[TRAMA] INAUGURACIÓN DE CAPITAL CITY (FESTIVAL) - TRAMA N° 5

Realmente no había mucho para dibujar, pero aún así era una vista hermosa. Una vez que terminara, pensaba ir a caminar por la ciudad. Nunca había estado en la isla, así que sería una buena idea dar un tour turístico para mi misma. Luego de eso... probablemente me iría. No había nada más que me interesara.

Línea por línea, ya casi terminaba el dibujo. Era bastante simple, sólo era el horizonte con una montaña y un bote que me había imaginado, como dije antes, no había mucho para dibujar.
Una vez que terminé, observé con atención el dibujo. Para mi gusto, estaba bien, aunque debía mejorar un poco. Practicaría dibujando algo en la ciudad. Tal vez los edificios, el bar, o algo parecido. Algo más difícil.
Guardé mis cosas en la bolsa y me puse de pie. Observé una vez más al paisaje, suspiré y comencé a caminar hacia la ciudad. Sin mirar a mi alrededor, me dirigí hacia la calle principal. Habían varios borrachos, algunas prostitutas, pero todo parecía estar tranquilo. Con suerte, seguiría así durante toda la fiesta.

Mientras caminaba, miré hacia mi derecha y pude ver una especie de obra callejera. Allí había un joven de complexión delgada, vestido con una armadura blanca. Al parecer era un drama o algo así. Abandoné mi camino para ir hacia el lugar y tomar asiento sobre una piedra junto a la obra. Observé cada detalle de la misma, y la historia me estaba gustando. Pensaba quedarme allí hasta que la misma terminara.
De repente, algo me alertó. No había escuchado nada, pero pude ver algo muy familiar... la gente comenzaba a realizar actos sexuales en la calle. Rápidamente supe qué estaba pasando. Me dirigí hacia donde supuse que estaría la fuente del "hechizo", la cual era Eros.
Había bastante gente en la playa, parecía que estaba a punto de comenzar una pelea. ¿Qué debía hacer? Digo, como guardiana, se supone que haga algo al respecto. Mantener el orden, supongo. Opté por mantener las distancias y observar desde lejos, a ver qué ocurría. Al parecer un hombre estaba enojado con Eros, lo cual no me sorprendía mucho, a decir verdad. Una chica bloqueó el camino del dios, dejando a un chico en medio de la disputa. Mientras tanto, el hombre enojado se acercaba a ellos. Supuse que debía hacer algo, ya había visto suficiente. Me dirigí caminando con tranquilidad al lugar de la disputa, sin siquiera cambiar la expresión de mi rostro ante la situación.

-Están alterando el orden. Deben parar esta disputa, ahora mismo.-

En realidad, creo que no tenía autoridad allí, pero no estaba segura de ello. Sería mejor que ellos creyeran que sí, así podría mantener la serenidad que la isla tenía. Debían ser muy irrespetuosos para arruinar la fiesta sólo por una disputa tan estúpida.

-Todo iba a pedir de boca, la obra iba bastante bien, incluso una chica había llegado a vernos, que cosa más maravillosa estaba ocurriendo, sin embargo algo había captado mi atención, y al parecer también a ella, y eso era que varias personas estaban comportándose de una manera bastante impertinente, teniendo relaciones sexuales a plena luz del día y...¡Dios, realmente era algo que no era fácil de ignorar! intenté concentrarme en la obra, en seguir el guión, pero por más que lo intentaba no podía evitar notar todo eso, era suficiente, no importaba si quedaba mal en esto, tenía que hacer algo de inmediato aún si no tenía jurisdicción aquí...probablemente. Con una enorme disculpa me tuve que retirar, porque no podía dejar pasar todo eso. De a poco la escena comenzó a tornarse un poco más extraña, no solamente la gente estaba teniendo relaciones sexuales, sino que al parecer había una especie de conflicto en ese lugar, por un momento la energía se sentía extraña, pero de repente había cedido, como si de repente la esencia se hubiera esfumado y esparcido por el viento. Era curioso, a uno de ellos ya lo tenía en la mira, era un pirata, de los criminales más buscados, Bartolomeo, en esos momentos me preguntaba si me recordaría, aunque lo dudaba, por otro lado otras dos personas que ni siquiera conocía, pero uno de ellos captó un poco mi atención, incluso podría decir que me parecía...atractivo..."enfocate, Jin" me dije mientras me sacudía los pensamientos tan raros que tenía. Tenía aún la armadura de utilería y a Wisdom desenfundada, por lo que me encontraba listo para cualquier cosa que pudiera ocurrir, incluso si el conflicto ya había iniciado, si sigue de esa manera tendría que entrar en acción.-

M-muy bien, ¿qué ocurre aquí?

-Al parecer la chica que estaba viendo la obra también había llegado para evitar un conflicto más grande, eso me agradó, ya de por sí tenía ese conflicto de recuerdos con el lugar y los sucesos, ya no debía tener la mente tan dispersa, ya basta, era momento de tener los pies firmes y encarar la situación.-

El avaricioso revolucionario se había quedad casi mudo ante la presentación de ese obsequio, sinceramente aquella pintura le encantaba, y reflejaba casi por completo lo que era aquel humano. Eso hizo que instantáneamente pusiera una gran sonrisa sobre su rostro, y generara inmediatamente hacia la muchacha cierto aprecio, respeto, y confianza, cosa que generalmente era difícil de adquirir por parte del avaricioso pelinegro. Greed se mantuvo en silencio, dando sorbos  a su bebida para terminarla en algún cierto momento, no iba a interrumpir, estaba ciertamente agradecido pero la muchacha parecía tener asuntos directos con el líder de la revolución su mujer. Claramente, no pudo pasar por alto ingreso de aquel escandaloso, problemático, errático, pero muy respetado pirata de cabellos verdes. Era casi un colega para Greed, pues lo veía claramente como a cualquiera de sus compañeros revolucionarios, a pesar de aquel, solo se concentraba en el objetivo de tomar el mar y arrebatárselo de las manos al gobierno. Greed se mantenía algo apartado de aquellos novarum, al menos hasta que su presencia o atención fueran requeridas por el líder, estaba claro que él había arribada en la isla solo por negocios bien legales y limpios.

El pelinegro no presto mucha atención a los comentarios de Bartolomeo, quería evitar que recuerdos sobre su último viaje junto al mismo despertar aquella voz en su cabeza, tan molesta como si agujas se le clavaran directamente al cerebro. Para su comodidad, el pirata se retiró sin tardar demasiado, Greed alzó el mentón y la saludó con su mano mientras este pirata dejaba el lugar, tras eso volvió su mirada hacia el resto de revolucionarios dentro del bar prestando atención a lo que comentaba el líder de ojos plateados. Él tenía razón, y aunque no le animaba el salir a causar disturbios en estos momentos, era la mano izquierda del líder y debía acatar la orden, por lo que sin dudar se levantó de su lugar en la barra y siguió al mismo pelinegro hasta la calle fuera del bar.

El pelinegro se quedó casi congelado al notar lo que se había armado a las afueras del bar, el pirata parecía estar en una contienda contra unas criaturas extrañas sin mencionar aquellos cuerpos desnudos que se encontraban en la vía pública sin explicación alguna. Lo único que el avaricioso pudo sentir era desagrado, un gran asco le inundo, si quieran eran ganas de golpear a algo, solo sentía repugnancia y ganas de apartarse de todo aquel escenario, razón por la cual no interfería si no era un orden directa del líder revolucionario. Completamente contrario a lo que la mujer del líder había hecho, mostrando aquel cambia que había surgido en la pequeña tras el escape de la cárcel, sabía que todo aquello traería consecuencias para la salud mental del pelinegro avaricioso. Greed apretó sus dientes y logró dar un paso retrocediendo pues un profundo asco le generaba aquel espectáculo, y el pirata, parecía tener que enfrentarse a aquello.

Fue entonces cuando aquella persona que parecía estar metida junto a el problema del revolucionario parecía intentar calmar a las personas, la intervención mental de aquel ser en su cabeza generó una gran jaqueca en el revolucionario, generando un resultado completamente opuesto a lo esperado debido al estado que tenía la mente del joven pelinegro. – ¿¡Relajarnos!?- Se escuchó solo y únicamente en la mente del avaricioso, se traba de su segunda personalidad, Gaziel, haciendo presencia debido a aquel estimulo en la mente del revolucionario. – ¡¿Relajarnos ahora?! Cuando tenemos un hermoso paisaje de destrucción frente a nosotros. ¡Lo mínimo que podemos hacer es cortar unas cabezas y luego ya veremos si tenemos ganas de relajarnos!-  Aquellos gritos de su conciencia demoniaca hacia que el humano perdiera el control de sí mismo, o más bien de su cuerpo, dejándolo a Greed en un segundo plano y poniendo a Gaziel, el demonio de la avaricia, sobre el control de cada acción que tomaría el revolucionario. Gaziel solo buscaba divertirse, causar destrucción y lo que ahora quería era golpear a alguien, más sabia que el pirata no le dejaría intervenir en su encuentro, y todo lo que le rodeaba era sumamente asqueroso, incluso para el demonio que habitaba en los interiores del joven.

Fue entonces que oyó los gritos de aquel claro militar, tenía un uniforme después de todo. Gaziel le vio tomar esa forma grotesca que solo se podía definir con la palabra horrenda y echo a correr en dirección al mismo cuando notaba que iba a atacar a Bartolomeo. No le atemorizaba la apariencia del mismo así que extendió su brazo derecho usan su magnaquinesis para atraer metales cercanos, se concentró en un farol haciendo que este mismo fuera arrancado del suelo y atraído hasta ser empuñado por el avaricioso y ahora violento revolucionario. – ¡Ten un poco de respeto y no te metas en batallas ajenas!- Exclamó el revolucionario, cuyos ojos se habían tornado de un color rojizo, interponiéndose entre el ataque de Mikhail.

Debido a la anticipación de este, logró dar un fuerte golpe con el farol sobre el pecho de aquel espantoso contrincante manteniéndolo lejos del pirata. – ¿Querías una pelea, cosa horrible militar mutante alienígena? Déjame avisarte, que te conseguiste una paliza – Musitó el descontrolado pelinegro sintiendo la emoción recorrerle todo el cuerpo. Empuñó nuevamente con fuerza aquel farol y alzó su sonrisa avariciosa mientras golpeaba este mismo contra el suelo. Con el uso de su kinesis, modificó la estructura del metal, haciendo que algunas partes del mismo cayeran al suelo y dándole una forma más cómoda para el revolucionario, pues ahora tenía la misma estructura que el sable Dao que esta sabia usar a la perfección. Apretando la parte que suponía la empuñadura, comenzó a correr hacia esa persona o criatura que ciertamente era horrible para saltar en el último momento y generar un corte descendente con el que se proponía darle una largo corte en la mitad de su horrible cuerpo.

Stast:

El miembro 'Greed Gaziel' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Divina' : 30

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#2 'Tirada Divina' : 28

El miembro 'Bartolomeo' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Divina' : 6

Se marchaba del lugar a toda velocidad, francamente por dos razones principales, la primera era que odiaba luchar, detestaba y le aburría enormemente luchar, no sabia porque estos mortales eran tan cercanos aun acto tan sin sentido, no embriaga, no causa placer, ni siquiera causa de ese dolor que te da erecciones, nada de esto era comprendido por Eros, quien cuando viajaba estaba encerrado en sus pensamientos, ignorando todo lo que lo rodeaba... Claro, estaba entre sus pensamientos y todo aquello, pero... ¿Cual es la otra razón?, pues básicamente que deseaba hacer de la Isla un lugar lejos de todo conflicto, centrado en el placer en todas sus formas, pero en el intento solo logro iniciar un conflicto tan terrible que terminaría, sino se controlaban por destruir la isla misma. Entonces escucho la voz de aquel ángel, quien le decía que debía largarse de inmediato del lugar... Eso hacia, todo lo demás era una especie de distracción. Cabe entonces destacar otra cosa, lo mismo que hace a Eros inmortal, que lo haría solo regresar a su plano tras la muerte de su recipiente, era también su gran debilidad, vive y necesita al placer, no es que Eros pretenda llevar perversión a los seres, es que Eros es la perversión de los seres, esto lo ponía en una situación difícil, su existencia misma dependen del placer, el sexo, la perversión, la lujuria y la lascivia de los seres, una especie de avatar del hedonismo absoluto... Esa es su debilidad, si esta en entornos de conflicto, guerra, peleas, muertes, en aquellos lugares donde no exista placer, la deidad de lo placentero comienza a debilitarse poco a poco....

Todo aquello pasaba por la mente de la deidad escoltada por sus dos seres hechos de tentáculos, cuando de pronto se detiene frente a un muro eléctrico que han hecho para contenerlo, una mujer bastante interesante, de cabello negro, lucia como que era de los mas poderosos de esa isla sino la mas fuerte de todos, el fulgor azul brillaba en el rostro aun un poco resquebrajado de Eros, el cual comenzaba a repararse poco a poco tomando la energía del placer de las personas, que aun a lo lejos bebían, celebraban e incurrían en excesos, entonces guardo sus tentáculos, azules como el cielo despejado y observando con sus hermosos zafiros a la mujer le respondió...

-¿El rey del mar?.... No tengo intenciones en enfrentar ser alguno... Tampoco en adentrarme en oficios tan viles como las batallas...

Dijo para entonces con una mueca de su mano hacer una movida bastante astuta, del suelo comenzaron a materializarse un gran numero de esos seres suyos, los pulpos terribles, aquellos asquerosos para muchos, era un numero medio de ellos, pero en vez de atacar a la hermosa chica, hicieron una especie de red con sus tentáculos, un arco el que finalmente estaba clavado, por dos de esas apéndices al suelo, luego hicieron contacto de forma intencional con el campo eléctrico, al instante la energía comenzó a viajar a través de ellos, haciéndolos brillar, creando un túnel de luz misma por donde su amo, el señor de todo lo placentero podia pasar sin cuidado. Entonces adelanto uno de sus hermosos pies al frente, como rumbo a pasar por ese tubo de luz eléctrica creado por sus sirvientes cuando se percato que era tarde, no se fijo que paso exactamente pero el hombre horrible estaba montado en un lobo, rodeado de dos mas, los cuales hacían equipo para atacar a su magnanimidad... Fue en ese punto cuando sonrió, mirando a los animales, entonces con su mano los señalo y los guardianes convocados al principio fueron con celeridad a encargarse de los mas grandes, con los que hicieron una especie de escaramuza, usando sus numerosos tentáculos y las propiedades de estos para corromper a las invocaciones, las cuales quedaron entre esos numerosas apéndices.

Mientras los dos mas grandes ganaban tiempo para el guerrero este se acercaba cabalgando, con la intención de propinar un golpe, veloz, fuerte, era casi admirable verlo con sus colores sobre esa bestia, cosa que hizo sonreír un poco mas a la deidad, hasta que cuando parecía que el pirata lo golpearía este le hizo señas a su convocación mas grande, la colosal mujer, quien con un rápido golpe de su mano logro parar al señor de los mares justo antes de golpear a Eros, este golpe lanzo por los aires al lobo, estrellándolo contra las paredes de un local cercano, estas quedaron hechas añicos, con este ser fuera de combate, mientras que el pirata, que había corrido con suerte yacía en el suelo por el golpe un poco mas cercano a Eros... Pero pese a la acción sin sentido algo era evidente, el brillo de Eros no era el mismo que antes, variaba de intensidad, primero se hacia algo mas brillante, luego mas opaco, para finalmente volver a su forma original. Entonces orgullosamente abrió su boca para decir...

-¿Quienes pelear contra un Dios?.... Dijo señalando hacia arriba... Pues, este no es el caso, acá solo pelearas con las sombras de una deidad... Entonces se acerco a sitio donde estaba el gran pirata, con sus brazos abiertos, como símbolo de que lo deseaba un encuentro, su rostro, pese a magnánimo, era serio, algo que no es común ver en Eros... Aun este rostro algo resquebrajado... Si quieres pelear este no es el momento, la isla entera y su destino sufrirán por nuestra escaramuza... Imagino si eres fanático del luchar que desearías enfrentarte a mi en todas mis facultades... Aun falta mucho para eso, no habrá gloria en eliminar mi avatar hoy....

Tras esas palabras se abrió tras de el otro de esos portales dorados, hermoso, con decorados en relieve de muchas hermosas mujeres en toda clase de poses sugestivas, saliendo de este una nueva mujer hermosa, con cabellos azules como el mar, ojos que recuerdan el cielo mismo en alta mar, su piel preciosa, algo tostada por el sol, eran las concepciones de belleza de Bartolomeo, entonces conforme la mujer, con un caminar sensual, decidido, una sonrisa en sus labios y esos senos que saltan se acercaba a Eros, se hacia mas grande, aumentando su tamaño, tomando a Eros en una de sus manos, para seguir creciendo a un tamaño semejante al de la otra, por sobre todos los edificios, mientras el color de Eros se apagaba un poco mas, este dijo unas palabras, parado en la mano gigante de su transporte de huida...

-No te atacare nuevo Dios del Mar... Esta batalla hoy no tendría sentido ya que en todas las circunstancias pierdo... Pero si me dejas marcharme te buscare eventualmente y te daré una gran batalla.... Pese a odiar las batallas ¿que mas le quedaba sino pactar con el enemigo?, intentar le dejaran marcharse para poder conocer esta tierra un día mas... Por cierto señor del Mar... Allá hay bastantes de sus enemigos... Dio señalando a los grupos de guardias que llegaban, al tiempo que sus monstruos de tentáculos se enredaban a la colosal mujer como un par de brazaletes, símbolo de que habían sido derrotados los lobos, pero símbolo también de que Eros no podría dar una ardua batalla.... Por mas que le cansara admitirlo. El orgullo de Eros era algo tan fuerte, que pese a los insultos y los golpes seguía intacto, como algo que la muerte de su avatar no cambiaría, esto es fácil para el que esta jugando, aunque su juguete no tenga las mejores posibilidades de ganar el juego...

HP y Dados:

El miembro 'Eros Morningstar' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Rango 3' : 16, 19

El miembro 'Bartolomeo' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Divina' : 28

Todo aquello sucedía de formas extrañas que poco le importaban a la revolucionaria cuyo humor se iba poniendo cada vez más quisquilloso y molesto. La realidad es que tenía motivos para estar así, claramente podía notarse en su mirar el asco que iba generándose en ella conforme pasaban los minutos…Había llegado tranquila, contenta de poder pasar un día atípico, pero todo se había puesto de cabeza un segundo a otro. –Bastardos del gobierno tenían que ser, no pueden estar un solo día sin querer hacerse notar. Inmundicias…- Reprochó con todo ese veneno contenido que obviamente no podía guardar por demasiado tiempo.

Solo pudo observar de reojo a la muchacha de cabellos blancos y apariencia aniñada e incluso al otro peliblanco que había conocido anteriormente, ese mismo que la vez pasada se había escondido como un pequeño ratón asustado. –Tú…- Murmuró apenas pero de muy mala gana, su sangre hervía a más no poder ante la sola presencia del vicealmirante, ese sentir era más fuerte que ella, todo…absolutamente todo lo que tuviera que ver con Tempus le causaba tanto asco como el que sentía por el Lord. Por esas mismas causas es que fijó su atención en ambos, sin variar siquiera de posición un solo instante o hasta dejando pasar por alto a ese pelirrojo con ínfulas de ser superior.

-Helheim!- Ordenó en un tono de voz completamente imperativo para que segundos después un muñeco inmenso de nieve hiciera aparición detrás del cuerpo de la chica, este de apariencia aterradora que no dejaba de mostrar una faceta bastante sádica de su personalidad, quizás porque estaba ansioso y complacido de haber sido invocado en batalla. -¿Y crees que con esa personalidad mediocre podrías siquiera hacer que escuchen, Jin?, no me hagas reír…Parece que la calidad del gobierno empezó a decaer al admitir gente así- Comentó cual serpiente venenosa que podía ser, importándole realmente poco los sentimientos ajenos.

Alrededor del cuerpo de la joven comenzaron a formarse anillos de fuego que no dejaban de moverse ni un solo momento hasta que alzó ambos brazos juntos hacia el cielo, estos anillos ígneos por inercia empezaron a unificarse en uno solo hasta adoptar otra forma, la de una esfera de fuego de considerable tamaño que de un segundo a otro lanzó contra el vicealmirante. Importándole poco si este podía esquivar o no, lo cierto es que Isela en el campo de batalla poseía numerosas facetas…y en este momento estaba más neutral que nunca. Claro que eso no significaba que en cualquier instante su personalidad diera un giro de ciento ochenta grados, adoptando dicha personalidad subversiva como sádica que tan bien reservaba.

Stat:

El miembro 'Isela Adramelech Ichinose' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Divina' : 13

La interrupción de aquellas criaturas gigantes algo lejos de la ubicación de los pelirrojos llamo la total atención del orgulloso cazarecompensas, haciendo que se olvide de cualquier otra cosa, si había alguien haciendo eso seguro debía ser fuerte y ese era el tipo de cosas que hacia interesarse al joven ex-noble. Parecía que el contrario también estaba interesado en eso, y James pudo ver como se emocionaba y parecía que iría a buscar diversión. Ni siquiera hubo tiempo a despedirse, el contrario se retiró rápidamente y el semidragón esbozó una sonrisa orgullosa completamente emocionado a ver qué era lo que estaba sucediendo en aquella dirección. – Vamos a ver cómo podemos entretenernos Ocelot- Musitó el pelirrojo hacia su compañero felino metiendo la mano en el bolsillo de su pantalón para tomar una pequeña caja metálica con un botón en el centro.

James colocó aquel pequeño artefacto en el suelo y presionó el destacado botón rojo, se alejó unos pasos y mantuvo su sonrisa mientras esperaba a que la pequeña caja tecnológica se desenvolviera para convertirse en una motocicleta supersónica. El pelirrojo montó en la misma, el felino se introdujo por dentro de las ropas del pelirrojo, y aceleró la motocicleta para a toda velocidad acercarse a aquellas mujeres gigantes que parecían destruir lo que tenían cerca.

No tomó mucho tiempo debido a la velocidad que aquel vehículo podía alcanzar, James había frenado al encontrarse con esa escena de destrucción y lucha por doquier, sin siquiera poder identificar los bandos o quiénes eran los que lucharan. El pelirrojo bajó de su motocicleta y esta volvió al estado de la diminuta caja tecnológica para guardarla en sus bolsillos. – Bien… Bien… ¿Que golpeare primero?- Musitó el pelirrojo alzando su mirada a toda aquella escena.