear su habilidad, vino corriendo hasta quedar en frente mía entre unos pocos metros. Por suerte, le había asestado el golpe, cosa que me sorprendió. No por pensar que mi compañero iba a fallar o algo así, sino porque veía hábil a nuestro contrincante como para que no hubiera podido esquivar tal habilidad. Aunque me pude fijar en el rostro del felino que el ataque que dije le dejo algo extraño. ¿Había dicho algo mal en ese preciso momento? No lo sabía pero tampoco quería observar el rostro del Quinto Dei, no solo por sentirme nerviosa o además de eso, avergonzada, sino porque siempre tenía esa manía de no mirar directamente el rostro. Aunque eso dependía, después de coger cierta confianza con esa x persona y haber pasado cierto tiempo, podía mirarle directamente al menos por un pequeño rato. Siendo esto algo demasiado común en mi persona. Como el tartamudeo, siendo pocas veces también que podía decir una frase completa y eso también dependía del grado de confianza, aunque no solo eso. También dependía si no estaba tan nerviosa con esa persona o no me alteraba. Aunque ya se había comprobado de que yo no era dada de poder estar calmada con ciertas personas. Por lo que volvía a recalcar que siempre mi personalidad era ya muy dependiendo de con quien estuviera.

Ya estaba esperando por la siguiente orden que le diera a Catash, siendo este el nombre de su felino. Pues no paraba de llamarlo así, por lo que suponía de que realmente se trataba de su nombre. Siendo que me entraba duda porque sabía que algunos ponían motes a sus compañeros o así. Al menos por mi parte que le decía a Ragnarok, Ragna. Sobre mis demás mascotas o mejor dicho, amigos peludos, al menos no les tenía una simplificación o algo parecido. Quizás el Chocobo pero de ahí no me sonaba a nadie más del resto.. Lo inesperado fue es que al final lo detuvo y no dejo que continuara. ¿Ya había terminado todo? Parecía ser que si o al menos eso denotaba el contrario. Hasta le dio el premio a su compañero después de eso, además de mostrarme a mi también eso para Ragna, a lo que yo asentí con cierta tranquilidad. Que bueno era el Quinto Dei o al menos no debería de sorprenderme por el cargo que poseía o así. Opinaba que los superiores además de ser sabios o así, también podían ser bondadosos o al menos ese era mi concepto que había sacado. Al menos nunca he tenido un superior de esos malvados o que no piensan en los de abajo. Quien sabe si algún día por casualidad alguna me tope con ese tipo de persona pero de momento hasta ahora no se había dado el caso.

Cuando al final todo finalizado, mire a Ragna. Primero me acerque para asegurarme de que no estuviera tan herido pero al ver que no estaba tan grave me alivie. —Ya pu-puedes descansar. Lo ti-tienes bien merecido.— Obviamente dije esto cuando terminara de comer y luego de ello este se fue corriendo hasta el Chocobo. Subiéndose a este como pudo. Yo seguía cargando a Cold ahora entre mis brazos, ya que había movido la mano hasta estrechar con esta al cachorro. Parecía de lo más tranquilo. Pues este apenas se inmutaba y observaba todo en silencio. En parte eso me preocupaba pero suponía que esa era su personalidad de tranquilo. Me tomo entonces de improvisto cuando comenzó a hablarme, a lo que medite antes lo que tenía que decir. —Es-esta bien. No parece he-herido. I-igualmente ha sido un buen co-combate. Catash dio to-todo lo que pudo de sí mismo.— Alague a su compañero. Tampoco me las iba a dar de creída diciendo que había vencido, yo no era así. —I-igualmente gracias. Es la pri-primera vez que hago que uno de mis compis pe-peleen.— ¿Realmente hacía calor? Apenas trate de notar eso, aunque yo de momento no me sentía acalorada. Así que solo asentí ante lo ultimo que dijo. Aunque desvié ligeramente la mirada cuando se acerco.

Al principio dude en seguir al contrario pero luego lo hice por si acaso. No sabía si realmente podía seguirlo. Mientras tanto, deje a mis demás compañeros estar entre ellos jugando. Era la primera vez que estiraban las piernas los pobres, así que querían aprovechar tal cosa. En cambio, Cold seguía entre mis brazos, así que este era el único que no dejaba bajarse. Ya que este era una cría aun. Que omitiendo esto y volviendo hacia donde íbamos, tuve que sentarme en la mesa que se sentó él. ¿Acaso esto era normal? Sinceramente me sentía como si todo fuera irreal estar en presencia de alguien tan superior como si nada. Además de que ni sabía que hubiera un bar por aquí, siendo apenas que me daba cuenta. Escuchaba con atención las cosas que me decía, aunque yo solo asentía y estaba en silencio para no interrumpirle, hasta que me pregunto. Mis mejillas obviamente se enrojecieron cuando dijo algo de esposo. ¿¡En serio!? Lo peor de todo es que apareció una imagen de cierta persona, la cual resulto doloroso. —¡No es-estoy casada!— Conteste prácticamente enseguida, a lo que avergonzada desvié una vez más la mirada. —Es de-decir. Vine en compañía de mi asistente porque tenía co-cosas que hacer aquí.— Aclare. Tomándome de improvisto la siguiente pregunta o más bien lo que dijo porque era la primera vez que alguien se daba cuenta. —¡Sii! O sea.. Es el a-apellido de un no-noble conocido de Spatium. Se tra-trata de Koutoku Ren.— Era la primera vez que mencionaba a mi padre o al menos que yo recordara.

por **Fingon Sindar** Lun Oct 24, 2016 10:47 am

El felino del averno parecía ya más calmado, al no ser una criatura completamente entrenada solo podía luchar muy poco, por lo cual Sindar decidió detener el enfrentamiento, después de todo, un entrenamiento no era precisamente para devastar a sus compañeros ni mucho menos, sino que era para que evolucionaran en su combate, pudieran reaccionar mucho más rápido y por ende sentir como era la dinámica de un combate semi real, todo había resultado bien al menos por el momento y esperaba que pudiera enfrentar de mejor manera los combates en el futuro. Por el momento estaba satisfecho.

El Nihm de Ren parecía disfrutar de la botana tanto como Catash, y como no lo iba a hacer si después de todo el elfo se esforzaba en crear un enlace casi hermanable con sus compañeros, sobre todo en cuanto a lo que la cocina se tratara que era su pasión prohibida, muchos en su casa le hacían alusiones a que era un poco hombre al poder cocinar bien, bueno, una de las fortalezas de la familia Sindar es que constantemente se están haciendo comentarios duros y denigrantes con el fin de fortalecer la mente de sus miembros, eso creaba muchas veces disputas que terminaban en duelo y por ello se le conocía a esta familia por ser una familia de peleadores.

-Valla, gracias, pensé que el pequeño no había intimidado a nadie…- dijo algo sorprendido mirando al gato que le hecho un bufido, pero él bajando la mano hasta el suelo le acaricio y el gato supo que lo había dicho en broma, este se subió a una baranda cercana y miraba a ambos militares con mucha atención como si tratase de entender que decían en su extraña lengua, bueno algo entendía, pero más claramente por los gestos que hacía el elfo.

-Aun así fue una victoria clara de vuestra parte, me tomáis el pelo al decir que nunca habíais combatido juntos antes… se nota que lleva un vínculo especial con sus compañeros.- Aclaro el elfo mientras sus resplandecientes ojos esmeralda recorrían el coliseo y podía ver como las mascotas de él se acercaban a conocer a las de ella. –Solo espero no vivir el día en que una de ellas deje este mundo. dijo con un semblante que de pronto se puso algo nostálgico, quizás al recordar a su compañero Alcarin Amras, el viejo instructor que estaba a su servicio y fue asesinado por una delincuente común.

Ambos soldados se sentaron en la mesa finalmente, Fingon no se olvidó de mover la silla para ella claro está, jamás olvidaba tratar a las damas como lo que eran. La charla fue algo amena y al parecer ella se relajaba un poco más, aunque sus miradas tímidas eran extrañas, algo coquetas para quien le gustaban las mujeres sumisas o de ese tipo o quizás solo era algún tipo de tic enfermo que no podía controlar, quien sabe, hay muchos locos por el mundo que andan sin tratamiento, quizás sería bueno que se habilitara algún refugio para los orates y enfermos, quizás un sanatorio supervisado por alguna autoridad de Tempus o de los propios religiosos sería apropiado ya pensaría más adelante en proponerle eso a su excelencia el Lord.

Ella exclamo que no estaba casada de manera automática, quizás había tocado alguna fibra?, quizás sí, pues ya no tocaría el tema, sin embargo de su padre sí que parecía tener deseos de hablar, su expresión me decía que pensaba mucho en eso.

-Koutoku Ren, me parece que he oído solo cosas vagas de él, me imagino es un noble muy importante en las tierras de Spatium verdad?, no suelo visitar mucho esos lugares, no desde el incidente de Chaos donde… bueno usted sabe, el antiguo ministro declaro Non Grato al Ministro Mireault.- Dijo mientras se echaba hacia atrás en la silla y miraba hacia el techo del pequeño puesto donde se habían sentado -A veces en las noches despierto agitado casi sintiendo nuevamente el terrible dolor que me produjo su ataque en mi brazo, no le tengo rencor por lo que hizo, pero me pareció algo fuera de lugar, en fin, respecto a su padre, me imagino que lo tiene en alta estima verdad?- Dijo el elfo mientras tomo la botella de agua y se la puso en la frente por quien sabe que magia, quizás se había acalorado con la instrucción del gato, cuando abrió la botella gasificada estallo en cientos de burbujas mojándole toda la ropa, la cara y le obligó a cerrar los ojos mientras se levantaba y dejaba chorrear el agua hacia el suelo… valla torpeza. Qué pensaría la capitana de él, se reiría?, sus ojos se volvieron serios y le miro como si le apuñalara el alma, pero solo era de broma, cerró los ojos fulgurantes y se carcajeo por la situación mientras el dependiente se deshacía en un millón de disculpas… y el gato había saltado asustado sobre la cabeza de Ren al escuchar la botella rugir.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

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MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater