Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos]

Como siempre, el dragón no tomaba a ninguna situación como una verdadera crisis. Para él aquellos monstruos fueron tan fáciles de vencer como la vez anterior y no iba a dar demasiada atención a unas moscas voladoras que creían poder meterse con el ejército de Chaos. Esto era un juego de niños para el guerrero que se había criado entre las montañas y los bailes de la nobleza. De hecho, en comparación con las conversaciones de las altas esferas del mundo, cuyo dialecto solía enredarle varias veces… Esto era pan comido. Por lo que su forma de ser le mantenía tranquilo, animado y sin ningún tipo de preocupación.

Aplastaría tantos insectos como se presentaran y finalmente se iría a descansar a su cuarto como solía hacer siempre. Se daría un baño, pondría música a todo volumen en sus auriculares durante unas horas, bebería un poco de sake y se iría a dormir o a algún bar de la ciudad. Sabiendo que gracias a aquel ejercito la ciudad seguía en pie y que habría logrado mantener el nombre de su familia intacto. Si, un buen día para el dragón de ojos dorados. Estaba mal, pero se sentía invencible.

Los ojos del dragón por aquel momento se clavaron sobre la joven de cabellos bermellón que tenía delante, por lo visto seguía igual de arrogante que antes… Tal vez más, pero le agradaba que su mirada de melancolía se hubiera esfumado aunque fuera un poco. Parecía haber vuelto a ser el niño salvaje que conoció un día. Eso le agradaba en demasía.

-Quizás en otra ocasión, no es mala idea el cruzar puños contigo y asegurarme que no estes oxidada por estar tanto tiempo fuera de servicio. Me pregunto si todos tus movimientos seguirán sieno buenos... –Afirmó el semidragón mordiéndose la lengua para no hacer un chiste malo, mientras escuchaba atentamente a la valkiria. –Claro que se me ve bien, soy un maldito Adonis. –Replicó jugando, tan creído como siempre mientras colocaba dentro de su boca otro pequeño cristal oscuro.  Tras esto las palabras de la mayor entraron a sus oídos, causando que el rubio soltara una ligera risa por debajo. –Así que… ¿Quién murió y te nombró jefa tomatito? –Musitó el noble enérgicamente. Era claro que aún no sabía trabajar en equipo, y como siempre, terminaba chocando con la reina roja. Claro que… Se sentía bien por ello, era nostálgico, como en los viejos tiempos.  –Los civiles no son lo mío… Si ni pueden protegerse es su problema, yo pienso ir a patear el trasero de esos bichos para dejar marcado a fuego la bandera del reino que amo! –Afirmó el rubio haciendo crujir sus nudillos mientras soltaba una sonrisa sádica, imponente y divertida. Después de todo, era un poderoso y ególatra Guerrero Gladius del reino de Chaos.

En aquel momento arribó otra muchacha, ciertamente de aquel reino pero no estaba seguro de su nombre, aunque recordaba su rostro. Y es que había que entenderlo, para el rubio era difícil dejar de pensar en sí mismo, así de odioso podía llegar a ser.  De cualquier forma, devolvió el saludo a su subordinada mientras observaba el horizonte en busca de más criaturas escuchando en ese momento las ordenes de la pelirroja.

–Como usted diga jefe! –Musitó divertido con una sonrisa desafiante pero juguetona y cariñosa, así como solían ser ellos hace algún tiempo. –Personalmente creo que si lo matan en su propia ciudad y con la guardia en alto mientras espera otro ataque no debe de ser tan buen ministro… Pero tampoco es bueno hacerlo esperar, no sea cosa que se robe toda la diversión. Nos vemos allí! –Afirmó el guerrero flexionando sus piernas para finalmente dar un salto y salir despedido entre las llamas, en busca del ministro.

Datos:

La gente parecía más asustada que herida, pero la nekogami hacia todo lo que podía para que estuvieran atendidos en todo momento. Se alegró muchísimo al ver al caduceus de Chaos, aquello la tranquilizó enormemente ya que ella, aunque tenía conocimientos de sanación siempre era mejor un buen doctor que sabía de muchas más cosas que ella y que realmente haría bien su trabajo.

Estuvo de un lado a otro trayendo tanto comida, mantas, agua y todo lo que pudieran necesitar los guardianes para proveer a esas personas que había corrido a refugiarse en el castillo del ministro. –Azazel… -Susurro la nekogami preocupada por su ministro, lamentándose de no haber estado al lado de su amigo cuando esto había vuelto a ocurrir, pero por otro lado sabía que no podía hacer otra cosa, ya que él mismo la había enviado a dar ciertos mensajes conociendo la velocidad de la nekogami y su discreción.  

Una mano suave y delicada la sacó de sus pensamientos levantándola de aquella postura casi derrotante que mantenía Beatrice junto a un cesto de manzanas. Sus ojos heterocromos se abrieron al ver el brillo de aquel rostro y una suave sonrisa se dibujó en su felina y hermosa cara al reconocer a la valkyria. –Mi señora.-Dijo asintiendo a lo que decía la mujer de cabello rojo y avanzó tras de ella siguiendo sus pasos. Al llegar en donde la pequeña reunión, saludó con cordialidad y respeto tanto al señor de cabello dorado, jhonathan Alexander, como a su superiora Alisa y su compañera Jana. Con templanza esperó que aquel mitológico y hermoso animal descendiera, percatándose de que no le agradaba mucho el joven gladius, Beatrice podía entender a los animales gracias a que quela se transformaba en animal también.

Subió al pegasus con la ayuda de Gissel pero para evitar molestias mayores, se transformó en gata blanca de pequeño tamaño.- Meow. –Maulló suave acomodándose en el asiento moviendo las patitas y haciéndole un cariño con la mejilla a la montura y otro al jinete al sentirse entre sus brazos. No pudo evitar ronronear suave, recordando por un efímero instante cuando alguien paseaba a caballo y la llevaba a dar esos paseos

DATOS:

Aquella mañana cuando todo estaba en la más sumida calma algo me perturbo, era una sensación extraña, como si supiera que algo malo iba a pasar.
Desde hacia unas semanas o meses quien sabe, sinceramente había perdido la noción del tiempo me encontraba viviendo en Chaos. No es que ame este reino pero demonios tampoco estaba tan mal.
Tras postularme como golden alliance decidí venirme a vivir una temporada aquí, mis padres y algunos amigos venían a veces a visitarme por lo que la estancia se me hacia más llevadera.


Pero como iba diciendo, algo pasaba en el reino de Chaos y no me equivocaba, de repente el cielo oscureció y unas criaturas voladoras descendieron para atacar a todo el que se interpusiera en su camino, sinceramente no tenia muchas fuerzas para pelear, aun no estaba recuperada de las severas heridas que el coloso me propinó no hacia más que unos días, así pues decidí volar hasta el castillo del reino y curar a los heridos que aquellas cosas sin dudas dejarían.
Aunque si por suerte no herían a muchas personas siempre podría atacar con los demás y ayudarlos en lo que pudiera, gracias a ser una híbrida de ángel y vampiro tenia ciertas ventajas que no todo el mundo puede tener.


Sin más desplegué mis alas hacia el castillo y aunque volé lo más rápido que pude, cuando llegue parecía que habían acabado con aquellas criaturas por lo que no pude evitar sentirme inútil por unos momentos, así que sin dar tiempo a saludarlos me metí en el castillo en busca de alguna persona que necesitará ayuda.
No sentía la presencia de ningún ser herido dentro del castillo o al menos no lo suficientemente herido para requerir ayuda, ademas el caduceus del reino estaba por las inmediaciones por lo cual ya iban servidos en cuando a personal sanitario, si veía que en algún momento Derek necesitaba ayuda me ofrecería rápidamente.


Salí del castillo y me decidí a sobrevolar Chaos, quien sabe si después del primer ataque no habría un segundo, y esta vez no me pillaría desprevenida y lucharía contra lo que fuera junto con los demás miembros de Chaos.

El elfo dio más que ordenes una recomendación a la Pelirroja que la tomo como una orden, Huidow supo entonces que el ejército tenía leyes estrictas y absolutas, y que en las fuerzas armadas se puede decir que los deseos son órdenes. Garnet se preocupó un poco al ver la herida y aunque sangraba profusamente estaba algo acostumbrado a luchar con ellas pues su principal habilidad consistía en utilizarla para atacar. Aun así esta parecía que había perforado algo dentro. Cuando ella pregunto que había hecho trato de bomear.

-Lo único que explica esto es… Chaos, puedes ir de paseo o de día de campo en esta nación e inesperadamente te vuelves la botana de algún cacahuete volador, aunque está herida me la produjo un objeto más inanimado, creo que una mesa muy violenta y empestillada, jejeje-

-Improvisar?, eso no me gusta mucho como suena por que…. Arggg…- se quejó al sentir el dolor, entonces le hizo caso inmediato mordiendo con fuerza y con ojos un poco asustados por que el objeto no saliera con un pedazo de riñón.

La herida le dolía de manera brutal era un simple pedazo de madera incrustada, sin duda había tenido heridas peores y no habían dolido tanto, será que ahora que esta la chica se estaba volviendo un debilucho?. Aun así

-Fabes, fuanbo Be bonobi benbe que feria bo fel be fe falbara fero barefe que ebfoy beffinabo a fer una farfa fara bi… afrobrofifo fobria infitarte funa bamfubesa fuando berfine efto?-Dijo el parlanchin con la camiseta en la boca mientras volteaba, tal vez para distraerse del dolor que sentiría al extraerse el puñal de madera.

El objeto era grande de casi quince centímetros, y estaba incrustado entre la segunda y la tercera costilla, los huesos más densos del Señor del Ultimobrote eran mucho más resistentes de lo común y podía aguantar castigo de armas contundentes como porras, bastones, e incluso muros completos que caían sobre él, pero a raíz de ello su piel era sumamente delicada y de fácil penetración, en este caso los huesos funcionaban como dos manos que sostienen una tela con fuerza para que fácilmente se corte con algún objeto corto punzante, en otras ocasiones usaba una armadura para superar esta debilidad pero cuando se imaginaria que la ciudad capitán de Chaos seria atacada de improviso?... bueno nunca se sabe cuándo una mesa se pone bélica y decide acabar con una dinastía regente monetariamente de Chaos. Si la estaca salía saltaría un chorro de sangre que mancharía todo alrededor, sería necesario suturar la herida, a la antigua con hilo y aguja o a la más antigua, con fuego sobre ella. En todo caso en Chaos es común que se elijan las opciones más bárbaras y que atentan con la vida de los ciudadanos, creo que incluso hay una regla no hablada que dicta que los habitantes de Chaos deben sufrir todo lo que puedan antes de morir en verdad. Eso los hace duros y difíciles de amedrentar.

Spoiler:

La mujer no merecía atención médica, aparentemente había sido el susto de encontrarse en una situación tan desesperada donde las criaturas atacan desde los cielos. Retando el orden del altísimo señor de Spirit Soul, el gobierno, no, los fieles seguidores del Lord no permitirían semejante transgresión. Cantes de dar un paso ella hablo con Fingon deteniéndole. Se había levantado a duras penas, no tenía una herida real, entonces puede ser fatiga lo que siente, tal vez Fingon había apresurado su diagnóstico de batalla, por un momento había pensado en la dama como una guerrero lo cual no parecía serlo.

Entre la tregua momentánea apareció una mujer… Tracy Cooper. Una estudiante que conoció en otro caso en el cual había trabajado el elfo, sin embargo ahora se presentaba como un soldado de Chaos.

-Tracy Cooper!, no sabía que tenías aspiraciones militares, me alegro por tu sabia decisión, el gobierno de nuestro señor necesita elementos poderosos como tú!- Elogio Fingon a la artista.-Aunque veo llegas un poco tarde para reclamar la gloria, las bestias están todas ellas muertas por el ejército de Chaos apostado en Urbanis y sus belicosos habitantes claro está. Por el momento nuestra prioridad son los civiles, mujeres niños y ancianos, todos deben ser protegidos, cada uno está en alta estima en la cuenta de nuestro Lord así que civiles sobre enemigos, Tracy confió en que serás un elemento formidable en las filas de la guerra que se libra contra las fuerzas de la oscuridad y espero que te comportes como un feroz defensor frente a los conspiradores- Alentó Fingon a la soldado.

La sacerdotisa hablo nuevamente para agradecer al caballero elfico y los ojos relampagueantes del señor de la casa Sindar e cerraron apagando su fulgor mientras correspondía la reverencia diciendo que era su deber.

Entonces para su sorpresa se ofreció a curar las futuras heridas de los soldados. Incluso se presentó como una sacerdotisa de Spatium, el elfo miro a la mujer y por algún extraño motivo sintió simpatía por ella, sus palabras eran de una verdadera devota del reino más una del más poderoso ser que la creación hubiera conocido, el Lord, a quien idolatraba el mismo.

La vista de ella se mantuvo con la de Fingon quien pensó unos momentos como indagando su alma, se dice que los ojos son las ventanas del alma y el Elfo quería saber si ella era capaz de involucrarse en esta peligrosa y cruenta guerra.

Fue entonces que más soldados llegaron al lugar, meros soldados aun sin categoría, al ver el desastre pero a ningún enemigo sintieron alivio, hasta que uno de ellos grito –Oficial presente, saluden!- sin embargo el elfo levanto la mano y detuvo las formalidades.

-Señores, organícense en grupos de tres, busquen sobrevivientes y a cualquiera que necesite ayuda, el oficial con mayor rango encargue un grupo de cuatro personas para despejar el restaurante de la calle veinticinco y la cuarta, habilitaremos un refugio momentáneo hasta que se conozca el estatus del resto de la ciudad y el origen de las criaturas. Necesito seis hombres en guardia sobre las alturas, aquellos que tengan la vista más aguda. Vamos busquen y encuentren a cualquier otro soldado en apuros y auxílienle de ser necesario, civiles sobre soldados y soldados sobre criaturas, esa es la prioridad, si avistan revolucionarios reporten su presencia, no les enfrenten aunque sean causantes del caos, pueden ser desequilibrantes y no necesitamos perder hombres en una lucha innecesaria- Dando a entender que primero debían resguardase a los ciudadanos, en segundo lugar a los soldados y como ultima prioridad atacar a los enemigos rezagados sin enfrentar a los anti gobierno por su obvio poder superior al de un soldado común.

-Soldado Cooper, señorita sacerdotisa…- se detuvo Fingon para que ella diera su nombre-…Vamos a ser la fuerza de choque de la ciudad, nuestra prioridad serán las criaturas más grandes que encontremos- Dijo regalándole una amplia sonrisa a Tracy y haciendo un gesto afirmativo a la sacerdotisa que sin duda sería un gran aporte en la guerra contra el enemigo.

-Tu quédate Hellfrost, puedes rastrear mejor la sangre de quienes pudieran estar heridos.- Dijo Fingon acariciando el cuello de la bestia no sin antes sacar de un gran bolso que cargaba el lobo un arma de gran calibre parecido a un rifle francotirador pero con una filo gigantesco en el extremo, guardo su espada regular de dos manos y se volvió hacia el cielo nuevamente como esperando que el terror apareciese nuevamente.

El lobo saco la lengua jadeante y se perdió junto con la brigada que se había dispersado inmediatamente por los alrededores. Fingon miro a sus compañeras y les hizo una seña mientras entraba a un edificio para subir unas escaleras interminables hacia una azotea buscando un lugar donde poder ver al enemigo en caso de que volviera a atacar desde el aire.

-Puede subir escaleras o su pierna está comprometida señorita?- Pregunto el elfo antes de subir

Spoiler:

Ciertamente para Tracy no era sorpresa cruzarse con una cara conocida como el Custos ya que le había conocido hace poco, y sin embargo estaba dispuesta acatar toda orden que el le asignase, pero mientras yacía de pie frente a su superior, una chica que permanecía cerca de ahí y que al parecer estaba lastimada, llamó su atención cuando le vio ofrecerse a curar sus heridas durante la batalla. Y Tracy, en agradecimiento asintió con la cabeza-. Por supuesto que si señorita, seria un honor aceptar su ayuda -le dijo mientras volvía su vista al Custos que le dirigía  palabra de pronto.

-Si señor, hace tiempo me ha parecido interesante la visión del gobierno, por eso decidí unirme -le respondió con formalidad a su superior Fingon Sindar, que a pesar de ya conocerle, ella sabia que debía hablarle con formalidad, aun que en cuanto vio la expresión que le dirigía su superior se sorprendió un poco, pues ella esperaba que su superior la mandase a dar diez vueltas a la calle corriendo, por su irresponsabilidad, pero en cambio solo recibía una sonrisa y unas cuantas palabras que le parecían de lo mas amables, pero Tacy continuando con su formalidad, le contestó-. Entendido señor, la prioridad es proteger a los civiles y así se hará -y luego añadió-. Y le aseguro que no le fallare, y de hoy en adelante no volveré a ser impuntual -termino de decir en cuanto le vio que de pronto comenzó a dar ordenes al resto de los soldados, y entonces se hizo a un lado y dio un paso hacia atrás para observarle dirigir a los guerreros en el área.

Y en silencio se mentalizaba para la batalla. Era una buena guerrera, y así lo demostraría, había sido entrenada muy bien cuando vivió en el infierno, y aun que su mentor había sido su mejor amigo, Tracy siempre se esforzó por aprender y hacer las cosas sin permitir favoritismo alguno por parte de su mentor. Pero no solamente había sido entrenada para luchar, si no también para saber cuando no hacerlo.

Y mientras continuaba en silencio y permanecía detrás del Custos, escucho su llamado y le respondió atenta-. ¡Señor! -dijo en respuesta a su llamado y guardo silencio para escuchar sus ordenes. Pero mientras escuchaba atentamente las ordenes que le asignara el Custos, Tracy se sorprendió de nuevo por sus reacciones y gestos como cierta sonrisa. "¿Y que debo hacer ahora?" Pensó de pronto Tracy confusa. "¿Debo devolver el gesto? Pero debo ser educada y profesional." Y por eso mismo solía ser tildada de una mujer fría y sin sentimientos como en ese instante en que se cuestionaba a si misma el como actuar frente a su superior, pero no es que ella careciera de emociones, simplemente no es una chica a la que se le facilitase expresarse. "¡Ah! ¿Por qué no hacen instructivos donde digan que una debe comportarse de cierta manera? ¿Por queeeee?" Pero mientras ella se perdía en sus pensamientos siendo tan inquieta y despreocupada como de costumbre, había estado permaneciendo frente a su superior con una expresión lo más seria posible para intentar esconder sus pensamientos.

Y sin embargo cuando le vio alejarse para intentar internarse en un edificio quiso decirle algo que se la había venido a la mente de pronto. Pero Tracy intento seguirle para poder hablarle, mas sin embargo había una chica cerca de ella que estaba lastimada del tobillo, y sentía que no podía dejarla así como así, aun así Tracy avanzó unos pocos pasos pero sin alejarse mucho de Éride, y entonces le dijo a su superior-: Quinto Custos, a riesgo de ofenderle, debo proponerle que yo seria mejor elemento si le sirviera en el aire, yo puedo volar, seria mejor así en vez de quedarme en tierra -Por que desde cuanto le escuchó decir hace unos instantes que algunos debían cubrir el perímetro aéreo, Tracy pensó inmediatamente en proponerse como voluntaria para la tarea, pues bien podía utilizar sus alas que yacían retractiles en su espalda. Pero decidió permanecer en silencio hasta tener la oportunidad de hablar. No es que quisiera luchar con los revolucionarios, pues no tenia nada en contra de ellos, los conocía por que había escuchado lo que todos en Spirit Soul mencionaba, pero no los conocía personalmente, y... tampoco pensaba que ellos pudiesen ser culpables del ataque a Chaos; es verdad, no entendía del todo la visión de los revolucionarios, pero al querer ser participe de la contienda en aquel planeta, había optado como mejor opción unirse al gobierno.

-En verdad, señor, déjeme ir -le pidió al Custos.

Datos:

El elfo preparo su arma de largo alcance, la Snipersword, una arma pesada de dos manos que reemplazaba a su arma regular, al colgarla a su espada sintió en verdad que era pesada pero sería primordial atravesar caparazones de crustáceos voladores con armas de gran poder.

Tracy que estaba así lado sugirió levantar vuelo, a decir verdad a Fingon se le olvidaba que habían razas muchísimo más poderosas y mejor preparadas que él, así que con una pequeña risa se golpeó la frente con la palma.

-Es verdad, no tienes que subir las escaleras con nosotros Cooper, ve y gana la azotea antes que nosotros, pero mantengámonos unidos para atacar… y no, no me ofendes, si ves algún punto que se escapa de un superior, o inferior debes decirlo de inmediato, recuerda que debemos conocernos para confiar el uno en el otro, siempre debemos expresar lo primero que se nos venga a la mente y no guardarnos nada. A menos que sea un chiste racista de enanos- Dijo con una carcajada que no emitió sonido alguno.

Fingon siempre quería ser líder en lugar de un jefe, pensaba que para tener un buen control sobre subordinados era necesario que le viesen cercano y capaz, nadie daba la vida por un incompetente y menos aún por un desconocido. Por ello miro a Garnet y con un grito les hablo.

-Capitana General Vermell, cuando estén listos subiremos a enfrentarnos a las bestias que aun queden rezagadas o veremos si aparecen más ambos seremos el ariete contra ellas, Tracy será nuestro vigía de batalla, y Huidow… bueno puede auxiliarnos como soporte si es que sus heridas lo permiten. Señorira Eride, contamos con su ayuda si alguien resulta lastimado de verdad. Seremos el equipo Wow… alguna objeción? Por supuesto que ninguna, Tracy, contamos con tu logística, ve si todo está despejado, subiremos en un instante… Por el Lord!!- Grito Finalmente para infundir a sus camaradas con valor!

Las escaleras eran duras, casi cinco pisos y Fingon cada peldaño maldecía el no tener unas jodidamente asombrosas alas como las de Tracy o al menos la resistencia de la capitana general, pero bueno lo que no nos mata nos hace más fuerte… al llegar hasta arriba del edifico tuvo una mejor visión del daño causado, principalmente habían tratado de matar a cuantos pudieran pero era extraño, no habían destruido reservas de agua, centros de acopio ni estructuras militares, es posible que sean bestias con su sonar averiado o simplemente era una primera oleada de algo mucho más grande? Algo o alguien más poderoso estaba midiendo las fuerzas de los mortales de Chaos… eran los miedos del oficial.

El lobo olfateaba restos por todos lados, más criaturas que civiles y comenzaba sentirse emocionado por que se acercaba a los distritos comerciales, siempre había romas nuevos para el cuándo los visitaba con el “Orejas” que era el nombre lobezno que tenía el para Fingon, rastreo entre unos escombros a un hombre que había perdido un dedo y se acercó para ayudarle a levantarse, el hombre se asustó un poco al ver al inmenso animal pero se tranquilizó al ver que tenía un collar del gobierno que le identificaba como can del ejército, le arrastro hasta un lugar seguro y prosiguió con su tarea, encontró pedazos de un animal por todos lados y vio a tres personas llenos de pedazos de sangre vísceras y otras partes de bichos, al parecer no estaban heridos así que siguió olfateando, no sabía si se habían dado cuenta de su presencia y no le importaba pues Orejas le había ordenado buscar enclenques humanitos para ayudar y si él lo había dicho así, así seria.

Spoiler:

Chaos, Chaos es terrible, no tanto por sus pocos adelantos tecnológicos ni tampoco por su gente tosca y ruda o porque el calor en ciertas partes te vuelve jugo o por que el frio en las noches te convierte en un hombre de nieve. Sino porque está lleno de terrores, terrores que se alimentan en la oscuridad. Vísceras, sangre y carne de mortales son el plato principal de ellos, suelen actuar en bandadas y tribus y las más terribles en solitario pues las bestias más poderosas se comen a sus compañeros más débiles.  

Los incautos que pululaban en el suelo no conocían lo que en verdad era el terror hasta que lo veían, los señores de los cielos eran las aves de rapiña y aquel que era señor de todos ellos era llamado por el populacho como Skinwing, un leviatán del aire, emplumado y de cuatro metros de alto, con picos cortos y crestas afiladas, sus múltiples ojos cubren un gran perímetro y sus alas estilo Wyvern, es decir de alas terminadas en garras despiadadas les dotan de un agarre mortal cuando trepan a las cuevas de sus enemigos o para escalar los edificios de los cerdos de los cuales suelen alimentarse.

Su defensa también es prodigiosa, su espalda está cubierta de protuberancias de estilo ósea que amortiguan golpes en la columna para impedir ser paralizados y su cola es capaz de golpear con fuerza descomunal a los más persistentes. Sus mandíbulas también cuentan con problemas de ira manifestados en cinco colmillos fuertes como dagas, dos curvados hacia arriba para desgarrar y tres hacia adelante para apuñalar. Sus alas son lo suficientemente fuertes como para cargar con uno o dos hombres en el aire los cuales dejan caer para que se aplasten y así disfrutar mejor de su propia crueldad. Los Horror Token no son nada comparados a ellos, pero suelen escoltarles y compartir la carroña con ellos.

Spoiler:

Spoiler:

La horda avanza esta vez en orden, tres gigantescos Skinwing vuelan en el centro contemplando la fuerza de los defensores. Es de esperar que la horda de avanzada al menos hubiera limpiado el campo de los más débiles y pusilánimes… la ira comenzó a latir en la cabeza de los Skinwing casi reventando sus venas ocultas tras su armadura de plumas. La avanzada no había logrado nada más que adornar y preparar a los despreciables mortales. No fueron más que un calentamiento para ellos. Un chillido de los tres Skinwing basto para que los Horror Token descendieran en picado con sus afiladas cuchillas y entonces comenzó una guerra que dejaría una marca en la capital del continente más belicoso de Spirit Soul.

Los tres Skinwing comenzaron a girar uno encima del otro  formando una especie de tornado y cerrando sus  alas descendieron en picada junto con sus esbirros. Cuando se separaron y se prepararon para atacar miles de plumas cayeron como una lluvia de espadas dañando a todos los enemigos que no estuvieran a cubierto.

Desde el aire podían distinguirse varios grupos de personas, casi todos pusilánimes, pero había otros más grandes y armados. Dos de los Skinwing volaron directo hacia el grupo más grande cayendo entre la lluvia de plumas de acero la cual pareció no incomodar a los enemigos en su mayoría pero más de alguno debía haber sentido su afilada naturaleza.

El primero y más grande de las aves se lanzó sobre una pelirroja que parecía ser la líder de ellas pero un segundo antes de tocar tierra desplego sus majestuosas alas creando una pared de aire que inmovilizaría a su enemigo para en un segundo movimiento terminar su despreciable existencia al golpearla con su armada cola llena de afiladas espinas.

El otro Skinwing se apegó a la táctica y se dispuso a bajar el número de enemigos atacando a un muchacho con una lanza entre sus manos, cayó sobre el como una tormenta con sus afiladas garras que buscaban el estómago del enemigo para inmovilizarlo con su gran peso.

El tercero de los Skinwing vio a un hombre con ojos como faros y algo en su mente se volvió hacia la codicia y tan veloz y bajo como pudo volar se ocultó y finalmente se abalanzo como un misil con sus fauces abiertas para apuñalarle con sus increíbles colmillos. Y si era posible arrasar con los aliados que salían por una puerta que daba a la azotea… de reojo vio a una criatura voladora que de seguro morirían bajos las garras de su vampírico esbirro.

Los Horror Token escoltaban como cazas a su amos emplumados y con decisión renovada se lanzaron al ataque, el primero de ellos identifico a un muchacho de lentes que parecía estar corriendo de un herido a otro, tal vez era una criatura carroñera o un ladronzuelo que despojaba a los muertos de sus pertenencias… espera ese soy yo, se dijo la criatura mientras con sus seis patas afiladas descendió sigilosamente entre las sombras haciendo un pequeño ruido, como golpeteos de bastones de acero en la piedra… su plan era para aparecer a metros del doctor y así lo hizo con sus seis extremidades abiertas como una red se lanzó sobre la persona para mágicamente convertirlo en una persona múltiple. Bueno descuartizarlo se explicó a sí mismo la criatura mientras se lanzaba.

El segundo Horror Token era un guerrero veterano, había comido enemigos de tres veces su tamaño y pretendía ayudar a su señor a cualquier precio, por ello aprovecho la pared de viento para impulsarse aún más rápido y acometer contra uno d los enemigos, el más vistoso de todos… si eso sería una buena idea, matar al más colorido de ellos, el dorado, el de cabellos como el sol. Si lo lograba se cambiare el nombre de Arjustridaghswers a “Asesino de soles”. Su pata derecha se alzó sobre el enemigo para cortarle un brazo y así hacer la lucha más dispareja, un seis contra tres… refiriéndose a las patas de ambos además porque habría de ir por el cuello, toda criatura si quiere ser temida debe dar un buen espectáculo así que no mataría de inmediato, desmembraría a todos antes de cambiarse el nombre, además si los mataba a todos podría ser en lugar de “Asesino de Soles” a “Segador”, solo esperaba que la oficina de registros de nombres de criaturas deformes no tenga que hacer demasiado papeleo para cambiar el nombre que su padre lord “Juajsdaskrasdjas” le había dado de nacimiento. Ho que orgullosa estaría “Ana macarena” su madre… aunque el nombre de su madre fuera extraño, igual la amaba.

La tercera criatura escolta de la horda se fijó como objetivo a una criatura que también tenía alas, eso quería decir que era un enemigo que podría cortar su huida… o perseguirle hasta su hogar, en realidad la criatura sentía miedo y era la más cobarde de la horda, pero no podía regresar sin luchar, era su tercera invasión pospuesta , ya se le habían agotado las licencias médicas y familiares muertos como para evadir esta invasión así que no tuvo más remedio que poner su mejor cara y acudir al servicio. Se lanzó raudo con sus afiladas garras contra la mujer con el fin de cercenar sus alas, si conseguía hacerlo podría ocultarse en algún lugar y volver a la madriguera con un par de alas extra como muestra de su valentía. Pero era tan hermosa que daba pena arruinar a la chica de cabellos como fuego. Pero el deber antes que el placer. Se dijo a si misma con una seriedad impropia de los Horror Token.

Horda Numero 2:

El miembro 'Auros' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

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#1 'Tirada Rango 3' : 19

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#2 'Tirada Rango 3' : 17

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#3 'Tirada Rango 3' : 14

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#4 'Tirada Suprema' : 3

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#5 'Tirada Suprema' : 13

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#6 'Tirada Suprema' : 17