Re: Baile de mascaras en el Dominus Castle ~ Trama N° 3 [Finalizado]

por **Bartolomeo** Mar Ene 06, 2015 9:36 pm

La joven pelirroja se había acercado a la peliceleste momentos antes que yo le llevase una copa. Pero luego de sentarme en el suelo no pude evitar oír su susurro hacia mi , sin dudas esa voz si que la conocía...
Como con el pelinegro solo me calle e intente ver que reacción tenia la joven, hablando un poco mas sobre las joyas que me llamaban la atención en esa tenue velada.
No sabia si la joven al frente mio me estaba escuchando o no, pero hice como si charlase con ella, mirando de reojo a la joven de cabellos color pasion.
-Si, sinceramente hay gente que sabe mal gastar su dinero. Poniendo diamantes de esos tamaños en sus manos ... Ojala supiesen- Agregue en tono irónico.

El mozo pasaba una vez mas por al lado mio, era lo que estaba esperando hacia unos minutos porque necesitaba unos cuantos tragos mas para comenzar a divertirme.-Hey tu! dame una de esas copas!- Dije mirando al mozo y tomando la charola entera volví a sentarme una vez mas. Copa tras copa sin si quiera sentirle el gusto me tome las 9 que la charola poseía, al parecer ya estaba llamando la atención de mucha gente en la fiesta aunque para mi no seria problema, sabia que clase de personas había ahí dentro y ninguna me preocupaba en lo mas mínimo.

El hombre de traje negro en la entrada me miraba mas fijamente que cualquier otra persona en la fiesta, su constectura física y cabello me daban una idea de quien podría llegar a ser y porque me miraba de tal manera...
Luego de pensar un poco decidí estirar un poco mis piernas y cambie de posición , ya no estaba sentado sino que me encontraba acostado casi en el medio de la sala. Desplegué mis brazos y lancé un bostezo al parecer aun estaba muy cansado de el viaje anterior y necesitaba dormir, pero no era momento, si dormía tal vez despertaría arrestado o algo similar así que solo me limite a quedarme recostado en el suelo esperando por el espectaculo principal de la fiesta... La llegada del Lord.

No era como si quisiera un autógrafo del tipo, sino que quería sentir que tan fuerte era. El tirano que manejaba todo, pero ami no.. yo manejo los mares y soy una persona libre , aunque me gustaría que ese tipo fuese destruido , quizás así tendría algo mas de facilidad para robar en los pueblos.

por **Reiv Black** Mar Ene 06, 2015 10:20 pm

La noticia de un baile de máscaras en el Dominus Castle no pudo sino hacerme reír hace unos cuantos días, cuando me enteré de la noticia. A simple vista ese tipo de fiesta hace muy fácil que pueda colarse cualquiera, con las máscaras no queda claro quién es enemigo y quién no. No dudo en acudir a esa fiesta, si va a aparecer el maldito Lord quiero estar cerca, quién sabe las oportunidades que pueden darse. Y por qué no, tener la oportunidad de burlar la seguridad en su cara. Una idea tan genial y a la par tan descabellada que parece una locura, meterse en la boca del lobo. Aún así el juego me atrae, tengo que estar allí para ver lo que pasa. Precisamente esto es lo que habrá pensado el resto de revolucionarios, al menos yo lo haría. Es muy probable que estén varios allí. El tema de las invitaciones no sé cómo va, pero no dudo en birlar una de un buzón, de una ciudad cualquiera del reino de Tempus. Obviamente no está a mi nombre, pero tampoco dice que pidan ningún tipo de identificación o foto. Ante tanta duda no sé qué me voy a encontrar, pero iré preparado.

Antes de salir de viaje elijo un traje negro con camisa negra y corbata roja, seleccionando además una máscara que encuentro en el mercado y que me llama la atención, parece algo así como un demonio, con tonos azules y blancos. Tomo un pequeño barco de pasajeros que me llevará hasta el castillo del Lord, impaciente por ver de cerca aquel lugar. No tardamos demasiado en divisar su majestuosidad, vive por todo lo alto, tanto que me provoca más antipatía. Una vez allí bajamos del barco, dirigiéndonos a la entrada. Evidentemente no he traído ni mi espada ni mi daga, un segurata que deje entrar invitados armados debería ser despedido. No importa mucho no poder traerlas, aunque esté acostumbrado a llevarlas y las eche de menos puedo apañarme de otras formas. Una vez pasado el trámite de la seguridad me pongo la máscara, entrando al recinto, siguiendo a la gente para saber por dónde está el salón. Como era de esperar parece tan de rico como la zona exterior. El Lord debe sentirse muy seguro aquí como para invitarnos a su casa. ¿O es tal vez una provocación? ¿una demostración de su fuerza para decir que es intocable en su propio castillo?. Me da por pensar que o es muy retorcido pensando eso o que realmente no ha pensado en las posibles consecuencias de esto. Camino por la sala mirando alrededor, cogiendo una de las copas que me ofrece un camarero. Enseguida sonrío bajo la máscara, sintiéndome un poco idiota porque con ésta no puedo beber al tapar la cara entera. Vuelvo a dejar la copa en una mesa, iniciando conversación después con una chica que estaba sola, Saeko.

- ¿Por qué le gustará a la gente eso de venir a las fiestas de máscaras? Las condenadas no le dejan emborracharse a uno.

por **Ichinose Takumi** Mar Ene 06, 2015 11:33 pm

Varias horas había pasado ya varias horas preparándose para aquella reunión, después de todo uno no suele tener la ocasión de mirar a su nemesis a los ojos. A pesar de que no estaba seguro de que cuales eran las verdaderas intenciones de aquel monarca elitista que gobernaba con puño de hierro y oprimía toda oposición, tampoco era capaz de perderse una oportunidad como aquella. Por esta razón fue que Astaroth decidió acudir a tal ceremonia aún a riesgo de caer en una trampa y perder todo lo que había logrado por su revolución, pues aquel juego de gato y ratón era algo que realmente le agradaba. El lord podía creerse un viejo gato incapaz de ser tocado por ser alguno, pero era hora de demostrar todo lo contrario.

El viaje transcurrió tranquilo y sin contratiempo alguno, fue largo pero agradable. El pelinegro se mantuvo en aquel momento escribiendo sus memorias en un pequeño cuaderno que solía llevar siempre consigo y en donde plasmaba todos sus pensamientos. Aunque claramente el no era estúpido, aquel pequeño libro estaba encantado para encriptar el mensaje que este poseía y hacer pasar a aquel como un libro normal para una persona normal. En cambio, para quienes realmente sintieran la revolución marcada a fuego las respuestas aparecerían frente a sus ojos sin buscarlas. Así se mantuvo durante las horas que duró aquel recorrido hasta el dominus castle, si por estar demasiada atención a su compañera y también esposa aunque estaba seguro de que ella sabría comprender sus silencios.

Finalmente la pareja terminó por llegar a la isla, atravesó el jardín y pasó sin problema alguno la seguridad. Por su parte el demonio ya traía consigo aquella mascara un tanto cómica tal vez, pero con un fuerte espíritu representativo que a pesar de todo el sabía llevar muy bien. Ademas de aquella mascara el revolucionario portaba ya un traje negro con una camisa blanca y una corbata, ademas de un sombrero negro sobre esta. A pesar de aquel atuendo, al ingresar al lugar ni siquiera llamó la atención de los presentes y aquello era realmente una buena señal ya que el demonio realmente no pensaba ser el centro de atención en aquel lugar. Particularmente no se fijó en nadie, simplemente se mantuvo alejado en el fondo del lugar acompañado por su elegante esposa quien demostraba ante el claras muestras de afecto que el correspondía con gracia y elegancia típicos de alguien de clase alta.

Aún a pesar de las costumbres comunes de aquellos bailes no fue el anfitrión quien abrió el baile, simplemente un vocero del mandatario apareció y anunció que el monarca se encontraba preparándose en sus aposentos y que solicitaba que sus invitados se pusieran cómodos, por lo que empezó a sonar un hermoso vals en el lugar y las luces del salón bajaron para dar lugar a una oscuridad que finalmente fue disipada por el baile de los reflectores que anunciaban de manera pronta que ya podían comenzar.

-Bailemos... -Contestó sencillamente el muchacho tomando una de las manos de su esposa para dirigirse al centro del lugar, donde comenzaron a bailar lentmaente pegados el uno al otro, aunque el en ningun momento bajaba la guardia y se mantenía atento a todo lo que pudiera ocurrir.

Mascara:

por Invitado Miér Ene 07, 2015 12:18 am

Era un tanto irónico que alguien con la capacidad de viajar a la velocidad de la luz llegara tarde casi a cualquier lado y esta no sería la excepción. El apuesto y sensual ministro de Spatium se mantenía en aquel momento en su hogar, frente a un espejo eligiendo cual atuendo ponerse. Realmente no contaba con la vestimenta adecuada para una fiesta tan elegante, de hecho odiaba esas fiestas y todo lo que conllevaban. Asistir a una de ellas le hacía sentir como un noble que vive holgado mientras la gente muere de hambre, sin embargo, cada una de las personas en aquel lugar ayudaba a restaurar Tempus y a ayudar a las victimas de los atentados. Incluso a pesar de que no eran ciudadanos de su hermoso reino, el ministro no podía ignorar tal cosa por lo que se había decidido por asistir y contribuir como fuera necesario para ayudar a las victimas de tal tragedia y por que no, para gozar de la comida y bebida gratis.

Finalmente, el ministro optó por llevar algo mas casual y no prestar demasiada atención a las reglas impuestas por la alta sociedad. Por lo que se vistió con una camisa blanca abierta y sin corbata, con las mangas arremangadas y unos pantalones de vestir de color gris ademas de una chaqueta a juego con este. Realmente iba bastante elegante para un día en el ejercito, pero muy desalineado para una reunión con la nobleza, sin embargo, aquel termino medio le sentaba bastante bien al pelinegro que finalmente terminó por colocarse sobre el rostro un antifaz en blanco y negro sobre el rostro ideado para que no le impidiera beber.

Así fue como terminó por salir de su hogar en un fugaz rayo de luz, que rápidamente le hizo llegar al centro del planeta. Una vez dentro de la fiesta el ministro entró con una sonrisa y no dudó en tomar uno de los tragos que los mozos repartían pasando entre la gente hábilmente. A la primer persona que vio allí fue a su hija a quien reconocería en cualquier lugar. Se acercó a esta mientras sostenía la chaqueta sobre su hombro y besó su mejilla con suavidad manteniéndose junto a esta para observar el resto de la fiesta, en lo que las luces de baile comenzaban a mostrarse y la música a sonar.

-¿Me permite esta pieza? -Preguntó el ministro a su hija con cierta gracia mientras se colocaba la chaqueta y le ofrecía su mano a la joven junto a una amable sonrisa. Con ansias de por fin conocer a aquel mandatario que regía en todo el planeta, ademas, se preguntaba si podría hablar con el para contarle como se encontraba su reino y de algunos temas que podrían tratarse en una reunión y que necesitaban de su aprobación, aunque lo mas seguro era que nadie pudiera acercarse demasiado al monarca a quien parecía faltar poco para ver por allí.

Spoiler:

por **Bartolomeo** Miér Ene 07, 2015 12:39 am

La fiesta transcurría normalmente, los invitados seguían llegando y yo aun reposado en el suelo esquivaba los altísimos zapatos de las jóvenes que bailando el vals casi me dejaban sin cabeza. La melodía envolvente sonaba y sonaba, de tal manera que parecía no iba a terminar nunca, terminaba siendo escalofriante para personas como yo que no acostumbraban oír ese tipo de música, y menos aun tanto tiempo seguido.
Decidí que seria momento de tomar un poco de aire, refrescar mis ideas y echar una mirada a el exterior del lugar. Me levante lentamente del suelo acomodando mis ropas y bostezando al mismo tiempo.

Me encamine hacia la salida pasando por al lado de el joven de traje y corbata negro, ese que creía ya saber quien era. Echándole una mirada de reojo y chocando a los guardias de la puerta salí e inmediatamente encendí mi moto-deslizadora, ya sin ganas de caminar me subí en ella y andaba muy lentamente observando el castillo que sin dudas era aun mas imponente desde mi lugar que desde dentro...
-Wow, debería de robar uno de estos alguna vez- dije mientras seguía bostezando y manejaba la moto-deslizadora.
El viento se hacia notar , el cielo muy estrellado como para decir que tendríamos compañía de las lluvias pero aun así no descartaba ninguna posibilidad de esas.
Me preguntaba a mi mismo si en verdad el rey de todo este asqueroso mundo se haría presente, o si solo eran trucos baratos para atraer a sus enemigos... porque en caso de que fuese la segunda opción los tenia justo donde quería.

Sin mas que hacer y ya un poco aburrido volví a entrar a la parte central del castillo y está vez me pose al lado de los guardias de seguridad, estos poseían unos lindos relojes que sin dudas valdrían mucho dinero.

por **Memeran Anarchy** Jue Ene 08, 2015 6:42 am

Todo iba bien, hasta que la tomaron por ebria…Esa acción de la pelirroja la hizo sentirse algo incomoda, si, tomaba y a veces bastante, pero no estaba ebria, tenia una alta resistencia al alcohol…eso habia sido ofensivo de cierto modo —Para tu información no he tomado nada, casi choco contra ti y por eso paso esto, recién acabo de llegar…Eres un poco grosera sabias? — Se encojio de hombros y suspiro ante su comentario sobre el primer baile para reir sin ninguna muestra de educación. Se doblo y rio un poco fuerte —dios….en serio?— respiro profundo después de esa risa que atrajo algunas miradas — Eso jamas pasaría, el Lor estaria completamente chalado — dijo al momento de poner su dedo índice a la altura de su sien y hacer un circulo con el, en señal de locura —si hiciera eso conmigo, creeme rojitan— dijo para darle un apodo, por su color de cabello tan rojo —Todos lo mirarían de mala gana…El Lord jamas se rebajaría a bailar con alguien como yo, aunque eso puede ser algo que tal vez desee incansablemente…o tal vez no— dijo mirándola.

En este momento un hombre de verdes cabellos llego y al mirarlo lo supo. Meme era buena reconociendo a los de su calaña. Se tomo su bebida completa para tomar una del chico de morado, pero entonces este se las bebio y ella simplemente le miro parpadeando. Lo miro hablar de atracos y sentarse en el suelo y como la otra le decía sobre las sillas…Vaya que estaban ciendo el centro de atención.
El peliverde hizo de las suyas en el salón. Lo miro hacer todo aquello. Cuado el vals empezó a sonar y los invitados a bailar, miro como el otro esquivaba pisotones
—Eso te pasa por olgazan— dijo con una sonrisa suave mientas le miraba levantarse antes de que se fuera levanto la mano para llamar su atención —Espero me concedas una pieza! Seguro esto estará algo aburrido!—

Desde hace rato habia sentido esa maldita y puñetera sensación que odia…sentirse observada, eso le ponía en alerta, entonces movio sus ojos buscando aquel o aquella que los mirara, y noto dos presencias….una mujer y un hombre… mordio el dedo pulgar sobre el guante y miro a al chica de rojos cabellos —por ciertro rojitan, espero me concedas una pieza durante la noche— dijo sin nada de pudor ni vergüenza —me has caído bien y bueno— le giño el ojo de forma coqueta y juguetona para tratar de romper el hielo entre las dos y hacerla sentir mas comoda —entiendo si dices que no, después de todo, una mujer de la alta como tu, seguro no quiere ver nada con alguien como yo, que como vez, es demasiado para este lugar andaré por ahí, asi que si necesitas algo — le mostro el baston que habia hecho —solo busca a la reina de corazones negros y podemos charlar—

Camino entonces dejando su copa vacia en una charola y a la pasada con agilidad embidiable y sin derramar ni una sola gota, tomar otra copa llena para ponerse a caminar por ahí .
—Ciertamente morita tenia razon…muchas joyas y mucha tentación…pero no me interesan peces tan fáciles prefiero…— su mirada se cruzo entonces con el hombre de negro y sonrio acercándose a el mientras sostenia aquel baston bastante curioso.
Atacarlo seria un siucido, pero que mas daba? Ademas habia cosas mejores que un golpe de baston. —disculpe, pero sinceramente note que me observaba bastante desde hace rato, acaso quiere algo conmigo caballero negro? O simplemente le guste tanto que no puede perderme de vista?— dijo mientras se ponía frente a el sonriéndole de forma insinuante —Y veo que no es en el único que despierto ineteres, aquella dama también me ha observado bastante….ahora bien, si no tiene problemas, por que no salimos a bailar, ya que veo que no tiene nada mas que hacer salvo el estar deambulando como alma en pena—

Bebio la copa hasta la mitad mirándole para relamerse los labios, sus instintus sucbus salían a flote sin que ella lo pudiera controlar, pues aquella lengua psando sutilmente por sus labios, no fue grotesca, era mas bien fina y estimulante, como una invitación a verter algo ams que champaña en su boca. —Aunque claro, si esta muy ocupado deambulando sin nada que hacer, se entiende, asi que ire por ahi si no acepta, Habra mas cosas que hacer, como por ejemplo, ver que travesuras trama morita tan— dijo refiriéndose al otro hombre de mar.

Meme miro hacia la puerta donde se supone saldría el Lord y se imagino por un momento si realmente el Lord bailaría con ella. Rio un poco para suspirar —Claro…como si eso fuera posible….no soy cenicienta— susurro para quitar esas ideas tontas de su cabeza.
Si bien Memeran era una pirata y el producto del amor entre un incubus y una angel, sus dos partes hacían estragos con ella…El romanticismo de su madre era una de esas aprtes que habia heredado…la ilusionde los cuentos de hadas que a veces llegaban a ella queriéndola hacer creer en cuentos de hadas y finales rosas y felices.

Buscaba al chico de morado sabia que si se quedaba junto a el, algo divertido pasaria...aunque ahora que estaba con el cabllero negro que la observaba...el hombre de smokin negro y porte de soldadito plomo, tenia la misma sensacion.

por **Bartolomeo** Jue Ene 08, 2015 9:03 am

Al volver a entrar a la sala y mantener vigilado al hombre de smoking negro pude ver que la joven a la que le había invitado un trago estaba al frente de el, eso era algo extraño al parecer esta no conocía al sujeto. Debía alejarla un poco, no por nada mas que ser de la misma bolsa pero sentía que la jovencita no entendía en lo que se metía.
Cruce por detrás de esta y sin pensarlo dos veces le tome de la mano y seguí caminando, el trajeado negro quedo mirándome pues era como si le dijera "mirame, aqui estoy" y me fuese como si nada.

-Tranquila, bailaremos...- le dije a la muchacha de celestes cabellos y bonita mirada. -Se que te deben gustar los problemas tanto como a mi.. pero no hay que empezar con peces tan gordos.- Le dije a la chica mientras le extendía mi mano en señal de bailar esa pieza.
La música seguía sonando y aunque era insoportable sabia que seria mas llevadero si bailaba con ese ritmo a que si solo me quedase esperando a que terminara.

-Supongo que sabes de que lugar provengo... - le susurre en el oído a la chica. -Propongo que te quedes a mi lado esta velada, veras que no sera para nada aburrido- le dije ya alejándome de su oído y riéndome un poco sigilosamente.

por Invitado Jue Ene 08, 2015 3:38 pm

Mantuve mi mirada en aquellas personas, sin dudas el peli verde y la reina de corazones se hacían notar por sus actitudes tan fuera de lugar. No fue una sorpresa que estos se acercaran entre sí, aún que las actitudes del tipo de morado eran claramente más despreocupadas. La chica solo parecía querer divertirse a su modo, pero me molestaba el que el tipo tal vez solo haya venido para causar unos problemas. No les quitaba mi mirada de encima, hasta que el posible pirata de morado se dirigió a salir del castillo cruzando no muy lejos de mí. Lo que me permitió reconocer aún más su olor a agua salada, claramente este tipo era un pirata y estaba casi seguro de haber tenido encuentros con él. Rápidamente cuando este salió me concentré en la chica de cabellos celestes que extrañamente se estaba acercando a mí con una extraña sonrisa en su rostro.

No perdí mi postura en ningún momento, como era de acostumbrar, a cada paso que la mujer daba se le podía notar cada vez más sensual aun vistiendo de aquella forma tan extravagante. En cuanto la tuve cerca de mi pude notar su clara esencia de pirata. Era demasiado obvio, esas actitudes, esa forma de hablar y todo lo que se desprendía de ella. De todas formas, estaba en duda. ¿La pirata se tenía tanta confianza para acercarse a mi de esa forma? ¿No me había reconocido? Claramente no le importaba, había asistido a esto para divertirse y lo estaba haciendo.

Oí sus palabras, claramente me había notado, pero con suerte mi mascara de gato ocultaba mi verdadera identidad. Comenzó a insinuarse, y un hombre como yo tenía claras debilidades pues eran las mujeres y el alcohol. Desconocía la forma en que lograba resistirme de tomarla del brazo y embriagarle en la pista de baile. Entonces escuche lo de la dama, claramente no la había notado antes, estaba muy concentrado en estos tipos. Grave error por mi parte. No despegaba mi ojos de los de ella, casi sin inmutarme intentaba evitar cometer errores al contestarle por lo que prefería guardar silencio y no interrumpirla si quiera cuando paró para beber. La chica se relamió los labios, de una forma completamente seductora, por un momento mis instintos casi me ganan pero lograba mantener mi postura mientras la oí hablar. En cuanto la chica termino de seducir con sus palabras comencé a contestarle intentando hacer que ella sea quien se declare como pirata para tener mis pruebas necesarias. Debía concentrarme en lo importante a pesar de lo claramente seductora que esta señorita podía llegar a ser.

- Disculpe usted señorita si mi presencia observándola le molestaba. Supongo que estas cosas le pasan muy a menudo a alguien de la realza como usted. ¿O no es así reina de corazones? – Mi voz era tranquila, manteniendo el mismo tono sereno a cada momento. – No intentaba incomodarla, pero me está provocando mucho interés. Podríamos acércanos a la pista, sería un placer para mí que se me permita una pieza con una persona tan interesante como, y podrías contarme poco más sobre quien eres. – Puse mi mano derecha cubierta por el guante blanco sobre la cadera de la chica y me acerque un poco más a ella. – Te darás cuenta que no hay muchas chicas como tú en fiestas aburridas como esta. Eres toda una joya preservada en el fondo del mar, sería un honor lanzarme al agua para buscarte. – justo en aquel momento, el tipo peliverde salió de la nada y se llevó a la chica que intentaba seducir cortésmente hacia la pista de baile. Tomándola de la mano bruscamente un actitud muy bárbara que claramente se podía relacionar con un pirata. Estaba casi seguro de aquello pero no lucharía, si simplemente me acercaba a ellos podría escuchar lo que hablaban y confirmar mis teorías. Necesitaba una pareja para entrar al baile y a recordé a la chica que la posible pirata había mencionado. La busqué con la mirada y no muy lejos se encontraba la chica de cabellos purpuras, pero no podía reconocerla por lo que sabía si era la mejor opción. Aparte mi mirada de ella y simplemente decidí por no poner tan tenso ahora que la fiesta tan solo iba comenzando. Me paré una vez mas en mi lugar pero ahora mantendrá mi vista entretenida con la chica de cabellos purpuras y los piratas.

por **Isela A. Ichinose** Jue Ene 08, 2015 5:41 pm

Aquella melodía tocada de manera exquisita por parte de los músicos resonaba con armonía en todo el gran salón, sin embargo, mientras accedía a la petición del contrario no podía evitar por algunos momentos desviar la mirada y por ende la atención de los ojos del revolucionario, posándolos sobre algunos presentes que indiscutiblemente no pasaban desapercibidos. Incluso hasta parpadeó con ligera curiosidad al notar a un hombre de cabellos verdes por ahí, deambulando, eso significativamente le había recordado a cierto tipo de la reunión de valle Chocobo, aunque no podía observar su rostro, había ciertas señales físicas que al menos no pasaban por alto ante la excelsa memoria de la pelinegra.

De manera casi repentina, la mano derecha de la joven hizo una ligera presión inconsciente al notar cierta presencia que le recordó al almirante Mustang, no estaba segura e incluso juraría que no podía ser él, pero tanto su cabello, como altura o hasta forma de vestir le había traído algún que otro recuerdo. Su curiosidad subía hasta por las nubes, quería cerciorarse o simplemente jugar un poco a las apariencias otro poco más, sin embargo, él parecía estar intentando ligarse a una muchacha de cabellos azules. Tampoco podía estar cerca como para poder captar el tono de su voz, por lo que sabría que tendría que quedarse con la condenada duda por un rato más.

Suavemente se aproximó un poco más a su líder, dándole un ligero beso en los labios mientras sonreía con tranquilidad, sin embargo, sus intenciones eran precisamente otras, aprovechando la cercanía de ambos y el ruido a su alrededor no había que preocuparse demasiado por si alguien oía el tenue susurro de la chica de ojos azules. A cada giro que daba tanto los movimientos de su vestido como de aquel llamativo cabello le propinaban un aura todavía más etérea a la joven revolucionara quien se encontraba por demás de tranquila.

-No debe faltar mucho, ¿no?- Cuestiono como si nada, observando a nueva cuenta a los demás presentes por escasos momentos sin perder tal sonrisa radiante, volviendo en segundos a observar fijamente los ojos plateados de Astaroth, simplemente fingiendo estar realmente encantada entre aquellas situaciones a las que había estado sujeta de pequeña y por ende llegaban a desagradarle actualmente. –Sabes, espero que esto comience a tornarse un poco más entretenido porque realmente…llegaré a aburrirme de acá a dentro de un rato- Comentó como si nada aquella señorita, quien al menos esperaba no tener que alejarse demasiado del hombre que tanto adoraba, no al menos en esa noche que podría llegar a ser tan significativa para más de uno de los presentes.

por **Akatsuki Ousawa** Jue Ene 08, 2015 6:03 pm

Con un disimulo insospechado, Akatsuki se dejaba guiar por la valkyria. Lo hacía de tal manera que no lo pareciese, porque no quería que ella se diese cuenta de que estaba tirando de él, por eso, ponía especial atención a sentir todos los movimientos ajenos, para saber cuándo pretendía girar, pararse o hacer algo. Apenas fue consciente de haber entrado al salón cuando ella le preguntó si quería bailar. El íncubo se rascó la cabeza: No sería una buena idea así, estaba seguro de que empujaría a todos los demás. No podía ver a nadie pero sí escuchaba a algunos saludarse efusivamente. Debían ser amigos o parientes que se reunían para comentar sus hazañas, pero él solo disfrutaba del comienzo de la velada con su mujer.

-Quiero tomar algo primero. Además huele muy bien.- Le dijo, teniendo la increíble suerte de que cuando señaló a una dirección aleatoria, estaba pasando justo por ahí un camarero con una bandeja de copas. -Vamos ahí.- Le dijo sin tener ni idea.

De nuevo guiado por Catherine, llegó hasta el camarero. El señor le acercó la bandeja con mucha amabilidad y le preguntó que si le apetecía beber algo. Akatsuki asintió y tragó saliva, intentando averiguar dónde estarían las copas para poder coger una. El camarero le miró de manera extraña, porque parecía que no sabía dónde estaban las copas y es que así era. Para salir del apuro, Akki dijo que no se decidía porque algunas estaban más llenas que otras. Por fin el íncubo pudo sostener una entre los dedos y se despidió del camarero que seguía pensando que ahí estaban pasando cosas raras. Se soltó de su esposa para poder subirse un poco la máscara y dejar al descubierto los labios, para luego llevar la copa hasta la boca y poder dar un trago.

-Qué rico, está muy fresquito.- Le dijo sonriendo.

Después, sin bajarse la máscara, con la mano izquierda, alzó también la de Catherine, un poquito. Sin previo aviso, ni demora, le dio un profundo beso en los labios. Rodeó un poquito su cuerpo y le metió la lengua con amor, aprovechando ese mismo momento. Al separarse, volvió a ajustar su careta de Anbu y dejó la copa en cualquier superficie que pilló. Rodeó la cintura ajena y echó a andar despacito, hacia el baño, porque ya no podía aguantar más viéndolo todo negro, se ponía nervioso a menudo porque no quería chocarse con nadie y así no podría ver al Lord. Más valía tarde que nunca y Catherine era quien le ayudaría a recortar esos dos puñeteros agujeritos. Pensó que el escándalo sería menor si iban al baño de hombres, así que hasta ahí llegó.

-Yo creo que aquí me la puedo quitar... ¿Con qué cortamos? ¡No hay tijeras!- Susurró exclamando, porque tampoco es que ellos llevaran cosas afiladas. De echo, no era plan siquiera ir por el salón de baile con un cuchillo paseándose. -Bueno, no han puesto la mesa, tenemos... Que usar tu espada.- Le dijo rascándose la cabeza y metiéndose en uno de los lavabos con ella.

El arma de Catherine tenía la punta afilada, pero la de Akatsuki no, porque era una espada ancha más contundente que otra cosa. No podía clavarla de ninguna manera, pero ella sí. Ahí dentro nadie les vería aunque se les escucharía y tendrían ciertos problemas para maniobrar con el arma, pero lo tenían que intentar. Akki, ya después de haberse quitado la careta, se apoyó en la puerta para que nadie abriera y trató de que la puntita del arma ajena, atravesara el plástico de la máscara de Anbu. Tardaron un buen rato, pero habían hecho como un abrelatas, despacito y con cuidado, al fin los dos agujeros quedaron correctamente a la altura de los ojos del General, que al probársela, asintió complacido. Ahora podía ver si ningún problema, porque de echo, los agujeros eran un poquitín más grandes de lo normal.

-Perfecto, vamos a averiguar quiénes se esconden detrás de qué máscara, cariño.- Sonrió contento. Antes de salir, volvió a darle un beso y se colocó definitivamente la careta.

Ahora no necesitaba la guía. Salieron como pudieron, sin que nadie les viera y se incorporaron con los demás. Akatsuki empezó a observar a todos, intentando descubrir a sus conocidos. Por encima no reconocía a nadie y estuvo un buen rato preguntándose sobre los presentes. Los habían con unas ropas muy estrafalarias, como una chica con un vestido negro y naranja o algo así. Luego los había bien vestidos y que apenas destacaban, como el Almirante Roy, que no fue reconocido por el General, le vio pero no supo quién era. Tampoco fue capaz de divisar a Juliet, le pareció conocida pero no estaba ni lo más mínimamente seguro. Al único que sí descubrió fue al Ministro de Spatium, a su buen amigo Franz ¿Por qué? Porque iba bastante desarreglado, como debe ser ¡Hombre! Como le gustó a Akatsuki ver eso.

-¡Mira, mira! Es Franz ¡Vamos, vamos, vamos, vamos, vamos, vamos!- Le pidió a su mujer tirando de ella. Era el único conocido y quería hablar con él y con la chica que estaba a su lado. Se acercaron gustosamente y Akki le tocó el hombro al Ministro. -¡Heeey Franz! ¿Qué tal estás?- Saludó sonriendo ampliamente. -¡Soy yo! Akki.- Rió con cierta complicidad. No es que él fuese difícil de distinguir. -¿Quién es ella? ¿Tu novia? ¡Hola! Soy un buen amigo de Franz, encantado de conocerte.- Preguntó curioso. Nunca le había hablado de esa joven y él no la había visto, aún. De todas formas, le tendió la mano a Arya.

por Invitado Jue Ene 08, 2015 6:39 pm

Apenas sintió aquel beso en su mejilla, la muchacha alzó una ceja con cierto orgullo, literalmente asesinando a su progenitor con la mirada al clavar sus orbes azules sobre los contrarios, con decisión pero mayormente en tono de reproche. Alzó el mentón levemente con claro orgullo mientras procedía a voltearse con cuidado hacia él, dejando escapar incluso un pequeño suspiro repentino. -¿No te dijeron que nunca debes hacer esperar a una chica?- Cuestionó sin mucho preámbulo en un tono bajo de voz, desafiante en lo que extendía la mano derecha para apoyar el dedo índice derecho sobre los labios del mayor, sonriendo incluso con algo más de orgullo que antes.

-¿Sabes que si fueras otro esta es la hora que te hubiese ido mal por hacer eso, verdad?- Volvió a cuestionar en referencia al beso en la mejilla, para después simplemente sonreír a nueva cuenta con tal característica de calidez, ternura o dulzura que solo podía expresar cuando se encontraba con las personas correctas. Tomó su mano cariñosamente pero con un ademán delicado. No podía ciertamente enfadarse con él, aunque por momentos dudaba tener genes de aquel hombre tan…distraído, despreocupado. Básicamente y para sus adentros se había alegrado de no haber salido tan distraída como él, aunque lo consideraba un guerrero formidable, así como también un ministro con todas las letras, algo que…quizás en algún futuro ella quisiera poder llegarle a altura en cuestiones políticas.

-Te perdono solo por esta vez, pero que sepas que me lo voy a cobrar- Comentó entre pequeñas risitas, disponiéndose a dirigirse al centro de la pista con él, sin embargo la voz de un extraño hizo que la hibrida se detuviese en seco, volteándose a verle con algo de curiosidad tras el antifaz que no solo cubría la mitad del rostro de la joven, también enmarcaba aún más esos preciosos orbes expresivos.

Instintivamente, rodeo el brazo izquierdo de su padre con ambas manos mientras apoyaba delicadamente la mejilla contra el mismo lugar, tal vez en un inconsciente rasgo cariñoso en cuanto a él. Primeramente notó a l hombre de cabellos azules que le saludaba animadamente, hasta parpadeó con más curiosidad ya que lo trataba con bastante soltura a nada más ni nada menos que al ministro de Spatium. Automáticamente, posó la atención sobre su acompañante, una mujer de cabellos violáceos bastante bonita que no pasó desapercibida a los ojos de la capitana Schneider.

Soltó a su padre con cuidado, manteniendo ambas manos a cada lado de su cuerpo con total naturalidad y soltura hasta que aquel hombre de cabellos azules hizo una pregunta que descolocó por completo a la menor. Sus mejillas enrojecieron a más no poder e instintivamente un pequeño brillo en su mirar delató que se sentía completamente avergonzada, obligándola a bajar por pequeños instantes la cabeza para intentar al menos disimular un poco el gran sonrojo que le había ocasionado tal cuestión.
Claro que, tras unos segundos, la personalidad segura de la chica ocasionó que elevara el rostro, sonriendo a nueva cuenta mientras observaba al extraño. –Oh no, mi padre no tiene novia…ni la tendrá tampoco- Aseguró, fingiendo bromear levemente aunque en realidad estaba hablando más en serio que nunca antes en su corta vida. Su sonrisa terminó por ampliarse, mientras que al mismo tiempo ladeaba el rostro con tranquilidad ocasionando que algunas hebras de su cabello reposaran sobre los hombros con gracia.

-Arya Schneider, un placer conocerlos- Finalizó en un delicado susurro que expresaba entre inocencia y valentía que podía poseer una jovencita con su personalidad, la cual iba forjándose poco a poco a medida que pasaban los años. Bajó unos instantes la mirada ante el ademán del mayor, por lo que no dudó en corresponderle, estrechando suavemente su mano con la de él.

por **Catherine Leroux** Jue Ene 08, 2015 6:50 pm

La fiesta parecía ser bastante lujosa, todo el mundo iba vestido de gala, se les veía tan elegantes que Cath se quedaba asombrada mirando los diferentes modelitos de las mujeres, ya que algunos eran bastante bonitos y le llamaban la atención a ella, ya que pensaba que alguno de esos lindos trajes se los podría comprar para situaciones muy especiales como esta. El lugar era bastante amplio con infinidad de mesas y mucha gente elegante y con música suave y relajada de fondo, todo parecía como si fuese sacado de uno de esos cuentos de hadas, simplemente maravilloso.-Esto es muy lindo amor, nunca había estado en algo similar.- Le dijo a su marido el cual estaba agarrado a ella. Cath había acudido a unas cuantas fiestas de etiqueta en su vida, pero ninguna había sido como esta, se podía notar que era simplemente lo mejor de lo mejor, por algo el que organizaba la fiesta no era ni más ni menos que el mismísimo Lord.

Ella y su marido siguieron caminando y notaba como su marido a veces avanzaba un poco más lento que ella, era un poco raro, pero suponía que eso era debido a que Akki no se hallaba en la fiesta, a fin de cuentas no iban mucho a eventos de esta categoría y normalmente salían más a bares y esas cosas en vez de ir a fiestas de etiqueta, por lo que veía normal que se pudiese sentir así, por lo que no le dijo nada al respecto. Al rededor de ellos había un par de mesas con aperitivos y con copas vacías que la gente iba dejando para que los camareros se las fueran llevando. Ella aún no quería nada de picar pero decidió ver si su maridito lindo quería algo, así que le pregunto, a parte de eso, también le apetecía bailar un poco para ir entrando poco a poco en el ambiente de la fiesta, así que aprovechando que iba a preguntar pos si tenía hambre, mataría dos pájaros de un tiro hablando de si quería bailar también. -¿Quieres algo de comer angelito mío? Podríamos bailar un poco antes de comer, ¿Qué te parece?-Se quedo parada durante un breve espacio de tiempo en lo que él planeaba la respuesta que le iba a decir a la valkiria.

Al poco tiempo este le dijo que primero quería tomar una copa antes de comer, que después de eso irían a picar algo y a continuación de eso señalo a un camarero. Le iba a decir que aquí iba a tener que ser un poco más relajado que de costumbre, no quería que armase mucho revuelo en un evento así, pero mientras no se comportase de forma más burda y siguiese comportándose como hasta ahora, pues no le diría nada. Caminaron hasta el camarero y una vez estuvieron delante de él, la valkiria agarro una copa y espero a que su marido agarrase una entre sus dedos pero no atinaba a agarrar ninguno y cuando lo consiguió soltó una escusa de que no se decidía por ninguno. Eso llamo la atención de la valkiria que notaba ese comportamiento un poco extraño. Ella levanto un poco su mascara, lo suficiente como para poder beber sin que la mascara no molestase y sin que nadie viese su rostro. Lo mismo hizo su marido y en ese momento, ella lo miro y pudo ver que su mascara no tenía agujero para los ojos, un pequeño fallo que probablemente molestaría mucho.

Justo cuando termino de beber y sus labios se separaron de la copa, sin previo aviso el general la agarró y le dio un profundo beso con lengua. Ella no se resistió a eso, aunque sentía que no era del todo apropiado para esta situación, pero no le dio mucha importancia. Se agarró a él en todo lo que duro el beso y cuando ambos se separaron, volvió a ajustar la careta como si nada hubiese pasado y echo a caminar junto a su esposo, el cual la sujetaba de la cintura. Caminaron hasta el baño para poder arreglar el problema que tenía su marido. Entraron al baño de los hombres y por suerte no había nadie dentro.-A ver como solucionamos esto antes de que entre alguien o me moriré de vergüenza, no quiero que anden diciendo cosas de nosotros por entrar al baño.-Dijo un poco nerviosa por la situación. Akki sugirió que Cath usara su espada y aunque ella tuviese una, no era capaz de invocarla al igual que él hacía con la suya, pero se le ocurrió que quizás una espada o daga hecha de hielo serviría, así que fabrico una daga con su poder de hielo y con sumo cuidado hizo los dos agujeros de los ojos.-Ya esta, póntela y volvamos a la fiesta como si no pasase nada.

Ambos se volvieron a dar otro beso antes de salir y después de eso se incorporaron al resto de invitados como si no hubiese pasado nada. Su esposo quería ver si ellos podían averiguar la identidad detrás de algunos invitados al baile. Ella no sabía si era capaz, porque por más que miraba, no encontraba algún dato relevante que le diese algún indicio de quien era quien. Pero al poco tiempo su marido se exalto diciendo que había encontrado a Franz, el ministro de Spatium y se le notaba tan animado y tan lleno de energía que hasta tiraba de ella para llevarla junto a él y al ministro. Iba alzando la voz y incluso cuando llegaron hasta donde estaba el ministro no paraba de gritar, mucha gente les miraba y ahora al hablar diciendo su nombre en alto ya sabían quien eran él y ella.-Cariño compórtate, no andes gritando, la gente nos mira.-Dijo agarrándole fuerte de la mano sintiéndose un poco avergonzada.-Perdónele ministro, ya sabe como es mi marido, siempre muy... enérgico. Pero bueno, espero que usted y su acompañante se encuentren bien, se les ve muy elegantes.-Dijo intentando alagarles. Pensó que quizás no debieron abordarle de una manera tan brusca, tampoco quería molestar al ministro y a su acompañante. La señorita que acompañaba a su superior se presento como Arya Schneider, hija del ministro y según le sonaba el nombre, compañera de trabajo de ellos, ya que era una de las otras capitanas.-Un gusto en conocerte en persona Arya, yo soy Catherine Leroux, esposa de este brutito.-Dijo a modo de broma mientas acariciaba el hombro de su marido.

por **Greed Gaziel** Jue Ene 08, 2015 9:10 pm

Mi curiosidad no llegó muy lejos, logré reconocer a Bartolomeo casi al instante y al verlo relacionarse con las mujeres decidí apartarme de el tras saludarle. El Capitán Pirata era una persona muy entretenida, pero no estaba ahí para divertirme, tampoco lo estaba para causar destrozos. Mi ocio era simplemente ver al tipo que tenía todo aquello que yo quería, reconocer un punto débil en él y formar un plan para derrotarle algún día. Mantenía la copa aún sin beber con mi mano derecha, mientras guardaba la mano izquierda que tenía el tatuaje de uroboros en mi bolsillo y continuaba mirando los alrededores sin prestar tanta atención. Tomé un trago de aquella bebida y me encaminé hacia el balcón que no estaba muy lejos de mi posición.

Una vez allí suspiré un poco y disfruté del aire fresco y la tranquilidad que no se permitía dentro de aquella fiesta. Me asomé un poco por el pequeño muro para ver el exterior del castillo. Tenía una vista esplendida del mar y unas extrañas islas se podían ver no muy lejos. Las aguas estaban tranquilas y la brisa que corría generaba un muy buen ambiente. Volteé y me senté en uno de los bancos que allí estaban. Tomé un poco más de la bebida y saqué la mano del bolsillo para acomodarme el antifaz de fino metal. Tras unos momentos de tranquilidad, escuché como se daba el aviso de que comenzaría el baile. Tras eso la música empezó a sonar y pude escuchar como rápidamente la gente se acomodaba para empezar a bailar, si el Lord estaría allí bailando debería de entrar a ver que tan bien se movía ese vejestorio.

Al entrar no pude ver al hombre de grandes barbas por ninguna parte y eché un suspiro para luego beber con cuidado otro trago de mi bebida. Oculte mi mano izquierda en el bolsillo y me puse a caminar dentro del lugar, logré ver a Bartolomeo bailando animado con la mujer con la que lo había visto antes y no por alguna razón me causo un poco de gracia. Caminé un poco más buscando apartarme un poco del centro donde la gente estaba bailando.

por **Memeran Anarchy** Jue Ene 08, 2015 10:35 pm

Definitivamente estaba disfrutando la fiesta. Aquel hombre de mascara de gato era interesante. Quien era o que hacia no le importaba, estaba ahí para divertirse, nunca paso por su mente robar o iniciar una pelea, aunque sabia que tenia las habilidades para hacerlo, pero estaba en una fiesta y los piratas con los que había crecido decían que las fiestas eran territorio neutral para divertirse, comer, beber y bailar y ya si alguien rompia la neutralidad las armas aparecerían junto con los puños, pero un pirata de la tripulación a la que pertenecia jamas iniciaba nunca, una ruptura de neutralidad. Tal vez por eso no le interesaba nada de la fiesta y estaba mas interesada en conocer quien eran realmente sus padres y porque demonios había llegado una invitación a su casa, casa donde vivía su madre cuando joven.

Ese hombre hablaba y cuando sostuvo su mano se emocione, era simplemente una sensación grandiosa…. —“Asi se habra sentido cenicienta cuando el príncipe toco su mano por primera vez?”— pensó. El único recuerdo vivido que tenia era la figura de sus padres, la cual se mantenía fresca gracias a un retrato que tenia oculto en casa, y la voz de su madre y de su padre contándole aquel cuento de la cenicienta, mientras lo actuaban, aunque esas partes eran solo sombras que a veces eran vividos recuerdos y otras solo sombras actuando el cuento, lo que si recordaba eran sus voces, como si siempre las escuchara…Tal vez por culpa de ese cuento era un tanto romántica, pero su padre, al igual que su difunto capitán, solian decir que el bolsillo del hombre debía estar lleno de dinero y Romance.

Cuando el gato negro termino de hablar, decidio cambiarle el apodo, ahora que miraba mejor su mascara decidio ponerle ¨Kato¨. —ciertamente las miradas suelen clavarse en mi por varias razones mi buen Kato, pero diria que es mas por mi forma de vestir— ciertamente, ella usaba pocas prendas, entre menos mejor, menos es mas dicen algunos modistas, y el vestido que traía era demasiado para ella, pero lo lucia espléndidamente, ciertamente la reina de corazones, como Kato le había puesto, era un apodo que le gustaba. —Quien soy? Digamos que soy una cenicienta que jamas encontrara a su principe azul— sonrio de forma, ahora, contrario a sus sonrisas seductoras, de forma infantil, dulce, inocente, cual angel que jamas ha conocido pecado, como si fuese un ser puro. —Tal vez por eso destaco tanto, como no? Si mi hada madrina me dio el vestido mas extravagante y mas vistoso de toda la fiesta, sin mencionar que el negro hace palidecer mas mi piel de por si blanca como la nieve y mis ojos y cabellos, no crees mi apuesto Kato?—

El estaba cerca de ella, su mano sobre su cadera, su cuerpo pegado al de el, en ese momento, estaba a punto de sucumbir a esos gallardos encantos del lindo gatito negro, sus labios rosaron sutilmente los de el, cuando repentinamente fue separada bruscamente de el y entonces lo miro alejarse, su brazo le dolio e hzo claramente una mueca, mas de molestia que de dolor, pues tenia un umbral de dolor muy dificil de cubrir, por causa de eso, hacia demaciadas cosas muy arriesgadas. —Kato prometeme la siguiente pieza por favor!— dijo mientras se alejaba de el, como chica que era secuestrada y pedia por auxilo, sus ojos se clavaron en los del gatito negro entre suplicantes por que le hiciera esa promesa y divertidas por lo que pasaba.

Su rostro giro, y como si todo transcurriera en cámara lenta, miro al chico que la jalaba, sus cabellos azulados se elevaron con el movimiento de su cabeza mientras ella fijaba su mirada sobre el “rostro” del que la jalaba. Era morita. —olle morita que te pasa?!— dijo cuando de repente el empezó a hablar y se le quedo mirando parpadeando un poco —ah? Problemas? De que estas hablando? Pez gordo? — Hablaba demasiado y como no venia con intenciones de hacer escandalo, no le entendia del todo. —No se que quieres decir morita— rio divertida mientras empezaba a bailar con el, moviéndose, con gracia y elegancia, tanto que si no hablara ni se moviera mas que para bailar, pasaría por una chica fina y de alta sociedad, varias personas la miraron bailar y cuchicheaban entre ellos, dudando ahora mas de ella, era de fina cuna? Era plevella? Era acaso una mujer rica extrovertida, de esas que le simporta poco la etiqueta pero saben todo sobre ella?...Memeran podía escuchar los cuchicheos pero no les tomaba importancia —pero te dire que, una dama nunca inicia un pleito, pero si lo sabe terminar — dijo para mirarle y clavar sus orbes en los del chico a travez de la mascara, mientras seguía a este en el baile.

—Quedarme a tu lado? — riod e forma divertida pero sutil —Ciertamente me imagino de donde vienes morita, pero me has robado de la pareja que me iba a sacar a bailar y me has tratado como una de tus propiedades— su mirada se volvió afilada y algo acusadora, un tanto amenazante, pero sin perder ese toque seductor —pero solo porque estamos en una fiesta no hare mas escandalo, además, quiero conocer mas a rojitan, aquella chica…no le miraste los ojos?—

La pirata busco con la mirada a la chica de rojos cabellos, en su trayecto miro mas personas interesantes y noto como aquel iba con esa mujer que no dejaba de mirarla.
Volvio su vista al pirata que bailaba con ella y sonrio —A veces los de mas noble cuna son als personas mas patéticas o solitarias…Los ojos de esa chica se veian vacios, lo notaste? Como de alguien que no desea estar aquí y ciertamente no tiene muchas personas en las que pueda confiar….aunque no soy nadie para hablar, ciertamente, solo confio en mi misma...y si algo me enseño la vida, es que alguien como yo y como tu…los amantes de la libertad…siempre estarán solos—

Continiaba bailando hasta que pasaron por la puerta donde se suponía pasaría el Lord, o por la que se suponía, según los cálculos de la pirata, debía pasar volvió su mirada y se detuvo —Prometo que si pasare algo, os avisare mi buen caballero morado— dijo un poco divertida —y mantendré mi vista en vos en todo momento— dijo imitanto el tono de los de la alta sociedad, lo cual molesto a ams de uno, lo noto en su rostro de desagrado y molestia —pero he venido, como la cenicienta del baile que soy, a vivir un sueño que puede volverse pesadilla, cuando el encantamiento termine… Asi que…podrias dejarme bailar con el gatito antes de que hagas lo que sea que vayas a hacer? —

Se acerco a su oído y le susurro —aquí el parley no sirve…y se que nadie respetara als leyes que nos rigen….pero no me importa…ya te lo dije, no iniciare ninguna discusión, pero soy una mujer que sabe cuidarse solita—

Despues de eso se separo de el, haciendo una reverencia —os prometo que estare en un lugar donde pueda verme, además — mostro su cetro —La reina de corazones estará a la vista de tus ojos mi buen morita— dicho esto se aparto un poco del pirata y se metio entre la multitud, que le abrió espacio para que pasara y se quedo a la vista del chico de morado, recargada en una de las paredes junto a un gran ventanal, dándole la espaldas a todos.
Un mozo le ofrecio otra copa, pero ella la negó con la mano y una sonrisa. Sus ojos se posaron entonces en aquel gran ventanal y quedo maravillada, dejo su cetro recargado en la pared y se acerco a la ventana, puso sus dos manos enguantadas sobre el cristal y miro aquel hermoso cuadro. El mar lucia con todo su esplendor como un fiel espejo del firmamento. Era como si el cielo estuviera en el mar y en lo alto. Una hermosa luna, muchísimas estrellas…Esa vista era lo que mas amaba en las noches mientras navegaba.
—Hermoso…— sonrio de forma inocente admirando aquel hermoso paisaje. —Hombres….piensan que son dueños de todo lo que tocan…y morita y kato parecen no ser la excepción.— dijo para su reflejo mientras suspieraba sin dejar de observer aquel paisaje tan bello.

por **Bartolomeo** Jue Ene 08, 2015 11:53 pm

Mientras bailaba con la joven ya con mis sospechas confirmada la pirata comenzaba a actuar extraño, como si fuese de la alta sociedad bailaba muy finamente como si se hiciera rogar. Me parecía extraño la manera en la que actuaba y no sabia si era una broma de mal gusto o era verdaderamente así . Me limite a escuchar todo lo que decía, hablaba como si todo lo supiera pero siendo realistas era algo extravagante la cantidad de cosas incoerentes que la joven habia largado en tan pocos minutos.
Esta decidió alejarse, al parecer nuestras experiencias en los mares eran distintas, me preguntaba si quiera si la joven conocía o había avistado alguna vez al menos un buque de la marina, porque realmente dudaba de esas cosas.
Alguien que conoce la marina no se olvida ni si quiera las posturas de las personas con las que lucho, así sea un almirante hasta un simple trapeador de borda.
Decidi dejar que la pirata se alejara , solo me habia acercado a ella para intercambiar algo de informacion puesto que hace tiempo no me cruzaba con otro pirata, y menos uno que no quisiera mi cabeza.

-Adelante ve, yo estaré por aquí por si me necesitas...- dije mientras está se alejaba.
Le deseaba suerte con roy mustang, pero la suerte no servia con ese hombre y seria arrestada en cuestión de minutos si se acercaba nuevamente a el almirante de la marina.
No obstante fije mi vista en nueva gente que entraba, un niño griton de cabello azul que ponía mis pelos de puntas con sus griteríos, y el que mas me llamo la atención era el ministro franz... nuevamente le veía la cara al viejo que me había enseñado una gran habilidad.

-Pff, si que sera divertida está fiesta- dije mientras me volvía a sentar en el centro de la sala donde todos se encontraban bailando.
Por momentos miraba la joven de cabellos celestes que se encontraba observando por un gran ventanal. Era una imagen inspiradora, pero algo tonta para alguien que provenía de los mares. Supuse que seria problemático si me acercaba nuevamente a ella por ende sentado en el suelo solo me limite a mirar a mis al rededores,pero no a donde ella se encontraba.

A greed lo había perdido de vista y la niña de cabellos rojizos, yulieth o algo así aunque no lo recordaba bien, aun se encontraba en mi visión.
El lord se hacia esperar, el ambiente estaba tenso era como si el oxigeno mismo pesara mas de lo normal, como si cada vez que alguien tragaba saliva por mas alta que estuviese la música, todos le podrían oír.

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
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No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
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Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater