Re: Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos]

por **Arno Mireault** Dom Mayo 01, 2016 12:03 am

Fue un inicio movido, algo a lo que estaba acostumbrado el ministro y aunque había esperado ser capaz de derribar a esa criatura con sus propias manos, se vio sorprendido cuando una técnica ligeramente conocida para el dragón, se hizo presente rematando a su enemigo. No era algo difícil de ver, al menos no para el dragón que había sido testigo de tantas torturas y derramamientos de sangre que quizás se había vuelto inmune a ellos. De todas maneras su enemigo se encontraba muerto y destrozado, no tenía nada más que hacer en ese sitio.

Peinando la zona con sus ojos, diviso a otras criaturas similares ser derribadas del cielo junto a sus esbirros aunque algunos de los más débiles seguían vivos. Ese era el caso de una criatura con aspecto de ave, relativamente cercana a su posición actual. Eran sorprendentes los tipos de criaturas que habitaban ese reino, hasta ellas parecían llevar en su código genético la barbarie, claro que posiblemente tendrían sus usos si se las controlaba. De cualquier forma el dragón extendió sus alas negras y girando sobre su propio eje, se lanzó sobre esa bestia.

Al mismo tiempo que bajaba, desapareció las escamas negras de su cuerpo y las sustituyo con puro acero que fue asimilado de la hoja de su katana. De esta manera su piel tomo un tono gris puro donde la luna se reflejaba a modo de destellos debido a su velocidad. Debido a esto cuando se encontró sobre la criatura, imprimió toda su fuerza en su puño derecho con el cual golpeo y perforo la espalda del mutante, hundiendo hasta la altura de su antebrazo en la carne. Seguido todo el acero desapareció de su cuerpo de su cuerpo para concentrarse únicamente en esa extremidad, la cual se expandió y se vio cubierta de gruesas púas metálicas que despedazaron por completo al animal, dispersando sus restos por los alrededores.

Bueno realmente había esperado que lo que escuche no fuera cierto —Dijo usando su fuego para quitar los restos de esa criatura de su brazo al mismo tiempo que levantaba su mirada hacia su costado. Mantuvo un semblante serio, mirando fijamente a la más reciente capitana general de su ejército —Espero que puedas explicarme que estás haciendo aquí y bajo órdenes de quien —Sacudió su brazo y acomodo su chaqueta, cruzando luego ambos brazos sobre su pecho— Te escucho, Capitana Vermell

Datos:

por **Auros** Dom Mayo 01, 2016 12:03 am

El miembro 'Arno Mireault' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Dado Cósmico' :
Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos] - Página 12 Baw6yAz

Resultados : 62

por **Garnet Vermell** Dom Mayo 01, 2016 2:04 pm

Los nudillos de Garnet se empezaron a hinchar en cuestión de segundos a consecuencia del puñetazo ígneo que le había asestado al pajarraco en pleno cráneo. Probablemente habría realizado el movimiento bastante mal, ya que el golpe le había reverberado el dolor por todo el brazo y eso no solía pasarle muy a menudo. Quizás debería pedirle a la sacerdotisa que le echara un vistazo, pero ésta andaba ocupada tratando de hacer tropezar al monstruo. Además, tampoco quería dejar sólo a Huidow combatiendo, por no decir que el orgullo de la capitana le impedía siquiera pronunciar unas palabras de ayuda. No sería la primera vez que tenía una molestia de ese tipo y seguía luchando, de todos modos.

Tras oír el discurso de Berith, le quedó bastante claro que Sindar se quedaría en un segundo plano, por el momento. Obviamente, seguiría cumpliendo sus órdenes si se dirigía a ella, pero comprendió que el ministro, como encargado de la nación, era quien estaba al mando esta vez, por encima de cualquiera de los militares presentes en la ciudad.

Se propuso repetir el mismo movimiento contra el reptil emplumado, ésta vez con la mano que no tenía dañada, aprovechando que la muchacha de cabellos azules le agarraba de las patas con una especie de látigos translúcidos, similares a corrientes de agua. Sin embargo, antes de que pudiera dejarse llevar por la inercia para poder golpear al enemigo, algo hizo que éste estallase en pedazos. No vio lo que era: la oscuridad nocturna y la rapidez con la que sucedió le impidieron discernir si era un monstruo traicionero u otro aliado. Se limitó a mirarse a sí misma con asco, tras lanzar una exclamación que denotaba ese mismo sentimiento.

Antes de dedicarse a quitarse los pedazos de carne de encima, se dirigió a la silueta del que había provocado semejante desastre, sin llegar a verlo con claridad. —¡Oye, tú! Podrías haber empleado un método menos asqueroso para lucirte, ¿no te pa…— Se quedó sin habla tras reconocer su voz, y posteriormente sus rasgos. Pero lo que quizás menos le gustaba era su expresión. El semblante de Garnet se tornó a una mueca que mezclaba sorpresa y horror, puesto que sabía lo que se avecinaba al ver al ministro de Spatium delante de ella, pidiéndole explicaciones.

—¡A-ah! ¡Mireault! ¡Ministro Mireault!—Hablaba atropelladamente, tratando de recuperarse de la sorpresa. Estaba en problemas y tenía que inventarse algo rápidamente para poder salir del paso, pero sabía que él no era tonto, ni mucho menos. —¡Qué sorpresa verle por aquí!—Soltó una risita nerviosa que lo único que conseguía era empeorar la situación.

Quien se hubiera chivado se la iba a cargar, desde luego. ¡Para tres días que no estaba en Spatium! Sí que era cierto que no debía relajarse por el simple hecho de que no ocurriese nada fuera de lo normal, mucho menos habiendo ascendido a un cargo tan importante. ¿Pero qué le iba a decir? ¿Que cuando tuvo las primeras noticias del ataque a Chaos tenía pensado partir sin más y que cuando iba a volverse al ver que había acabado todo le dijeron que el barco no saldría de puerto en días?

Suspiró, después de lograr calmarse un poco, dirigiéndole una mirada llena de derrota a su superior. ¿Qué iba a decir, si no? —Lamento haber partido sin avisar, señor. Poseo conocidos en esta nación y, tras enterarme del primer ataque, me vi forzada a venir a ayudarles.— Bueno, no le había mentido del todo. La mayor parte de lo que había dicho era verdad, pero sabía que eso no le iba a gustar en absoluto. —Asumiré cualquier castigo que corresponda por mi irresponsabilidad, mi señor.—Aunque su voz denotaba firmeza y serenidad, la figura imponente de Mireault causaba que la capitana temblase, aunque de manera imperceptible a cierta distancia.

datos:

interactué con:

por **Gissel Gremory** Dom Mayo 01, 2016 4:42 pm

Desconcierto y confusión, lo que más asediaba a Gissel. Los sonidos se amplificaban o de momento así lo percibían sus sentidos, pues la respuesta de su cuerpo no era fácil de ser controlada, si bien era emergente que liberase aquellas grandes cantidades de llamaradas, no podía hacerlo sin tener el cuidado preciso de no lastimar a otra persona que estuviese cerca, ya que ese tipo de llamas…capaces de carcomer absolutamente todo lo que tocasen eran un arma de doble filo hasta para la propia valkiria que en ese instante llevaba su mano izquierda hasta la garganta, tocando la misma cuidadosamente ante la ligera falta de aire. Por más que se sentía no del todo bien…en su rostro parecía no acontecer nada de ello, por el contrario, siempre se mostraba altiva y orgullosa, como la guerrera digna que podía ser sin importar en qué situación se encontrase.

Permanecía sobre el lomo del semidragón, observando tanto al enemigo próximo a caer como al resto del reino desde las alturas, donde podía claramente vislumbrar a algunos compañeros, siendo que Jana era su principal preocupación, experimentó ligero alivio cuando la vio al lado de Marcus, sabía que la protegería a costa de lo que fuese. —Jhonatan— De buenas a primeras, su tono de voz resonó por instantes algo débil, tenue o más bien bajo, pero automáticamente recobró todo ese vigor propio como cuando trataba con alguien que consideraba un igual en el campo de batalla. —Tenemos cierta ventaja por estar en aire, aprovechémosla e intentemos encontrar la fuente de estos seres, de alguna forma hay que exterminarlos de raíz o seguirán surgiendo más y más. Tenemos que seguir demostrando que aun somos capaces de proteger el reino…¿eh?— Ante la última cuestión, su tono de voz se dulcificó un poco, o a medias, para que ante la voz del Ministro, Gissel adoptase una expresión de ligera sorpresa por el discurso que prosiguió…En cada palabra que el albino dedicó, ella fue perdiéndose unos instantes en su pasado, en por qué se había vuelto una Guerrera Gladius.

¿Por qué?, se preguntó interiormente, ella necesitaba recordar…necesitaba volver a sentir ese fuego que habitaba en su corazón, un corazón indómito que era capaz de sobreponerse a cualquier perdida, a cualquier golpe sin importar que tan duro fuese. Se vio entonces muchos años atrás, siendo solo una chiquilla de ocho años que corría apresuradamente por las calles de Spatium, se vio abrazando con afecto a las mujeres que regían el orfanato y en cada lagrima que sus pares derramaban ante las injusticias por no poder defenderse, ella…siendo tan solo una niñita se juró a sí misma protegerlos a costa de su propia vida. Pero oh…primero tenía que volverse fuerte. En eso pensó cuando fue trasladada al medio del desierto con una tribu nómada con esos orígenes…Su entrenamiento no fue fácil, las llamas de Gissel eran un completo descontrol pero así le enseñaron a dominar su propia mente para enfocar su poder, le enseñaron que todo tenía un porqué en la cadena de la creación…le enseñaron a respetar todas las cosas vivientes y por sobre todas las cosas, a creer en ella misma.

Los orbes de la fémina se humedecieron por escasos segundos a medida que recordaba pero acataba a la vez las palabras de su Ministro. Cuanto había costado llegar a donde estaba, cuantas caídas y tropiezos, cuantos fallos o decepciones, dudas e incertidumbre…Pero ya no importaba, no cuando estaba decidida a demostrar a los ojos de Chaos, una vez más, que podía protegerlos. Que podía dar el corazón por ellos.

—Esa es la voluntad de nuestro regente y será acatada. Hace tiempo no me sentía así, tan viva, hace tiempo que no me sentía libre, hace tiempo que no me sentía nuevamente yo. Gracias, supongo, porque en el fondo sabías que en algún momento…regresaría— Sentenció, dándole unos ligeros golpecitos en el lomo al semidragón, para finalmente fruncir el ceño, observando en dirección recta como a sus costados…pues confiaba en ese instinto que por dentro afirmaba una sola cosa, con un poco de suerte darían con el origen de toda esa invasión.

Interactue con::

por **Jana Aigner** Dom Mayo 01, 2016 6:07 pm

Maldecía en su interior a la criatura ya muerta. Su cuerpo le dolía. Sus heridas le causaban una incomodidad tremenda. Sentía el cuerpo ligeramente más pesado y no podía moverse con normalidad, sin embargo se levantó y siguió adelante.
Apareció un ave frente a ella, un ave inmensa que comenzó a hablar. Le miró sorprendida, pues no reconocía aquel ser. Por el contrario el Phoenix parecía conocerla, pero estaba segura de que nunca le había visto antes, al menos no de esa forma. -No puedo decir lo mismo. ¿Nos conocemos?- Era sorprendente el tamaño del ave, y claramente no lo reconocería hasta que el hablara, pero el fénix había emprendido su vuelo, para seguir con la pelea.

No caminó mucho, pues una muchacha se había acercado a ella para ayudarla. Jana era muy orgullosa, no le gustaba recibir ayuda, pero eso no significaba que no era agradecida. -Estoy bien, no necesito que me cures, seguramente son solo quemaduras menores.-Evitaría mostrarse adolorida, para ella era una señal de debilidad y por más que sufriera por dentro, negaría ese dolor por fuera.- Tengo que seguir, no puedo dejarle la diversión a los demás, ¿No crees?
Pero ella permaneció quieta y tranquila, dejándose curar por Astrid, miró el proceso con interés, pues sus heridas sanaban rápidamente, haciendo que las marcas causadas por las llamas desaparecieran sin dejar rastro, como si nunca se hubiera quemado antes. Perfecto, no le quedarían cicatrices feas. Cuando Astrid terminó, la miro con una sonrisa. -Gracias...-Murmuró sonriente y se puso de pie, pues se había sentado a esperar que la doctora terminara.

Llamó a Lightning y esta apareció en su mano en un instante, miró a sus acompañantes, pues un muchacho de cabellos azules se había acercado a ambas. -¿Marcus...? ¿El ave es Marcus?- Dijo en un grito un tanto sorprendida, apuntando al Fénix con su dedo índice.- Y yo que creí que solo manejaba la espada.- Las apariencias engañan definitivamente, y esto dejó pensando a la soldado. Poco después miró en dirección de donde provenían aquellas criaturas, mientras escuchaba las órdenes del Ministro, haciendo movimientos con su espada entre sus manos, calentando un poco para lo que fuera que viniera a continuación.

Miró a Cyan y con una expresión extrañada negó con la cabeza. -¿Perdiste tu arma..? En una pelea como esta.... ¿Lo dices enserio?-Experimentó un pequeño enfado, pues no creía oportuno ningún tipo de descuido. Un soldado desarmado definitivamente era una desventaja, y más valía conseguir aquella lanza, pues era por el bien de todos y de el mismo. -Habrá que buscarla y rápido, o harás que los superiores se enfaden.- Dio un suspiro.-No podemos permitir ningún tipo de error, así que aprovecha que los monstruos están muertos y vamos a buscarla, no se alejen mucho de Marcus, y si lo hacen busquen a Gissel o algún otro superior, ¿Entendido?-Miró a Astrid y después a Cyan en busca de una respuesta positiva. Había tomado el mando de la situación momentáneamente, y esperó a que la siguieran sin oponerse.- Habrá que separarnos, pero quiero que volvamos a este punto, si la encuentran o si no la encuentran, lleguemos aquí. Esa lanza no pudo haber ido muy lejos.-Se acomodó el cabello, haciéndolo a un lado mientras que con su mano libre sostenía a su espada en una pose firme.- Entonces andando, encontremos esa lanza. -Y dando media vuelta se alejó de ellos y comenzó a buscar.

Datos:

Interactué con:

por **Astrid Dagmar** Dom Mayo 01, 2016 8:05 pm

De nuevo Marcus hizo una muestra de sus poderosas aptitudes para el combate, ya que no tardó en lanzar un destructivo ataque de sombras contra la coraza del enemigo que Astrid había divisado a lo lejos, acabando con él en el acto. —Increíble...—murmuró. Aquella habilidad había despertado su interés aún más que cualquiera de las otras que había utilizado, hasta tal punto que se planteó que, si lograban salir vivos de ésta, podría intentar hablar con él para que pudiera enseñarle dicho poder, si es que era posible.

La chica se había mostrado reticente a que Astrid curase sus heridas, pero al menos no se había movido del sitio y le había permitido cumplir con su trabajo. Tras acabar de sanarle, la joven le agradeció amablemente la acción, a lo que ella respondió con la misma sonrisa cortés que se había esbozado en los labios de su interlocutora. —Aunque fuesen quemaduras menores, estoy segura de que ahora estás mejor sin ellas. No merece la pena que te estés aguantando si alguien te puede echar una mano,—contestó, girando la vista hacia Nayc al oírle hablar.

La soldado no pareció tomárselo muy bien, pero al menos reaccionó tal y como cabría esperar de un militar. Tras escuchar sus órdenes, miró de reojo a Nayc y agachó la cabeza en un gesto de complicidad, esperando que él entendiera que por el momento sería mejor acatar lo que había dicho la muchacha. Al menos, parte de lo que sugirió. Después volvió sus pupilas hacia ella.

—Está bien. Pero debo decirle, señorita…—hizo una pausa y gesticuló con la palma de la mano abierta hacia ella, esperando a que diese su nombre, pues lo desconocía —…que el soldado Marcus sabe que mi compañero y yo necesitamos desviarnos al hospital cuanto antes. Si hasta ahora no hemos llegado a él ha sido por culpa de estos… obstáculos con forma de ballena o pájaros alados que nos han atacado continuamente.— Volvió a mirar a Nayc rápidamente antes de seguir fijando la vista en la soldado. —Una vez la encontremos vendremos aquí, al menos para indicarle que deje de buscar. Pero después de eso tendremos que irnos.— Asintió cuando ella dio la orden de marcharse y observó cómo se alejaba, para después despedirse de Marcus con la mano, indicándole que iba a marcharse.

En ese momento, volvió a hacer otro gesto con la cabeza a Nayc, señalando la dirección en la que se proponía a ir. —Vamos,—susurró. Si encontraban la lanza antes que la muchacha, no tenía intención alguna de volver allí, a menos que les pillase de camino para volver al hospital. Quizás perdería aún más el tiempo buscando la lanza que regresando al punto que había propuesto la joven de cabellos verdes, pero tampoco iba a ponerse a pensar en ello. Tal vez, si se encontraban más adelante, trataría de darle alguna excusa. No tendría que mentir, de todos modos, aunque sí que era cierto que sería una auténtica grosería ni siquiera molestarse en avisarle. Tomó ligeramente al lancero del brazo una vez más, arrastrándolo tras ella, pero le soltó en cuanto pudieron alejarse un poco. —…No tienes ni idea de dónde la perdiste, ¿verdad?—preguntó, tras dar un suspiro. —Tan sólo tenemos que deshacer el camino por el que hemos venido. Después de encontrarla, si no te importa… prefiero que vayamos directamente a la clínica.—le confesó. Sabiendo que no era un soldado, no iría a quejarse a la chica. O sí, dependiendo de cuáles fueran sus estándares morales.

datos:

interactué con:

por **Noir L. R'Lyeh** Dom Mayo 01, 2016 10:51 pm

Paradojas y extraños susurros de una extraña historia o más bien la simpleza de un travesura diseñada por Parcas del destino, una confusa situación.
Un profundo suspiro escapó de la fina nariz de la vampiresa a la par que sus pequeños pies se abrían camino de manera presurosa entre los agrietados senderos de callejones y callejones, buscando esconderse en la ya de por sí extraña presentación pictórica de la ciudad. Había tenido demasiados problemas ya con el inesperado encuentro con aquella shinigami, sin contar con que estaba segura de que sus perseguidores seguían por ahí. Necesitaba salir de Chaos lo más rápido posible pues tras sus pasos no solo se cernían las sombras de sus buscadores, sino que algo en el ambiente se filtraba y enajenaba el ya de por sí denso aroma a azufre y caos. Algo en las alturas se desplegaba…

Al pasar por una pequeña galería, se hizo con una raída capa oscura y se la tiró encima, para luego desfilar con celeridad hacia otro pasillo más hasta que ganó finalmente una de las avenidas que a tan solo unos metros más la dejarían libre del gentío y con un acceso más fácil a las puertas de la ciudad, cuando repentinamente el aire terminó por resquebrarse y explotar en calamidad. El armagedon afloró en una danza de bestias infernales y guerreros que emergieron de las cuatros puntos cardinales en un estallido de chispas, colores y elementos que caleidoscópicamente se enlazaban en una sinergia de la destrucción. La misma estructura arquitectónica de la ciudad se vio sacudida con la horda de ciudadanos y turistas despavoridos, entre los cuales Noir decidió ocultarse. Algo había oído sobre dicho ataque, sin embargo no representaba ganancia alguna para ella por lo que se había apartado del caso, cosa rara era que ahora ella estuviese en el epicentro como una espectadora y posible víctima. Desde luego lo mejor era huir.

Sin embargo, tras zafarse de alguna que otra calamitosa arremetida de bestias y daños colaterales, cierta situación la empujó a saltar de la cornisa de un edificio tan solo para salvar a una pequeña niña que caía desde otro más elevado. – Tranquila.. ya todo está bien- le susurró a la pequeña mientras la depositaba en los brazos de su madre, cuando un silbido casi inaudible humanamente la alertó, dándole tiempo tan solo para girar unos milímetros su cuerpo y esquivar un perfecto y limpio empalamiento.

El cristalino y refulgente brillo escarlata de su mirada rasgó el manto de la realidad a la par que lo hacía la bella y magnánima estela de una alabarda que en giro mortal había caído de algún punto en el cielo, rozándole el rostro, deslizándose apenas sobre el busto de sus prendas, rasgando parte de la fina tela que traía encima y a su vez cortando finamente la correa del estuche de chelo que le colgaba del torso.

El torso de la joven se ensanchó al aspirar con sorpresa un golpe de aire mientras en sonido seco y casi metálico, la fina esculpida lanza de tono carmesí se clavaba en el bloque de cemento como si este fuera un simple trozo de tierra húmeda. Otro golpe seco la sacó de su ensimismamiento, cuando el pesado estuche con la correa rota cayó tras ella sacudiendo su gran espada en el interior.

-¿ Qué demon…? – soltó cargada de indignación, viró el rostro analizando los derredores buscando un posible atacante, más con el caos era imposible dilucidar la situación. Se asió la rasgada capucha sobre el vestido roto y ató como pudo las correas del estuche de chelo, cargando nuevamente con su espada, para luego tomar con una mano envuelta en tela la alabarda asesina. – Lo último… que faltaba..- susurró entre dientes bastante molesta. Solo deseaba salir en una pieza de aquel lugar y ahora le habían roto la ropa, el estuche de cuero y posiblemente cargaba o con un atacante encubierto bien torpe o se trataba de una trampa.

Se metió al resguardo de uno de los alfeizares de una tienda y observó con detenimiento la lanza. Era maravillosa, con unos detalles muy delicados y llamativos que hasta parecían hechos por manos élficas, sin contar con que aquel destello escarlata que emanaba de su materialidad la hacía completamente mágica. – Huuummm con venderte podría reemplazar este vestido y el estuche… - murmuró por lo bajo llevándose un dedo a los labios, de los cuales una ligera sonrisa afloró. No era una mala idea y si se trataba un arma perdida, pues lástima por el usuario. No pudo evitar dejar escapar una risita pícara a la par que se deslizaba entre los escombros de manera un tanto sigilosa, tratando de evitar otro posible empalamiento fortuito o bien un encuentro con alguna bestia o guerrero. En una pieza, salir de Chaos en una pieza era lo único que deseaba.

Ningún dado utilizado
Ninguna interacción directa en este turno

Status:

por **Fingon Sindar** Lun Mayo 02, 2016 8:19 am

El fuego cruzado fue intenso, demoledor y completamente lleno de exceso de poder, los defensores parecían invencibles y Fingon no se quedaría atrás, no señor.

Cuando fue a por el Skinwing que había detenido en primer momento vio como sus amigos le hacían frente, sintió entonces que eran confiables. La brutalidad desperdigada por todas partes hacia que la sangre y vísceras de las bestias llovieran por toda la ciudad y como si fuera común en esta parte de la región, algunos de los más desafortunados recogían la carne para quizás calentarse las tripas con alguna cena aun cuando la gente estaba verdaderamente asustada.

En medio del combate Garnet y Huidow parecían bromear sobre el peso de ambos y la sacerdotisa parecía algo confundida pero aun así Fingon no perdió su concentración, comprobó su seguridad y entonces volteo a ver como en un acto heroico la mujer gato defendió el ataque que estaba dirigido al ministro Azazel, era un leal subordinado, esto le pareció digno de ganarse una medalla aun cuando ella misma estaba en peligro. Ella le agradeció y por la ayuda y Fingon respondió las gracias levantando una mano y dándole una calurosa sonrisa, entonces volvió a la acción.

Vio como la bestia recibió el ataque de Azazel en modo de una especie de sello explosivo. Aun así la bestia persistió, parecía sacudir su cabeza emplumada y querer por todos los medios acabar con la figura de autoridad más alta del reino, posiblemente él era su objetivo primario.

Entonces Fingon levanto su arma de largo alcance y sin mayor puntería disparo una ráfaga que salió disparada en dirección a Azazel, esta perforo el corazón de la bestia y limpiamente cayó de espaldas mientras sus ojos cristalinos perdían su brillo.

-Por mí no hay problema Ministro, solo estoy de visita en vuestra animada ciudad, y ya veo cómo es que se divierten por estos lares.- respondió el elfo después de eliminar a la criatura cercana a Azazel.-Considéreme como su leal siervo Berith la peor de las estrategias es contar con un alto mando dividido y creo que el mando más alto en esta ciudad es por supuesto el regente absoluto de Chaos.- dijo con una mirada seria y llena de confianza hacia el correcto desempeño del Ministro.

Cuando Fingon reviso una vez más el perímetro y comprobó que las criaturas más próximas a la azotea estaban divididas en complejos rompecabezas para carniceros, vio como descendió desde los cielos otro de los ministros de Spirit Soul… era posible que se encontrasen dos ministros en una misma ciudad? Que suerte tenía el elfo al conocer el mismo día a dos de las más grandes autoridades del mundo.

El elfo quiso acercarse a hablar con el ministro de Spatium pero él parecía estar interesado únicamente en la Capitana General Vermell, así que se mantuvo al margen al menos por el momento.

Datos de Batalla:

Interaccion con:

por **Auros** Lun Mayo 02, 2016 8:19 am

El miembro 'Fingon Sindar' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Dado Cósmico' :
Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos] - Página 12 Baw6yAz

Resultados : 68

por **Ragnar Azathoth** Lun Mayo 02, 2016 9:20 am

Huidow había presenciado la más jodidamente alucinante de las batallas y vio como estallaban cosas por todos lados, era realmente inspirador todo aquello, bueno cuando perteneces a una nación donde las tripas reventadas eran consideradas diversión de primera. Vio como el elfo acabado con al menos dos criaturas con certeros ataques, también vio la potencia destructora de Garnet y como el ministro Azazel parecía tomar el mando completo de las defensas de la ciudad, Huidow jamás podría hacer algo así. Si ni siquiera podía dirigir la fortaleza donde vivía, es más solo se consideraba a sí mismo un vagabundo encargado de pasar desapercibido. Aunque eso igual era bueno, podía ayudar de verdad a la gente con su posición como Golden Alliance lamentablemente tenía que mantener su identidad en una especie de secreto a voces por los posibles atentados secuestros u otros delitos que pudieran estar involucrados con su persona.

De pronto del cielo llego volando lo que parecía ser un hombre con un rostro de pocos amigos y algo engreído, su poder estaba estrechamente ligado a su espada al parecer. En cuanto bajo a la azotea donde estaba el grupo del Ministro hablo con Garnet, pero de manera muy prepotente según la opinión de Huidow.

Exigía saber que hacia ella ahí, que asunto le tenía en Chaos y bajo quien actuaba, quien se creía ese zarrapastroso. Garnet respondió como siempre con una ligera violencia tal como le gustaba. Y entonces Huidow se enteró de que él era el ministro. Y ella trataba de disculparse de alguna forma por haber estado en este lugar.

-Quien te crees que eres viejo?, porque vienes a pedir explicaciones cuando Garnet está jugándose el pellejo por proteger a la gente, mas encima llegas tarde a la más jodida y épica de las batallas que he visto y quieres castigarla.-Se entrometió el Golden Alliance *Si no fueras un maldito monstruo te sacaría el corazón* Pensó Huidow -Apuesto que estabas junto a tu calentita chimenea con pantuflas leyendo el diario cuando supiste que estaban comiéndose una parte de la ciudad y para que no te echen la bronca tuviste que venir?-Se enojó Huidow, más para tratar de impresionar a Garnet que por otra cosa. -Deberías estar agradecido de que ella está en el frente de batalla de manera pronta y oportuna. Tu deberías disculparte!. Demando finalmente mientras miraba seriamente el rostro de Garnet e intentaba averiguar que pensaba a través de su único ojo.

Datos de Batalla:

Interaccion:

por **Cyan Al-Gram** Lun Mayo 02, 2016 10:27 am

La chica de verdes y largos cabellos quedó tan sorprendida como lo había hecho Cyan, al enterarse de que esa ave de fuego se trataba de Marcus. No siendo suficiente con eso, al nombrarlo daba la clara sensación de que lo conocía y al mismo tiempo eso disipaba las probabilidades de que ella se tratase de una civil común. La conversación no tardó en girar en torno al arma perdida del lancero, que por un momento se convirtió motivo de una mirada seria por parte de la contraria. “—¿Perdiste tu arma..? En una pelea como esta… ¿Lo dices en serio?—“ El hombre no quedó del todo seguro sobre si le gustaba el tono con el que iba dirigida esa pregunta, ya que el afectado por la pérdida era él y no ella. “—¡Habrá que buscarla y rápido, o harás que los superiores se enfaden!—“ ¿Superiores? Cyan arqueó una ceja bastante extrañado aunque entendiendo la situación, dejando al aire la pregunta retórica sobre si esa mujer creía que tanto Astrid como él formaban parte del ejército de ese reino.

No podía ignorar el hecho de que aquello era quizá muy oportuno, pues no quería explicar nuevamente que no era parte de esas tierras. Desvió la mirada de manera fugaz a su compañera de oscuros cabellos, con la curiosidad de saber si ella lo había visto de la misma forma o siquiera se habría dado cuenta. En ese instante fue entonces cuando se dio cuenta que sus miradas coincidieron entre sí de refilón, y que no hacían falta palabras para decirse mutuamente que ambos habían tenido casi la misma idea al mismo tiempo. “—No podemos permitir ningún tipo de error, así que aprovecha que los monstruos estén muertos y vamos a buscarla.—“ Era bastante posible que la mujer no fuese con mala intención, pero aquellas palabras le habían sentado a Cyan un poco fuertes y no dudó en reaccionar por impulso. —No te hagas una idea equivocada, los accidentes ocurren.— Aclaró. —No es como si yo hubiese dejado escapar mi arma por propia voluntad.—

Finalizó un poco a regañadientes para sus adentros, pues tenía ganas de decir más cosas, pero se las guardaría ya que sería grosero e hipócrita por su parte. “—No se alejen mucho de Marcus, y si lo hacen busquen a Gissel o algún otro superior, ¿Entendido?—“ La chica armada con una espada continuó hablando. ¿Quién era Gissel? Un dato nuevo le fue revelado; sabía que se trataba de una superiora en el ejército, pero no podía preguntar al respecto porque entonces arruinaría su fachada de “falso soldado”. Si ella tuviese que descubrir quién era, debería ser por boca de Marcus. “—Está bien, pero debo decirle, señorita… Que el soldado Marcus sabe que mi compañero y yo necesitamos desviarnos al hospital cuanto antes.—“ Ella estaba en lo cierto, el hospital… Con todos los sucesos anteriores que habían estado ocurriendo, casi había olvidado cual era el objetivo de acompañarla. “—Si hasta ahora no hemos llegado a él ha sido por culpa de estos… Obstáculos con forma de ballena o pájaros alados que nos han atacado continuamente.—

Cyan rápidamente percibió como Astrid le dedicaba una disimulada mirada, por lo que él simplemente asintió con la cabeza, dando a demostrar que continuaba de pie sobre el hilo de la conversación. “—Una vez la encontremos vendremos aquí, al menos para indicarle que deje de buscar. Pero después de eso tendremos que irnos.—“ El hombre de azulados cabellos volvió a asentir con la cabeza una vez más, no había mucho que comentar sobre la situación, y de hacerlo solamente estaría repitiendo con su propia voz las palabras que ya mencionó Astrid. Echó un vistazo a Marcus y a la mujer de cabellos verdosos antes de centrar su atención en la fémina al lado suya. “—Vamos.—“ Musitó ella, haciendo que girara la cabeza hacia la misma. Puso sus pies en marcha y caminó junto a la sanadora unos pocos pasos, reflexionando sobre algo. Ella no parecía mala persona ¿Verdad? Es decir, había salvado una vez su vida anteponiendo su propia salud, y por si fuera poco lo estaba ayudando a pesar de que tenía objetivos personales más importantes.

Cyan poseía solo una conjetura pero quizá, y solo quizá, hubiera una posibilidad de que pudiera contarle la verdad a ella. Al fin y al cabo había hecho suficiente por él como para merecérselo, ¿Cierto? —Escucha, Astrid. Hay algo que me gustaría decirt-— No logró terminar la frase cuando ella lo tomó del brazo y arrastró de manera apresurada sobre el camino que debían seguir. Una vez fue soltado, comenzó a caminar rápido a la par suya. “—…No tienes idea de donde la perdiste, ¿Verdad?—“ El revolucionario colocó una mano sobre el mentón en postura pensativa, sin poder evitar ignorar ese suspiro por parte de Astrid. —Veamos… Resbaló de mi mano cuando caíamos del dragón, y estaba a bastante altura. Pudo haber terminado en cualquier sitio.— Informó desviando la mirada a Astrid. “—Tan solo tenemos que deshacer el camino por el que hemos venido. Después de encontrarla, si no te importa… Prefiero que vayamos directamente a la clínica.—“

Cyan sonrió, pues él sabía perfectamente que ella siempre tuvo en mente volver a aquel lugar tal y como lo había descrito en su historia para Marcus. —Yo… Lo siento mucho.— Pasó de la sonrisa a una mera mueca sonriente, interpretada más como disculpa. —A pesar de lo importante que es para ti llegar al hospital, te paras a ayudarme con cosas que no tienen nada que ver contigo. Dije que te sería de ayuda y estaría a tu servicio, aunque creo que soy más como un estorbo. Cuando recuperemos mi lanza, nos dirigiremos al hospital y no pararemos hasta llegar.— Levantó el pulgar de su mano derecha hacia arriba, en signo de aprobación. —¡Prometido!— Dicho esto continuó sus pasos, mirando a sus alrededores. —Quizá sería más seguro pasar por las zonas derruidas, es probable que permanezcamos más inadvertidos por ahí.—

Hp:
He interactuado con…:

por **Wyrd** Lun Mayo 02, 2016 6:02 pm

Por el trato que había entre ellos, saltaba a la vista de la muchacha que ambos se conocían lo suficiente como para mantener esa confianza en su charla. Ella por su parte, aguardó en silencio para no interrumpirlos a ambos mientras mantenía los sentidos atentos en el cielo ante la posibilidad de que hubiese otro ataque por sorpresa como el de aquella criatura que tuvo la desgracia de cruzarse en el camino del Gladius, o mejor dicho al revés. La determinación afloró en su rostro ante las palabras del rubio mientras asentía con firmeza.- Lo protegeré con mi propia vida si es necesario.- Estaba dispuesta a hacerlo aún cuando Jhonatan no se lo hubiese pedido, ya que lo había asumido como tarea propia desde un principio, en cuanto el joven doctor pidio que lo acompañase. Y a pesar de la situación tan comprometida en la que se encontraban ellos y el mismo reino, se permitió bromear un poco al respecto con el caduceus haciendo uso de una confianza que ella había asumido fruto de la circunstancias entre ambos a causa de su carácter. Se acercó a Derek, dándole un ligero codazo en el brazo.- Ya has oído Doc, estás bajo mi cuidado. Espero que puedas seguirme el ritmo en este campo de batalla que puedo llamar hogar.- Todo aquello no era más que una forma de disipar sus propias tensiones y mostrar seguridad ante el Guerrero Gladius y el buen Doc.

Fue entonces cuando volvió a lanzar la mirada lo alto para darse cuenta que nuevas figuras recortaban el firmamento. Allí arriba, suspendidas en el aire hicieron acto de presencia nuevos enemigos que parecían ballenas voladoras, con un tamaño que nada tenían que envidiar a los dirigibles de guerra de la armada. Eran mucho más grandes que cualquiera de los atacantes predecesores y desde luego a pesar de la lentitud con loa que se desplazaban, su instinto le gritaba que eran el mayor peligro al que se enfrentaban hasta aquel momento. Sin embargo el peligro más inmediato provino de otra bandada de aquellos murciélagos infernales que se lanzó contra el trío reunido. Un chillido desgarrador la alertó a tiempo para ver como uno de aquellos Horror Token se lanzaba contra Derek. Corrió lanza en ristre, dispuesta a atacar a la criatura y llamar su atención. Sin embargo no hizo falta porque esta cambió el objetivo sin previo aviso, para enfrentarse a ella. Estando a tan poca distancia y con un giro tan radical de los acontecimientos no fue capaz de coordinar sus movimientos para hacer frente a la nueva situación cuando recibió aquella sustancia desconocida en pleno pecho.- Maldito bicho...- Aturdida por el ataque sorpresa intentó librarse de aquella cosa viscosa de encima, sobre todo al darse cuenta de que otro de aquellos se acercaba a Derek. No importaba realmente si se tratada de otra trampa igual que antes, la prioridad indiscutible pasaba por hacerse cargo del caduceus y mantenerlo a salvo. Se puso en pie como pudo, corriendo para cubrir al joven de aquel apéndice que amenazaba con perforarle el vientre. Pero aquella baba parecía no haber terminado su trabajo, ya que la hizo resbalar mientras llevaba a cabo su misión encomendada por Jhonatan, abalanzándose casi sobre el segundo Horror.

Escuchó la voz del Ministro, proyectada por magia ya que no se veía por ninguna parte. Aquellas instrucciones la hicieron recuperar la compostura. para retroceder hacia Derek sin apartar la vista de sus adversarios. Analizando la situación, claramente estaban en desventaja en un combate de dos contra uno pues no tenía ninguna intención de dejar que el caduceus se acercase mínimamente al peligro. Si de verdad querían salir de una pieza tendrían que buscar ayuda en algún otro equipo de combate que estuviese defendiendo la ciudad, con un poco de suerte no muy lejos de allí.- Vamos Doc, tenemos que encontrar a alguien que nos eche una mano con nuestros nuevos amigos, así que vámonos de aquí.- Estaba en tensión, con cada fibra de su ser dispuesta para actuar en caso de que la situación lo requiriese, algo que no iba a tardar en suceder seguramente. Las manos se cerraron con fiereza alrededor de su arma, lo que le transfirió algo de calma y seguridad a pesar del desventajoso problema en el que se encontraban.- Empujó suavemente a Derek, convidándolo a acorrer.- Muevete y encuentra a alguien. Yo estaré justo detrás de ti, intentando mantenerlos a raya y que no nos convirtamos en la cena de hoy.- Solo había una salida posible que no conllevase agotar a su apoyo en un combate que bien podría extenderse de forma indefinida.

Stats:

Interacción con...:

por **Auros** Lun Mayo 02, 2016 6:02 pm

El miembro 'Wyrd' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Rango 1' : 1

--------------------------------

#2 'Tirada Rango 1' : 3

por **Arno Mireault** Lun Mayo 02, 2016 9:07 pm

Esperaba alguna excusa por parte de la mujer, alguna explicación pero lo primero que escucho de sus labios fue palabras de enojo. Aquello estuvo a punto de hacerlo golpearla hasta notar que no había sido reconocido por la velocidad en que apareció a su lado. Impasible escucho sus palabras, encontrando muy poca base para su marcha a ese reino y de todas maneras no había viajado para oír sus excusas, únicamente para presenciar que andaba haciendo además de ver si estaba abusando de su puesto. Al parecer se había mantenido dentro de los límites y quizás siendo la primera falta estaba en orden un perdón pero claro, escucho otra voz que volvió a echar candela a su enojo.

Ladeo ligeramente su rostro, posando su mirada en ese hombre mientras mantenía una calma casi inhumana en su rostro. Entre más hablaba, más complicado le era mantener esa expresión sin embargo una parte de su enojo se filtró, activando una fracción de su transformación. Su ojo derecho se tornó carmín mientras que alrededor de su mano izquierda apareció una pequeña cadena negra envolviéndola. Tenso su mano sobre esta, soltando un par de chispas mientras devolvía la mirada a la capitana— Garnet, me es indiferente si tienes conocimientos o conexiones en Chaos. No perteneces a su ejército sino al mío y en mi armada todos reportan sus movimientos, especialmente si serán fuera de las fronteras. No me importa que hayas ascendido hace nada, tu cargo en autoridad solo está por debajo del mío y como tal hay un ejemplo que debe mantenerse…por ello habrán consecuencias —Dijo moviendo su mano, soltando la cadena y atando un extremo a la muñeca de la mujer.

Unas pequeñas chispas doradas cubrieron su cuerpo, saltando alrededor del mismo antes de ser conducidas por la cadena hasta el cuerpo de la capitana, dejando que una cantidad considerable de electricidad pasara antes de desintegrar la cadena— De momento será solo esto y ahora —Giro nuevamente hacia el hombre, manteniendo ese rostro impasible pero una mirada gélida— Mi reino no tiene responsabilidad alguna de ayudar a otros, no sin una petición formal. La presencia de la capitana general fue un desacato a mis órdenes y a mi autoridad. Por tu aspecto asumiré que no eres un soldado y que tienes muy poco conocimiento del movimiento militar de los tres reinos, además que desconoces la autoridad que tenemos los ministros. Por encontrarte en tierra extranjera, no actuare por tu falta de respeto pero te advierto que si llegas a pisar mi reino con esa actitud, personalmente te llevare en cadenas a uno de mis calabozos hasta que aprendas a respetar a quienes se encuentran por encima de ti —Dijo sin mostrar ningún tipo de emoción en su voz, manteniendo un tono completamente vacío. Le dedico una última mirada, como si fuera alguna clase de criatura inferior y se giró, cruzando ambos brazos por encima de su pecho en espera de algún cambio en esa batalla.

Interactue:

por **Garnet Vermell** Lun Mayo 02, 2016 11:40 pm

A Garnet le parecieron una eternidad los instantes de silencio que ocuparon el ambiente mientras esperaba la reacción de Mireault ante su respuesta. Obviamente, no iba a sentarle nada bien, pero quizás con su disculpa las cosas se calmaran un poco. Era posible que incluso la sanción fuese mucho menor de lo que debería ser en un principio, aunque ella no tenía manera de saberlo. Si estaba segura de algo es que había tenido que tragarse el orgullo y agachar la cabeza para asumir la responsabilidad de sus actos, de manera que el ministro pudiera confiar en su palabra y viera que no fue más que un desliz impropio de alguien de su cargo, pero que no volvería a ocurrir en ningún otro momento.

Pero, por si la situación no era lo suficientemente humillante, Huidow decidió encarar a Mireault. La vista de Garnet se clavó en el pelirrojo, y con cada palabra que él pronunciaba, su boca se abría más, en una mueca de horror, confusión y estupefacción. Ni siquiera había reparado en que Sindar había destruido al monstruo que faltaba, puesto que sentía que en aquella escena tan sólo estaba ellos tres: el ministro, el bocazas del Golden Alliance y ella misma. ¿Sabía a quién se estaba dirigiendo? Ella había sido clara con sus palabras al disculparse, ¿no? ¿O acaso él estaba sordo? Juraría haber dicho que se trataba de un ministro, desde luego.

No tenía ni idea de por qué estaba reprochando a Mireault por su comportamiento. Hasta ese momento no consideraba a Benezer lo suficientemente idiota como para no saber cómo actuar delante de alguien con un cargo tan importante, pero quizás se le habría subido el dinero a la cabeza. ¿Y por qué estaba tan enfadado? ¿Tenía algún tipo de rencor contra Spatium, o contra Mireault mismo? ¿Qué demonios estaba haciendo?

—…Hui…dow…—logró articular, sin borrar aquella expresión de su rostro—…qué… ¿qué haces?—musitó, en un hilo de voz. Ya le habían echado de un ejército una vez y no quería que aquello se convirtiese en la segunda. ¡No por una tontería como esa! ¿Qué tendría que hacer, unirse a la armada de Chaos y dar tumbos como una cavernícola para que nadie se quejara ante una posible negligencia suya? ¿Y qué demonios quería sacar Huidow del numerito que estaba montando?

Volvió la vista con ligero temor hacia el ministro. Uno de sus ojos se había vuelto de un intenso color rojo, y una cadena que chisporroteaba electricidad rodeaba su mano izquierda. Tragó saliva, temiéndose lo que iba a hacer. Escuchó atentamente su reprimenda, sin intención de pronunciar palabra hasta que él terminase. Carraspeó antes de volver a hablar con voz que fingía serenidad. —Entendido, señor. Asumiré las consecuencias que usted vea convenientes. Le aseguro que no volveré a desacatar sus órdenes.—Apretó los dientes, dejando que Mireault envolviera su muñeca con la cadena.

Cuando recibió la descarga eléctrica que recorrió su cuerpo de pies a cabeza como una quemazón intensa y rápida, trató de apretar las mandíbulas lo más que podía, con el objetivo de evitar emitir cualquier tipo de muestra de dolor con su voz, pero los gruñidos se escapaban de su garganta y finalmente dieron paso a unos quejidos que reflejaban el daño recibido. Tan sólo fue un instante, pero de nuevo le pareció una eternidad.

Respiró pesadamente tras liberarse de la cadena, frotándose suavemente la muñeca. Al mismo tiempo, observaba las palabras que Mireault le dirigía a Huidow, sin decir absolutamente nada. No sabía si actuar en su defensa o no, ya que, por culpa de tener la lengua tan larga, había conseguido enfadar al ministro. Frunció el ceño de nuevo y suspiró profundamente. —Señor, le aseguro que trataré de mantenerle controlado si aparece por Spatium. Si volviera a actuar de esta forma, no dudaré en tomar medidas y, sobre todo, en asumir la responsabilidad de no haber sido capaz de controlar su comportamiento.— ¿Así quizás se suavizarían las cosas? Vamos, no podía ser tan difícil. Aunque, de ese modo, Benezer tendría que estar en deuda con ella.

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater