Re: [TRAMA] INAUGURACIÓN DE CAPITAL CITY (FESTIVAL) - TRAMA N° 5

por **Bartolomeo** Miér Jun 17, 2015 1:16 pm

El cartel me llamaba por lejos la atención más que cualquier otra cosa, aunque encaminado a el podía apreciar que bastante gente ya estaba ingresando, y que mucha otra estaba llegando a la isla.-Sera todo un acontecimiento…- Dije por lo bajo con el seño fruncido, no era de gusto mío tratar con otras personas, mucho menos verle la cara a muchas personas juntas.
-Aurum Avaritia… Esto me suena muy familiar.- Reproche mientras abría las puertas del bar para de una vez por todas adentrarme en el.

Mi sorpresa fue enorme aunque no lo demostré de esa manera, quien estaba en ese bar no era ni nada más ni nada menos que greed, al parecer este había instalado otro bar… pero qué lugar para hacerlo. Aun no terminaba de salir de mi asombro cuando al inspeccionar periféricamente el lugar pude ver a Takumi por un lado y junto a él a Isela, aparentemente era casualidad nuevamente lo que nos ponía en los mismos rieles.
Mirando de reojo al avaricioso dueño del bar y recogiendo una cerveza a medias que estaba en una mesa vacía me acerque a la última mesa ubicada del lado derecho del bar, tome una silla y arrastrándola lentamente me senté al frente de los revolucionarios.
-Hey! Que buen bar verdad? Aunque creo que deberíamos tener una ronda gratis no creen?- Dije levantando mi cerveza en forma de saludo al demonio y la hibrida.

No recordaba cuanto tiempo había marchado desde la última vez que vi a esta gente, a greed quizás era al que por cosas extrañas veía más seguidamente, no sabía bien que reacción tendrían estos al verme nuevamente, las cosas habían cambiado y puesto que el tiempo avanza los planes cambian, siendo así asumía que tal vez en ese momento no era mas bienvenido a sentarme cerca de ellos, pero en fin, era bueno ver a gente tan fuerte nuevamente.

por Invitado Miér Jun 17, 2015 4:47 pm

El Altaris Itinere llevaba varias semanas en el mar, pero eso no impedia que en el ultimo puerto que atracamos para reponernos de viveres y vender algunas mercancias "muy legalmente" conseguidas, nos hubieramos enterado de los ultimos tejemanejes del Lord y sus soldaditos en sus esfuerzos por tener mas y mas poder y dominios. En este caso, no se trataba de una bagatela en absoluto lo que habian conseguido, eso habia que reconocerlo. Una isla voladora, nada mas y nada menos. En mi opinion eran tan piratas como nosotros, pero bien vestidos, con leyes escritas, y con mas oro, pero poco mas. Conforme el Altaris Itinere se acercaba a la isla por alta mar, con la bandera de la pirateria bajada, por supuesto (no queriamos ir identificandonos ahi por las buenas), yo elevaba mi mirada hacia arriba, hacia el cielo. Habia visto algunas naves voladoras subiendo hasta la isla, cuyas cadenas descencian hacia la superficie del mar. Naves voladoras...si. Desde el momento en que habia visto una de esas naves voladoras toda mi atencion se habia ido a ellas. Seria magnifico poseer un barco pirata que ademas de navegar por alta mar pudiera izarse en el cielo. Yo podia, a solas, no podia llevar un barco conmigo...creo (aun no lo habia intentado, tampoco me parecia buena idea por el momento) pero esa gente tenia una tecnologia muy interesante. Así que pensé, que aparte de husmear, podria ser interesante hacerse con algo de informacion sobre esa tecnologia, o hasta tomar prestada una de esas naves voladoras transportadoras de gente para echarle un vistazo en la comodidad de nuestro propio terreno.

Pedí entonces a la tripulacion del barco que se quedaran cerca de la isla, yo no era el unico del barco en sentir cuiriosidad, mas de uno queria ir a echar un vistazo. Ademas, habiamos oido rumores de que se iba a dar una fiesta para inaugurarla, y muchos de mis compañeros estaban deseosos de darse a los placeres que una fiesta puede otorgar, en mas de un sentido. Puesto asi, casi todos estuvimos de acuerdo en hacer una parada alli, y el capitan accedió. Decidi adelantarme a mis compañeros, tampoco es que fueran santos de mi devocion, mas de la mitad de ellos me importaban menos de medio soulink, la verdad, eran gente con pocas aspiraciones que seguian vivos gracias a la suerte de haberse acumulado en un grupo que proporcionaba cierto apoyo y camaraderia. Siendo asi, me dirigí a la proa del barco, saltando por la borda hacia el frente pero adoptando mi forma de dragon antes de llegar al agua. Sin si quiera aletear, solo planeando, dirijo mi rumbo rapidamente hacia las cadenas que emergen del mar. No tengo mucho tiempo en mi haber para subir una buena distancia, asi que me doy prisa en elevarme, siguiendo una de esas cadenas cual autopista. Como dragon no soy muy grande, acorde a mi edad. A los cincuenta segundos noto que mis fuerzas se ven demasiado reducidas y agarro mis patas traseras a la cadena, detendiendo el vuelo. Vuelvo a mi forma humana alzando la vista hacia arriba y silbando con una sonrisa en los labios -Bueno, casi estamos arriba. Termino un rato en terminar de subir medio trepando el ultimo tramo para llegar a lo alto de la isla. Me recoloco la ropa, mirando a mi alrededor.

Estaba todo muy decorado, sin duda era cierto que alli se iba a dar una fiesta. Se oia la musica, el jaleo de la gente, se olia....¿comida? Olia a carne asada, a montones. Casi me olvido de mi plan original ante semejante olor. Llevabamos meses sin probar la carne asada. Pero no, las naves, las naves voladoras, debia ir a verlas y hacerme con una de ellas. Eche las manos tras mi cabeza y me rei cuando me di cuenta de que mis pies ya habian decidio por mi y me llevaban hacia las calles de la muchedumbre, buscando el puesto mas cercano para comprar un pincho de carne asada. Tan pronto como me hice con uno de ellos, me puse a observar a la gente de por alli mientras mascaba mi rostizada nueva adquisicion: gente que iba caminando muy erguida, muy bien vestida, gente tocando musica por ahi, muchos puestos, muchos negocios nuevos abiertos. Y yo con mi habitual ropa y mi capa raída. Sea como fuere, me puse a pensar que quiza mas adelantado el evento hicieran algun tipo de presentacion o charla o vete a saber, algo que entretuviera más a más gente. De momento, observaría un poco más antes de lanzarme a poner las manos sobre algo ajeno, aunque claro, eso no evitaría que mientras tanto buscase el lugar donde aterrizaban esas aeronaves tan graciosas para dejar a sus magníficos pasajeros.

por Invitado Miér Jun 17, 2015 9:09 pm

Poco tiempo era el que llevaba abierta la isla a aquellos que no fueran parte activa y central del gobierno. Sabía que grandes cosas habían sucedido en ella, eventos que hablaban sobre el rechazo a una invasión de salvajes que amenazaba de a momentos extenderse por el resto de los reinos. Se sabía sobre la labor de los Guerreros Gladius participantes en ella, pero todo eso para mí no era de importancia. No, estoy equivocándome al decirlo de esa manera. Quedaría mejor y mas claro si afirmara que "Ocurrieron cuando yo no era un Gladius" aun.

Lo único que podía saber era que yo habia entrado en reemplazo de un arrogante hombre que creía estar por encima de todos, y que habia desafiado la autoridad misma del Ministro Ichinose delante de sus compañeros cuando todos debían estar unidos en un mismo frente. Que hechizo de locura habia llevado a ese hombre a realizar tal acto, no puedo saberlo yo. Solo puedo preocuparme por lo que está en mi camino desde el momento en que consideraron que el menor de los males era reemplazarlo por alguien menos proclive a ser desobediente y altanero.

Por eso yo, que soy un arma al servicio de mis superiores, fui escogido para ocupar uno de los puestos mas altos en la jerarquía militar de Chaos. No es como si me hiciera gran diferencia de todas maneras, pues yo iba a hacer lo mismo sin importar si fuera el mas bajo de los soldados que existiera en el ejercito. Mi camino es siempre el mismo y el honor de servir a mis lideres nunca cambiaría, todo en aras de ser el protector de aquellos que no pueden protegerse.

Pero eso no es de importancia ahora. Lo importante era estar en una fiesta por la apertura de una nueva ciudad que se construyó sobre las ruinas de lo que una vez fue un área habitada por personas buenas, personas que se vieron sacrificadas por seres malvados en su egoísta deseo de tomar el poder del mundo. Su muerte ha sido deshonrosa, pero ha sido vengada por los que combatieron para limpiar la isla de los monstruos que la invadieron.

Aun así, no se muy bien que es lo que hago en este lugar. Ver tanta gente era algo que me aterraba en gran medida. ¿Porque estaba en este lugar, si me desagradaba entrar en contacto con los demás? Yo no soy buen amigo de las festividades y los eventos sociales. Yo me luzco mejor cuando hay que luchar, cuando el combate nos llama y nos hace hervir la sangre. Esto de estar saludando y pasar tiempo con hombres y... y... diablos, mujeres que no conozco no es lo mio.

... Pero debo estar igual, porque mi estatus así lo solicita. Porque es una misión y debo representar a mi nación de la mejor manera posible. ¿Estarán mis compañeros Gladius en este lugar? Aún no se quienes son porque nunca me he encontrado con ellos cara a cara.

por Invitado Miér Jun 17, 2015 9:14 pm

Continúo con mi paseo por la recién inaugurada ciudad, acompañado de mi joven cerbero que va unos cuantos pasos por delante de mí, explorando todo con la curiosidad de los que todavía tienen mucho por ver y aprender. Por mi parte no logro sorprenderme con tanta facilidad, aunque he de reconocer que me fascina la rapidez con la que se ha levantado esta nueva ciudad, símbolo del poder gubernamental. Puesto que mi mascota parece hambrienta y no para de acercarse a los puestos de comida, decido que lo mejor es comprarle algo para que esté más tranquilo. Me acerco a un puesto de venta ambulante, comprando unos cuantos perritos calientes para que se alimente, lo cual no deja de ser irónico teniendo en cuenta el nombre de la comida y lo que la mascota es. Un perro grande de tres cabezas, al fin y al cabo. Pago el pedido y le doy la comida al perro, dejando el papel con el alimento en el suelo para que se ponga a comer allí mismo. Justo al lado nuestro hay un muchacho comprando un pincho de carne asada, algo que seguramente quiera zamparse mi perro si el chico tarda mucho en comérselo. Al observarlo más detenidamente tengo la sensación de que lo he visto en alguna otra parte en algún otro momento, pero quizás sólo sean imaginaciones mías. Por edad no ha podido ser compañero mío de los militares, así que supongo que simplemente tiene un rostro vulgar.

Entorno la mirada dándome la vuelta, haciendo un gesto a mi cerbero para que me siga. Éste termina de engullir las salchichas, emitiendo un ahogado ladrido de emoción mientras me sigue moviendo la cola. Mientras sigo mi camino paso al lado de un grupo de jóvenes entre los que estaban dos generales que ya no ocupan sus puestos. Dedico a ambos una mirada de absoluto desdén, poco me importa si reparan en ella o no, pero es lo que me sugieren. Desprecio absoluto por haber abandonado su puesto. En mi opinión los jóvenes de ahora son unos blandengues. Lo que tampoco me agrada es ver tan pocos miembros del gobierno por allí controlando la situación, demasiado hippie cutre y pocas fuerzas del orden. La ciudad del Lord debe estar protegida por suficientes guardias. Por ahora me mantengo analizando y observando todo lo que sucede ami alrededor, controlando lugares, caras, casi escaneando los movimientos de la gente. No estaría de más echar un vistazo al tipo de gente que vive allí o al tipo de negocios que se orquestan, esperando que estén siempre dentro de lo que el Lord desearía. Acabo por sentarme en un banco de la calle, con cara de desaprobación general, cruzándome de brazos. Por su parte mi cerbero sigue feliz, golpeando el suelo fuertemente con su cola cuando se sienta al lado de mi banco, con las lenguas de las tres cabezas fuera.

por **James Adamska** Jue Jun 18, 2015 1:30 am

A medida que James se dedicaba a recorrer la plaza que parecía ser el centro de la ciudad, o quizás, uno de los tantos que podría tener la misma, muchos de aquellos hombres trajeados, estirados, de postura perfecta, y bigotudos que sobre su mano traían una bandeja carga de bebidas se le acercaban a ofrecerle al joven semidragón. Al principio el mismo asumía tanta cortesía como podía, negando aquellas bebidas, pues el pelirrojo no era una persona que acostumbrara beber alcohol, incluso podía contar con sus manos la cantidad de veces que lo había hecho. Pero a medida que aquellos hombres insistían, el semidragón perdía su paciencia, comenzando a volverse más arisco con quienes le rodeaban. Algunas personas quizás hubieran optado por acepta una de aquellas copas aun sin querer beberlas para así evitar que vuelvan a preguntarle, pero el pelirrojo no tenía ese razonamiento, el solo pensaba en que no debían molestarlo si no quería que le molesten, y detestaba a quien no respetara eso.

No pasó mucho tiempo para que la paciencia de aquel joven orgulloso llegara a su fin y se decidiera a alzar la voz hacia uno de aquellos hombres, que solo hacia su trabajo, sin tener culpa de nada. – ¡Pueden dejar de molestar de una vez! ¡No quiero ninguna endemoniada bebida! – La reacción del mozo fue tal como se esperaría, no sabía a qué venía eso, pero el solo podía brindar un buen servicio o perdería su paga. El hombre tragó su saliva y con ella sus palabras, dio una disculpa al joven pelirrojo y se retiró como pudo evitando llamar más la atención de su alrededor.

El semidragón notó como muchas personas de los alrededores le miraban extrañados por esa respuesta tan eufórica y repentina. James apretó los dientes y gruñó entre ellos preguntándose si había sido buena idea llegar a aquella isla en esa fecha. Ya había visto lo que quería, no quedaba nada de ese paisaje natural, o siquiera de lo que alguna vez fue la tribu de los Zoé. Emprendería el viaje de regreso, si tan solo supiera alguna forma para retirarse de aquella isla mágica voladora, pero nada se le venía a la mente más que esperar a que otro dirigible emprendiera el camino a Chaos, cosa que podría tomar un tiempo indefinido. El semidragón siguió caminado, mientras esperaba a que las personajes dejen de observarle buscando quizás algo que le despiste o alguna forma de alejarse de la fiesta principal.

No muy lejos divisó un tienda de comida, y sin dudarlo más fue por la compra de algo de carne asada que sin dudas tenía un olor muy sabroso. Dio un pedazo de la misma a su felino, que ágilmente entro a comerlo dentro de las ropas del pelirrojo, el cual, degustaba aquel pedazo de carne en el pincho. Ya un tanto más calmado y alimentado, el pelirrojo caminó por las calles observando a las personas con atención buscando ver rostro conocidos pues necesitaría alguien que lo lleve de vuelta fuera de la Isla. Terminó aquella comida y la tiró a un cesto cercano para continuar caminando con las manos en sus bolsillos.

Finalmente dio con la misma plaza de antes, y por unos momentos observó la fuente desde lejos, soltando un suspiro, para finalmente alzar el mentón y mostrar una sonrisa orgullosa. – Bien Ocelot, intentemos conseguir transporte por las buenas, aunque lo más seguro es que terminemos pidiéndolo a golpes – Comunicó el pelirrojo a su mascota, aquel gato que asomaba entre sus ropas para posarse sobre su hombro.

por Invitado Jue Jun 18, 2015 4:38 pm

No pude hacer más que encogerme de hombros ante la pregunta de Juliet. Lo cierto es que no era muy afín a la armada real y tampoco conocía a demasiada gente. La poca que conocía algo mejor no parecía estar por allí, cosa obvia por otra parte ya que no creo que tuviesen posibilidades de llegar hasta la ciudad. Estaba a punto de hablar cuando, de nuevo, pude notar una interrupción algo rara en nuestro grupo. Un chico acababa de acercarse, rubio y con una pinta de maleante que tiraba para atrás. En el momento en que abrió la boca entendí por qué la gente le había tratado por loco.

Le miré algo sorprendida y, ya que Akki se había hecho el loco ante su presencia, decidí no ser maleducada y al menos contestarle —Pues has preguntado justo a los menos indicados. Y no creo que debas ir preguntando esas cosas por ahí, chaval. Puedes terminar pasando la noche en un pequeño y acogedor cala… —. Fue en ese momento en el que entendí por qué el chico del dragón había querido que fuésemos a otro lugar. Y precisamente por eso decidí seguirle hasta el callejón, no sin antes terminar la copa y coger otra al pasar junto a uno de los estirados que las llevaban.

Empezaba a ponerme de los nervios una situación así. No eran temas para hablar en una fiesta, pero lo cierto es que sí tenía curiosidad, más después de lo que Akatsuki nos confesó. «Porque así se mandó». Fue una frase que casi hace que me ponga pálida. Precisamente eso fue lo que me hicieron a mí y mi negativa fue lo que me convirtió en fugitiva hasta que pensaron que era una absoluta pérdida de tiempo seguir a una chica inofensiva, aunque hubiese matado a muchos por sus mandatos. La piel se me erizó y le di otro trago largo a la copa de vino, cerrando los ojos.

Respiré hondo y comencé a notar como mi temperatura subía. Mala cosa, me estaba poniendo nerviosa —Akki tiene razón. No deberíamos remover estos temas, mucho menos en un sitio así con tanta gente “así” cerca. Se supone que es una fiesta, ¿no? ¿Por qué no disfrutarla? —. Les sonreí a ambos, intentando que entendiesen la indirecta y dejaran el tema. Aunque por lo visto Juliet estaba muy decidida. Por alguna extraña razón comencé a sentirme a gusto con ellos y eso hizo que me tomase confianzas que igual no debía. Apenas había cruzado un par de palabras con la pelirroja, pero tenía la sensación de que la conocía de toda la vida. Algo parecido me pasaba con el chico del desierto, aunque con él sí había tenido más de un par de palabras.

por Invitado Jue Jun 18, 2015 8:19 pm

Termine de comerme el pincho de carne asada, pidiendo otro al instante. Vale, no es que me hiciera falta, yo era de metabolismo pausado y tal, pero el vuelo hasta arriba me habia dejado cansado y para que mentir, esa carne estaba para morirse. Entonces a mi lado se para un hombre alto, trajeado y bigotudo, con su perro pequeño de tres cabezas al cual miro con la ceja alzada.

Ese señor, el tal Mikhail, que es mas alto que yo, y se me queda mirando como si fuese un bicho raro. Claro que, lo mismo me inspira él a mi, y le devuelvo la mirada de la misma manera. Maldita sea, su cara me suena...es como haberlo visto antes. Encojo mis hombros y le pego un bocado mas a mi trozo de carne asada. Lo habre conocido en otra vida, seguramente.El señor bigotudo Mikhail se marcha, despues de lanzarme una infernal mirada de desprecio.
- Vaya con el viejuno....la proxima vez que me lo cruce le saco algo mas que el dinero- murmuro ésto, y escupo algo por lo bajo luego, bastante mal sonante. Aunque sigo de bueno humor pese a todo.

Suspiro porque despues de terminarme mi segundo cacho de carne asada, la jornada se presenta aburrida como no me dedique a algo mas "productivo". Me muevo un poco por ahi, deteniendome al escuchar a alguien gritando a mala hostia que no quiere ninguna endemoniada bebida. No puedo evitar que me haga gracia eso de oir a alguien vociferar semejante cosa y por el contrario cuando uno de esos repartidores de bebida pasa a mi lado, me agarro la botella entera. Eso si, me gano una desconcertada mirada del camarero-repartidor, pero yo le guiño un ojo y sigo a lo mio.

Al poco veo aparecer al dueño de los gritos junto al puesto de comida, adquiriendo algo para su mascota, un tipo pelirrojo, pero rojo rojo del todo, no como el mio. Se me pasa por la cabeza que, por su gesto y sus modos, está de muy mala hostia. Para ser una fiesta inaugural o lo que fuera, todo el mundo está de mala hostia. Pero bueno, es comprensible. Sigo a James unos metros tirando mi pincho al mismo sitio que él, y al parecer seguir sus pasos me lleva a una plaza.

Como me las habia apañado para seguir a James a bastante buen paso, llego a escuchar la ultima frase que éste lanza al aire. Está claro que esta hablando consigo mismo, o con su mascota, de cualquier modo se nota que es una frase para si mismo y no ningun interlocutor, porque ademas al final suelta una muy entretenida amenaza. Opto por interrumpir su posible monologo-dialogo con su felino, hablando desde mi posicion, como de a una distancia de un metro tras él
-Tan mal está el transporte público como para tener que conseguirlo a base de golpes? No es que me parezca mal plan pero... - le digo amablemente a James, mientras miro a mi alrededor, acordandome del bigotudo Mikhail y su traje. Y los camareros. -Aqui la gente parece civilizada, y esas cosas.

por **James Adamska** Jue Jun 18, 2015 9:26 pm

En primeras le molesto algo aquella voz que le interrumpía por detrás, el semidragón volteó con el ceño fruncido para ver a aquel tipo que parecía bastante amable aunque a el pelirrojo aun no le convencía el hecho de que le interrumpieran así. – Civilizada o no, se llevaran un par de golpes si se me acaba la paciencia, suerte para ellos si encuentro una forma de salir de la estúpida isla antes de que eso pase – Anunció James con una sonrisa orgullosa sobre su rostro. Presumía, pero estaba seguro de que no mentía, el semidragón comenzaba a perder la paciencia y para colmo no le gustaba lo que se había hecho con aquella isla, sin dudas se veía más admirable cuando era un paraíso natural y no esta ciudad tan poblada de ricachones.

- Que estupidez lo que han hecho con esta isla, se vía presumiblemente más atractiva cuando no había tantas casas edificios y gente a los alrededores.- Comentó, pues él había estado en aquel lugar durante la invasión, tampoco tenía problemas en hablar de eso donde fuera y sin cuidado. Si a alguien no le gustara su forma de hablar o como lo hiciera que intentara evitarlo, pues el semidragón estaba dispuesto a entretenerse en una batalla por una estupidez así. –Y si… El transporte público no es nada bueno- Agregó el pelirrojo con una sonrisa en el rostro, pues si bien no había nunca tomado uno de aquellos, no le daba buena impresión y parecía una buena respuesta para el momento.

El pelirrojo que llevaba un felino sobre su hombro tenia ciertas dudas sobre aquel tipo que le había interrumpido, si bien estaba claro que no buscaba pelea tampoco había dejado muy claro sus intenciones por interrumpirle. – ¿Y que es lo que te trae a ti por estos lares? No pereces una de esas personas… civilizadas como tú dices.- Preguntó sin pelos en su lengua, pues no dudaba la hacerlo, quería saber la razón por la cual le interrumpían aunque ciertamente le gustaba más la idea de saber si aquel tipo se ofrecía cortésmente a llevarle fuera de la isla.

por **Juliet Irina** Jue Jun 18, 2015 10:17 pm

El abrazo del ex-general la tomó tan desprevenida que no pudo más que regresarlo de la misma manera, un poco confundida. Era cierto que se conocían de tiempo ya, pero nunca habían tenido aquellas confianzas entre ellos. Por supuesto, una sonrisa fue sacada de sus labios en consideración, que prontamente se deshizo al ver a cierto soldado observándolos con desprecio. Su rostro, tan enjuto y juzgador le parecía familiar, por lo que supuso que habría sido alguien del ejército que ahora le despreciaba de alguna manera por haber sucumbido de sus labores. Ella había alegado que su baja era por motivos de salud, pues desde la fiesta en el castillo del Lord su corazón no se sentía del todo bien, aunque la realidad era que estaba perfectamente bien. Si aquel hombre le tenía rencor, seguro era porque no había podido quedarse con su puesto, pues alguien más fue ascendido primero.

De sus pensamientos la sacó Vincent, deshaciendo el abrazo con Akatsuki para pasar a verle. Su manera tan directa de preguntar las cosas le sacó una ligera sonrisa, apenas perceptible, pues seguía tratando de mantener la compostura y parecer un tanto ajena a los horrores de la guerra hasta que fuese el momento adecuado. Sin embargo, ver que Akatsuki también tenía la inquietud de ese lugar le daba una pequeña esperanza de hacer justicia, o al menos de redimirse con el resto de los ciudadanos que quedaban libres en los reinos y fuera de ellos. La sangre le hervía a medida que el peliazul comentaba sus conocimientos sobre el tema, siguiéndole a aquel callejón tan pronto como tuvo oportunidad. Sus palabras siguientes la llenaron de rabia e impotencia, aunque su hermoso rostro no mostraba nada más que serenidad y dulzura.- ¿Pasar la página dices? - Preguntó en voz baja. Al ver que la chica, Atenea, le secundaba, no pudo contenerse más. Con una voz tranquila, pero cargada de desprecio e impotencia, habló.- ¿Dices que no hay nada que se pueda cambiar? No puedo creer que te creas esas palabras. ¿Qué mejor lugar para averiguar lo que pasó que este? Por Dios, ¿cómo se han rendido tan fácilmente? Akatsuki, tu fuiste general como yo, ¿cómo superas una masacre del tipo que aquí mencionan? Es cierto que ya no se puede hacer nada por los muertos, pues ni siquiera podemos enterrarles, seguro les echaron a todos en una fosa común y estamos bailando sobre sus cadáveres justo ahora...-Sentenció, haciendo una pausa para beber de su vino, tragándose la bilis que sentía en la garganta con un vino demasiado dulce. El alcohol siempre había sido un mal compañero para ella, pero una copa la llenaba siempre de valor.- Yo no sé que harán ustedes... Tengo que averiguar de primeras fuentes lo que aquí pasó. Por eso me uní a los Rubinus Virgilis recientemente, para tratar de limpiar mi alma de todo lo que me atormenta este suceso a pesar de no haber participado... Todos los que nos quedamos sin hacer nada fuimos ejecutores silentes de todas las personas que aquí vivían... No puedo revivir a los muertos, pero siguen habiendo injusticias, revueltas, la guerra está por estallar y si me quedo cruzada de brazos en este suceso, nada me asegura que seré capaz de actuar cuando el ejército tenga la orden de asesinar a todos los ciudadanos. Ya lo hace, poco a poco, matando de hambre a un pueblo que agoniza y olvidándose de sus destrozos, como en Valle Chocobo, o encubriéndolos, como en esta ciudad... Si bien no puedo hacer nada, no pienso quedarme de brazos cruzados viendo como los muertos quedan en el pasado y como los vivos mueren... No quiero otra revolución, quiero brindarle a los vivos la ayuda que nadie les dará. El pueblo es el que nos necesita más, para que acabemos con las injusticias y defendamos lo poco que les queda.- Agachó por un instante la mirada, pues se sentía impotente al ver como aquellas personas con las que creía poder hablar le daban la espalda a la masacre que había ocurrido en aquel lugar. Su corazón latía desbocado y la sangre le hervía en las venas. Aún sin alzar la voz, sentía que había transmitido todo lo posible y que aquellas personas serían testamentos vivientes de una promesa que tenía con los ciudadanos, de protegerlos y cubrir en lo posible las carencias que estos tuvieran, así pagaría su deuda con los habitantes exiliados y asesinados de aquel lugar.

por **Isela A. Ichinose** Vie Jun 19, 2015 4:39 pm

Apenas se separó de ella para observarla con curiosidad, más luego solo sonrió con delicadeza, negando un par de veces finalmente sin dejar de observarla. –No oportunas en lo más mínimo, y aquel vestido te queda perfecto, tienes la silueta ideal para eso- Aseguró la menor antes de mirar de reojo a su esposo ni bien dedicó esas palabras secas, siempre tan autoritario o serio como era de esperarse. Suspiró resignada para finalmente caminar al lado de la Novarum, manteniendo las manos detrás de la espalda en lo que seguían al mayor.

Con tranquilidad Isela observó las demás mesas, no conocía a nadie, al menos no recordaba y la realidad era que no le importaba demasiado, por una vez en mucho tiempo estaba tranquila, relajada y tenía la esperanza de poder pasar un día calmo, lejos de toda posible obligación. Sonreía muy apenas, denotando claramente la satisfacción que sentía por saber que se tomaría el día libre tanto de la revolución como de otros asuntos. No recordaba la última vez que lo había hecho, probablemente porque eso nunca había ocurrido…siempre había estado inmersa en las tareas que le imponían para después finalmente dedicarse al ciento por ciento a la revolución propiamente dicha.

Terminó por sentarse, manteniendo las piernas juntas como podía esperarse y esa postura tan recta pero elegante que tanto la caracterizaba. Por el momento no le apetecía beber o comer algo, por lo que terminó negando suavemente, recorriendo el lugar con la mirada con un pequeño brillo de curiosidad en sus ojos, claro que esto no duró demasiado, puesto que su cuñada logró captar la atención de la menor. Posó esos orbes violáceos con reflejos celestes sobre la contraria, observando con cuidado la pequeña cajita que terminó tomando entre sus manos. -¿Uh?, no era necesario que te molestaras pero muchas gracias, Saeko- El tono de voz de la pelinegra era gentil, delicado, e incluso suave, quizás porque ese comportamiento particular únicamente se presentaba con actualmente tres o cuatro personas del circulo de la revolucionaria.

Terminó por abrirla y tras un entrecortado suspiro parpadeo doblemente con rapidez, admirando aquel hermoso broche que resaltaba por ser una pieza delicada, sencilla pero que transmitía cierto estatus de impronta. La hibrida mitad ángel, mitad demonio, sonrió nuevamente…ella particularmente no solía usar piezas ostentosas, la gran mayoría de las joyas permanecían guardadas con sumo recelo porque habían sido justamente un obsequio por parte del hombre que amaba. Siempre llevaba un pequeño colgante en forma de triángulo y fue entonces cuando supo que de ahora en más, también usaría siempre ese broche, prefiriendo tener ambas prendas a la vista.

-Es precioso. Lo usaré y prometo cuidarlo mucho, gracias de nuevo- Y si ella lo decía era porque así sería, lo llevaría siempre consigo vaya donde vaya por ser especial. Estuvo a punto de comentarle algo más al respecto, pero automáticamente algo hizo que elevara la vista hacia la entrada del bar…Había captado una presencia que por cuestiones desconocidas la hizo poner levemente en alerta, aunque no de mala manera. Notó la presencia de un pelirrojo que bien podría parecer común ante los demás, menos para la hibrida que había posado toda la atención en él…No podía definirlo, pero sentía atisbos de la energía de Saeko alrededor de ese hombre extraño, ¿se habían visto recientemente?, no lo sabía a ciencia cierta. Continuó observándole, manteniendo la mirada ligeramente entornada antes de regresar la mirada hacia la fémina. -Disculpa…Me distraje. Mi existencia aun es efímera, desconozco sobre ciertos asuntos y además…es Takumi quien recluta a las personas, yo simplemente le acompaño. Tengo mucho que aprender aún. No olvides que ambas poseemos el mismo rango, nada nos diferencia- Afirmó con ese tono de voz aristocrático pero dulce tan natural de ella pero con reflejos de humildad, después de todo, nada podía comparar la existencia de aquellos longevos demonios con los fugaces dieciocho años de Isela.

En el recorrido de miradas no pudo evitar notar una cabellera verde entre las personas, por lo que su sonrisa se amplió un poco más al descubrir que se trataba nada más ni nada menos de aquel pirata, Bartolomeo, el mismo que había conocido en el castillo del monarca y con quien luego termino pasando experiencias poco gratas en Arcadia. -Parece que estamos todos...o casi todos-

por **Jin Minamimoto** Vie Jun 19, 2015 5:10 pm

-al parecer la dinámica de este lugar era bastante interesante, muy alegre y colorida. La gente se paseaba por todos lados, comiendo y disfrutando de casa atracción, puesto y escenario que había. Era como estar dentro de un sueño donde todo y todos habían olvidado sus problemas por completo, pero ¿de qué manera? ¿por qué? ¿acaso no sabían lo que había ocurrido? era un poco confuso, sobre todo por tantas sensaciones y emociones que transcurrían por mi mente, pero no era el momento para hundirme, menos ahora que mi objetivo era olvidar todo aquello y disfrutar. De a poco mi camino me llevaba a diferentes lugares, pero lo que me había llamado la atención por completo fue una pequeña orquesta que estaba reunida, no sonaban nada mal a mi parecer, pero no solo eso, sino que a la par estaban representando una pequeña historia con actores de verdad. Era algo fascinante, un caballero, un aprendiz y un mago estaban luchando para salvar a una doncella en apuros, solo habían niños observando, era algo bastante tierno, hacer algo para contar historias, y que mejor que con la ayuda de la música y la actuación. Tras un momento y varias vueltas más tarde había comprado una bolsa de caramelos y dulces fritos, su aroma me había enamorado por completo, así que me dediqué a comprar cada platillo dulce que había. De nuevo pasé por el escenario, sin embargo había un serio problema al parecer: uno de los artistas se había lastimado, el caballero tras dar una voltereta mal en la escena del enfrentamiento se tropezó y se lastimó el brazo, por lo que al parecer la función debía ser cancelada, los niños estarían tristes, y eso era algo que no me agradaba para nada, así que me acerqué a los artistas quienes al parecer su reacción fue de asombro, no entendía el por qué, iba de civil como siempre, aunque parecieron reconocer mi rostro.

Aaaahm...hola...jeje, mi nombre es Jin Minamimoto...e-este...me preguntaba si podía participar en su obra, me encantó como lo hacían y me apenaría mucho que se cancelara y que los niños se perdieran de algo tan bonito, así que...¿puedo participar?

-Los artistas tras pensarlo un poco asintieron con algo de duda, aparentemente no creyeron que tuviera el talento para ello, lo que no sabían es que mi madre me instruyó bastante bien en el arte musical y escenico. Me puse el atuendo, una armadura blanca con azul en los hombros y las rodillas, una capa con copos de nieve dibujados de una manera excepcional y un casco que asemejaba a una cabeza de dragón, todo estaba bien hecho y de buenos materiales, incluso combinaba con mi espada, decidí usar la mía a pesar de que me ofrecieron la suya, no me sentiría cómodo usando otra. Una vez comenzada la función me sentía muy bien, cómodo, conocía la historia por lo que no me resultó dificil entrar en personaje. Mi parte favorita fue en la que el maestro, quien había sufrido una pérdida enorme al no poder salvar a su primer amor, le enseña al aprendiz el arte de ser un caballero, esa canción me la sabía de memoria, cada movimiento, cada expresión, era una sensación que me llenaba de alegría.-

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por Invitado Vie Jun 19, 2015 5:28 pm

Por un lado el varón optó por ignorar mi pregunta en pos de más información, al principio pensé que era otro más que me trataba como alguien haciendo preguntas estúpidas o que no merecían la pena contestar mas conforme fue avanzando la conversación pude darme cuenta el porqué de su indiferencia. La Pelinegra me proveyó de lo necesario para darme cuenta de que lo que trataba de averiguar era de un grado tan oscuro que de tratar de indagar más en ello sería catastrófico para quien se atreviera a descubrir más cosas sobre ello. Acompañé al trío a un lugar más apartado, si íbamos a seguir charlando referente a ésto lo más seguro era hacerlo en donde estuviéramos a salvo de oídos ajenos, una acción de gran prudencia tomada por el chico cuya iniciativa era la de procurar olvidarlo y pasar página mas había alguien que no consideraba tan sencillo hacerlo, la pelirroja que antes de apartar el tema de conversación tenía algo que decir para dejar en claro lo que pensaba sobre todo ésto.

Percibí angustia en sus palabras, cada cosa que contaba me hacía comprender un poco más la naturaleza de los rumores que escuché, no imagine que fueran ciertos casi estaba seguro que no eran más que exageraciones o maniobras para meter miedo y así conseguir algún propósito pero si los orígenes que dieron lugar a cómo era hoy Capital City estaban cubiertos por un manto de masacre y desolación convendría que no volviera a mencionarlo, sería desastroso que por mi deseo egoísta de conocerlo todo sobre todo produjera sentimientos negativos en aquellos que me rodeaban. Suspiré ampliamente cruzado de brazos, serio ante tales hechos de los cuales fui puesto en conocimiento, como la pelinegra dejó claro era más conveniente tratar de pasarlo bien en la fiesta en vez de revolver viejos huesos. -Jamás imagine que algo así haya podido suceder...os agradezco por contarme y lamento haberos puesto en ésta situación comprometida, supongo que soy un Dios demasiado curioso. tendí la mano buscando estrechar las ajenas en señal de saludo -¿Os importaría si os acompaño en la fiesta? Aún no he tenido la oportunidad de labrarme buenas amistades y se sentiría un poco solitario tener nadie con quien conversar.

por Invitado Vie Jun 19, 2015 6:44 pm

Sonrío porque me gusta la manera en la que James se expresa. Pueden pasar dos cosas, que sea un simple chulo al que le gusta fardar antes de que se desarrolle lo serio, o que de verdad tenga tanta mala hostia como para agarrarse a liar bronca por falta de paciencia, y sinceramente, espero que sea lo segundo. Es un broncas, de eso no me cabe duda
-Para empezar, como has llegado hasta aqui? Supongo que en aerodeslizador, pero nunca está de mas preguntar....

Me fijo en la sonrisa medio orgullosa medio frustrada que se trae James. Le pego un trago mas a la botella aquella que cogi de las que iban repartiendo los camareros, antes de deshacerme de ella tirandola por ahi sin mas a la par que me encojo de hombros, escuchando a James. Parece que tiene cosas interesantes que aportar.
- Entonces es cierto lo que se dice, que esto antes era una isla salvaje....con sus nativos y esas cosas.¿Donde están ahora?
Aunque pregunto, una parte de mi tiene bastante clara donde están. O muertos, o apresados. Seguramente muertos. Si no han sabido defender su tierra...bueno, por algo será. Camino un par de pasos para dejar de estar tras James, y situarme a su par, a una distancia que se considera educada. Ni muy cerca, ni muy lejos. Miro al gato que trae sobre su hombro, antes de mirarlo a él cuando me hace esa pregunta. Vaya, parece que me ha calado rápido, al clasificarme entre "los no civilizados"
-Vaya, y que te hace pensar eso? Lo de no ser civilizado -por un momento, por la sorpresa con la que le pregunto eso, parezco hasta contrariado. Nada mas lejos....

Decido contestarle abiertamente, total, tampoco tengo nada que ocultar con este tipo. En principio. Y de equivocarme...tocaria rectificar, y dado lo que había visto de él seguramente seria rectificar a base de hostias. Tampoco me importaba.
- Vine a enterarme un poco de que iba todo esto. Habia oido rumores pero siempre es mejor ver las cosas con tus propios ojos...reconozco que me siento bastante como un extranjero por aqui. Y la verdad, estas naves voladoras me fascinan. Tienen un algo especial....eso de moverse por el aire, huele a libertad. Si no fuera porque es ilegal, robaría una de esas - digo eso ultimo medio riendome, como tentando a la suerte, para contemplar la reaccion de mi interlocutor antes. Observo a James unos segundos en silencio antes de preguntar, sin perder ese aire alegre mío -No estoy seguro pero, diria que tu has venido a comprobar algo aqui. Pareces bastante disgustado.

por Invitado Vie Jun 19, 2015 8:50 pm

por Invitado Sáb Jun 20, 2015 9:18 am

Seguí al grupo curioso, quedándome igualmente algo alejado para no levantar demasiadas sospechas y poder escuchar bien, aunque no supe si había acertado con esa decisión. El tipo de pelo azul no me gustaba. Ese tal... Akki. ¿Cómo que no se podía hacer nada? Vale, sí, estaban muertos, pero los asesinos seguían libres, y estoy seguro que más de uno lucía una nueva medallita por saber dónde hacía más daño la espada. Además, no se puede pasar página así como así. Entiendo que pueda darle algo igual, ¡pero no dejan de ser vidas perdidas! Y seguro que la excusa era cutre y mala, en plan "es que eran unos rebeldes", o "eran un peligro para nuestra sociedad", o parecidos. ¿Por qué todos parecían tener tantas ganas de matarse entre sí? Si querían hacerlo, vale, que se destripen con una navaja, pero joder, ¡al menos que no metan a inocentes de por medio! O a soldados, que vale, tienen la culpa porque ellos fueron los que apretaron el gatillo, pero entiendo que muchos no tuvieran elección... ¿Por qué utilizar al ser humano como un arma? Las personas podríamos ser como plantas... por la noche son peligrosas, sí, pero es gracias a ellas a que la vida continúa. ¡Nosotros deberíamos ayudar a que la gente progresara, no a que se destruyera ente sí!

Hice una mueca de desprecio e hice ademán de irme, pero entonces la pelirroja le cantó las cuarenta. Me la quedé mirando, sorprendido, y esbocé una sonrisa. Je. ¡Y encima era de las mías! Esa chiquilla me caía bien. Aunque si lo que quería era descubrir información, yo me sabía varias y buenas maneras. Ésto era una fiesta, ¿no? La gente se quedaba tonta y se despistaba enseguida aunque no tomara más de una copa, así que no era difícil engatusarla. Además, aunque no estuvieran allí, bailando o bebiendo, por el ambiente ya solían estar menos alerta... Con un poco de cuidado se podían descubrir cosas bastante suculentas.

No me lo pensé mucho (cosa que no debía ser muy buena idea) y me acerqué más a ellos. Le toqué un poco el brazo para que notara mi presencia y sonreí-Sé dónde puedes descubrir esa información.-y para que no se pusiera muy a la defensiva, añadí:-Yo también soy Rubinus.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater