Re: [TRAMA] INAUGURACIÓN DE CAPITAL CITY (FESTIVAL) - TRAMA N° 5

por Invitado Vie Jun 12, 2015 1:30 pm

Sonreí un poco a la chica cuando me dijo que estaba todo bien, asintiendo ante su pregunta —Sí, solo ha sido un golpe tonto. Uno de tantos —. Parecía alguien agradable, al menos es la impresión que me dio, además de adinerada. Más que yo estaba claro que tenía, solo con la forma de vestir podía notar eso. Aunque lo que me lo terminó de confirmar fue el siguiente comentario que hizo, a lo que no pude realizar otro gesto que no fuese fruncir el ceño bastante extrañada —No me digas que me he topado con una de las ingenuas de este reino —. Me quedé parada y me arrepentí de haber dicho eso, últimamente estaba un poco a la que saltaba y tenía que tener más cuidado con mis modales, sobre todo allí.

Bebí otro pequeño trago para intentar relajarme un poco y volví a sonreírle intentando parecer amable —Encantada Juliet. Mi nombre es… —. Pero no tuve tiempo de decir más cuando apareció aquel esperpento que me había encontrado unos días antes en el desierto —Increíble. No me voy a librar de ti tan fácil como había pensado, ¿verdad que no? —. Le sonreí para dejar patente que era una broma—. ¿Nunca te han enseñado que no se debe interrumpir en una conversación ajena?—. Decidí entonces echar una ojeada a mi alrededor. Todo el mundo tan feliz y alegre… Pero en el fondo muchas caras largas. Era raro. Volví la vista de nuevo a Juliet para poder hablar de nuevo del tema que había sacado —No. No creo que sea una invención. A estas alturas me creo todo lo que pueda pasar y más… Lo que sí me resulta raro es que parezca todo tan normal aquí. Nadie diría que nunca hubo aquí altercados. Es… poco más que extraño —. Volví a darle otro trago a la copa para terminarla y esperé a que uno de esos estirados camareros pasase cerca para poder dejarla en una bandeja y coger otra.

Respiré hondo y miré de nuevo alrededor de donde estábamos. Me daba la sensación de que o tenía alcohol cerca o aquella velada iba a ser algo insoportable, aunque debía controlarme dentro de lo que cabía si no quería volver a ir haciendo el indio por la calle. De todas formas, qué narices, era gratis después de todo. Y hacía siglos que no podía comer y beber gratis, así que aprovecharía lo que pudiese. Había algo en el ambiente aun así que no me traía confianza, una sensación de que todo el mundo estaba con las orejas de punta y muchas ganas de sacar un arma para liarse a tiros allí en medio —¿Alguno tiene idea de qué fue lo que pasó aquí exactamente? Solo he escuchado retazos de lo que iban diciendo en los pueblos y tabernas por las que pasaba y, sinceramente, tampoco me importó mucho hasta que escuché lo de la fiesta y decidí venir. Pero viendo todo esto… Creo que empiezo a interesarme por el tema.

por **Isela A. Ichinose** Vie Jun 12, 2015 4:43 pm

Un paseo diferente, quizás algo entretenido aunque realmente a Isela le daba completamente igual el sitio, tenía entendido que allí se había llevado una masacre por mero capricho del Lord, por lo que realmente solo podía repudiar esa idea. En el transcurso del viaje mantuvo silencio casi total a excepción de cruzar alguna que otra palabra con su esposo, sonreírle y hasta acariciarle la pierna muy de tanto en tanto, completamente cariñosa al respecto. Isela por ese entonces estaba despreocupada, tranquila en todo el sentido de la palabra ya que no le importaba si era vista o reconocida por alguien, poseía demasiada confianza en sí misma como para fallar en el caso de tener que defenderse, a ella o a los suyos.

El vehículo se detuvo y la jovencita extendió la mano diestra cuando el pelinegro abrió la puerta del acompañante, comenzando entonces a caminar ambos hasta el supuesto “negocio” que el revolucionario Greed poseía en su haber recientemente. La brisa mecía los negros cabellos de la muchachita de forma casi hipnótica para el resto, incluso lo bordes de aquel vestido color blanco con detalles en rojo, ceñido en la parte superior o hasta la cintura para terminar en una bonita caída por encima de sus rodillas. –A decir verdad, las acciones de este desgraciado no me sorprenden, no le bastaba con tener poder sobre los tres reinos, ahora desea isla exclusiva- Replicó con algo de ironía, afirmando el agarre al entrelazar todavía más sus dedos con los del mayor, sonriente, radiante como podía esperarse de esa jovencita sumamente vital.

-Este Greed…- Susurró bajito, apenas inflando las mejillas e ignorando el letrero que precedía con el nombre del nuevo local. Sonrió con ligera picardía antes de ingresar por completo en el mismo, aprovechando las personas del lugar para pasar todavía más desapercibida al mismo tiempo que con sumo cuidado iba soltando de la mano al líder de los revolucionarios. El cuerpo de la hibrida fue fragmentándose en pequeñas esferitas de luz que al ras del suelo no tardaron en dirigirse hasta cierta posición en particular, retomando forma corpórea detrás de Greed con suma cautela o hasta sigilo cual felina analítica.

Parpadeaba curiosa ante las acciones contrarias, disfrutando de pasar desapercibida por este mismo al menos unos momentos más, los ojos de la jovencita se posaban en cada cosa que el avaricioso Novarum hacía. Ella por su parte tenía las manos detrás de la espalda, hasta que finalmente suspiró, aproximándose hasta el oído ajeno tras pensarlos unos segundos.

-Bu…- La sonrisa de la joven se amplió, antes que terminara riendo algo divertida. Entornó la mirada como quien acaba de descubrir algo sumamente provechoso. –Pero mírate nada más…ya te vi, Greed, ¿esparciendo tus redes por doquier?. Que tramposo eres, esto no fue lo acordado- Bromeaba, ciertamente nunca habían acordado nada, pero solo quería picarlo tan solo un poco, de hecho, habría seguido con la discusión si no hubiese visto en un rincón a su cuñada, por lo que frunció un poquito más el ceño, inflando mínimamente las mejillas por segunda vez en el día.

Pasó por al lado de Takumi, besándole la mejilla antes de salir corriendo en dirección a la mayor, para abrazarla repentinamente pegándose un poco más a la contraria sin dejar de rodearla con ambas brazos por la cintura. -¿No me vas a saludar tú?, ¿Qué haces?, ¿Qué estás tomando?- Cuestionó más curiosa que de costumbre, ya que realmente se sentía tranquila o hasta relajada.

por Invitado Vie Jun 12, 2015 10:13 pm

Pasado un rato nos repartimos las monedas ganadas a cantidades más o menos equitativas y me fui a pastar por ahí, encantado de haber tenido la oportunidad de bailar de tan buena mañana. Me colgué la pandereta de la cintura y empecé a observar a las personas. Algunas reían, otras hablaban tranquilamente o a voces, iban de allí para allá buscando algo, se distraían en una taberna jarra en mano... La verdad es que todo era muy alegre. Siempre habían los típicos amargados que no sonreían ni el día de su boda, ¿pero qué se le va a hacer? Nunca se podrán arrancar todas las malas hierbas. O, al menos, no para siempre. Anduve con cuidado de no ser pisado por nadie, dando vueltas mirándolo todo, siempre acompañado por el tintineo de la pandereta. Quizá para algunos fuera algo molesto, pero a mí se me hacía divertido. Además, a los niños les encantaba. ¡Casi parecía el flautista de Hamelín! ¿Se llamaba así, no? Creo que sí. No sé, nunca fui muy bueno para acordarme de estas cosas.

Al final terminé chocando contra un hombre grande, malhumorado y nada agradable. Tsk, puñeteros brutos... ¡un poco de delicadeza! Vale que yo me distraigo al andar, pero es que a ese tío no se le podía esquivar de ninguna de las maneras... Aunque gracias a eso pude ponerme a escuchar la conversación de unos cuantos que estaban allí parados, como si acabaran de reencontrarse. Hum, qué curioso... No soy un cotilla, pero oye, nunca está de más saber lo que se rumorea, ¿no? Muchas veces me he salvado gracias a eso... Que sí, que a veces los rumores los había empezado yo y otras tantas sabía que eran mentira, ¡pero en eso se basaban! Historias que se inventa uno para salvarse el pellejo y que se van extendiendo sin cuidado alguno. Yo no era el irresponsable, ¡lo eran los demás por creerme!

Me quedé cerca, mirando una fuente cercana, como si me interesaran los pececillos que nadaban dentro. Hum, vale. Una se llama Stella, y la otra... ¿Atenea? ¿Atalea? Algo así. Con tanto ruido no se oye muy bien. A ver si dicen algo interesante, que podría serme útil... Aunque creo que me suenan. O por el nombre o por la cara, pero juraría que son gente importante... Bueno, tarde o temprano me enteraré, supongo.

por **Derek Stiles** Sáb Jun 13, 2015 12:09 am

En realidad la primera vez que había ido se había quedado con un buen sabor de boca, después de todo. Al principio había sido desagradable, pero luego las cosas, de la misma cosa que hubieran podido ir a peor, habían mejorado drásticamente. El joven Caduceus fue gustoso a la fiesta de inauguración, lo que le llevó a pensar ¿Qué fiesta había cuando fue? Tal vez era la de los trabajadores o una ilegal... A saber, él no se quería meter en líos. Desde luego esta celebración era mucho peor, es decir, mucho más grande, con más gente, más alcohol, más comida... Más peligro.

No tenía ni idea de qué hacía ahí, sin embargo podía ser bastante emocionante encontrar gente nueva. A la primera "conocida", por así decirlo, que vio, fue a una mujer con el pelo largo rojo. La había visto apenas un par de veces e incluso había viajado con ella cuando les mandaron revisar el incidente de la Atlantis con el caso de la enfermedad bioterrorista. Se pensó durante unos minutos si acercarse o no, después de todo, no trabajaban juntos porque él no era guerrero, pero sí que era el médico del reino de Chaos y por tanto, ella alguna vez había ido a visitarle.

Se armó de valor y se aproximó por un lado hacia la valkyria, tragando saliva justo antes de tocarle un hombro. Le tenía miedo por el hecho de que muy fácilmente con uno de sus conjuros podía matarlo, con toda la simplicidad del mundo, pero imaginaba que ella no sacaría nada útil haciendo eso con tanta gente, por lo que eso era la consolación que tenía. No conocía de su personalidad, solo había visto alguna cómo entrenaba, así pues ¿Cómo imaginarse si era agresiva o amable? Tal vez si entablara una conversación larga y agradable, descubriera muchas cosas.

-Buenas... Eh... Es muy bonito.- Dijo, señalando al cachorro de Quimera. -A mi me gustaría tener una criatura como esta.

Daba por hecho que le reconocía y viendo su cara, no parecía estar muy alegre por la fiesta, pero Derek tampoco lo estaba. Sonreía, estaba feliz, pero no tanto como podría hacerlo. Le ofreció dar un paseo mientras hablaban, para luego, ver por capricho del destino a un chaval que había conocido ¿Qué pasa? ¿Que el mundo es un pañuelo? De todo el planeta, vuelve a encontrarse a ese muchacho al que ayudo a curarse el pie en la fuente. No le desagradaba, para nada, ese chaval le había caído muy bien. Miró a Gissel y le pidió acercarse hacia él, que a su vez, estaba con un grupo de gente, sin embargo, un par de individuos del grupo sí que le intimidaban, como aquel hombre alto y musculoso, junto a la mujer del kimono rojo. Era cierto que esa ropa no le daba un aspecto amenazador, pero es que no le traía buenas vibraciones, algo en ella le hacía sentir escalofríos.

-A propósito... ¿Cómo estás...? No hemos hablado mucho.

por **Greed Gaziel** Sáb Jun 13, 2015 2:36 pm

Una sorpresa fue lo que se llevó el avaricioso revolucionario ante la inesperada presencia de la menor a sus espaldas, se encontraba tan a gusto en aquel momento que casi se cae de su asiento y casi derramaba su bebida pero gracias a su agilidad y reflejos fue capaz de mantenerse en su asiento y sostener la bebida sobre su zurda. No se esperaba la visita de la novarum y por deducción si ella estaba allí también lo estaría el líder de la revolución. Si bien el lugar ya era recurrido por varios revolucionarios esperaba que la presencia de aquellos en el lugar no alertaran las cosas, pues eso podía ir mal para el negocio que en estos momentos era su principal obligación. Estaba por responder a la activa muchacha, pero rápidamente la misma salió a saludar a otra de las personas que había allí en el bar, la cual era reconocida por el revolucionario como otra de las Novarum, esta vez se trataba de Saeko o Bárbatos como era su nombre dentro de los Novarum. Sin embargo, la atención del pelinegro rápidamente se encontró la presencia de Astaroth, obligándole a mostrar sus respetos hacia el Líder levantándose de su lugar y caminando hacia el con una mirada seria. – Un gusto verte por aquí Ichinose, toma asiento y te servirán de las mejores bebidas del lugar – Se dirigía a él con una total comodidad, para Greed, sus asuntos revolucionarios habían salido bastante bien y como su plan indica conseguía ganar la confianza de todos sus compañeros e incluso había alcanzado aquel puesto dentro de los mismos.

El avaricioso pelinegro dio un apretón de manos con el líder revolucionario y volvió a su lugar en la barra para tomar aquella botella de cristal contenedora de cerveza, dio una mirada al bartender y le susurró. – No seas ridículo y dale un buen servicio a estos revolucionarios – La orden de Gaziel fue acatada por aquel hombre que formó parte de sus revolucionarios soldados cuando el comandaba un escuadrón de aquellos siete. Con eso se aseguraba de que diera siempre las mejores opciones a su superior como también sus iguales Novarum, por lo que podría mantenerse tranquilo unos momentos más.

Greed se sentó en su lugar y dio un largo trago a su bebida para luego esbozar una sonrisa de satisfacción, era extraño, pero disfrutaba el que al apartarse de los asuntos revolucionarios esa voz conocida como “Gaziel” no le interrumpía y siquiera hacia aparición entre sus pensamientos. Podía disfrutar aquellos momentos de tranquilidad, sin largos dolores de cabeza, dudas y molestias, por lo que últimamente tenía un gran interés en hacer crecer sus negocios.

por **Jin Minamimoto** Dom Jun 14, 2015 12:21 am

-Ya había transcurrido tiempo desde lo ocurrido en el ataque a la isla, mis animos se encontraban por los suelos, ni siquiera tenía tiempo para dulces, cosa que incluso los que menos me conocían sabían que era algo preocupante porque siempre tenía un dulce en la boca estuviera donde estuviera, sin importar cual dura fuera la situación. Los días transcurrían y mis animos no subían, hasta que en un acto de solidaridad un marino me contó que habían realizado un evento de inauguración por la nueva ciudad que se había fundado...Capital City o algo por el estilo. Inicialmente había rechazado la invitación, pero tras muchas insistencias decidí partir hacia allá. Durante el trayecto comenzaba a pensar en todos los sucesos, en como no pude seguir avanzando a pesar de que los que estaban a mi cargo continuaban, realmente me sentía...horrible, horrible en verdad. Al llegar, pude notar una gran entrada, globos, puestos diversos, todo en un solo lugar, era un sitio bastante alegre y festivo, ideal para poder comenzar de nuevo y disfrutar, aunque al menos esa era la pinta que daba en este momento. Mi mente aún seguía abrumada, no quería ver tanta alegría conjunta, me sofocaba, me irritaba en verdad, por lo que solamente caminaba sin rumbo, ignorando por completo a todos los que me hablaban, conocidos o no, solo eramos mis pensamientos y yo. Poco a poco me adentraba más y más con más ideas en la mente, los recuerdos de aquellos caídos, las vidas que se perdieron, los inocentes que perecieron, y no pude evitar soltar unas lágrimas, por lo que comencé a correr y esconderme en algún sitio donde nadie me viera. Al tiempo que me sentaba en el suelo de un callejón algo oscuro intentaba controlar las lágrimas sin éxito alguno, ni siquiera el respirar hondo evitaba que mi dolor se expresara.-

Vamos, maldita sea, controlate, controlate, eres...eres fuerte, tienes que ser fuerte, no puedes...solamente derrumbarte así, debes mantener el espíritu, o si no...¿cómo lograrás mantenerte fuerte para los que confían en tí?

-Entre sollozos y lágrimas de a poco comencé a tranquilizarme. Si, fue algo realmente duro y trágico para mí, pero debía mantenerme firme, por mí. Lentamente comencé a pararme a la par de que me secaba las lágrimas, aunque mi rostro aún mostraba una expresión de dolor, esta vez iba con un objetivo diferente, aliviarlo y volver a ser la misma persona que era antes, a fin y al cabo la vida nos da segundas oportunidades por algún motivo.-

Muy bien...¡vamos allá!

-Finalmente salí de mi escondite, era interesante el lugar, no podía creer que me estaba perdiendo de todo esto por cerrarme al mundo, niños jugando, gente comprando y jugando, y el dulce aroma de dulces y postres que aún no había comido...era mi oportunidad para comenzar de nuevo e iniciar una nueva aventura culinaria donde lo dulce era el protagonista.-

por Invitado Dom Jun 14, 2015 3:11 am

-El mundo externo y mi mundo son completamente distintos, no conozco mucho del mundo que me rodea, sobre todo desde que mi único refugio es el terreno del Lord, solamente dedicandome a estudiar, entrenar y seguir hallando más sobre mis recuerdos como mi entidad pura: un ángel. Sin embargo, por ordenes del Lord, tenía que asistir a un sitio que se llamaba "Capital City" o algo por el estilo, dentro del grupo de los cazadores de sombras se decía que no importaba a donde fueras, sino donde pertenecía tu ideal, y mi ideal seguía siendo exterminar demonios y traer la justicia divina al mundo, por lo que sin decir ni una sola palabra me enlistaba para partir. No necesitaba ningún transporte, mis alas eran fuertes, podía moverme sin dificultad, así que me dirigí con ayuda de la dirección que había conseguido hacia aquella ciudad, la cuál era nueva y estaban celebrando su fundación, y como todos saben siempre hay problemas, incluso en ciudades virgenes, y no solo de demonios, algún disturbio puede ocurrir y era mi responsabilidad como Custo Dei hacer cumplir la ley que se dictaba. El aire era muy tranquilo, era delicioso volar por esos lugares, aunque era necesario que aterrizara, por lo que lo hice en la mera entrada. Todo era impresionante, impresionante en verdad, humanos sonriendo, disfrutando de una vida que era efimera, fugaz, tan fragil que el más minimo suspiro podría extinguirla, pero que para ellos era muy valiosa. Toda esa vitalidad me hacía sentir tranquilo, en paz, incluso podría decirse que volvía a sentirme humano. Mi sonrisa que siempre se mostraba ante todos por primera vez podía decir que era sincera. Recorrer las calles era igual que recorrer un hermoso jardín. Recorriendo todo el lugar pude notar gente que vendía cosas, actividades, muchas maneras de entretenimiento, entre ellas una actividad un tanto curiosa de soplar burbujas. Era curioso y sencillo, sumergías una especie de varita en un líquido y soplabas, y salían las burbujas. No me pude resistir, así que quise intentarlo, compré un pequeño frasco de vidrio y con ayuda de esa especie de varita probé hacerlo, pero para mi desgracia había fallado en mi primer intento. No me iba a rendir, un cazador de sombras no se rinde, así que hice varios intentos, soplando con fuerza y sumergiendo la varita tan profundo como podía. Finalmente pude lograrlo, saqué algunas, se veían tan bellas que era bello solo con observarlas.-

vaya...es maravilloso...

-Parte de ser yo es que la vida es una maravilla, por un largo tiempo estuve observando a la humanidad, era tan hermosa e interesante, realmente lo era, y por cosas como esta eran los motivos por los que quería protegerlos no importaba lo que tuviera que hacer.-

muy bien, eso fue hermoso, me pregunto que tan bien se verán si lo hago desde un punto más alto.

-No quería distraerme de mi trabajo, no estaba ahí por diversión, estaba ahí por trabajo, pero nadie decía que no se podían combinar, así que volé hacia un punto ligeramente más alto, donde pudiera ver un poco más y mejor la ciudad, y con mi nuevo frasco comencé a soplar, había encontrado el método, no era solo soplar, sino hacerlo de una manera tan suave que saliera de la varita sin romperla. En verdad sería un buen día.-

por **Juliet Irina** Dom Jun 14, 2015 9:37 pm

Mientras trataba de averiguar lo que Atenea, la chica a la que acababa de conocer, sabía sobre la masacre de la isla, bebía un trago de su copa de vino con cuidado. De repente, su nombre sonó fuerte y claro de parte de una voz familiar, donde giró el rostro para ver de quien se trataba.-¿Ingenua? - Sonrió dulcemente al escuchar también la manera en la que Atenea se había referido a la chica. Por supuesto que esa no sería la reacción de alguien que no supiera nada de la batalla que se había llevado en la isla, por lo que decidió jugar la carta en su favor.- ¿Atenea es tu nombre? - Ver que la chica respondía a él prácticamente al instante, le sirvió de confirmación. Esa chica sabía algo que ella no. Quizás ella había estado en la isla al momento en que se llevaron a cabo los combates.

Las palabras de saludo del general y de la chica con la que estaba le confirman penosamente que no es ella la única que estaba en dudas sobre si aquella era una fiesta para tapar las apariencias. Por supuesto que lo era. Todo tan libre y tan organizado, no había manera de que no fuera aquello una cubierta del destrozo que había ocurrido. Por supuesto, su rostro con una dulce sonrisa no dejaba que sus pensamientos se vieran reflejados en la misma.- Entonces ¿si creen que aquí hubo la masacre que decía la revista? - Preguntó con su rostro de ingenuidad más que disimulado. Aún no era demasiado público su retiro del ejército, así que prefería pasar un poco más desapercibida.

Justo eso iba a preguntar, Atenea. ¿Creen que haya por aquí alguien que estuviera en la supuesta colonización? Es decir, la revista de Tempus mencionaba que muchos del ejército habían participado.- Con una suave mirada, sonrió al ver que el pequeño Ori estaba ahora presente en la conversación. Desperezándose, lo tomó un poco entre brazos para darle afecto, pues no lo veía desde aquella vez en el bosque, en el que habían acordado tomar uno de aquellos peludos felinos cada uno.- ¡Eres enorme ya!... ¿Qué tal tú, Akatsuki? ¿Supiste algo de lo que pasó en la isla?

por Invitado Dom Jun 14, 2015 10:04 pm

Necesitaba saber más cosas de el lugar en el que me encontraba, mi nulo conocimiento acerca de Capital City podría ser fatal si sucediera algún trágico incidente mas por desgracia aunque había tenido la oportunidad de charlar con personas que tenían pinta de saber más de lo que aparentaban sobre los orígenes de éste festivo lugar sólo me daban largas sin querer explicarme nada otros en cambio se hacían los locos, alegando que sabían tan poco como yo, luego estaban quienes amablemente me daban una negativa y me invitaban a preguntar a otro. En éstos momentos era cuando me arrepentía de haber pasado la mayor parte del tiempo a pasarlo bien en vez de informarme sobre todo lo relacionado con sucesos relacionados con ésta isla pero qué se le iba a hacer ya que parecía que nadie iba a darme la información que buscaba sólo me quedaba ir por ahí y pasarlo bien, de hecho era una grandísima oportunidad para abastecerme con recuerdos que llevar al hogar aunque también podría buscar si tenían una piscina o algún lago en el cual nadar un rato.

En cuanto terminé la copa de vino fije la vista en un grupo de tres personas que dialogaban: Un joven de pelo negro junto a dos hermosas mujeres, ellos parecían más entendidos en lo referente a todo lo que quería saber. Dirigí mis pasos hacia donde se encontraban y una vez cerca de ellos con una expresión amigable y voz calmada me presenté - ¡Hola! Lamento interrumpiros, soy Vincent y me gustaría que me contarais los orígenes de la isla, por el momento todos a los que he pedido ayuda se han hecho los locos ¿Es que ha habido una matanza o algo así? Esta vez estaba seguro de que éstos no me darían largas como los demás, si satisfacían mi deseo de conocimiento de Capital City daría por concluido mi búsqueda salvo en caso contrario de que la historia fuera tan traumante y aterradora que prefieran cerrar la boca para no revivir esos sucesos.

por **Ichinose Takumi** Lun Jun 15, 2015 3:24 pm

La primera en ingresar a aquel bar fue su esposa, que soltó su mano y comenzó con sus curiosas picardías al transformarse en luz. Por su parte, el líder de los revolucionarios se acercó una de las partes mas cercanas de la puerta del local donde se vendían algunos puros. Este simplemente tomó uno y dejó el dinero sobre el mostrador para finalmente acercarse a la barra donde fue recibido por una de las piezas más importantes en su tablero. Greed Gaziel, el revolucionario que llevaba bajo su mando los negocios más fraudulentos de todo rihm. Este le ofreció su mano con una mirada seria y el revolucionario correspondió de la misma forma.

-Felicidades por el nuevo negocio, veo que has sabido expandir tus horizontes. Mantenme informado. –Finalizó el demonio de ojos color plata mientras se dirigía a su mesa.

Aquella última frase había sido pura y exclusivamente para que este supiera que deseaba saber todo sobre la isla y su funcionamiento. No había nadie en el mundo mas astuto con la información que Gaziel y aquello sería una tarea sumamente fácil para él. Por aquel momento, Astaroth se acercó a su mujer que se encontraba en la barra con su “hermana”. Aún no se acostumbraba a llamarle así, no poseía sentimientos de cariño o interés por la fémina. Para el aquella mujer era únicamente una pieza más a utilizar, pero quizás también pudiera divertirse moldeando su mente a gusto propio. De cualquier forma al pasar junto a estas el joven de cabello azabache simplemente les miró de reojo.

-La última mesa a la derecha, ambas. –Musitó únicamente haciéndoles saber dónde se sentarían. A diferencia de ellos que no parecían ser el alma de la fiesta, a medida que la gente bebía alcohol el bullicio comenzaba a aumentar. Transformando el lugar en un ambiente bastante relajado y animado, en el que gente de bastante poder adquisitivo conversaba sobre los rumores de la isla y sobre si la lealtad hacia el soberano debía ser absoluta o no, aunque claramente ninguno de ellos alzaría su espada para derrocarlo.

Por su parte, Astaroth se sentó en la mesa señalada y clavó sus ojos sobre el encargado de la barra que rápidamente se le acercó.

-Otro puro y un cortador de doble gillotina, un whisky con dos hielos y abre una cuenta común para mí y las dos señoritas a nombre de Strike. Pagaremos al retirarnos. –Tras decir aquello el hombre se retiró. Incluso en un lugar manejado por revolucionarios mentir sobre su identidad no era innecesario, pues si este lugar caía no tendrían forma de conectarlo con ellos.

por **Frederik L. Damgaard** Lun Jun 15, 2015 7:56 pm

Habia viajado durante algunos dias sin un rumbo fijo, pasando por los pueblos de Chaos solo por provisiones hasta que escucho en uno de ellos, acerca de una fiesta que se estaba llevando acabo en un lugar llamado Capital city. Nunca habia escuchado de ese sitio pero, segun lo que decian parecia que iba a ser una celebracion bastante divertida y donde habia fiesta, habia licor ademas que parecia estarian algunos miembros importantes de los reinos, seria una buena oportunidad para conocer mas acerca de ellos, nunca se sabia cuando podia ser util eso.

Habia escuchado tambien que era una isla flotante sostenida por medio de cadenas metalicas gigantes. Curioso de verlo, declino la oferta de tomar una nave hasta la isla y mas bien navego hasta el lugar donde aquellas cadenas estaban. Eran tal como le habian contado, gigantes pero el material del que estaban echas lo podia usar para llegar de una manera mas comoda y original. Subiendo a una de ellas, toco con las yemas de sus dedos el material, comenzando lentamente a deslizarse sobre el mismo como si fuera una banda transportadora. Mientras subia, observo lo que rodeaba la isla, solo agua hasta donde su mirada lograba abarcar.- Interesante....-murmuro enderesandose, saltando de la cadena cuando llego a la orilla. Ya habia escuchado un poco de la musica mientras subia pero solo cuando llego a la parte superior, pudo escuchar las voces. Debian haber cientos sino no miles de personas en ese sitio.- Vaya...-sacudiendo su cabeza comenzo a caminar hacia una de las tantas entradas.

No era un gran fanatico de las multitudes pero entre tanta gente podia mezclarse, ademas tantos seres en ese lugar mantendria su energia imperceptible. Pasando entre las multitudes llego a sus oidos el nombre de un bar que estaba recien abriendo. Era un nombre extraño pero no le interesaba en realidad aquello, solo su localizacion, necesitaba un trago o no podria soportar mucho tiempo tanto ruido. Continuo caminando, disimuladamente flotando a un centimetro del suelo para no hacer ruido con sus pasos ademas que asi se evitaba tropezar con alguien.- Mm...como era el nombre...-subio su mirada, buscando un cartel con alguno inusual. A un costado vio el que buscaba.- Aurum Avaritia....extraña eleccion de palabras -encogiendose de hombros camino hasta la entrada del local. Apenas entro apago su magnetismo, aterrizando con un minimo ruido sobre el piso. El sitio estaba repleto pero logro ver un asiento en el fondo del local, una mesa para una sola persona.- Quiero una botella de vodka -haciendo su pedido en la barra, señalo su mesa a uno de los meseros, dirigiendose hacia ella donde se dejo caer y empujando su silla ligeramente hacia atras comenzo a vagar su mirada con un claro signo de desinteres a lo largo del bar.

por **Gissel Gremory** Lun Jun 15, 2015 11:32 pm

De a ratos sentía la imperiosa necesidad de ir corriendo de regreso, refugiarse en el castillo de Chaos como así ocurría desde el incidente. Aquellas paredes se habían tornado su refugio en el mundo, donde podía lidiar contra sus propios demonios tranquilamente, o al menos intentarlo. Relativamente algo había mutado en ella, es cierto que se había vuelto más solitaria o callada, casi ni solía verle la cara a sus compañeros porque prefería “trabajar” por su cuenta. ¿Qué se había roto en ella?, algún fragmento ya no encajaba como antes, no importaba cuando intentara la pelirroja forzarlo.

Por unos instantes, bajó con delicadeza a su nueva mascota, quien no dudaba entonces por aventurarse a dar unos pasos por su cuenta, entreteniéndose finalmente con una ramita que encontró a su paso. Sonrió por unos momentos a nueva cuenta, esa sonrisa que bien podría detener el tiempo en un solo instante, al menos para cualquiera que se dignara a admirarla por los pocos segundos que duró, puesto que notó como tocaron su hombro suavemente. No se asustó o alarmó, solo giró el rostro para observar por encima del hombro derecho a la persona causante de ese suave roce. –Derek…- Lo recordaba perfectamente, más por el incidente de Atlantis donde había ido a escoltar al ministro Tokiya.

Terminó girándose levemente hacia él, cruzando los brazos bajo el busto para finalmente suspirar con tranquilidad, relajada en parte ya que se trataba del médico que ejercía en Chaos, lo conocía al menos de vista o en algún que otro intercambio de palabras. –Nunca tuve una Quimera, realmente no sé qué esperar, pero bueno…¿Qué haces por aquí?, se supone que el ministro también vendría, pero me perdí por quién sabe dónde, caminando un poco y…- Nuevamente otro suspiro entrecortado escapaba de sus labios, tal vez mostrando algo de resignación.

-Normal, supongo, ¿quién puede quedar cuerdo después de la masacre ocurrida aquí?, no tiene sentido realmente esta fiesta…- Apartó algunos cabellos con ayuda de su mano izquierda, manteniendo todo el tiempo contacto visual con el médico, a quien respetaba tanto por profesión como persona. –Ciertamente, trabajamos para el mismo reino pero casi no tenemos trato. Me alegra saber que estás bien, Derek, es decir, se te ve igual que siempre…desconozco tus motivos para estar aquí. ¿Algo en especial o solo algún que otro momento de ocio?-

por **Saeko Akuma** Mar Jun 16, 2015 1:02 am

Solo ella podía ser capaz de arrancar una sonrisa de los labios de la pelivioleta. Aquel perfume embriagó a la fémina la cual estaba revisando la bebida que el joven de la barra le había servido, un "drácula" una mezcla de vodka negro con granadina. Acarició los brazos de su cuñada abrazando a esta pero no por mucho tiempo, aunque ella estaba rompiendo el hielo de la demonio poco a poco, aun le costaba mostrarse de ese modo, mas aún cuando Takumi estaba en el lugar, no quería mostrar debilidad alguna ante el y cierto era que Isela era una una de sus debilidades.
-Sabes que intento no importunarlos, aún así hace poco que nos vimos, justo antes de salir hacia aquí. -Dio un suspiro lento observándola. -Como siempre estas perfecta, ambos lo están -Dijo mirando un segundo a su hermano el cual estaba acercándose a ambas. -Yo en cambio me siento disfrazada con esto, pero ya que lo encargaste para mi, que menos que ponérmelo.

Miró de reojo a su hermano cuando paso al lado de ambas, regresando la mirada a Isela una vez escuchó lo pronunciado por el azabache.-Después de ti. -Le indicó a la onix con un gesto de su diestra de forma educada cediéndole el paso para seguirla al lugar que había indicado de forma tan imperativa su hermano. Movió sus ojos turquesas hacia la entrada al observar como un hombre entraba con un paquete rectangular de un buen tamaño, envuelto en un papel de regalo de color negro con un diseño que parecían pétalos de rosa imitando a gotas de sangre. No hacía falta ser adivino para saber que lo que escondía aquel curioso envoltorio era un cuadro.

IMAGEN DEL CUADRO:

Esperó a que Isela tomara asiento mientras que a su vez estaba pendiente de que el dueño del bar, recibía su obsequio por la recién inauguración del bar, una vez que éste fue entregado tomó asiento en la mesa cruzándose de piernas intentando mantener una postura relajada acorde con la situación y con las personas que tenía frente a ella tan importantes para su persona.

-Saludos hermano...-Dijo la demonio al tomar asiento y buscó dos pequeñas cajas en el bolso que llevaba, poniendo una frente a cada uno. -Me tomé la libertad de encargar algo para cada uno. Alguien que conocí hace cosas extraordinarias con metales de todo tipo, le encargué eso para ustedes.
Cada caja estaba echa de una fina piel, negra la caja de Takumi, roja la de Isela. En la de él había un sello de plata antigua con una piedra violeta y en la de ella un broche de oro con apliques en diamante y dos mas pronunciadas, un rubi y una violeta del mismo material que el anillo.

BROCHE:

ANILLO:

En ese momento mientras que ambos abrían sus pequeños cofres movió sus ojos a un lado al sentir una energía familiar. Movió el rostro hacia atrás fijando directamente la mirada en el pelirrojo que acaba de entrar en el bar, mirándolo unos segundos hasta comprobar en el lugar donde tomaba asiento. -No son simples objetos de adornos, cada uno tiene su peculiaridad, pero quizás será mejor que se los explique su creador, justo acaba de entrar al local. Creo que alguien como el podría sernos de utilidad, aparte de crear armas extraordinarias no es un ser común, pero lo que yo crea es indiferente mejor opinen ustedes al fin y al cabo son los que tienen la verdadera y última palabra.

por Invitado Mar Jun 16, 2015 9:17 am

Vaya, pues de momento no dicen nada interesante... ¡no, espera! Que sí. ¿Batalla? ¿Qué batalla? ¿Aquí hubo una batalla? ¿Cuándo? ¿Y por qué? Yo no entiendo nada, esta gente está siempre dale que te pego con las espaditas de las narices. ¿Qué problema tenían con no molestarse los unos a los otros y ya está? Vive y deja vivir, macho. Si no te gusta cómo es un sitio, pues no vayas, y si tienes que relacionarte por cualquier cosa, ¡lo haces sin tocar la moral! Es que cómo les gustaba imponerse los unos a los otros... Así no me extraña que luego hayan tantos problemas, si las cosas sencillas no las entienden.

Algo de mal humor estuve a punto de irme de allí, pensando que no me traería nada bueno, cuando empezó a acercarse más gente. Espera... ese tío me sonaba. ¿No lo había visto yo en alguna parte? Me da que sí. En... bueno, no recuerdo dónde, pero creo que sí que lo he visto... Lo miré un poco más directamente, sin dejar de disimular, por si acaso lo reconocía. Ehm... Creo que... ¡No, espera! Sí que me suena. Sí, leches, es el tío ese que vi en la Ciudad Mills mientras me comía la manzana... Muy rica, por cierto. Dudé si hablarle o no, porque así rompería la conversación y a saber qué pasaría. Aunque me hizo gracia cómo se presentó el chico. No, si es que... hay gente que tiene tacto, otra que es disimulada, pero éste no: es directo y punto. A mí me da que si algún día quiere matar a alguien irá por la calle preguntando: Hola, buenos días. Busco a Pepito, que me robó a la novia y pienso matarlo. ¿Sabe dónde está? Así, tal cual. Visto lo visto, lo veo capaz...

Decidí no interrumpir por la posibilidad de que explicaran algo que estuviera bien saber. Quién sabe, quizá hasta dicen dónde hay unas runas antiguas con algo escondido y todo... No lo creo, pero de soñar también se vive.

por **Akatsuki Ousawa** Mar Jun 16, 2015 5:27 pm

El íncubo no fue muy bien recibido por la joven del desierto, pero no le importaba, él seguiría mostrándose amigable y carismático, al menos hasta que ella le hiciera algo malo. De hecho se trataba de una broma que tardó unos segundos en pillar. Al principio había pensado que su sonrisa era una orgullosa de haberle intentado herir (cosa muy difícil), pero luego se había dado cuenta de que no iba en serio. Ciertamente necesitaría mucho para deshacerse de él, era bastante insistente. Estaba claro que Atenea no aceptaría un abrazo cariñoso, así que a ella solo le tendió una mano con amabilidad, mientras que a Juliet la envolvió entre sus brazos y le besó una mejilla. Suponía que después de tantos años de haber trabajado juntos, esa mínima confianza no estaba mal para saludarse. Y sino, siempre podía darle un tortazo, que aunque no le fuera a doler, al menos podía quedar el acto.

-En la calle no te enseñan eso.- Le respondió a la valkyria mirándola de reojo, sonriendo. -¿Estáis hablando del pasado de este lugar? ¡Hm! Es algo que me tiene muy intranquilo.

Él no sabía más que lo que había leído y lo que le habían contado, prácticamente igual que Juliet, pero se lo creía, no le costaba nada. Desde hacía un tiempo se sentía incómodo con eso de la obediciencia absoluta al Lord y la masacre había sido el motivo que colmó el vaso para salirse del ejército. Prácticamente todos se habían enterado, a él no le importaba si lo sabían, era su vida y hacía lo que creía conveniente. El íncubo negó ante la pregunta de Juliet, sabía lo mismo que ella, pero lo cierto es que tampoco hacía falta saber mucho más, es decir, catalogaban esos sucesos como masacre. Eso era suficiente para darse cuenta de la crueldad de los altos cargos. Cuando él había preguntado por qué se había hecho eso a alguno de los compañeros o soldados enviados, la única respuesta que había obtenido era: Porque son órdenes. Él entendía eso, pero había algo mejor y se llamaba sentido común.

-Sé lo que se cuenta, lo que me han dicho. La masacre se efectuó porque así se mandó.- Respondió cruzándose de brazos. -Está bien matar a los terroristas y asesinos, pero no a los que siquiera sabían de nuestra existencia. No hicieron nada para merecer eso.

Akki señaló el callejón que había justo detrás de ellos. Este tema había que discutirlo en secreto, pues si alguien indebido les escuchaba, podían buscarse problemas muy graves. El tema había causado tanta controversia que, si bien no era ilegal hablar de ello, no estaba demasiado bien visto por los militares. A los altos cargos no le gustaba que se cuestionaran sus órdenes, no le gustaba ser el motivo de revueltas, porque lo que hacía estaba bien y punto. Los malos eran los que no aceptaban sus decisiones. Al menos podría ser visto como alteración y posible conspiración y él como ex-general, sabe que eso sí estaría penado. Él fue el primero en moverse hacia ese sitio, mirando que no hubiera ninguna patrulla importante por ahí cerca. Cuando sobre esto hablaban dos personas, pues no pasaba nada, pero ahora eran como seis y eso ya era un grupo importante.

-Aunque yo no lo he hecho todavía, creo que de alguna manera debemos pasar página.- Les dijo, con una expresión seria y desanimada. -Por mucho que lloremos, lo que ha pasado no se puede cambiar y esta ciudad va a seguir creciendo.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater