Re: Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos]

por **Garnet Vermell** Jue Abr 14, 2016 1:07 pm

A Garnet le temblaban ligeramente las manos. Podría decirse que apenas se notaba, pero se movían lo suficiente como para que se pusiera aún más nerviosa al ver que no se quedaban quietas. Normalmente ella no se encargaba de este tipo de asuntos. Si le hubiera pasado a ella, estaría asustada, por supuesto, pero quizás no estaría tan tensa. Sabía que Huidow podría resistir bastante bien, pero ella no confiaba en sus propias capacidades, algo que no suele ocurrir muy a menudo. El pelirrojo parecía seguir queriendo bromear, pese a que la situación no era la más apropiada. —Así no es de extrañar que la esperanza de vida de Chaos sea mucho menor que la de Spatium, a no ser que seas alguna especie de criatura casi inmortal—respondió, mirándole a los ojos antes de volver la vista rápidamente a la estaca.

Naturalmente, a Huidow no le hizo ninguna gracia que tuvieran que improvisar, pero no les quedaba otra, así que finalmente accedió a lo que le ordenó Garnet. Éste se puso a hablar otra vez, como si nada. A ella no le habría importado tratar de entender qué diantres estaba diciendo si no fuera porque aquello interrumpía el esquema mental que se hacía la capitana. —Cállate. Necesito concentrarme.— Tras pronunciar esas palabras, dio un gran suspiro. Lo que realmente le preocupaba era saber qué era lo que tenía que hacer tras sacar el trozo de madera, puesto que no tenía ningún tipo de material a mano para desinfectarla o para tratar de sacar alguna que otra astilla que se hubiera podido quedar dentro. Por no decir que tampoco tenían nada para poder coserla.

Se desabrochó la chaqueta oscura que llevaba como parte del uniforme, dejando ver una blusa vieja bajo la misma. Como la prenda que la cubría le llegaba hasta el cuello (razón por la que se estaba asando de calor), no tenía ningún problema en llevar cualquier cosa de mala muerte justo debajo, y así podía evitar sudar cualquier otro tipo de ropa que estuviese más nueva. Ya que la tela de la camisa era bastante débil, pudo arrancar un buen trozo de la parte inferior, pero sin llegar a revelar demasiado. —Aguanta esto. Lo usaré para taponar la herida hasta que logremos encontrar algo… o a alguien que te cure. Ahora, no te pongas nervioso. Voy a sacarte esto.—Tras entregárselo a Huidow, resopló y colocó una de las manos en la estaca, al tiempo que ponía la otra en su hombro. —Tres, dos, uno...—

El trozo de madera consiguió salir entero, no sin emplear cierto esfuerzo. Garnet trató de no detenerse en ningún momento, por lo que tomó la tela que se había arrancado previamente con rapidez y trató de frenar el chorro de sangre que salía sin parar. Por supuesto, soltó unas cuantas maldiciones ante la impresión, aunque sabía de antemano que aquello iba a pasar. —Sujeta esto fuertemente,—le ordenó, justo antes de escuchar la llamada de Fingon Sindar, que ahora estaba rodeado de más gente. Quizás ahí habría algún médico. Tomó la camiseta que Huidow había estado mordiendo y la anudó alrededor de su torso, de manera que así el trozo de tela que estaba en la herida estuviese bien apretado. Colocó el brazo del pelirrojo por encima de sus hombros y trató de ayudarle a levantarse. —Vamos con él. Con suerte habrá alguien experimentado en el cuidado de las heridas.—No estaba segura, pero no podía hacer otra cosa.

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por **Ragnar Azathoth** Jue Abr 14, 2016 2:17 pm

La pelirroja era ruda de eso no había duda pero por alguna razón estaba nerviosa, tal vez debido a la herida de su amigo, bueno quería creer que era su amigo, mientras ella le atendía pudo ver un temblor en sus manos, algo que jamás había pensado en ella, era por su sangre? o por que debía atender la herida? A Huidow solo le venía a la mente la visión de una cerveza bien fría y su cama de plumas de pato.

Se quitó la chaqueta y debajo tenía una camiseta algo roñosa para ser un alto soldado del ejército, rasgo parte de la camiseta y el sudor corrió entre por su cuello, la mente del señor del Ultimobrote se bloqueó y el desvió la mirada a otro lado de manera instantánea, le había dado cosa que se le escapara algún pecho o algo así y ganarse otra zurra. En este estado y con ella cabreada es probable que un crítico le matara.

Tomo la estaca que tenía en la costilla y con el tacto Huidow sintió que se desvanecería. Tan débil se había vuelto? -Pensé que la sacarías al número dos para que no me preparara para el dolor… que nunca has visto las pelis de policías?- Dijo quejosamente mientras sostenía la camiseta en la herida.

El nudo era firme, casi le había quebrado dos costillas más cuando le apretó, pero resistiría, debía resistir si no querían celebrar un nuevo alzamiento en la casa Benezer, el brazo del pelirrojo paso sobre los hombros de ella y el no pudo evitar sentir el aroma del cabello de la oficial, era embriagador. Por algún motivo le resultaba raro que ella le atendiera, y aunque hubiera hecho un mejor trabajo el Elfo usando sus poderes sagrados de los cuales alardeo en su visita al castillo de Huidow, se alegró por que Garnet estuviera ahí.

Huidow cuando llego a la puerta del edificio que daba a las escaleras se sintió mejor, de hecho muchísimo mejor… de hecho no, solo quería dormir y era probable que debido a la pérdida de sangre estuviera intoxicado con CO2, aunque el sangrado había parado en parte y era probable que la estaca era la que estaba produciendo el dolor que le hacía desvanecerse, se sentía cada vez más y más débil. Después de todo un guerrero puede convertirse en una máquina de matar, usar habilidades bizarras y alucinantes, hacer que su piel sea tan resistente como una armadura, fortalecer sus músculos a niveles insanos, agudizar tanto los sentidos como para escuchar la respiración de los árboles y entrenar la mente tan prodigiosamente que le fuera posible ver directamente a la cara a sus dioses, pero nada, nada se podía hacer para entrenar tus órganos internos.

Las escaleras no fueron tan terribles como pensó, acompañado de la chica, converso interminablemente tratando de mantenerse consciente.

-…el otro día en el castillo nos quedamos sin trigo para hacer pan y el… panadero, porquerizo o no sé quién demonios… propuso usar centeno para el pan, ese día tenía la visita de una doncella… muy bella la verdad… bueno tu eres más bella claro esta…- Dijo mientras sus ojos parecían dormirse.- … en fin, un escudero de mi casa quería contraer matrimonio con ella y quería la bendición de la casa. Yo no estaba así que decidieron hacerlo, lo que sucede es que el centeno creo estuvo almacenado por muchos días no lo sé… el cuento es que al final el pan que saco el panadero drogo a todos los comensales que reían y reían hasta que casi morían. Cuando llegue a bendecir la unión todos semi desnudos… se besaban y se reían y se trataban con muchas pala…brotas, en realidad nunca había visto a Judeu… de esa forma antes- Dijo cerrando los ojos al llegar a la azotea y desplomándose en el suelo de la misma.

Spoiler:

por **Astrid Dagmar** Jue Abr 14, 2016 2:23 pm

El chico de la lanza parecía estar dispuesto a acompañar a Astrid a la clínica, algo que ella agradeció con una ligera sonrisa. Después de todo, ella no podría retener a todos los monstruos que se acercaran al edificio. —Gracias. Veo que piensas como yo.— Más bien, como debería haber pensado todo el maldito día. Aún seguía maldiciéndose interiormente por haberse largado de allí, aunque tampoco podría solucionar nada lamentándose de lo que podría haber hecho.

La actitud del lancero le agradaba. Pese a que no parecía una persona muy seria, la impresión que le daba a la morena era de ser alguien que sabía perfectamente lo que hacía, independientemente de cuál fuera su experiencia. Cuando ella contestó a la soldado que les acompañaría a ella y al resto de su comitiva hasta cierto punto, él afirmó que seguiría tras sus pasos, tal y como le había dicho momentos antes. Una de las comisuras de sus labios se curvaron un poco hacia arriba, en respuesta al comentario desenfadado del joven. —En absoluto. De hecho, creo que seremos nosotros los que quizás desagrademos a los pacientes de la clínica con estas pintas,—bromeó, mirando rápidamente a su compañero de arriba abajo. Si bien la situación no parecía la más adecuada para hablar despreocupadamente, agradecía poder relajarse de algún modo, aunque no tuviese intención de bajar la guardia. —A propósito… No he dicho mi nombre. Soy Astrid, encantada.— Hizo una pausa. —Las circunstancias actuales no me hacen estarlo del todo, pero qué se le va a hacer,—añadió.

El hombre que destruyó a la bestia, que se dio a conocer como Marcus, les advirtió para que estuvieran atentos, puesto que estaba seguro de que la invasión aún no había terminado. Era evidente que aún quedaba mucho para que la batalla acabase, por no decir que no sería de extrañar que algunos criminales aprovecharan el caos para cometer fechorías. Ella volvió a afirmar con la cabeza, indicándole que estaba de acuerdo con lo que decía y que cumpliría con ello. Así mismo, el soldado les ofreció su ayuda en algún caso desesperado. —No se preocupe, señor. Por mi parte, trataré de mantener la guardia alta.—

Después de unos minutos, Astrid oyó un sonido de aleteo que venía desde arriba. Miró hacia el cielo y vio un monstruo diferente al que le había atacado antes. Éste era mucho más similar a un pájaro, pero de gran envergadura y de aspecto terrible y deforme. Pudo reaccionar lo suficientemente rápido como para darse cuenta de que se dirigía en picado hacia el joven de cabello azul antes de llegar a él.

—¡Aparta!—

La morena se interpuso entre ambos colocando la espada a modo de escudo (pues a falta de uno, qué mejor que un arma), no sin llevarse un buen arañazo en los brazos por parte de las garras de aquel ser. Respondió al ataque blandiendo su cimitarra en dirección a su estómago, pero no logró hacer más que una herida superficial.

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por **Auros** Jue Abr 14, 2016 2:23 pm

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#1 'Tirada Suprema' : 14

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#2 'Tirada Suprema' : 4

por **Marcus S. Blacklock** Jue Abr 14, 2016 6:34 pm

Seguramente había cosas que podía mejorar. Mientras caminaba pensó que quizás pudo tratar mejor a esas dos personas aunque ninguno se vio ofendido por su forma de hablar, quizás estaban acostumbrados a la forma de hablar en el ejército, tal vez no había errado al pensar que eran soldados. De cualquier manera era un tema que se podía pensar luego, no era prudente centrarse en esa clase de distracciones aunque hubiese una aparente calma de por medio. Aun podían pasar muchas cosas y como siempre, al menos cuando se trataba de cosas malas, Marcus acertó.

A su espalda pudo escuchar nuevamente ruidos, no solo cerca pero también a su alrededor. Al levantar la mirada, vio una serie de nuevas sombras descender sobre la ciudad, después de todo ese ataque solo había sido una primera oleada. Había más de esos murciélagos mutantes pero según parecía, ahora eran atacados por algo ligeramente más poderoso. Una especie de ave deforme que al parecer no se había percatado de su presencia por que se dirigió hacia los dos que caminaban con él. Originalmente pensó en irse, no disfrutaba demasiado hacer de guardián pero aún estaba aburrido y por lo menos parecía que esa bestia daría un poco más de pelea antes de caer.

Aprovechando que su atención no estaba en su persona, Marcus decidió probar otra de las habilidades que había adquirido muy poco tiempo atrás. Levantando su pierna, dejo caer un pisotón sobre el suelo de piedra, abriendo una grieta en el mismo, repitiendo lo mismo con su otro pie. Ahora usando sus manos, expandió un poco más las fracturas y hundió sus manos en ellas, dejando que su poder fluyera.
Unos momentos luego, el suelo poco a poco empezó a temblar únicamente en un radio alrededor del fénix, el cual incluía a los dos “acompañantes” que había conseguido. La sacudida fue incrementando gradualmente hasta que un líquido dorado rojizo comenzó a salir de las grietas, burbujeando sobre el suelo. El magma solo fluyo libre unos segundos antes de retraerse y comenzar a escalar sobre los brazos del gladius, cubriéndolos por completo.

Quizás ahora, sería un buen momento para que se cubrieran —Comento al momento que comenzó a correr hacia el enorme pájaro, dejando una estela incandescente tras el junto a un pequeño rio de lava que emergía de las grietas que formo. Tomando impulso, dio un gran salto hacia la criatura, transfiriendo parte del magma hacia una de sus piernas en medio del aire. Inmediatamente se dejo caer sobre el animal, incrustando su talón ardiente en su cabeza al mismo tiempo que subía sus brazos por encima de su cuerpo— ¡Helios! —Exclamo juntando todo el material incandescente en sus puños, azotando el lomo del pájaro con una deslumbrante y en verdad sofocante, esfera de magma ardiente.

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por **Auros** Jue Abr 14, 2016 6:34 pm

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Resultados : 41

por **Azazel Berith** Jue Abr 14, 2016 8:48 pm

Hubo un periodo de calma luego de que el grupo de Horror Tokens atacase. No, la tormenta no habia acabado, naturalmente, por lo que no bajaría la guardia hasta estar seguro de que el ultimo de los bichos voladores era convertido en carne picada que usaría para hacer mis hamburguesas mas tarde. Claro, primero habia que cocinarla para poder quitarle todos los germenes que pueden haber en ella, pero ese es un proceso que se haría cuando tenga suficiente Horror Token hecho picadillo.

Lo importante, de momento, es que hay una ciudad por salvar y un montón de monstruos por matar. Luego de eso, averiguar quien es el condenado hijo de puta que estaba queriendo hundirnos en tripas de monstruo volador, con la consiguiente cobertura de fluidos corporales que vienen de abrir en canal a unos murciélagos de seis patas con cara de feo. Pero no debo irme por las ramas, no señor, porque hay civiles aun que necesitan ayuda y que están en peligro de ser atacados por cualquiera de los monstruos que siga con vida y que no fueron despachados por la acción de mi ejercito.

Rugidos que sacudían la ciudad, dragones volando -Y estoy seguro de que ese era Jhonatan, tipo cool de verdad, y muy hábil en lo que hace-, cosas de ese tipo marcaban como el ritmo de batalla estaba a nuestro favor de momento, al menos hasta que se vio llegar a las nuevas criaturas voladoras que eran escoltadas por mas murciélagos-barra-futuras hamburguesas. Hmmm... Al paso que vamos, podría abrir una cadena de comida rápida y hacer nuggets de pollo junto con las batburguers... ¿Habrán mas monstruos raros que pueda convertir en comida? Espero que sí, porque la idea suena bien, y podría conseguir algún que otro dinerillo si la ponía en practica.

-Oh, vaya... No hay mucho tiempo. Vamos a ver si vuelvo al castillo a ver como están las cosas allí.-Bostecé, comenzando a caminar a paso tranquilo por las nuevamente invadidas calles de Chaos Urbanis, que ahora no solo iban a estar cubiertas por guano, sino también por plumas. Lo curioso es que en si mismo mas que aves parecen lagartos emplumados que vuelan, pero eso no es de importancia ahora.-Espero que hayan hecho caso a mis ordenes y formasen un grupo de asalto. Si no lo hicieron voy a estar muy molestos, y van a haber soldados volando por encima de los muros del castillo.

Miren, soy buena gente, eso todos lo saben. Yo defiendo a los míos, les doy algo por lo cual pelear y encima trato de ser lo mas agradable posible a la hora de darles ordenes, con el fin de que no se vean muy complicados con el trabajo que tienen que hacer. Ademas, siempre me he asegurado de que tuvieran todos los gastos cubiertos y pudieran hacer con su tiempo lo que ellos deseen. Lo único que se pide es que hagan caso con las ordenes que les doy, y en esta ocasión les dí una muy simple: Hagan un grupo, vengan a la ciudad y ayuden a su ministro -Es decir, yo- a juntar comida para las cocinas. Porque esta noche... Esta noche vamos a comer pollo. Y hamburguesas de murciélago.

Dioses, no tengo ganas de usar uno de esos cristales de comunicación bilateral que he pedido hacer. Lo cual me recuerda que tengo que hablar con algunas personas para iniciar dos proyectos de vital importancia, siendo el primero la creación del instituto de desarrollo de Chaos y, el segundo, la modernización de las fuerzas militares.

En fin, mientras caminaba, veía como algunos monstruos atacaban, tanto nuevos como viejos. Viejos, claro, en el sentido de que ya los habia visto antes, porque eran mas murciélagos. Es mas, ¿uno de esos monstruos? Se mandaba al vuelo contra una pelirroja a la que, en cierto sentido, se puede decir que conozco bien, porque es alguien a quien acepté en mi ejercito como una caballero de elite. Tracy... Si, ese es su nombre. En peligro parecía estar, y soy un buen ministro. Y como buen ministro, saludé con la mano a todos antes de pararme entre la chica y el monstruo.

-Bueno, señor murciélago, ha sido un gusto que haya querido venir a abrazar a uno de mis soldados, pero debe irse.-Exclamé con mucho humor, puesto que me hacia gracia lo que estaba pasando. El monstruo, naturalmente, no parecía entender mucho lo que iba a pasarle, así que venia chirriando como buen monstruo, por lo que tuve que hacer algo que juro sería recordado: Le di una bofetada en todo el hocico.-Cuando te digo algo, bicho, haces caso. ¡Vete de aquí!

Ohhhhh, eso ha sido un bitchslap en toda regla~ Ahora, se que no va a irse, pero no importa. En si no quiero dejar que vaya a atacar a otras personas. Quiero matarlo y tener mas carne.

-Es bueno que yo esté en el lugar, ¿no?-Pregunté, girándome a ver a la pelirroja que estaba acompañada por un Custos Dei, nada mas y nada menos, a quien saludé con una leve inclinación de cabeza-¿Todo bien, Tracy?

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por **Auros** Jue Abr 14, 2016 8:48 pm

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#1 'Dado Cósmico' :
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#2 Resultados : 22

por **Fingon Sindar** Jue Abr 14, 2016 9:10 pm

Fingon alzo la vista y vio que la azotea daba un dominio completo del lugar, podían verse aún más enemigos tirados por todos lados, Chaos se declaraba vencedor, al menos en esta ronda, sin embargo el cielo volvió a languidecer y sus rayos se volvieron tenues, melancólicos, en el horizonte apareció entonces una nueva ola de enemigos, esta vez venían más de donde elegir, una variedad diferente de invasores, parecían salidos de una cruza de una avestruz drogadicta que hubiera tenido sexo con un caballo con lepra, criaturas asquerosas, pero mortales, vio cómo se separaban en el vuelo e inmediatamente Fingon preparo su rifle Francotirador, por la mira telescópica pudo ver como dos de ellas atacaban a otro grupo de defensores en la lejanía e intento disparar a una de ellas desde su posición tan ventajosa… pero sintió un cambio atmosférico, sus orejas se sintieron raras y entonces quito su vista de la mira, con horror vio a una criatura lanzándose contra Tracy Cooper, su tiempo de reacción fue adecuado, se levantó y se preparó para defenderla del ataque sin embargo apareció de la nada Azazel Berith, el mismísimo ministro de Chaos apareció entre la bestia y la demonio, un golpe de la palma de su mano fue suficiente para desincentivar a la criatura que pareció confundida.

-Ministro- dijo con un movimiento de su cabeza.

Fingon había escuchado rumores de los ministros de Chaos, que almorzaban bestias feroces, se acostaban con osos feroces, que de noche bebían sangre de demonios y que de calientacamas usaban brazas ardientes. Sin embargo todos ellos protegían y amaban a su pueblo sobre todas las cosas, al menos eso parecía ser verdad. El arma de Fingon se alzó al cielo un poco más tranquilo al contar con la potencia de Azazel cerca, estuvo a punto de ir a estrechar su mano, saludarle correctamente o quizás intercambiar un par de palabras con él, después de todo ambos pertenecían a los más altos estratos del gobierno. Pero el destino quiso otra cosa, apareció por una cornisa una gigantesca criatura, una de aquellas emplumadas que habían atacado al otro grupo, esta se lanzó furiosa para apuñalar al elfo, sus ojos resplandecientes de esmeralda se movieron rápidamente dejando una estela en el aire y empuñando su Snipersword con la mano derecha le espero, el pico afilado del animal era terrible y sus numerosos colmillos mortales, con agilidad digno de su cargo y poder salto hacia atrás y agarrando fuertemente uno de esos colmillos tiro hacia sí mismo y girando sobre su propio eje hacia la derecha le estampo contra el suelo, entonces poniendo su pie sobre el cuello apunto con el arma de fuego hacia su espalda para matarle instantáneamente, lamentablemente la bala reboto en una protuberancia ósea que tenía el ave lanzando astillas de hueso en todas direcciones, estas dieron en el cuerpo del elfo pero no parecia nada grave, retrocedió rápidamente sobre sus pasos para analizar nuevamente la situación.

Entonces Huidow salió por la puerta cayendo al suelo manchando todo con sangre… que demonios? Vermell debía cuidarlo no matarlo de cansancio.

-Huidow… Huidow, amigo me escuchas, si me escuchas debes recuperarte ahora… señorita Eride, asístalo con esa herida, Huidow es un componente de soporte estratégico que necesitaremos si esto se complica…- Dijo mientras el inmenso ave se levantaba y sacudía su cabeza despejándose del giro y golpe que le había dado el Custos- Garnet si vienes tras de Huidow, Ataca a la criatura, yo actuare como defensor frente a sus ataques. No te contengas!, Cooper, corta sus movimientos desde el aire, atácale desde sus puntos ciegos. Ministro, puede hacerse cargo de la otra criatura?! Separados somos fuertes unidos invencibles… por el Lord y por Chaos termino gritando mientras apuntaba a la criatura con su arma de largo alcance.

El lobo Fenrir de Fingon se escurría entre las callejuelas de Urbanis y cada vez encontraba más y más civiles, ocurría lo mismo con todos, llamaban a quien sea que estuviera cerca, veían al lobo, se horrorizaban, se cagaban y algunos se desmayaban, los más valientes gritaban de horror que alguien les salvara del perro, Hellfrost hacia caso omiso de ello, les levantaba, y con su inmenso hocico les arrastraba hasta las cercanías de uno de los soldados de Chaos y buscaba otro. Los niños eran más fáciles, incluso algunos se subían a su lomo y se creían reyes del mundo mientras recorrían las calles. El restaurante de la calle veinticinco y la cuarta estaba bien protegido y varios soldados se habían apostado en los alrededores como vigía o médicos de emergencia, muchos heridos y nulos muertos por el ataque de las criaturas que parecían terribles en apariencia pero en la práctica no lo eran tanto.

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Habilidades Usadas:

por **Auros** Jue Abr 14, 2016 9:10 pm

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por **Cyan Al-Gram** Vie Abr 15, 2016 10:09 am

Después de dirigir sus palabras al hombre de corto oscuro cabello y seria expresión, este no se quedó callado. Su masculina voz delataba en sus palabras que si bien no era un hombre muy dispuesto a socializar con otras personas, lo que salía por su boca debía ser tenido en cuenta con mucha atención pues resultaba ser algo muy directo. “—No estoy seguro si son civiles o soldados.—“ Que dijera eso en parte era considerado como algo positivo, ya que afirmaba el hecho de que la presencia de Cyan se hacía notar tanto como para sembrar una leve duda, pero no para que tuvieran sus ojos puestos encima de él. “—Cualquiera que sea la respuesta, deben mantener ojos y oídos abiertos. Si tienen suerte, este fue el final del ataque, pero lo dudo. Algo seguramente pasará y son responsables de mantenerse ustedes mismos con vida.—“ Comenzó a tomar distancia pero sus palabras no podían ser más ciertas, el hecho de que una de las bestias hubiera muerto ante ellos no significaba que el peligro hubiese dejado de estar presente.

Para Cyan aquello se le presentaba como una amenaza doble, no solo por el enemigo en común al que combatían, sino también por parte del gobierno; Ahora que sabía que ese hombre guardaba alguna relación con el ejército, debía de mantenerse más cauteloso que antes. “—Mi nombre es Marcus. Si necesitan ayuda, llámenme pero solo háganlo si no son capaces de cuidarse ustedes mismos.—“ El lancero en ningún momento esperó que se presentara, pero era un detalle muy importante, al fin y al cabo eso junto con sus habilidades de batalla serían datos muy interesantes de reportar si contaba con el privilegio de salir vivo de allí. Mientras él comenzó a ocuparse de su propio cigarro, Cyan desvió su atención totalmente hacia la chica que tenía en su proximidad. Se sintió levemente satisfecho de escuchar como agradecía la propuesta de acompañamiento por su parte, las situaciones en un campo de batalla siempre eran tensas por lo que gestos con educación como ese se dejaban ver muy rara vez. “—En absoluto. De hecho, creo que seremos nosotros los que quizá desagrademos a los pacientes de la clínica con estas pintas.—“

Vaya, vaya. Resultaba una obviedad que tras el fragor de la batalla Cyan no tuvo tiempo de analizar al detalle las personas con las que estaba compartiendo compañía. Por lo menos tenía la certeza de que aquella joven no había perdido su sentido del humor, a pesar de que tan solo unos minutos atrás un demonio de seis patas quiso hacerla su merienda. —Entonces habrá que tener cuidado, no queremos que nos confundan con una de esas cosas y nos ataquen. ¿Verdad?— Musitó continuando la broma, cerrando sus ojos en una especie de mueca sonriente, a la par que exhalaba aire desde su nariz. “—A propósito… No he dicho mi nombre. Soy Astrid, encantada.—“ Ella había sido con su presentación casi tan directa como Marcus, aunque ello no le quitase la parte educada. Su nombre le sonaba como algo bonito de escuchar, aunque de alguna manera le recordaba a la palabra “astro”, algo que lógicamente no le diría por el riesgo de que pudiese tomarlo como algo ofensivo. “—Las circunstancias actuales no me dejan estarlo del todo, pero qué se le va a hacer.—“

Ella prosiguió hablando, dejándole saber su estado de ánimo aunque al mismo tiempo era muy fácil de imaginarse y la razón era simple. —Creo que eso debería ser la menor de tus preocupaciones.— La miró de reojo un solo instante, antes de voltear su mirada hacia el nublado cielo de desanimado color gris. —Estoy seguro de que en este momento todos compartimos el mismo sentimiento.— Expresó de una manera más suave al resto de sus frases, como si tratara de ponerles algún tipo de emoción, dejándose llevar por el momento y terminando en olvidar que él debía presentarse también. Bien, ahora ¿Qué sería lo siguiente? Con todo hablado se suponía que debía poner en marcha sus pasos hasta la clínica, acompañados parte del camino por ese diminuto ejército del cual parecía encabezar la mujer peliroja de antes. El objetivo por desgracia no tuvo el placer de avanzar tanto como a todos les hubiese gustado, pues en seguida las personas con los pies en el suelo pudieron notar rápidamente una amenaza que llegaba desde el aire, pero esta vez no serían únicamente los demonios que habían visto antes. “—¡Aparta!— Llegó a escuchar rápidamente por parte de la femenina voz, antes de que pudiese voltear media vuelta su cuerpo únicamente para ver cómo un monstruo emplumado de terrorífico aspecto, lograba herir a Astrid quien se había expuesto para servir como escudo humano al lancero.

Una mueca de horror y sorpresa quedó grabada en su rostro cuando vio brotar la sangre de los brazos de la chica, que a su vez había intentado defenderse con su arma. —¡Tú…! ¿Por qué has…?— Ella iniciaba una nueva lucha con un monstruo que sin duda parecía mucho más cruel que el anterior. Antes de que Cyan pudiese reaccionar, un temblor se hizo notar ante sus pies, cuyo responsable no era otro que Marcus, el cual había logrado centrar su atención en la misma escena. Como una nueva demostración de su poder, Marcus cargó contra la bestia en un acto de reflejos y agresividad bastante admirable. Tener bajo su control algo tan peligroso como el magma lo hacía responsable de que los nervios de Cyan se colocaran de punta, más cuando vio que la bestia sucumbía ante tal brutal ataque. Esta vez no solo sería sangre y sesos lo que dejaría caer la criatura; el lancero dio por asumido que parte de esa lava podría acabar salpicando los alrededores y aunque no fuera suficiente para compensar, debía hacer algo al respecto.

—¡A cubierto!— Exclamó justo antes de que la esfera de magma colisionara con la criatura, corriendo hacia Astrid para tomarla con sus brazos desde atrás y arrojarse a un costado, hacia el suelo, en un intento de arrastrarla junto con él. Como bien decía un dicho: “Hoy por ti y mañana por mí”, el hombre de cabellos azulados trataba como podía de permanecer arriba de la joven, intercambiando con ella sus roles de escudo humano. —No permitas que nada caiga sobre tus heridas.— Finalizó, tratando de ser bastante claro y directo en sus indicaciones. Al desviar la mirada en el suelo pudo visualizar como al otro lado del campo, otra bestia igual a la anterior se arrojaba contra el séquito de antes. No podía negar que sentía ganas de ayudar, saltar hacia allí y luchar… ¡Pero no podía abandonar a Astrid! A pesar de que su herida recibida por la bestia no parecía letal ni mucho menos algo grave, le había salvado la vida a costa de su propia seguridad. Simplemente no podría dejarla de lado.

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por **Éride** Vie Abr 15, 2016 1:29 pm

Pronto, más soldados llegaron a donde se encontraba Sindar. El Custos, con diligencia, dio una serie de órdenes a los oficiales que se presentaron delante de él. Después, él comentó que se encargarían de los monstruos más grandes… y eso no le convenía en absoluto a Éride, pero no podía echarse atrás en ese momento. Además, no sería la primera vez que se habría escondido tras las faldas de algún militar grandullón para evitar recibir un buen ataque. Respondió dándole su nombre cuando él hizo una pausa tras mencionar su cargo, ya que aún desconocía cómo se llamaba.

Tendrían que subir varias escaleras. Unos cinco pisos. Y ella se supone que estaba con molestias en el tobillo, pero dada la situación, tampoco podía dejar que Sindar cargase con ella, así que afirmó poder subir sin problemas, siempre y cuando tuviera cuidado. Si venía un monstruo directo hacia ellos, no podría defenderse correctamente, por lo que le saldría bastante cara la tontería. Caminó junto a Cooper y el Custos mientras se apoyaba en el báculo, aunque no le fuera necesario. Ella le rogó poder situarse en el aire para combatir, a lo que él accedió con una carcajada. Éride no sabía qué de divertido podría tener eso.

Al parecer, volvieron a cruzarse con la capitana Vermell y con el desconocido. El Custos los llamó para obtener su ayuda y después le comentó a la sacerdotisa que confiaba en que recibiría su ayuda para sanar a los heridos. Tras terminar de dar un discurso motivador, comenzaron a subir hacia una azotea. Tal y como se decía de Sindar, se le veía un ferviente devoto del Lord y su régimen. No eran exageraciones, como había creído en algún momento. Visto así, sería bastante fácil decir lo que él quería oír.

Era bastante incómodo subir los escalones de uno en uno, apoyándose en el bastón, y a paso de anciana. Sí que tenía una edad, pero no estaba tan desgastada como para ir así. De todas formas, no le faltaba paciencia en ese momento, pese a que maldecía una y otra vez en su mente la idea de fingir un percance en el pie. Como mínimo hasta que no llegase arriba, no podría detenerse a sanar la supuesta molestia.

Una vez en la azotea, pudieron apreciar los destrozos causados en la ciudad. Ella se apartó a un lado, simulando recitar una pequeña oración en voz baja mientras se examinaba el tobillo, a la vista del elfo. Tras unos segundos, se incorporó de nuevo con ayuda del báculo y movió el pie en varias direcciones para comprobar que todo estaba en orden.

Fue entonces cuando un par de bestias atacaron a los presentes. Uno de ellos, que parecía un lagarto emplumado, arremetió contra Sindar, que sí pudo defenderse. Por otro lado, uno de esos murciélagos que había aparecido previamente se dirigía hacia Cooper, pero alguien bloqueó la ofensiva en su ayuda.

¿Se trataba del ministro? ¿Azazel Berith? Vaya, sin duda alguna aquél era su día de suerte. Aunque no iba a cantar victoria aún, antes de intentar entablar cualquier tipo de conversación debía salir sana y salva de la batalla.

Poco después llegó la capitana Vermell junto al desconocido, cuyo rostro le sonaba vagamente. Quizás sería de alguna familia noble. Éste se desplomó en el suelo, y por lo que pudo apreciar, perdía una cantidad considerable de sangre. Antes de poder acercarse, el Custos le ordenó que se encargase de su herida. ¿Realmente era tan importante ese sujeto? Aunque no lo fuera, debía cumplir con lo que le había pedido si quería dar buena impresión. Asintió como respuesta, y rápidamente se situó junto al tipo cuyo nombre debía ser Huidow.

Deshizo el nudo que tenía formado para aguantar la tela que se supone que impedía que saliera mucha sangre, pero ésta no parecía cumplir con su función. Tras echarle un vistazo rápido a la herida, murmuró las mismas palabras que había usado previamente para fingir su propia curación, solo que ésta vez sí las estaba empleando correctamente. En cuestión de segundos, se podía apreciar cómo el tejido interno de la herida se regeneraba a gran velocidad, para finalmente cerrarse hasta no quedar ni siquiera una cicatriz de la misma. —¿Podéis incorporaros, señor Huidow?—preguntó, tendiéndole una mano para ayudarle. Ella no tendría la suficiente fuerza como para levantar a un tipo de ese tamaño, e incluso se preguntaba cómo Vermell había podido cargar con él mientras subía las escaleras, pero aquel gesto era simplemente mera cortesía.

datos:

por **Auros** Vie Abr 15, 2016 1:29 pm

El miembro 'Éride' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Rango 2' : 14

por **Gissel Gremory** Vie Abr 15, 2016 1:48 pm

Se mantuvo en silencio, observando atentamente en casi todas direcciones hasta que visualizó en un punto específico la presencia no solo del Ministro, también de un Custos Dei que anteriormente había vislumbrado en la batalla contra el Colosso y para su sorpresa a alguien más…aquella pelirroja por quien había intercambiado un par de golpes al defender al Novarum Inferno, Greed. Sonrió con ligera ironía por aquello, elevando muy apenas el mentón para finalmente chasquear apenas la lengua en señal de ligero pique. —Vaya, con las cosas curiosidas que se encuentra uno— Musitó con ironía antes de que alertada por unas nuevas presencias, parecía que era un cuento de nunca acabar, mataban algunos pero salían el doble…Fue entonces cuando fruncio ligeramente el ceño, ¿Qué causa los estaba convocando a intentar invadir Chaos?, desconocía la respuesta ante tal interrogante…Pero si se tomó unos momentos prudenciales para observar aquella criatura voladora que jamás había visto antes, era magnifica e incluso puede que el deseo de poseer una como mascota se instalara en sus prioridades inmediatas.

Solo bastó ver el ataque recibido, por lo que no dudó entonces en tomar a la pequeña gatita con la mano izquierda y sin más arrojarse del pegaso sin temor alguno, siendo que este volvió a desaparecer en un remolino de llamas. En primera instancia, las corrientes de viento, siendo comandadas por la pelirroja, rodearon a ambas en una esfera que sirvió como un claro bloqueo para evitarse sufrir daño alguno. Con su mano libre, terminó extendiéndola…la cual brilló en sutiles tonalidades celestes, para así liberar espinas de hielo que partieron en dirección precisa hacia el punto previamente indicado por la mirada de ella.

A nueva cuenta terminó aterrizando sobre el suelo sin mayores sobresaltos, depositando entonces a la felina sobre el suelo para luego fruncir el ceño con ligera molestia ante el intempestivo dolor que experimentaba en su extremidad. El hielo siempre había causado tal pesar en su cuerpo, tampoco era conveniente que se expusiera a fríos intensos como en el corazón de Tempus o sufriría las consecuencias para nada agradables ante sus sentidos…No importaba realmente ya, estaba enfocada en los próximos movimientos de su oponente a la espera de un ataque ajeno mejor o digno de la criatura que parecía ser.

Dejó escapar un suspiro repentino, manteniendo la mirada entornada y una posición física bastante relajada, ya que no le importaba realmente ante que oponente estuviese, su seguridad sobrepasaba cualquier parámetro de lo conocido, carente de temor pero así y todo una mujer bastante cauta que no era de subestimar a los contrincantes, pero si confiar plenamente en sus capacidades, en lo que su propio poder podía lograr cuando ella se enfocaba como correspondía.

Datos:

por **Auros** Vie Abr 15, 2016 1:48 pm

El miembro 'Gissel Gremory' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Dado Cósmico' :
Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos] - Página 5 Baw6yAz

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Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater