Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos]

El miembro 'Garnet Vermell' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

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'Dado Titanico' :

Resultados : 12

El joven médico continuó asistiendo a su guardaespaldas, que acababa de pensar en "entregarle" ese puesto, a nivel personal, ya que en realidad, todo el ejército de Chaos sabía que tenía que proteger al Caduceus para poder contar con sus curaciones. Este fue el caso de la entrada de Jhonatan, a quien conocía por haber sido Gladius en tiempos pasados y con quien tenía cierto contacto, gracias a la unión del poderoso gremio, Brüder of Fire. Le había costado bastante tiempo, pero ahora podía tratarlo como un amigo, era capaz de tutearle y actuar un poco más como colega. Dispuesto a proteger a ambos, destrozó a la criatura con dos movimientos precisos y sumamente potentes. Él se había sobresaltado un poco por el efecto, además de cubrirse la cara por el polvo que levantaba. El murciélago no habría tenido tiempo ni para quejarse, de lo rápido que había sido su final. Derek estaba bastante impresionado, se notaba que todos los guerreros eran dignos de pertenecer a la armada del caos. Allí donde estaban ellos, reinaba la seguridad y al mismo tiempo la muerte y la destrucción. Una contradicción lógica si se piensa detenidamente.

-¡V-vaya Jhon! Sigues siendo tan impresionante o más que siempre.- Le sonríe amablemente, acercándose a él. -¿Otra vez? Estoy seguro de que esos bichos no te ganan a "cabeza dura" jeje. A ver esa mano.

Una de las pocas veces que Derek había soltado una bromilla. No era muy usual en él, pero era un signo de confianza hacia el Gladius. A pesar de haber dicho eso, que conste que lo respetaba en su totalidad, simplemente conocía lo cabezota que era Jhonatan a la hora de no rendirse en lo que quería. Siempre alcanzaba sus metas porque era persistente y eso era admirable. Dejó que fuera Wyrd quien se presentara, ya que no quería ser él quien hablara por ella y mientras, sujetó la muñeca del guerrero con la izquierda, sin tocar la parte en carne viva. Dejó la mano derecha sobre los nudillos, con una distancia de entre tres a cinco centímetros. En escasos segundos, las energías sanadoras pasaron desde la palma del Caduceus a la mano del guerrero, cubriéndola por completo. Regeneró de manera instantánea e indolora todos los tejidos dañados. Lo único que él podía sentir, era una calidez agradable y reconfortante por dentro. Al apartar ambas manos, observó su buen trabajo, que él estaba a la perfección, como si nunca se hubiera herido.

-Perfecto, ya la tienes totalmente operativa para la batalla.- Le comenta, sonriendo ampliamente. Disfrutaba ayudando a los demás. -Bien, me encargaré de ayudar a los civiles. Si no es molestia, quisiera que Wyrd permanezca a mi lado en las labores de asistencia a los ciudadanos.- Le pide, teniendo en cuenta que Jhon también puede calificarse como superior de Derek, aunque él no sea militar en sí. -¿Hay alguien más ayudando? Para ir a buscarlo y construir el equipo. Ir separados puede ser peligroso.

Se ajusta el traje y aprieta los puños, más para prepararse que otra cosa. Wyrd tiene una gran función aquí aunque no lo parezca: Ella no solo puede defender al médico y a otros heridos, sino que además puede llevarlos en brazos hasta un lugar seguro. Esperó indicaciones del Gladius, de cualquier noticia o información interesante, después de todo, hacer equipos había sido una orden del ministro (o eso interpretaba), por lo que no dudaría en acatarla de buen gusto.

Stats:

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El miembro 'Derek Stiles' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

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'Curación Legendario' : 38

Los terroríficos señores alados de la noche eran rápidos, fuertes, llenos de motivación y ansias por carne mortal, sin embargo los defensores eran aún más terribles, las criaturas recibieron daños eléctricos, de cenizas cortantes, hielo y fuego conjurado con maestría. Los civiles rápidamente se levantaron en armas los más valientes y aquellos que no contaban con el poder suficiente fueron reunidos y puestos en refugios improvisados. La lucha no duro mucho y los daños que recibieron los hombres del ejército fueron en su mayoría producto del exceso de poder al utilizar sus propios poderes. Quién lo diría, parecía que los únicos monstruos que había sobre la faz de Spirit Soul estaban bendecidos de acero y portaban brillantes aceros.

Todo quedo en silencio después de la masacre, vísceras, ojos reventados, cuerpos, miembros, alas y cabezas rodantes era todo lo que quedaba. La carne podrida y humeante pintaba los muros de varios edificios, el castillo apenas había sido atacado y la ciudad solo debía esperar una lluvia para dejar atrás tan funesto y deplorable episodio de invasión, es probable incluso que jamás se escribiera en los libros algo como invasión refiriéndose al evento, y probablemente quedaría registrado como “Anomalía Migratoria”.

Hubieron muchos más esbirros que acompañaban a los más fuertes señores celestes por cierto, sin embargo al ver el fracaso de sus predecesores retrocedieron en una graciosa huida que causo aún más muertes entre ellos mismos. Los soldados de Chaos comenzaron a ayudar a los pocos civiles heridos e inmediatamente al ver la debilidad de las criaturas hicieron caso omiso de su presencia y comenzaron a analizar los gastos, tiempos y obras necesarias para las reparaciones que se debían hacer.

Sin embargo aún faltaba mucho para que esto terminase, los más fuertes entre los ejércitos alados pronto llegarían y harían arrepentirse a los pálidos enemigos, la artillería que devastaría a las criaturas de la tierra sería terrible, nadie podía derrotarles, nadie podía hacer mella en sus escudos y nadie podía pararse frente a ellos sin sentir temor. Que ilusos son los mortales cuando logran obtener victorias efímeras. Les pillarían por la espalda y les harina sentir lo que sintieron todos y cada uno de los compañeros muertos.

El día comenzaba a menguar y el atardecer se abalanzaba raudo para dar paso a una noche cerrada sin luna donde los terrores son aún más peligrosos y sedientos de sangre.

Datos de Batalla:

El miembro 'Astrid Dagmar' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

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'Tirada Suprema' : 10

Por un momento se había olvidado de que disponía de un compañero improvisado para la ocasión que si bien no estaba capacitado para el combate, podía darle otro tipo de apoyo que pudo agradecer. Una sensación agradable la invadió a medida que el dolor del hombro disminuía gradualmente. Se llevó la mano al hombro nuevamente, pero en aquella ocasión no hubo sangre o malestar al inspeccionar la zona. La voz a su espalda le pudo confirmarle que aquel pequeño milagro se debía a algún tipo de sanación lanzada por él.- ¡Ja! Nadie ha dicho que tenga miedo, Doc...- Fueron todas las palabras que pudo dedicarle en medio de una situación tan complicada como aquella y ni tan siquiera se giró para aquel comentario, aunque sin que Derek lo supiese una pequeña sonrisa se dibujó en medio de la tensión de su rostro. En el fondo le agradecía la ayuda prestada, pero por el momento debía mantenerse concentrada en el combate si quería salir de allí de una pieza. Ya tendría tiempo de agradecerle nuevamente su apoyo una vez todo aquel  escándalo se hubiese solucionado. Todavía tenía una misión que cumplir y para ello debía evitar molestias innecesarias

No podía permitirse perder contra uno de aquellos monstruos voladores, había demasiado en juego y ella sabía perfectamente las consecuencias que podía traer su fracaso. Si no era capaz de hacer frente al Horror Token, el joven médico del reino estaría en serios problemas y por extensión todos aquellos heridos durante el conflicto si no era capaz de defenderlo. No tenía demasiado miedo durante el combate, después de todo ella misma sabía que podía ser reemplazable, que si caía defendiendo su tierra algún otro joven podría ocupar su lugar. Soldados había muchos entre las murallas del castillo de Chaos, pero únicamente había un caduceus y por ello era de vital importancia protegerlo. Con todo aquello en mente combatió a la criatura, que sin embargo pudo evitar su ataque poniendo distancia entre ambos con agilidad sorprendente. La muchacha no pudo si no maldecir en voz baja al haber sido incapaz de herir a la criatura con aquel primer movimiento.- Tsk... mierda.- Retornó a una posición más defensiva, manteniendo en todo momento la punta de su arma en dirección a su oponente, observándolo de forma cautelosa ante el desconocimiento de las intenciones que pudiera albergar en su retorcida cabeza para enfrentarla. Sus preguntas hallaron pronta respuesta al ver como el monstruo se lanzaba directamente a por ella, con grandes dentelladas más que dispuesto a arrancarle la cabeza. Se tensó, con los músculos dispuestos para una reacción de forma explosiva para contrarrestar aquella boca plagada de afilados colmillos sedientos de sangre.

Estaba preparada para hacerse a un lado y golpear en el proceso el lateral expuesto del murciélago cuando un gran vendaval la azotó en el rostro. Antes de poder asimilar todo aquel nuevo desarrollo de los acontecimientos alguien intervino en el combate. Se trataba de un hombre de un hombre de cabellos rubios, que se interpuso entre ella y el Horror y terminó con él sin que pareciese resultar un reto. Un resplandor desde la palma de su mano y una patada fueron todo lo que necesitó para deshacerse de la criatura a la que ella todavía no había podido herir. Una vez finalizado aquel combate en tan solo unos pocos segundos, se giró hacia ambos sonriente y saludarla como un militar.-Mi nombre es Wyrd, a su servicio.- Ella por su parte respondió, con gran firmeza mientras se llevaba la mano a la frente para corresponder el saludo, henchida de orgullo al verse halagada por sus capacidades.-Muchas gracias, aunque lo que yo pueda hacer no tiene comparación con la forma en la que ese bicho ha terminado sus días.- Tras aquella presentación, observó en silencio el trato entre ambos, quedando claro que se conocían con anterioridad. Aguardó a que el caduceus sanase la mano de Jhonathan, sin dejar de asombrarse de lo que había conseguido a pesar de esa pequeña incapacitación. Inspeccionó los alrededores con la mirada mientras los dejaba con su charla, hasta que percibió que su nombre se mencionaba por parte del doctor.- Si estás seguro de que puedo ser de ayuda... estaré encantada de asistirte Doc.- Todavía quedaba mucha tarea por delante y estaba más que preparada para dar su mayor esfuerzo.

Stats:

Interactuo con...:

Huidow no había sido de mucha ayuda, los poderes de los oficiales de Chaos eran más que suficientes como para acabar con toda vida que amenazase a los civiles, incluido el. Cuando la bestia cayó al piso vio como Garnet revisaba su pulso de manera poco ortodoxa. La cabeza del animal estallo y apenas dejo algo a ser examinado. Sintió sus fuerzas renovadas al haber sido ayudado por la sacerdotisa y cuando todo se tranquilizó un poco el elfo les llamo para acercarse a un grupo de hombres que se habían reunido, aparentemente del ejército del Caos.

Huidow por su parte hizo caso omiso de la llamada y se acercó a la bestia enemiga, quiso examinarla para ver si podía descubrir algo, le emocionaba el estudiar nuevas criaturas y sus modos de vida. Se agacho sobre ella y pudo ver sus alas terminadas en fuertes dedos, dedujo que venían de las montañas y que estaban especialmente diseñados para trepar rocas, muros y acantilados, seguramente vivían cerca del océano, en algún acantilado escondido o en su defecto en las cumbres más altas, su espalda estaba llena de protuberancias durísimas  lo que indicaba que era un depredador que se lanzaba sobre sus presas y con esta protección evitaba que fuera el atacado de la misma forma, sin embargo pudo apreciar que sus ojos eran demasiado pequeños y que su puntería debía ser un imprecisa, la táctica más eficaz debería ser el constante movimiento. Se limpió las manos y busco su chaqueta, la cual se puso para no parecer un exhibicionista.

El murciélago no le llamo mucho la atención pues parecía ser uno común y de fácil trato, lo único a lo cual debía atenerse era a esquivar las afiladas garras que parecían controlar de manera más o menos eficaz.

-Cuantos destrozos…- Murmuro para sí mismo al ver el horizonte desde la azotea- bueno, al menos así se necesitara más acero del principal proveedor de acero de la zona, que casualmente es mi Casa.- se dijo con una amplia sonrisa.

Entonces se encamino ahora mismo hacia el grupo y pudo escuchar cómo se presentaban todos, el ministro de Chaos, A Fingon que ya le conocía, Garnet Vermell que también había tenido un par de aventuras, y una mujer gato. Interesante reunión de poderes. -Buenas tardes, mi nombre es Huidow Benezer, señor del acero de Chaos, de la Alianza Dorada, para servirles- se presentó con una pequeña reverencia.

También pudo apreciar como una mujer, más específicamente la sacerdotisa estaba excesivamente preocupada por el elfo. Esto le causo algo de intriga pero dados los acontecimientos no pensó mucho en ello. Se acercó a Garnet y la elogio para variar.

-Excelente técnica de toma de signos vitales mi señora, ya veo por qué tienen tan poca tasa de supervivencia los soldados del reino de Spatium… ho y gracias por lo de ayudarme en las escaleras, sin su ayuda no habría sido posible para mi llegar al piso tres… lo digo por las parrilladas que últimamente se celebran en la fortaleza del Ultimobrote, creo que he subido más de diez kilos desde la semana pasada.- bromeo con una cara de bobo.

Spoiler:

Solia ser una fémina de palabras justas, su fuerte no era mantener muchas coversaciónes pero al mismo tiempo y de forma cotraria, era estupenda a la hora de recibir a personas y organizar cosas que el ministro ordenaba. Quizas fuera porque su aspecto no mostraba hostilidad ninguna, el tono de su voz era agradable, sus movimientos suaves, delicados, con una finura y porte que casi la hacia de alta cuna. Todo aquello hacia parecer a la nekogami alguien inocente a los ojos de muchos y casi frágil a los ojos de otros, pero dentro de aquella ingeuidad y hermosura felina se escondia algo oscuro que estaba esperando floceres y salir, pero aun no era el momento.

Los años que había pasado con la familia Bertih realmente la habían instruido en muchos aspectos, posiblemente la madre del ahora miistro, se divertida jugando co la pequeña Beatrice enseñandole cosas que le enseñaría a una hija, pero siempre dejandole claro que ella no era del mismo tipo de sangre que su propio hijo o los suyos. Ciertamente era extraña aquella mujer, ella y toda esa familia desconcertaba enormemete de la nekogami, que muchas veces no sabía por donde iba a salir un Berith, aunque llevara casi media vida con ellos.

Solo asintió a aquella orden que le realizó Azazel, gruñiendo por lo bajo mientras atrasaba su posición co lentitud, sin dejar de fijar sus felinos ojos heterocromos al frente, sobre aquel monstruo. Se suponía que debía proteger al ministro por encima de todo, pero al mismo tiempo debía de seguir sus órdenes al pie de la letra. Suspiró sin mas dejandole hacer ya que parecía que se divertía con aquello auque pareciera constantemente que andaba aburrido. Cosas de Azazel pensó Beatrice y en silencio observó a la gente a su alrededor, saludando con cortesía y educación a los presentes cercanos, simplemente con una inclinación del rostro leve, sin mediar palabra alguna, quedando a la espera de mas ordenes que seguir. De momento la suya era acompañar al ministro por lo que pudiera necesitar.

-Señor ministro dentro del castillo tambien se esta dando refugio a la gente de Chaos, cuand sali de alli de la mano de la señorita Gremory, dejé todo listo para que dieran asistencia. -Dijo sin mucho animo igualmente de ser escuchada, había demasiado jaleo y su voz no es que fuera lo mas alta del mundo. Por un momento, tomó aire y soltandolo de a poco, sintió que estaba fuera de lugar, que ella no aportaría mucho en todo aquello. Se daba cuenta poco a poco que el apego que tenía con el de cabello plateado y ojos verdes, había hecho de ella alguie pasivo a su naturaleza, en ese momento Beatrice se sintió mas inutil que nunca.

datos:

Los grupos de defensores pensaron que todo el mal causado había terminado, pero lejos de ello estaba recién comenzando, el cielo se nublo y la tarde dio paso a la noche, las criaturas horrendas combaten mejor escudados en la oscuridad, todo el mundo sabe eso. Cuando la paz comenzaba a ser palpable y el sol recién empezaba a ocultarse sonó un gran ruido por toda la ciudad como si mil trompetas anunciaran un apocalipsis, un sonido largo y profundo ocultando una señal de muerte entre sus tonadas. El cielo comenzó a nublarse y la luna pareció huir de la ciudad. Muchos tuvieron que taparse los oídos por el largo intenso y aterrador ruido, los más sensibles sintieron como estos sonidos perforaban sus oídos pues era un sonido de alta frecuencia que indicaba el inicio de una invasión a gran escala.

Un ciudadano miro al cielo con mayor detenimiento y pudo divisar las nubes… no, no eran nubes, eran criaturas gigantescas que sobrevolaban la ciudad. Similares en forma y tamaño a dirigibles de guerra al menos desde tierra. Sus gigantescas fauces se abrían y se tragaban todo lo que estuviera volando, nubes, aves pequeñas y entonces el terror llego, se acercaron a varios dirigibles anclados en una torre y uno de ellos rugió con el sonido de las trompetas, de su boca salió una especie de has de viento que partió el dirigible a la mitad. Este exploto con fuegos de mil colores y se abalanzó sobre la plaza de la ciudad esparciendo intensos fuegos en los alrededores. Entonces la verdadera guerra comenzó. Las criaturas viraron hacia los defensores y desde las alturas comandaron a más esbirros para acabar con los mortales.

Las hordas ahora muchísimo más numerosas se dividieron en grupos más extensos matando a todos los que se encontraban sin refugio o subestimando a las criaturas, ya los ciudadanos no podrían enfrentarlas y su protección era primordial.

El primer grupo de Skinwing ataco a los hombres en las alturas, un elfo y un hombre de cabello de aspecto metálico, las aves se lanzaron raudas en dirección del enemigo sus afiladas garras se extendieron en medio de la oscuridad producida por los Cloud Shields aumentando así su efectividad.

El primer Skinwing se lanzó sobre una mujer de cabello celeste y largo, parecía ser un blanco fácil pero en el último segundo cambio de dirección virando hacia el otro extremo para golpear con su cola a una mujer pelirroja que tenía un parche en el ojo. Si tenía la visión limitada era muy pero muy posible que su defensa sea precaria.

El segundo de ellos emergió a espaldas del grupo y ataco al hombre de cabello plateado directamente. Abrió sus alas en su máxima extensión y con sus garras estilo wyvern descargo un sinnúmero de ataques con el objetivo de desgarrar sus brazos y así reclamar su primera sangre.

El tercero y más astuto de ellos tenía la misión de acabar con los que lucieran más débiles y girando sobre la azotea busco su objetivo. Se lanzó hacia el piso inferior y se aferró al edificio para escalar rápidamente como una lagartija, asomo apenas su cabeza y con gran velocidad lanzo sus zarpas para agarrar a una mujer gato que estaba cerca del hombre de cabello plateado y lanzarla al vacío, ya comprobara si estas rosadas criaturas volaban.

Los tres Horror Token habían sido designados el equipo especializado de búsqueda de enemigos con habilidades sagradas, específicamente aquellos grupos que pudieran realizar una recuperación inesperada de las víctimas, las criaturas sabían identificarlos, a través de sus ojos, no más aun de sus cuerpos podían sentir la energía sagrada que curaba a los demás. Era un escozor que les carcomía el alma si es que estas criaturas contaban con una.

Ahí hay uno. Los tres se lanzaron raudos a atacar a un chico de lentes que parecía estar protegido por dos soldados más. Será un problema hacer que se le salgan los jugos pensó el primero pero aun así se lanzó a por el healer.

-Huiiiiiiikkkkkkkkkkk yuuuuuuuuuiiiiiii- chillo una criatura, bueno en idioma de mutante malparido era más o menos “hora de una visita al doctor”. Sus afiladas manos de joven de tijeras se adelantaron de manera excepcional, sin embargo era una finta pues el objetivo primario era acabar con la guardia primero para dar paso al más frágil de ellos. La criatura se detuvo en seco haciendo que cualquier contra pudiese ser esquivada y abriendo su gran boca lanzo un veneno toxico hacia la mujer que estaba a su lado.

La segunda de las criaturas era igualmente hábil pero infinitamente más despiadada, voló en zigzag para confundir al enemigo, espero a que el ataque de flema acida saliera de la boca de su compañero y se lanzó ahora si tras el curandero. Su cola tenía una cuchilla afilada de hueso de casi treinta centímetros, un prodigio entre los mutantes. La usaba como una espada y con ella en el aire lanzo un corte semivertical hacia el estómago del hombre de lentes que apestaba a magia sagrada.

La tercera de las criaturas se había perdido en medio de las callejuelas y con gran sigilo salió desde atrás para atacar al otro hombre que estaba con el médico. La táctica era simple, una finta para frustrar cualquier daño por contrataque, atacar realmente al objetivo y neutralizar a los guardias de los sanadores. Con los sanadores abajo sería fácil después que la artillería del cielo devastara a los enemigos que no pudieran volar.

Los Cloud Shields vagaban por el cielo buscando los mejores objetivos y entonces vieron un gran número de blancos a los que atacar. Sus inmensas bocas se abrieron y el aire de toda la ciudad parecía perderse y volverse mucho más delgado, seguramente los enemigos más débiles y con problemas respiratorios se desmayarían.

El primer Cloud Shield, el más grande de ellos apunto su chorro de aire comprimido hacia un hombre que portaba una lanza de cabello corto y azulado. Al tener una lanza era posible que pudiera tener un ataque de largo alcance, no podía permitir que hubiera una defensa desde el suelo.

La segunda criatura dantesca lanzo su chorro hacia una mujer rubia que estaba al lado de una pelirroja que tenía cara de pocos amigos, aun así el chorro que lanzo la bestia fue diferente, comenzó muy abajo y trazo un semicírculo hasta la rubia, en el camino tiro al suelo parte de un edificio creando una pantalla de humo que hacía difícil el contrataque.
La tercera de ellas se centró en lanzar su chorro de viento hacia al ciudad y devasto la plaza que ya había sido impactada con el dirigible derribado y esto avivo las llamas. La criatura aprovecho y con gran fuerza inhalo las llamas del dirigible, con su acción se lanzaron raudas hacia la criatura y en un manejo extraordinario de poder antes de que las llamas le tocasen las volvió a lanzar en la forma de una espeluznante llamarada hacia una mancha de color verde?, no, no era una mancha verde, era una mujer de cabello verde… tiempo de una barbacoa, las llamas se expandieron y se lanzaron presurosas a consumir la carne de la guerrera de Chaos.

La última de las criaturas voladoras vio algo volando en el aire, un hombre?, perfecto. Lanzo su chorro de manera diferente, era tan delgado que podría ser considerado como una jodida espada de viento de más de un kilómetro de largo, el objetivo de la criatura era acabar con las posibles amenazas que pudieran contratacar, y la primera amenaza en la lista eran las cucarachas voladoras.

La devastación estaba acompañada de grandes ráfagas de viento, caída de edificios y caos por doquier, inclusive los más ruines comenzaron a aprovecharse de la situación saqueando tiendas e incluso algunos bares.

Cloud Shield:

Skinwing:

Horror Token:

Datos de batalla: