Re: Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos]

por **Astrid Dagmar** Mar Abr 26, 2016 3:37 pm

Nada más acudió Astrid a asegurarse de que Nayc le había seguido, éste apareció en la cima del dragón, si es que se le podía llamar cima a su cabeza. Éste afianzó la lanza con las dos manos y le dio una orden a la morena, que cumplió con lo que él decía dando un par de pasos hacia atrás antes de cerrar los ojos. Al escuchar un ruido extraño, la mujer abrió los párpados y vio el preciso instante en el que el arma del joven se clavaba en su propia pierna. —¡Nayc!—exclamó, corriendo hacia él. —¡Marcus, encárguese usted, voy a curar a Nayc!—le gritó, justo antes de llegar al lado del lancero. Por suerte, la punta no se había insertado lo suficiente como para ser considerada una herida grave, o al menos eso parecía a simple vista. —Te vas a acordar de toda mi familia, pero tengo que sacarte esto rápidamente, por mucho que te duela,—musitó, mientras colocaba las manos de manera que pudiera sujetar el mango con firmeza usando la izquierda y utilizar la diestra de apoyo.

Contó hasta dos, y al tercer segundo retiró el arma en un abrir y cerrar de ojos. Se disculpó varias veces, muy de seguido, al mismo tiempo que dejaba la lanza a un lado y posaba su mano derecha cerca de la herida. —Tranquilo. No me llevará mucho curarte esto.— Estando de espaldas al monstruo, notó cómo de repente todo se iluminaba, además de sentir un calor abrasador. Pensó en que probablemente se tratase de un efecto de otra de las hazañas de Marcus, pero desvió la vista para asegurarse, ya que se encontraba bastante tranquila al ver que la pierna de Nayc se estaba sanando rápidamente.

Para su sorpresa, la inmensa bestia ya no estaba ahí. El aire estaba repleto de cenizas que caían lentamente sobre ellos, así que sí, debía ser cosa del soldado. ¡Se lo había cargado en apenas un minuto! Miró de nuevo a la pierna del lancero, que ahora no tenía rastro de la herida. —Ya está.—Se incorporó y le tendió la mano para ayudarle, mientras escuchaba las palabras de Marcus. Sin duda, sí que sería buena idea ir al hospital de una vez, pero también estaba en deuda con él. Además, tenían que encontrar alguna manera de bajar de ahí arriba.

De repente, el soldado se lanzó al vacío. —¡Marcus!—exclamó, yendo velozmente hacia uno de los bordes de la cabeza del dragón y quedándose perpleja al ver que el soldado ya no estaba ahí: en su lugar había un gran pájaro negro de fuego. —¿¡Pero qué…!? ¡Agh! — Al dar un pequeño paso en falso, resbaló con los restos de sangre y cenizas que había sobre la madera y comenzó se tambaleó hacia delante, agarrando por acto reflejo el brazo de Nayc, pese a que eso no era precisamente lo que quería.

Por culpa de esto, ahora Astrid caía en picado hacia el pájaro de fuego. ”¡La palmo, la palmo, la palmo!” No iba a poder librarse, desde luego. O al menos, no había muchos pensamientos coherentes que se le cruzaran por la cabeza en ese momento. Cerró los ojos fuertemente, dispuesta a recibir su final.

Cuando por fin notó el impacto, tan sólo sintió mucho calor. Abrió los párpados muy despacio, confundida tras ver que no se estaba quemando. Un poco desorientada, vio que, en efecto, se encontraba a lomos del ave. Se sobresaltó ante los movimientos violentos de la misma, así que se aferró fuertemente a su plumaje antes de que pudiera caer. Pudo ver que se estaba enfrentando a una de esas criaturas, parecida a la que atacaron desde la cabeza del dragón.

Se sorprendió un poco al oír una voz semejante a la de Marcus que provenía del pájaro. Atisbó a una muchacha que había estado momentos antes con la soldado pelirroja, y pensó que probablemente el hombre de cabellos oscuros en versión pajarraco habría acudido en su ayuda.

Antes de que se diera cuenta, alguien atravesó al monstruo y acabó con él, provocando otra lluvia de sangre. Pensó en que, a ese paso, acabarían pareciéndose a Carrie. Quien quiera que fuese esa mujer, claro está. Al menos ya se habían deshecho de dos de esas ballenas.

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por **Auros** Mar Abr 26, 2016 3:37 pm

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'Tirada Suprema' : 23

por **Éride** Mar Abr 26, 2016 11:34 pm

Sindar rechazó cordialmente la curación que Éride le proponía. Junto a la llegada de la noche, la sacerdotisa empezó a notar que las energías negativas que fluctuaban en el ambiente eran cada vez mayores, a pesar de que los enemigos habían perecido a manos de los defensores de Chaos. Tal y como decía el elfo, en efecto, aquella lucha estaba lejos de terminar. Y lo mejor es que cada vez se volvería más cruenta y sin sentido. Él interrumpió sus propias palabras cuando estas fuerzas caóticas se manifestaron en forma de un estruendo que pudo oírse en toda la ciudad, provocado por unas bestias que, además de ser otra gran horda de las mismas que les habían atacado antes, venían acompañadas por unas criaturas de dimensiones colosales.

El Custos parecía tratar de idear una estrategia contra los nuevos atacantes, dando órdenes aquí y allá a los presentes, mas no continuó con lo que estaba diciendo debido a la súbita aparición de más enemigos emplumados. Uno de ellos se dirigía en picado hacia la diosa, pero fue interceptado por el elfo, que le aplastó contra el suelo de la azotea. Tras tal acción, Sindar se tiró al suelo como si fuese una escena dramática. —...¿Señor? ¿Qué hace ahí?— preguntó, frunciendo el ceño el ceño en una expresión de extrañeza. No parecía estar cubriéndose de nada, pero así daba la impresión de que hasta los cargos más altos del gobierno no eran más que unos cobardes. Qué estampa más estupenda, desde luego.

Éride se volvió hacia el resto de presentes. Mientras que entre el noble y la tuerta trataban de eliminar a una de las criaturas, otra explotó en mil pedazos sin que la sacerdotisa se diera cuenta de quién era el causante, y una tercera trataba de herir al ministro. Ella, por su parte, se encontraba en la retaguardia: tras apartarse de Sindar se había situado cercana a la puerta que daba a las escaleras. Podría parecer toda una cobarde, pero en realidad se estaba salvando su propio trasero. Una cosa era ser cobarde y otra era ser insensata – y ella, teniendo los poderes tan debilitados, no debía meterse donde no le llamaban.

O sí. Quizás sería otro método más de ganarse la confianza de los otros, siempre y cuando pudiera atacar desde la distancia. Así no sería tan peligroso, ni mucho menos.

Se alejó un poco de la puerta, dando unos pocos pasos pequeños hacia el Skinwing que estaba aturdido. Trazó una especie de arco horizontal en el aire con uno de los brazos, mientras con los dedos de ambas manos simulaba tocar algún tipo de instrumento de cuerda invisible. Gotas de agua se formaron en sus yemas, y fueron juntándose hasta formar masas visibles de este elemento. —Saltatio Mortis,—musitó para sí, y de sus palmas salieron corrientes de agua a presión que se dirigían como látigos hacia las patas de aquel reptil emplumado, para así rodearlas y provocar que se tropezara. La sacerdotisa alzó las manos bruscamente, de manera que pudiese causar que el monstruo cayese al suelo y se atontase aún más.

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por **Auros** Mar Abr 26, 2016 11:34 pm

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'Tirada Rango 2' : 13

por **Cyan Al-Gram** Miér Abr 27, 2016 11:01 am

Ni en el peor de los escenarios posibles Cyan pensó que podría llegar a acabar en esa situación tan embarazosa y al mismo tiempo peligrosa. Aquella criatura tenía por piel una coraza tremendamente resistente y eso había hecho que su propio ataque saliera rebotado hacia su pierna, clavándose la lanza a no demasiada profundidad por suerte. El hombre cayó al suelo de espaldas y por un momento creyó que no se detendría ahí, y que acabaría precipitándose sin intención hacia el vacío. —¡Demonios!— Mientras trataba de recuperarse del impacto, escuchaba balbucear algo a Marcus el quien no logró escuchar bien. Tan solo había podido escuchar el grito de Astrid pronunciando preocupada su nombre falso. Mientras todo eso tenía lugar en la cúspide del dragón de madera artificial, un abrasador y brutal ataque alcanzó a la bestia que tenían como enemigo en común, acabando con ella hasta el punto de volverla cenizas. —¿¡Qué demonios acaba de pasar!?— El lancero movió bruscamente su cuerpo al no poder ver la causa responsable de la muerte de la criatura, pero aquello hizo que la lanza incrustada en su pierna le doliese más. —¡Agg! ¡Esa cosa tenía la defensa más dura que el acero!— Le exclamaba a su compañera que se había sentado al lado suyo, quien evaluaba sobre cómo debería operar en esa situación. Estaba seguro de que había cosas que ella y Marcus hablaban pero su concentración se había desviado tal, que era incapaz de percibir ahora mismo la mayoría de las palabras.

“—Te vas a acordar de toda mi familia, pero tengo que sacarte esto rápidamente, por mucho que te duela.—“ El hombre de azulados cabellos sonrió de manera nerviosa mientras un par de gotas de sudor descendían por su sien derecha. —He pasado por cosas peores.— Aclaró. —Solo asegúrate de darme el aviso para sentirme preparado.— Tal parecía que Astrid había entendido muy bien las indicaciones de Cyan, pues contó hasta tres antes de extraer la lanza y que él se preparara para el dolor. —¡Ungh!— Se quejó, observando como unas gotas de sangre brotaban de la herida. La joven terminó colocando la lanza a un costado, tan solo el lancero esperaba que no cayera abajo en algún movimiento del dragón, y perdiera la única arma que contaba para pelear. “—Tranquilo. No me llevará mucho tiempo curarte esto.—“ Musitó la mujer una vez había colocado su propia mano en la herida del revolucionario, aunque él no se había dado cuenta hasta ese mismo momento por estar más pendiente de su lanza. Era cierto, Cyan todavía no sabía que Astrid contaba con poderes curativos, ya que cuando los sacó a relucir con Marcus él estaba absorto en otras cosas. Una agradable calidez emanó de la mano de la chica, que al mismo tiempo se centraba en sanar y curar la herida del lancero a una velocidad increíble. —Parece que eres buena en esto.— Musitó asombrado de manera positiva. “—Ya está.—“

Cyan realizó una mueca sonriente. —Gracias. Con esto ya van dos veces que me ayudas.— Expresaba de forma un tanto avergonzada. Muy en el fondo se sentía en parte patético de tener que ser salvado una y otra vez tanto por Marcus como por Astrid. Se supone que debería ser al revés, debería ser él quien ayudara a la joven en apuros. En pocos segundos ella le tendió la mano, la cual aceptó con mucho gusto para ayudarse a quedar de nuevo en pie. —Por supuesto gracias a ti también, Marc-— Iba hablando a medida que dirigía su mirada hacia el pelinegro, pero cortó la frase en seco al ver que el guardián abandonaba al dragón de madera para dejarse caer hacia abajo. —¡Marcus!— Exclamó al unísono junto a Astrid. Cyan se levantó y agarró su lanza rápidamente, separándose de la mujer con tan solo un paso de distancia. Antes de que se diera cuenta ella de alguna manera parecía estar en problemas. “—¿¡Pero qué…!? ¡Agh!—“ Debido a que ella se había resbalado con parte de la sangre del demonio, Astrid cayó del gigantesco cuerpo de madera, sujetándose como acto reflejo al brazo de Cyan. Buscó enterrar la lanza en el dragón artificial para tener un punto de apoyo el cual sujetarse él y mantener asegurada a la chica, pero todo sucedió en un intervalo de tiempo tan corto que no pudo completar con éxito su objetivo. —¡E-esto pinta feo!—

Exclamaba cayendo justo detrás de Astrid hacia un ave de fuego que había aparecido en el lugar. ¿Sería un nuevo enemigo? El lancero cerró los ojos justo antes de que su cuerpo impactara en algo “blando”. Él para sus adentros no quería pensarlo así, pero había una alta probabilidad de que hubiese caído encima de la joven con cabellos oscuros. No se encontraba seguro de querer abrir los ojos pero se armó de valor y finalmente lo hizo. Tal como se temía la escena no podía ir peor, había caído sobre Astrid y al mismo tiempo ella había caído sobre el ave de fuego; Ahora ambos se encontraban montando el plumífero ser de llamas. Este ser parecía estar enfrentándose a otro de esos enormes monstruos, exactamente igual al que se había convertido en ceniza unos minutos antes. Por si fuera poco… ¡Cyan había perdido su lanza! Cuando la chica se sujetó a él, debió de haberse resbalado de su mano y acabó cayendo por cualquier lugar. —¡Esto realmente pinta MAL!— Exclamaba utilizando una expresión parecida que había soltado antes. No venía al caso pero el lancero desarmado pareció notar que con su cuerpo tocaba algo blando, no centró demasiado su atención en eso pues sus orbes no se desviaron ni un segundo del espectáculo que acababa de presenciar, siendo que aquella colosal bestia había perecido en lo que duraba un parpadeo. —Mantenerse aquí por más tiempo se está volviendo peligroso.— Musitó hacia su compañera.

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por **Kotarou Takeshi** Miér Abr 27, 2016 11:03 am

Llegar y de inmediato encontrarse en una pelea, parecía que ese era el estilo ya común del demonio. Como lo había pensado al evaluar la situación, su ataque perforo varias zonas críticas en el cuerpo de ese animal, dejando por el suelo cualquier posibilidad de que sobreviviera. Recién en ese momento comenzaba a notar los cambios que había sufrido desde que culmino los entrenamientos en los que estuvo enfocado. Despues de todo logro quizás romper una barrera o dos y aún quedaba por ver la extensión de las demás habilidades que obtuvo.

No espero a ver la caer y apenas sus manos soltaron la pieza de diamante, se impulsó por el cielo nuevamente convertido en humo. Ya había ayudado aunque eso no hubiese estado en sus planes iniciales, seguramente redujo un poco los destrozos que esa bestia pudo haber causado. Ahora debía tener cuidado, se estaba acercando a la plaza principal de la ciudad donde posiblemente estarían la mayor cantidad de soldados. No buscaba conflicto pero debía estar atento por si alguien lo reconocía, sinceramente si podía evitarlo no combatiría con nadie. Destrozar más esa capital le traería más problemas y con los que ya tenía en su espalda, serian demasiados para controlarlos.

El demonio se metió entre los callejones, evitando todas las calles principales hasta que dio con un edificio abierto. La gente que vivía allí seguramente escapo cuando la pelea dio inicio, una lástima para ellos pero beneficioso para Takeshi.

Lo primero que hizo fue asegurarse que nadie estuviera dentro de esa casa, bastante amplia eh incluso tenía un balcón que dejaba ver parte de la ciudad. Era un buen sitio para estar recluido y al mismo tiempo vigilante de los acontecimientos. El demoño hizo su entrada, cerrando la puerta a su espalda con un tronco de madera para evitar cualquier otro acceso a la vivienda. Lo mismo hizo con las ventanas inferiores antes de tomar las escaleras y dirigirse al cuarto principal. Dentro abrió la ventana que daba al balcón y atrajo uno de los sillones personas que había en la habitación hasta el límite de la ventana, acomodándolo junto a una pequeña mesa cuadrada. Tomo asiento y quito las katanas de su cinturón, apoyándolas en el marco de la ventana, llevando entonces su mirada a la ciudad que se extendía completa desde aquel cuarto casi a 6 pisos de altura, oculto pero a la vez perfecto para estar listo si algo sucedía de nuevo.

por **Astrid Dagmar** Miér Abr 27, 2016 1:57 pm

Entre tanta confusión no se había inmutado de que tenía a Nayc encima otra vez. ¡Y eso que estaba delante de sus narices! Pero con semejante espectáculo, ni siquiera había reparado en él hasta que oyó que se dirigía a ella. Tampoco se había dado cuenta de lo incómodo de la posición, ni mucho menos. Echó la cabeza un poco hacia atrás al verlo tan cerca, aunque tampoco podía moverse mucho más. Trató de incorporarse un poco, pero antes de poder hacerlo, vio que el lancero estaba demasiado en contacto con su pecho. Frunció el ceño. No es que fuese el mejor momento para ello, desde luego. —…Nayc, ¿qué haces?—preguntó, dándole inmediatamente un golpe en la frente con la parte dura de la palma de la mano. No le dio demasiado fuerte, o eso esperaba, pero al menos lo suficiente como para que se apartase.

Tras separarse un poco, consiguió bajar de lomos del pájaro y esperó a que el muchacho hiciera lo mismo, para después observar que estaba desarmado. —¿Y dónde demonios has metido la lanza?—Hizo una mueca al temerse lo peor. —…No me digas que la has... perdido…—Se llevó una mano a la frente. ¿Sabría luchar cuerpo a cuerpo? No es que no se fiara de él, pero quizás se sentiría mejor si lograsen encontrarla, porque si no, las cosas podrían ir de mal en peor.

Se giró hacia la muchacha que estaba cerca, viendo que estaba herida. Sin pensarlo mucho, se acercó a ella. —No tengo mucha apariencia de doctora ni tengo el título, pero últimamente paso más tiempo en hospitales y no por ser una paciente precisamente,—bromeó un poco, tratando de relajar el ambiente. —Déjame ver tus her…— Se quedó callada al avistar a lo lejos otra bestia igual a las dos últimas a las que se habían enfrentado. —¡Ahí hay otra ballena de esas! ¿Cree que podrá con esa cosa, Marcus? Tengo que curar a esta chica.— Volvió la mirada hacia la soldado, justo después de hacerle un gesto al lancero. —Después te acompaño a buscar tu lanza.—

Lo cierto era que estaba teniendo mucha más suerte que la primera vez que empezó a usar su técnica de curación. La práctica hacía al maestro, y aunque aún le quedaba mucho por mejorar, observó que, para su sorpresa, las quemaduras de la joven se recuperaban a un ritmo mayor del que esperaba pese a que creía que le resultarían más difíciles de sanar. Aun así, tardó más que en regenerar las heridas de sus otros dos compañeros. Suspiró, satisfecha del resultado conseguido. —¡Bueno! Pensé que me llevaría más tiempo, pero he tenido suerte. ¿Estás mejor?—preguntó.

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por **Auros** Miér Abr 27, 2016 1:57 pm

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'Tirada Suprema' : 25

por **Marcus S. Blacklock** Jue Abr 28, 2016 12:48 am

Parecía que de momento se estaba poniendo interesante el combate pero como sucedió antes, su presa no pudo ser ejecutada por el fénix ya que de repente apareció atravesando su lomo y aquella coraza, una pieza gigante de diamante. Una forma inusual de ataque pero efectiva obviamente, tomando en cuenta como dejo de sentir a la bestia pelear bajo sus garras. Con esa iban 2 de esos tanques que finalmente no fueron tan poderosos como se hubiese esperado de ellos.

Hasta ese momento no se había dado cuenta que tenía a sus compañeros en la espalda o por lo menos llevaba a la mujer ya que la vio aparecer de entre su plumaje, bajando para ayudar a la chica de cabellos verdes. Seguramente ese hombre de pelo azul estaba ahí mismo pero no era transporte de nadie así que movió con fuerza sus alas en un intento de sacudirlo de su cuerpo antes de ir perdiendo poco a poco tamaño, volviendo a su forma humana.

Bajo esta forma comenzó a caer hasta que un juego de corrientes de viento negro estabilizaron su cuerpo, deteniendo su caída. Cambio porque había escuchado que la mujer de pelo negro vio a otra de esas criaturas, posiblemente aquella que se encontraba sobre ellos en el cielo. Estaba a una distancia considerable pero había gastado ya mucha energía en sus dos últimos combates, incluso estaba por agotar la fuerza que obtuvo de esa mascara por lo que ese último ataque debía ser perfecto

Sin dudas me he divertido mucho pero no me queda energía para usar algo muy vistoso —Murmuro extendiendo la corriente de viento alrededor de su cuerpo, flotando en el centro de un pequeño tifón —A esta distancia poder usar con mayor efectividad eso… —Sonrió de lado, abriendo un par de botones de la camisa que llevaba mientras una marca negra aparecía en su piel, atrayendo hacia ellas la oscuridad de la noche.

Poco a poco las sombras fueron embargando su cuerpo hasta que se volvió un ser de oscuridad pura, momento en el cual todas se dispersaron hacia sus dos brazos, creando dos remolinos alrededor de ellos — Hoy ha sido una noche entretenida, hace mucho que no usaba tantas de mis técnicas… —Musito a la par que se impulsaba con ayuda del viento. Amplio su sonrisa, tornándose un tanto espeluznante mientras echaba sus dos brazos hacia atrás, convirtiendo los remolinos en dos gigantescas cabezas de león en pleno rugido — ¡Fantasma…de la bestia! —Exclamo liberando las dos al mismo tiempo contra la ballena, desgarrando su carne y armadura con sus colmillos tenebrosos —

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por **Auros** Jue Abr 28, 2016 12:48 am

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'Dado Cósmico' :
Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos] - Página 11 Baw6yAz

Resultados : 48

por **Cyan Al-Gram** Vie Abr 29, 2016 11:12 am

Los movimientos del ave de fuego comenzaron a cambiar de manera repentina, seguramente porque la colosal bestia que tenían delante de sus narices fue abatida en un abrir y cerrar de ojos por un movimiento de apariencia extravagante. Realmente se estaba volviendo una actividad difícil estar pendiente de sus compañeros y al mismo tiempo los movimientos enemigos. “—Nayc, ¿Qué haces?—“ La voz de Astrid hizo que dirigiera su mirada hacia ella, notando que estaban demasiado cerca uno del otro y en una postura más que incómoda. No hacía falta ser un experto en lenguaje facial para descubrir que la chica se sentía molesta, lo cual hizo arquear ambas cejas al lancero mientras una gota de sudor aparecía en su sien izquierda. —¡Yo..! ¡Eh…! He caído detrás de ti como te habrás dado cuenta y…— El hombre no fue lo suficientemente veloz con sus palabras antes que le propinaran un ligero golpe en la frente por parte de la joven.

Aquello, sumado a los movimientos del ave, hizo que Cyan perdiera el equilibrio a tal punto de precipitarse al suelo. Aunque por suerte se encontraba a no demasiada altura, por lo que su espalda recibió poco más que un golpecito en seco. —¡Ouch!— Parecía que la mujer de cabellos oscuros había tenido algo de más suerte en el aterrizaje, siendo que se pudo permitir continuar hablando aun después de caer sobre sus dos pies. “—¿Y dónde demonios has metido la lanza?—“ El tono en las palabras de Astrid parecían haber cobrado cierta agresividad, por lo que esperaba que no estuviera demasiado molesta con los acontecimientos recientes. —Resbaló de mi mano cuando caíamos.— Musitaba mientras se incorporaba de cintura para arriba, permaneciendo sentado en el mismo sitio donde cayó y confirmando las peores sospechas de su compañera. —No debe haber caído demasiado lejos.— Finalizaba su suposición unos segundos antes de desviar la mirada hacia el ave de fuego, observando que se transformaba en el guardián que ambos conocían.

—¿Eh? Espera un momento… ¿¡Ése pájaro era Marcus!?— Su desorientación respecto al tema tenía motivo, pues él desde un inicio no había visto a Marcus transformarse en aquel ser antes de caer sobre él. La admiración por las variadas técnicas del hombre no duró mucho, pues en seguida su atención fue desviada hacia una hermosa joven de cabellos largos y verdosos. Estaba herida y a juzgar por su apariencia no tenía pinta de luchadora, Cyan pensó que se trataba de una civil común que acabó en medio de todo aquel desorden. Astrid se acercó a la chica mientras le dedicaba unas palabras, seguramente con la intención de sanar sus heridas tal y como había hecho con él antes. Obviamente el cuento todavía no tendría un final feliz pues su salvadora pronto advirtió de la presencia de otro monstruo en la línea de visión. “—¡Ahí hay otra ballena de esas!—“ Cyan rápidamente miró al cielo y efectivamente a varios metros de distancia se podía divisar en parte a una de aquellas bestias.

Tras realizarle una petición a Marcus, su compañera dirigió sus próximas palabras hacia el hombre de azulados cabellos. “—Después te acompaño a buscar tu lanza.—“ —¡No te preocupes! Mantenernos a salvo es prioridad.— Respondió de manera inmediata, observando como Marcus quien se encontraba un poco a la distancia, cargaba un nuevo movimiento suyo. “—¡Fantasma de la bestia!—“ Valiéndose ahora del elemento aire, Marcus ejecutó un llamativo movimiento oscuro que desgarró brutalmente a su oponente, haciendo que fuera descendiendo al suelo mientras trozos de su piel y su armadura se iban separando de él. Con esa cosa casi desintegrada, Cyan avanzó unos pasos situándose cerca de la chica con pelo verde y Astrid. —Disculpa…— Trató de llamar la atención de la ajena. —Por casualidad no habrás visto caer una lanza escarlata en las cercanías, ¿Verdad?— Le preguntó, tratando de sacar pistas sobre el paradero de su arma perdida.

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por **Beatrice Feline** Vie Abr 29, 2016 10:48 pm

El aire que podia respirarse cada vez se sentía mas pesado, necesitando respirar en profundidad al menos una vez tras realizar su comentario al ministro. Pasó de mirarlo a los ojos sin optener una respuesta que le hablara con ellos como en otras ocasiones, los ojos del ministro estaban preocupados en una y mil cosas, aunque todo lo que ocurría, toda aquella batalla contra aquellas bestias extrañas, era algo que ciertamente lo divertía, pero dentro de su diversión, el brillo de la preocupación por los de su reino hacía presecía en el brillo de sus verdes ojos.

Beatrice conocía al ministro desde temprana edad, había compartido con el mismo mas de una situación y sobre todo había crecido junto al mismo. Por ese motivo era mas que normal que en la mayoría de las veces no necesitaran hablar para decirse las cosas, pero hacia un tiempo en que aquellos mensajes ocultos se escodían mas hayá y la nekogami no lograba llegar a ellos o quizás, no quería hacerlo porque eso significaría cambios rotundos en ella misma.

En la posición que se encontraba frente al ministro, pudo ver perfectamente como aquella criatura enorme, se abria paso a la espalda de Azazel, el señor custos y la joven de cabello azul y brillante que les acompañaban. Los ojos de la neko se abrieron lo justo para fijarla en el monstruo mientras que sus manos jugaban en el aire dibujando con suma rápidez un sello de protección que rodeara de magia de Chaos al mismo ministro para evitar aquel ataque, que lejos de ser un ataque sorpresa, paso a ser un ataque inoportuno y molesto.
- ¡Detrás mi señor! -Advirtió Beatrice terminando el sello justo al instante en que aquel ataque estallaba contra el circulo protector del ministro, obligandose ella misma a retroceder unos pasos para no ser perjudicada con este, ya que aquel intento de daño fue repelido de tal manera contra la criatura que le devolvió el daño con creces.

Modificó su posición a ataque y volvió a dibujar con gracia y rapidez en el aire, como si sus plateadas uñas que ocultaba su scythe, fueran la pluma que perfilaba aquellos sellos y cuando la figura realizada brillo en intenso rojo la lanzó como ateriormente contra aquella criatura, marcandola en su piel para ir quemandola con el sello de fuego de Chaos.
Pero al estar distraída en la protección del ministro no se percató de su propio ataque hasta que la voz hermosa de una joven no la avisó de ello dirigiendo sus ojos heterocromos a ella unos segundos. Volteó con agilidad abriendo sus ojos con impresión viendose literalmente aquella enorme garra cercana casi atrapandola. Logró agacharse para safarse unos segundos, pero fue un raudo y certero ataque mortal para aquel bicho, el que reventó en mil pedazo a aquella cosa. Beatrice se cubrió con sus brazos ya que algunos trozos y líquido de la extraña sangre del monstruo cayó sobre ella por la cercanía del estallido.

Se sacudió con sus manos en el suelo agazapada como felina, alzándose limpiando lo que podía estorbar a su persona por varios motivos y observó al custos dei inclinando su rostro y en parte el tronco agradeciendo. - Nya gracias señor Dei. - Dijo rauda y buscó a la joven que la avisó con la mirada para sonreirle en un asentimiento de agradecimiento regresando de nuevo en posicion de ataque defensivo junto al ministro, aunque este tenía toda la pinta de que estaba a punto de quitar de en medio a quien había osado intentar tocarlo.

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por **Auros** Vie Abr 29, 2016 10:48 pm

El miembro 'Beatrice Feline' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Tirada Divina' : 23

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#2 'Tirada Divina' : 23

por **Azazel Berith** Sáb Abr 30, 2016 3:02 pm

No entiendo muy bien la razón por la cual Beatrice me ha dicho que tuviera cuidado a mis espaldas, porque si ella estaba que iba a cubrir los golpes que se dirigían a mi persona como que se pierde el sentido de tener que mantener la guardia en alto. Oh, bueno, es mejor que deje de estar en las nubes y me concentre en el combate, notando con sumo interés como el dominio de los sellos demoníacos mostrado por Beatrice iba en aumento, lo cual mostraba que su nivel de aprendizaje ya estaba acercándose al de un usuario adepto de esa rama de la magia.

Pero en estos momentos, tengo un anuncio que hacer a mis valientes soldados que pelean por defender el reino y la capital de un asedio de monstruos horrorosos salidos del mas profundo hueco en la tierra, llenos de odio por los que viven en la superficie y todo eso. Para tal efecto, saqué de uno de los bolsillos de mi pantalón un pequeño cristal, algo que normalmente se podría considerar como insignificante, pero que tenia un gran valor estratégico para este reino pues es uno de los últimos medios de comunicación mágicos creados en el mismo. Cristales de comunicación bilateral, creo que era su nombre, si mal no recuerdo haber leído en el expediente general del proyecto.

-A todos los soldados de Chaos (Y el Caduceus del reino por supuesto), les habla Azazel Sirzechs Berith IV, Primer Ministro de la Orden de Regem y líder del reino de Chaos. Estoy utilizando un método prototipo de comunicación con el fin de acelerar la transmisión de ordenes desde la cúpula superior del ejercito hasta los soldados que luchan en estos momentos en las calles de Urbanis: Se que en estos momentos estamos todos luchando contra monstruos de origen desconocido, y posiblemente estemos todos dispersos por la ciudad, pero quiero que sepan que no deben dar el brazo a torcer, que no deben rendirse ante la adversidad, pues es necesario mostrar a todos el espíritu de nuestra nación para que sepan que estas adversidades no son nada ante nuestra furia.-Tomando un tiempo para soltar un pequeño suspiro, chasqueé mis dedos de manera distraída para detonar el sello igneo que Beatrice habia colocado en el Skinwing que me habia querido atacar, haciendo que explote en llamas y suelte un chillido de dolor. No, no iba a morir, no aun-Se bien de la existencia de extranjeros en la ciudad, y no se bien cuales son las razones por las que se encuentran en este lugar, pero aquellos que no deseen combatir, busquen las zonas de seguridad mas cercanas que hayan y diríjanse a ellas. En caso de querer ayudar en la pelea, contaran como reclutas temporales del Ejercito de rango bajo, por lo que deberán seguir las ordenes de sus superiores si se encuentra alguno en las inmediaciones. A tal efecto, mi única orden es esta: Busquen al Gladius mas cercano o a mí, cierren filas y combatan todos como una unidad móvil con el fin de minimizar el riesgo de muerte y heridas en combate. El Gladius servirá como líder de grupo y será quien indique el objetivo al cual atacar y como debe ser atacado, y todo desacato a su palabra contará como un desacato a MI autoridad, siempre y cuando no se trate de una orden que ponga en riesgo innecesario sus vidas.

Supongo que iba a estar hablando un rato largo mas, pero la idea es tratar de acortar todo para que puedan concentrarse en la pelea. Tomando aire, busqué hacer el mayor tiempo posible para que mis ideas puedan acomodarse y poder crear una estrategia valida de batalla que todos puedan seguir de manera unificada

-Aquellos que posean ya conocimientos avanzados sobre el combate serán los que se ocuparán de atacar a las criaturas mas resistentes, ofreciendo de esa manera el mayor potencial de daño de cada grupo. Los que no poseen tanto poder buscarán, de ser posible, servir como interferencia contra los monstruos mas débiles, quitando de encima la molestia que impide el avance de cada unidad.-Recité de manera casi mecánica, mientras en mi mente se creaba un mapa mental de la ciudad entera que me permitiera guiar con mayor facilidad a los soldados-Es necesario que, al menos, un miembro de cada grupo se dedique a tareas de curación, por si alguno de los combatientes recibe daño. Mas allá de eso, si alguno logra dar con la razón por la cual estos monstruos atacan, notifíquenlo... porque quiero tener una charla personal con el idiota de turno. Y en caso de encontrar a gente que no acate ordenes de retirarse o de ayudar a los grupos, se les considerará como objetivos a capturar e interrogar cuando haya mas tiempo.

Tras eso, puedo decir con fehaciente seguridad que ya estaban las ordenes dispuestas para que todos las siguiesen. Con eso, ya podia volver a fijar mi mente en los asuntos mas inmediatos, mas considerando que el olor acre a carne quemada estaba llegando a mi nariz. Pero antes... antes tengo que hablar con alguien.

-Se que no puedo darle ordenes pues su rango es superior al mio, Custos Sindar, pero es mi ciudad y la conozco como pocos pueden conocerla, por lo que preferiría que por el momento se someta a la egoísta voluntad de un hombre que quiere salvar las vidas de aquellos a quienes debe proteger.-Dije al susodicho elfo, que todavía estaba en las premisas de donde estaba ahora-Es tan solo algo temporal, hasta que este pequeño... importunio en el día a día de Chaos sea erradicado.

Porque eso es lo que todo este ataque es: Un importunio que hay que limpiar, como si fuera el cuidar a una mascota particularmente traviesa que solo busca importunar en todo momento para dar mas trabajo. Solo... algo de todos los días. Y, como toda mascota traviesa y salvaje que no deberia estar atacando a mi pueblo, está ardiendo en llamas y revolcandose por el suelo a mis pies.

Datos de batalla:

Interacción con...:

por **Auros** Sáb Abr 30, 2016 3:02 pm

El miembro 'Azazel Berith' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Dado Cósmico' :
Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos] - Página 11 Baw6yAz

Resultados : 9

por Contenido patrocinado

Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater