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por **Alexey Zherdev** Miér Jun 29, 2016 1:41 pm

Para ser una misión donde se suponía los riesgos eran altos, todo parecía demasiado tranquilo…demasiado calmo por decirlo de una manera. No solo era la falta de peligro pero también la aparente calma que todo ese grupo tenía. Ósea quien se le ocurre frenar a tan solo unas horas de comenzar su marcha para descansar en un manantial, especialmente cuando ninguno había hecho algo que realmente requiriera esfuerzo excesivo. Todo eso le parecía demasiado extraño y bastante irresponsable pero como había decidido cuando abandono la base, evitaría su intervención en lo que sucediera con los demás y simplemente se concentraría en volver sano y salvo a su hogar junto a su mujer.

Aquellas aguas debían de venir de algún volcán, podía sentirse como estaban acompañadas de alguna clase de mineral que al parecer actuaba sobre los efectos provocados por la fatiga o al menos fue capaz de experimentar una mejoría en la mínima cantidad de cansancio que tenía producto de la caminata desde la nave. Sin duda era algo que podía ser útil más adelante pero no tenía nada con que llevarla además tenía cierto presentimiento que no sería tan efectiva lejos del manantial. Una lástima pero a lo mejor hallarían sitio similar cuando realmente fuera necesario aprovechar sus efectos regenerativos, no ahora que solo servía para calmar un poco la sed de todos.

Aún continuaba con ese mal presentimiento, algo en las corrientes de viento llamaba a algo oscuro…algo peligroso y por primera vez quiso haber heredado el don que su madre tenía. Era muy incómodo ese sentimiento, especialmente porque distraía su atención cada cierto tiempo, perdiéndose en las posibilidades que se acumulaban en su mente. Podía ser un millar de cosas pero sabía que la calma no iba a durar demasiado, escucho en la lejanía un sonido que nada tenía que ver con animales de esa zona, es más sonaba varias veces más grande que cualquier criatura que hubiera encontrado. Estaba lejos aún pero era capaz de percibir las vibraciones en la tierra, se estaban acercando y eran mucho aunque no era capaz de definir cuantos en realidad pero era seguro que no serían amistosos. Tal parecía que los primeros peligros de los que hablaron en la base comenzaban a dejarse ver, por lo menos no estaría aburrido como hasta ese momento. Ignoraba que venía pero siempre era mejor estar precavido así que en silencio arranco un segundo cristal de su pulsera y luego de repetir lo que hizo en la bodega, absorbió en su cuerpo la energía.

No tardo mucho para descubrir que estaba acechándolos o más bien quienes estaban haciéndolo. Nunca había visto seres como esos, su aspecto era similar al de una persona o al menos a una que hubiera sido congelada y luego agrandada algunos metros. No eran tantos como pensó pero si peligrosos porque fueron directamente contra algunos miembros del grupo. Se sorprendió que hubieran ignorado su presencia, quizás porque estaba más alejado que los demás pero eso le daba una ventaja, un golpe sorpresa sobre ellos. Desde su lugar intento decidir sobre cual atacar, no era fan de ayudar a nadie en ese lugar pero una vez sinceramente no parecía del todo mala además que mejoraría un poco su presencia frente a los demás. En un principio pensó ir por quien atacaba a la ministra pero sabía que esa mujer no requería ayuda de nadie así que centró su atención sobre quien atacaba a esa muchacha con orejas de conejo. No tenía idea de quien era, seguramente se había presentado y Yusuke se lo perdió por llegar tarde pero realmente era lo de menos eso.

Silencioso sobre la nieve, se abrió camino hasta llegar a ese monstruo gigantesco. Lo primero que hizo fue interceptar el ataque sobre la muchacha que fácilmente bloqueo usando su katana como para destrozar los muros de hielo mientras su cuerpo absorvio tanto la electricidad como el fuego, usando ambos para recubrir su espada y embistiendo a la bestia, regreso el daño en un corte frontal que dividió limpiamente el puño del gigante por el centro del mismo. Inmediatamente retrocedió un poco y creo en su mano varias navajas de hielo. Era consciente de que eso haría poco daño pero no quería gastar todavía toda su energía y además ya había causado bastante daño al destrozar la mano del gigante —No estaría mal que te prepares…dudo que esto lo derribe —Murmuro hacia la mujer/conejo mientras lanzaba todas las cuchillas contra el rostro del jotun, aprovechando el adicional de energía en su cuerpo para aumentar la potencia y velocidad de su ataque.

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por **Auros** Miér Jun 29, 2016 1:41 pm

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#2 'Dado Cósmico' :
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#2 Resultados : 46

por **Kuro Usagi** Miér Jun 29, 2016 2:59 pm

Gracias a mis orejas que se movían con cierta gracia a cada lado. Podía escuchar si me concentraba las conversaciones que hacían entre los demás, aunque no de todos ya que algunos solo hablaban entre ellos y no se presentaban. Tampoco es como si lo hiciera adrede el escucharlos. Después de todo. Mis orejas podían escuchar a grandes distancias, aunque la debilidad de estas eran desagradables. Al tener oídos tan desarrollados, los fuertes ruidos y agudos me ocasionan dolores. De igual modo si las agarran, no puedo concentrarme o me dolerían al ser estás delicadas.

Pude entonces reconocer quien era quien o de que reino pertenecía. Por ejemplo. A Giss no me hacía falta saber de ella. Pues a esta ya la conocía de otro momento en el que coincidí, además de ver sus habilidades cuando combatió con un hombre en el coliseo. Su compañero Jhon recordaba que antes de que me saliera del gremio Bruder, este era el líder del mismo. Omitiendo eso. Cuando escuche lo ultimo que dijo este sobre lo de que un conejo sabe delicioso en estofado. Lógicamente por puro instinto mi cabeza se volteo hacia el agua del manantial. Viendo mi reflejo en este. Mostrando una cara algo cómica quizás para otros, aunque yo me encontraba asustada.

No sé cuanto tiempo se tardaron en llegar los que quedaban, pero cuando lo hicieron, solo me mantuve en mi sitio. Ya que no sabía como saludar a los restantes. No sabía exactamente como debía de comportarse del todo un Custos Dei. Cierto era que aun era algo nueva en tal cargo y por eso siempre trataba por igual a todos, por muy alto cargo que tenía, pero volvía a repetir que aun así ese era mi modo de ser. Nunca ser más que nadie y tampoco menos. Pero obviamente podía ponerme algo nerviosa al pensar que aquellos que supieran que era una Custos, sus miradas recaerían en mi o al menos podía imaginarme tal cosa, aunque solo fuesen solo imaginaciones mías y nadie realmente prestara atención de mis habilidades pero aun así... tenía un gran optimismo hacia mi persona. Sabía que nos iba a salir bien o esa era mi pensamiento realmente, de que no iba a pasar nada malo.

En un momento de repente nos azoto una violenta tormenta, de la cual no me espere, aunque era normal, si estaba todo tranquilo y eso realmente no es común el hecho de que se respirara tanta tranquilidad. Sentía como mi cabello azulado se sacudía hacia la dirección que azotaba la tormenta, además de mis orejas. Tuve que poner hasta mi ante brazo en frente de mi brazo, entrecerrando uno de mis ojos y dejando el otro cerrado completamente. ¿Por qué así de la nada? Me preguntaba, aunque la respuesta era evidente cuando se escucharon las voces de seres que desconocía. Cuando estos hicieron acto de presencia, comenzaron a atacar a los demás. Lógicamente yo me levante para dejar de estar de cuclillas y pensar en atacar. Lastimosamente, el chillido de uno me dejo paralizada en el lugar, por culpa de la debilidad que tenían mis orejas hacia ese tipo de sonidos. Tuve que dejar de poner mi ante brazo en frente de mi y apoyar mis manos en las orejas, como tratando de apaciguar el pitido que resonaba en ellas.

Mientras estaba aun con mis orejas. No reaccione a tiempo cuando vi que uno de esos seres efectuó un ataque hacia a mi, pero para mi sorpresa. Esta nunca llego a rozarme si quiera porque otro se interpuso para bloquear el ataque. Que gracias a mis orejas cuando escuche a algunos presentarse, supe que se trataba de un Vicealmirante llamado Yusuke. Gracias a eso al menos sabía el nombre de quien me había ayudado. —Gracias Yusuke.— Le agradecí. Pues toda ayuda es bien recibida. En el momento en el que él se disponía a atacarle, yo desvíe mi mirada hacia donde Sasha, para saber como estaba y al menos no la estaban atacando. Entonces no requería de mi ayuda. También aproveche a mirar a mi alrededor rápidamente, para ver cuantos habían sido atacados. No subestimaba a mis compañeros o a nuestros enemigos, pues tenía un gran optimismo para seguir pensando de que nos iría bien.

Cuando por fin aparte mis manos de mis orejas, dejando que estas descansaran. Devolví mi mirada hacia donde Yusuke al escuchar que este me hablaba. A lo que yo asentí lentamente, mientras miraba como lanzaba las cuchillas contra el Jotun. —No te preocupes. Enseguida lo remato.— Le dije con confianza al alzar mi puño en alto. Fue entonces cuando comencé a concentrar energía en mis piernas. De las cuales comenzaron a salir chispas eléctricas. Me puse en posición de combate cargando toda mi energía en mis piernas y fue entonces cuando al moverme, deje un boquete en el lugar que anteriormente me encontraba, yendo demasiado rápido hasta donde el Jotu. Cuando estuve a unos metros de este, cogí un poco de impulso para pegar un gran salto de muchos metros y dar una voltereta sobre mi misma, para luego dirigir mis piernas hacia el tipo. Efectuando mi habilidad ''Lightning Kick'' contra este. Esto aumentaba la potencia de mis patadas además de sumarle el efecto eléctrico capaz de causar quemaduras a un enemigo. De igual forma, la velocidad de estas patadas aumenta en comparación a cuando no utilizo tal elemento.

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por **Auros** Miér Jun 29, 2016 2:59 pm

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por **Sasha Alexeyevna** Miér Jun 29, 2016 3:30 pm

A medida que el tiempo iba transcurriendo, algunos llegaban y otros…faltaban por cumplir, ¿a qué se podía deber el retraso?, no lo sabía, pero tampoco se lo cuestionaba demasiado o eso pensaba cuando alguna gota rebelde rodó por sus rosáceos labios tras encontrarse satisfecha con beber de allí, sin embargo, la gota no tuvo demasiado recorrido final pues terminó siendo desintegrada cuando ella posó algunos dedos sobre los mismos…tomándose el debido tiempo como para continuar observando su propio reflejo en la faz cristalina del agua. Luego, entre algunas otras presentaciones, otra muchacha pareció bastante emocionada o feliz de encontrarse con el capitán general, a lo que la diosa solo reaccionó parpadeando con un poco de curiosidad, más no celos…Claramente, la fémina desconocía muchas emociones de los “mortales” y los celos por la presencia de otras mujeres no era justamente algo propio en ella, no de momento, no para un corazón que no había logrado “corromperse” con el paso de los siglos. Rememorando…no de momento. No aún.

¿Qué sentía respecto a ello?, bueno, Sasha no necesitaba generar lazos con otras personas para proceder ante ese alto instinto de protección que sentía por sobre todas las criaturas vivientes, pero actualmente solo se relacionaba de manera más estrecha con su compañera ahí presente, la que estaba siendo atacada como uno de los objetivos de los “oponentes”, y la otra persona era el rubio…aquel hombre que conoció en circunstancias adversas pero que, con el paso del tiempo ahí transcurrido, desarrolló confianza. Deseaba proteger a ese caballero, realmente es lo que sentía, lo que quería y por sobre todas las cosas se encargaría de hacerlo en la medida que pudiese, obviamente.

La aparición de los primeros oponentes generó en ella todavía más sorpresa, más no miedo ni tampoco rechazo. “-Ahora… háganme sentir lo que ustedes llaman “hervir la sangre”- resonó en su cabeza un par de veces, ocasionando que posara la mirada sobre el que formuló tal frase para finalmente centrarse en lo que estaba aconteciendo a un nivel global…Su sangre bien podía ser gélida como el hielo, ella no era de alterarse ni en momentos críticos, oh no…había aprendido a la perfección, pues solo una vez en toda su existencia conoció la desesperación y eso conllevó a una pérdida total del control sobre su propia situación. Aquel semblante expresaba orgullo pero a la vez seguridad en justa medida, así que solo apenas elevó el mentón pero sin llegar a sonreír, recayendo en la acción de hacerse con otra de esas gemas extrañas que daban más poder…Empatía sentía por esas criaturas porque a fin de cuentas, si, ese ejercito pecaban de invasores, pero…¿Qué más podía hacerse?, no mucho. Se les encomendó una misión, tenían que llevarla a cabo.

—Parece que Usagi no me necesita de momento…— Murmuró contemplando como había recibido ayuda por parte de la facción de Tempus, aunque desconocía el cargo de este, ya que a ciencia cierta puede que en breves momentos de distracción no haya oído a este anunciarse ante los demás. Obviamente, suspiró a medida que iba avanzando a un paso tranquilo pero sin prisa…esos cabellos violáceos ondeaban con la brisa gélida de una forma pausada, como si por instantes y por más retorico que sonase, el tiempo ejerciese un efecto adverso o magnánimo en su persona. —Entendido, Owen. A eso voy, espero seas bueno para evadir si quedas en medio— Murmuró sin más, siendo que en ese preciso momento el cuerpo de la diosa solar comenzó a emanar en tonalidades azules energía en estado puro, manifestándose al final en forma de aura que la rodeaba. Allí fue cuando todo comenzó a cambiar…

El clima tempestivo de la montaña ayudaba, pues las nubes comenzaban a arremolinarse, a convertirse en nubarrones tras amontonarse de un modo bastante directo, oscilando en tonalidades negras/violáceas/grises que solo ofrecían a la escena una pronta situación caótica…Sin más, el viento parecía descontrolarse con furia, pero no había que temer…ese fenómeno estaba siendo controlado por Sasha, quien se detuvo a una distancia prudencial, extendiendo la mano derecha hacia el objetivo en cuestión. Todo era una dulce contradicción, su imagen siempre tan serena no concordaba demasiado con la “violencia” con la que sus cabellos se movían, sus ropas y finalmente…esa frialdad en la mirada que hacía ya tiempo no mostraba ante los demás. De un segundo a otro, toda esa energía eólica acumulada, con potencia ciclónica, se dirigió devastadoramente hacia el Jottun que atacó el capitán general…Pues solo había que ver ese cúmulo de fuerza bruta elemental arrasando con todo a su paso en un intento por golpearlo de lleno para destrozar al blanco elegido.

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por **Auros** Miér Jun 29, 2016 3:30 pm

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por **Master Angelus** Miér Jun 29, 2016 3:44 pm

La vida de un guerrero siempre le lleva a nuevos lugares por visitar, a nuevos combates en los cuales luchar aun cuando no tiene a un señor al cual servir como ocurría antes mientras yo era uno de los Custos Dei que hacían valer la voluntad del Lord. Ahora mismo, en estos momentos en los que mis habilidades no eran necesarias para defender el territorio gobernado por el señor supremo de todos los que están en los tres continentes, sin mas preocupación que la de saber que haría el día de hoy, fui contactado por una de aquellas personas en las que mas creí que iban a tomar mal mi partida de las fuerzas activas: Mi hermana, mi querida hermana adoptiva Christa, quien ha llegado a altas cumbres como la Ministro de uno de los tres reinos originales, y alguien que, como yo, vio los horrores de la guerra que se desató antes de que la paz del Lord reinara.

Ella es aun muy joven, y no es como yo que he vivido incluso desde antes de que la misma nación que ella gobierna existiera. Yo estuve entre los primeros, por mas que habia optado en ese entonces por ser simplemente alguien que no quería preocuparse por nada mas que empuñar una espada para defender su hogar, cosa que he hecho una y otra vez en incontables ocasiones antes de ser requerido para formar parte de la primera versión de los mas fuertes del momento. Ahora, hablando de los Custos Dei, ¿como estarán ahora mismo? Ellos no están muy presentes en ocasiones, solo actuando cuando ocurre algún evento de gran importancia.

Ah, no es mi problema ahora. Ya he visto crecer a mi hija y valerse por si misma en este mundo, y es hora de dejar a los jóvenes que tomen el lugar de la vieja guardia. Me pregunto si el Lord se sentirá igual en estos momentos. Ahora mismo, lo que importaba es que tengo un nuevo trabajo, y que por eso debo concentrarme. Hablando de jóvenes, estoy viajando con uno de ellos ahora, un mago al servicio de Christa que actúa a modo de almirante de su flota de guerra, su nombre siendo Sho, si mi memoria no me falla en estos momentos.

Un poco joven, tal vez, pero estoy seguro de que su puesto es uno que se ha ganado por su valor y eficiencia, virtudes altamente respetadas en Tempus. Christa no ascendería a cualquiera así como así, porque conozco como piensa esa cría chistosa.

-Almirante, no hace falta agradecer. Este es tan solo un trabajo mas, y no puedo dejar pasar una petición directa de Christa, por quien siento mucho aprecio.-Esas fueron mis palabras al tiempo que estrechaba con fuerza la mano de aquel joven tan respetuoso. Que cosas habrá oído hablar de mí, tal vez solo el Lord lo sepa, pero pareciera ser que han sido cosas bastante buenas por su modo de dirigirse ante mi persona-Es un placer poder echarles una mano en estos momentos tan aciagos. Tempus es mi hogar, por mas que me la pase viajando por el mundo entero, y siempre va a serlo.

Palabras mas ciertas jamas podrían ser pronunciadas por alguien como yo, pues es verdad que en mi corazón aun anida la fría llama patriótica que me empujó una vez a convertirme en un general de tropas cuando era joven, cuando todavía era un inexperto y cuando me llené de renombre por mis dotes como comandante. Mucho es lo que he combatido y mucho es lo que he aprendido, un verdadero sobreviviente de mil batallas y que sin embargo conoce de los rigores de la muerte y la perdida.. mucho he perdido, si. Amigos, conocidos... Familia. No solo la guerra es el origen de estas perdidas, sino que la muerte en general puede cobrar muchas caras, mil mascaras aterradoras pero a la vez sutiles.

Mi esposa... mi hermosa esposa a la que tanto amo, pese a que no está mas en este mundo...

El viaje ha sido tranquilo, en cierta manera. Este submarino, posesión del joven Sho, es una pieza tecnológica de alto nivel que permitía mantener un aire de comodidad austera y estéril sin perder ni un ápice de practicidad y eficiencia, un verdadero triunfo de forma y función digno de ser registrado en los anales de la historia del reino de hielo, como a veces es dado a conocer Tempus por aquellos que viven en otras tierras. Un viaje en el que yo he estado sumido en mis pensamientos, en memorias antiguas y recientes de perdidas, pues estas siempre suceden, nunca son evitables. No hace un par de días, en una misión de rutina en la que estaba con un novato, un desafortunado golpe de la cola de un Duramboros mató a mi compañero, quien estaba en una mala posición al sobreextenderse durante la cacería, confiado de que la bestia herida pronto iba a caer. Grave error, ciertamente, pues una bestia herida y acorralada es una bestia que se defenderá con aun mas fuerza.

Un error, si, que ha pagado con su vida. No ha habido tiempo para llorar, ni tampoco han habido lagrimas que brotaran de mis ojos secos.

En fin, el viaje fue corto. Ni bien llegamos, con el almirante nos hemos puesto en camino para poder reunirnos con el resto del grupo de combate, todos aquellos que fueron seleccionados personalmente por Christa para tal misión. Creo recordar que entre aquellas personas presentes iba a estar mi hija Alba, en calidad de Caduceus y doctora que atienda las heridas de los que combaten, pero aunque preferiría que ella permaneciera fuera de esto, ya es una adulta responsable y es verdad que sus dotes para la medicina y la magia curativa pueden ser muy útiles en una lucha contra criaturas poderosas. En efecto, ella estaba ahí, junto con el mocoso Owen, a quien ella consideraba un hermano adoptivo por haber sido uno de mis alumnos mas... "destacados", si se le puede decir de cierta manera. Supongo que algo ha de haber aprendido, si es que se convirtió en uno de los Capitanes Generales de Spatium. A todos ellos los saludé con un movimiento de mi cabeza, mientras esperaba de brazos cruzados a que comenzara la marcha hacia el punto que debía ser visitado y donde el próximo objetivo de esta misión sería revelado.

Como tal, el viaje dio inicio luego de que todos los presentes, tanto de Tempus como -sorpresivamente- de otros efectivos de reinos que no tienen realmente mucha relación familiar con Christa, estuvieron reunidos. Un manantial de aguas curativas era la zona de inicio, hasta donde parecía ser, y el resto del camino nos llevaría a adentrarnos en las montañas, pero el advenimiento súbito de una tormenta de hielo no era un suceso normal en estos momentos, en esta época del año. Mirando a mi alrededor, pude notar como no era el único presente que habia estado sospechando que habia trampa de por medio, y que estaban obrando en estos instantes energías malignas que anunciaban el arribo de enemigos en busca de combate.

Y, así como habia sido pensado, palabras que retumbaban por el lugar con fuerza y gravedad se hicieron oír por todos los presentes, pues provenían de un monstruo que en realidad no pensaba que volvería a ver o del que simplemente volvería a oír hablar, pues todos pensaban que los Jotun helados, la raza de los gigantes de hielo, se habían extinguido tras ser aniquilados en una de las grandes batallas durante los primeros siglos de Tempus, cuando todavía estábamos peleando por hacernos de un lugar en este páramo congelado. Aquel que se hizo anunciar como el líder del grupo enemigo y jefe de los gigantes en esa tierra nos ordenó presentar combate ante él para poder saciar su sed de sangre y batallas o... simplemente morir. Esa opción, naturalmente y por como brillaban los ojos de todos los presentes, era una que no podía ser tomada. Todos venderíamos nuestras vidas a un altísimo precio, asegurándonos de llevarnos con nosotros a todos estos seres habitantes de un infierno blanco.

Pero donde mi mente debería estar tranquila mientras empuñaba mi espada larga, uno de los pocos objetos de valor que he logrado conservar de mis días como soldado raso en los primeros escuadrones angelicales durante el origen de Tempus, esta se vio cubierta y ofuscada por una neblina escarlata al presenciar como uno de aquellos monstruos helados osaba convertir a mi hermana adoptiva en su objetivo, al dispararle una flecha que quería volar certera en dirección al pecho de Christa.

Eso... es algo que no podía aceptar. Es algo que no voy a permitir. Eso es algo que debe rectificarse, porque en esta misión nadie ha de morir. No voy a permitirlo, no de nuevo. Agitando mis alas raudo, me elevé hacia los cielos para cobrar velocidad y distancia, con el fin de clavar mi hoja de acero en el congelado corazón del arquero, para acabar con su vida como él ha intentado acabar con la de mi hermana.

-Muere mil muertes, gigante helado. Muere por intentar dañar a mi familia frente a mis ojos.-Susurré a oídos del Jotun que habia atravesado con mi espada, realmente sin preocuparme demasiado por lo que el monstruo intentara hacer. El disparo de esa flecha fue suficiente razón por la cual yo he optado para elegirlo como blanco de mi ataque-Muere y se olvidado. Muere en estas tierras de hielo eterno.

Muere, por el pecado de querer hacer que mi corazón adquiera otra herida.

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por **Auros** Miér Jun 29, 2016 3:44 pm

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por **Jade BloodMoon** Miér Jun 29, 2016 7:08 pm

La azabache no podía estar más orgullosa de su posición, en pocos meses se había convertido en una de las personas de confianza de la ministra de Tempus y por consiguiente la habían designado a viajar junto a ella hasta las montañas nevadas.
Poco le importaba que en aquella nueva aventura podría perder la vida, no le importaba morir luchando por su reino si alcanzaban la victoria.
Junto a las dos mujeres estaba también la joven Caduceus y sobrina de Christa, Alba Angelus, junto a ellas dos se sentía sinceramente protegida dado que sus habilidades sanadoras eran de las mejores que había visto en su vida, estaba segura de que ambas serian un gran apoyo en batalla.
-Alba es usted un amor de persona, es un placer compartir esta experiencia juntas-. Le dijo a la híbrida de cabellos plateados.

El trayecto se hizo corto, y aunque de vez en cuando se dirigía a Alba y Christa intercambiando información, la mayoría del tiempo Jade permanecía en silencio sin apenas pestañear, pensando en lo rápido que había pasado el tiempo desde que era una teniente de fragata.
Todo en lo que se había convertido se lo debía a su padre, ese bondadoso semidragón que hasta hipoteco su humilde hogar para que la azabache tuviera los estudios universitarios con los que siempre había soñado, las ingenierías habían sido desde siempre su gran pasión y solo podía estudiarlas en Tempus la ciudad más avanzada en cuanto a tecnología se refiere.

Bajo sola a la pequeña bodega del navío para servirse un trago, aun no tenia la suficiente confianza con la ministra para invitarla a beber y menos aun para decirle lo que iba a hacer en digamos "la jornada laboral" pero un chupito de tequila le iría bien para calentar cuerpo y despejar su mente y tampoco esa miseria la embriagaría.
Salio un instante a la popa para ver la vista que dejaban atrás cuando se percato que en apenas cinco minutos estarían desembarcando, por lo que bajo de nuevo para coger su capa negra ya que aunque a la semidragona no le afectaban apenas los climas muy fríos por su naturaleza pues su temperatura corporal solía estar siempre unos grados por encima de la media, tampoco quería ponerse excesivamente a prueba.

Al desembarcar la ministra les propuso a ambas mujeres descansar en un manantial hasta que vinieran los demás, -No le he agradecido aún que haya depositado su confianza en mi señora ministra, desde hace tiempo soy una persona a la que le cuesta mucho expresar sus emociones pero le aseguro que le estoy muy agradecida-, le confeso tímidamente a Christa.
La temperatura cada vez era más gélida y el paisaje más sombrío, se podía notar en el ambiente que algo maligno se aproximaba, las nubes se desplazaban rápidamente y cada vez tenían un color más oscuro, Jade amaba las tormentas así que no le daba mayor importancia .
Poco a poco y en grupo iban llegando, a algunos los conocía y a otros no les había visto en su vida, pero con tanta gente al menos se haría mas amena la expedición.

No tardaron mucho tiempo en aparecer unos seres gigantescos de hielo atacando a algunos de sus compañeros, posó sus orbes jade sobre el gigante que se acercaba a su almirante, -¡Cuidado señor!- grito a Kishimura para que su ataque no le hiriera a el; -Caricia eléctrica-, grito la azabache y al instante dos anguilas cargadas de electricidad salieron disparadas contra Hafthor, a la vez miraba rápidamente a su alrededor buscando a Alba con la mirada para asegurarse que estaba bien, aquella joven Caduceus desprendía tanta bondad que no quería que nada le pasara y aunque sabia que estaba bien protegida por su padre y su tía sentía que ella también debía protegerla.

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por **Auros** Miér Jun 29, 2016 7:08 pm

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por **Jhonatan Alexander** Miér Jun 29, 2016 8:45 pm

El rubio estaba arrodillado junto al agua cuando una potente tormenta de nieve pareció desatarse de repente, cosa que al noble de dorados cabellos no le hizo ninguna gracia. Su cuerpo rápidamente comenzó a expandir por sí mismo un inmenso calor, que buscaba contrarrestar el frio a su alrededor. AL ser las condiciones de la temperatura tan bajas, la tersa piel del Gladius comenzó a arder a tal punto de que el vapor se extendía a su alrededor elevándose de forma suave y sosegada. Su cigarrillo rápidamente se consumió solo y fue arrojado al suelo, aquello era claramente anormal.

-Giss, cubramos todos los angulos... Nos atacan. –Musitó el rubio colocándose ágilmente espalda con espalda con la pelirroja. Poca de las personas a las que podía acercarse con aquella temperatura en el cuerpo. Únicamente podía ver a su alrededor el blanco de la nevada que caía frente a sí mismo, no se oía un alma a su alrededor. En un punto logró escuchar el murmullo de sus compañeros en la lejanía. Aquella ventisca era extraña, parecía estar rodeada de cierto poder poco identificable para el militar.

De pronto, de entre la oscuridad de aquella tormenta una potente y profunda voz resonó en sus oídos. Una tras otra, las palabras que resonaron se clavaron y adentraron más y más en el corazón del orgulloso noble que ardía de deseos por devorar a aquel ser entre sus llamas.

-Jotun? –Murmuró el muchacho tranquilamente mientras alzaba la vista hacia el lugar de donde provenía aquella voz. –Mi nombre es Jhonatan Alexander Von Freecss Sinclair, un noble del reino de Spatium, guerrero Gladius del reino de chaos y fiel sirviente del gobierno. Y abiertamente deseo decirle… QUE PUEDES PUDRIRTE EN TU MISERIA INTENTANDO HACERME TU ESCLAVO! NO VOY A HERVIRTE LA SANGRE! VOY A CORTARTE EN PEDACITOS Y A EVAPORAR CADA ÁPICE DE TU EXISTENCIA! –Soltó el Gladius con su voz grave en un grito desafiante y confiado.

Aquellas palabras no debieron gustar demasiado al gigante de hielo, pues con tan solo haber terminado de decirlas la tormenta se disipó y el guerrero pudo ver como un inmenso filo recorría el aire directo hacia su cabeza. Los monstruos que les atacaban eran inmensos y aquel que el enfrentaba parecía ser el líder, cosa que solo logró satisfacer el orgullo propio del semidragón.

-Por favor… -musitó el rubio sonriendo, quien desenvainó su espada en cuestión de segundos y detuvo con facilidad el potente golpe de su adversario.

-¿Eso es todo? ¿Tanto alboroto solo por ti? –El rubio no pudo evitar reír por lo bajo. Y yo que creí haber encontrado un buen oponente… -Musitó llevando otra perla negra a su boca mientras sostenía su espada únicamente con una mano. –Ahora verás lo que sucede cuando te metes con dos guerreros de chaos… -Afirmó Jhonatan observando a su compañera.

No dubitó ni un segundo, tan solo tardó un ápice del mismo para poder desviar el hacha con el que era atacado. Con una velocidad increíble se colocó justo frente al Jotun, moviéndose a su flanco izquierdo en lo que su espada se envolvía en llamas. Bastaron tres cortes hacia el mismo, para culminar el ataque del poderoso guerrero que tenía perfecta confianza en que su compañera continuaría el combo causando un daño letal a la bestia.

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por **Auros** Miér Jun 29, 2016 8:45 pm

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Resultados : 29, 24

por **Kishimura Sho** Miér Jun 29, 2016 9:22 pm

Era un gran equipo de búsqueda el que había reunido nuestra preciada ministro, ya que este contaba con personas bien entrenadas provenientes de los tres reinos y hasta teníamos la ayuda de un Custos Dei y Bellator Dei. Uno al pensar que con tanto poder de nuestro lado no habría problemas cuando llegara la hora de luchar contra algún rival o guardián que se presentase, pero yo no estaba tan confiado. A pesar de mantener una actitud relajada, casi desganado, frente al resto de mis camaradas había algo que impedía que bajara la guardia. La temperatura en el ambiente disminuyó drásticamente, al mismo tiempo que las poderosas corrientes de aire daban comienzo a lo que sería una tormenta. - ¿Hmm? Se tardaron bastante en aparecer... - Dije mientras me ponía de pie, sin apuros, para luego sacar uno de los cristales de color oscuro que llevaba en uno de los bolsillos internos de mi abrigo blanco nieve. Lo apreté con fuerza hasta que éste se rompiera en miles de pedazos y luego mi cuerpo absorbió la energía que emanaba de aquel objeto.

Los ataques enemigos comenzaron a caer sobre mis compañeros, lo cual nos dispersó un poco por el helado campo de batalla. No muy lejos de mi posición pude observar a uno de los Jotun, quién se preparaba para lanzar una flecha en dirección hacía la ministro, pero no pude acercarme a ella para protegerla. La superficie comenzaba a temblar debido a que una roca colosal impactó contra la zona en donde se encontraba el manantial, y un boquete se creó bajo mis pies. Volteé rápidamente y pude ver al que había sido el responsable de la destrucción del terreno lanzando un gran fragmento de montaña, pero en ese momento vi como la vicealmirante BloodMoon atacaba al sujeto dándome la oportunidad de crear una escultura de hielo que tomara mi lugar para crear una distracción y así atacarlo por sorpresa. - ¡La ira de Jotun os perseguirá por siempre hasta que sus huesos queden limpios y quebradizos impíos invasores! - Exclamó el Jotun a todo volumen mientras parecía estar atento al verme caer por ese agujero recién creado, hasta que éste recibió un fuerte golpe en la cabeza con un gigantesco mazo de hielo hecho por mi persona. - ¿Te has dejado engañar por un simple truco de magia? Grave error... - Comenté antes de soltar una breve risa burlona.
La pelea contra este extraño sujeto ya había comenzado y no había lugar para las bromas ni para tomarse la situación a la ligera. Arrojé mi arma hacia el cielo y esta comenzó a transformarse hasta tomar la forma de un gran dragón helado quien tenía poca velocidad de movimiento pero ataques demoledores. Al darle la orden, mi criatura gélida se acercó al mi oponente para tratar de acestarle un increíble golpe con sus garras, que a pesar ser de hielo tenían una resistencia superior o igual al acero.

Interactué con...:

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por **Auros** Miér Jun 29, 2016 9:22 pm

El miembro 'Kishimura Sho' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Dado Cósmico' :
• Expedición mortal — [Trama de Spirit Soul 8.1] — Rise in Tempus • - Página 2 Baw6yAz

#1 Resultados : 37

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#2 'Dado Cósmico' :
• Expedición mortal — [Trama de Spirit Soul 8.1] — Rise in Tempus • - Página 2 Baw6yAz

#2 Resultados : 69

por **Gissel Gremory** Miér Jun 29, 2016 10:05 pm

La broma que el Gladius hizo en clara referencia a las orejas de la Custos Dei, ocasionó que le observara de reojo y automáticamente le golpease sutilmente las costillas con el codo, pues seguramente esta podía oírla. Gissel no era precisamente alguien que se preocupara por eso, pero debido a las circunstancias era mejor no irse demasiado por boca, así que solo se limitó a prestar atención en el entorno que los envolvía. De la nada el clima cambió abruptamente, la tormenta de nieve se hizo sentir con fuerza y en parte agradeció las emanaciones ardientes del rubio, pues estando relativamente cerca de su posición, no padecía tanto el frio como cuando llegaron. Para su desgracia, la propia presencia del terreno helado le traía varias contras, siendo la principal ese dolor continuo en sus extremidades que persistente parecía arraigarse…

No le gustaba, odiaba el frio, odiaba el contexto de la batalla pero no podía hacer nada para cambiarlo, así que de buenas a primeras posó su atención en los oponentes, estos que aparecían de la misma nada y eficientes en lo suyo, conociendo a la perfección el terreno que custodiaban con imperioso recelo. Escuchó también a su compañero, siempre así de altanero, incapaz de evitar sonreír con ironía, pues la situación prestaba para eso en demasía. —Nos enviaron para algo, supongo yo que tenemos que quedar bien. Aunque bueno, a fin de cuentas podemos echarle la culpa a Azazel si no nos lucimos, ¿no?— Cuestionó mitad en broma, mitad en serio para retomar el contacto visual con el enemigo que obviamente no estaba demasiado centrado en esperar, pero así y todo sin olvidarse en hacerse con otra gema...comunmente conocida como horror cristalizado.

—Tsk…este frio no me ayuda en lo más mínimo— Dicho esto, comenzó a emanar llamas que formaron un imponente arco de fuego, incluyendo una flecha igual de peligrosa con esos movimientos llameantes tan amenazadores. Podía sentirlo a la perfección…ella enviaba toda su energía a alimentar esas llamas para que crecieran, por contraparte, el cuerpo de la valkiria iba cayendo rápidamente en bajas temperaturas…obviamente porque no podía manejar ambas situaciones. —Esto no está saliéndome como quería, Jhonatan— Gruñó por lo bajo, notando que su poder no estaba pudiendo ser enfocado, así que sin más, dejó libre la flecha para que impactase contra el oponente, pensando en encontrar una pronta solución a ello…pues aunque el terreno no fuese su aliado, ya vería la forma de torcer la situación a su favor a como dé lugar, como todo un guerrero respetable. —¡Eh, dragón!. No me complace atacar de lejos, a la próxima acortemos distancias, enseñémosles el estilo de Chaos— Afirmó al final, sonriéndole con obvia altanería, pues a pesar de un primer no muy satisfactorio intento, estaba más motivada que nunca.

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016

Ataque Dados 37	Defensa Dados 69	Contraataque 93
Ataque Total 222	Defensa Total 97	Ataque Recibido 4
HP Actual 999 / 999	HP Perdida/Curada 0	HP Restante 1029 / 1029


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater