Re: Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos]

por **Astrid Dagmar** Miér Mayo 11, 2016 12:42 am

Aquel maldito ladrón corría más que un guepardo. Con suerte podían seguirle la pista, y todo se debía gracias al brillo rojo de la lanza de Nayc. Quizás no fuese humano, o quizás fuese alguien que fuese capaz de correr a una velocidad superior a la de una persona estándar. No sería extraño encontrarse con alguien de otra raza, después de todo. Astrid sentía que se estaba agotando cada vez más y que quizás necesitaría pararse en algún momento, pero temía darle aún más ventaja a aquel ratero escurridizo.

El terreno estaba tan destruido que Astrid se llegó a tropezar varias veces, pero por suerte no llegaba a caerse. Sin embargo, no fue esa la suerte de Nayc: el lancero se resbaló por una pendiente, lo que hizo a la mujer detenerse. —¡Nayc! ¿Qué…?— Apenas podía hablar. Más que palabras, lo que salía de su boca era una respiración pesada y ruidosa, que lo único que hacía era aumentar la sequedad de su garganta. Su compañero se levantó rápidamente, por lo que ella pensó que no le había pasado nada, y continuaron con la persecución. Quizás pararse había sido peor que haber seguido corriendo, puesto que notó que debía hacer un esfuerzo aún mayor al moverse.

De nuevo se paró en seco al oír un quejido del lancero. No sabía qué había ocurrido, porque tampoco podía ver muy bien. —¿Estás bien? ¿Qué te pasa?— preguntó, tratando de recuperar el aliento. Nayc gritó en dirección al ladrón, que volvía a escabullirse. Astrid tan sólo alcanzó a ver de nuevo el fulgor de su arma, pero fue suficiente para que decidiera ponerse en marcha de nuevo.

Como no oía que el lancero siguiese sus pasos, ralentizó el ritmo y se dio la vuelta, observándolo caminar con algo en la mano. —…Pero qué…— Él levantó el objeto que tenía, como si quisiera enseñárselo a las sombras. ¿Era del ladrón? Quizás no funcionaría, tal vez no se arriesgaría a revelarse ante ellos, pero a Astrid le pareció buena idea lo que parecía estar planeando Nayc. Aprovechó para apoyar las manos en las rodillas y tratar de respirar con normalidad, mientras escuchaba lo que su compañero le proponía al ratero. —Debemos tener cuidado. A lo mejor es peligroso,—murmuró cuando por fin consiguió tomar un poco de aire.

La vista de la morena se desvió hacia los cielos cuando vio una criatura de aspecto aún más poderoso que las anteriores entrar en escena, provocando diversos relámpagos que iluminaban toda la ciudad. Por un segundo se dio cuenta de que el fugitivo podría estar aprovechando la situación para escaparse y dejó de mirar hacia arriba, buscando su silueta por los alrededores, sin moverse del sitio. —A ver, ratero de tres al cuarto…—Alzó la voz, todavía jadeando un poco por la persecución. —No sé si te estás dando cuenta de lo que está ocurriendo encima de tu cabeza pero es posible que te caiga una bonita cagada corrosiva en la coronilla por parte de una paloma con muy mala leche.— La verdad es que esa cosa no se parecía a una paloma, pero tampoco estaba la cosa como para especificar demasiado. —Si nos entregas la lanza, nos encargaremos de que tu trasero se escape de las garras de ese pollo gigante. Y por supuesto, haremos lo que ha dicho mi compañero. ¿Trato hecho?— Estaba un poco de mal humor por la carrera innecesaria, y el hecho de tener a un monstruo revoloteando a varios metros de ellos no le ayudaba a calmarse.

Sus ojos volvieron a la criaturacuando una serie de explosiones y ataques dieron de lleno contra ella, aunque seguía con vida. Pensó en una tontería, pero quizás podría… bah, realmente no tenía excusa. Lo único que quería era darle un buen espadazo a ese bicharraco, pero estando en el aire, poco podía hacer. Y aun así, tal vez inconscientemente influenciada por la seguridad de Marcus, ideó un plan que sabía que no saldría bien. Al mismo tiempo, deshacía las vendas que cubrían su mano izquierda, descubriendo una serie de símbolos brillantes del mismo color que la lanza de su compañero, que comenzaban en la palma y terminaban donde acababa su antebrazo. —Nayc, voy a hacer una estupidez. Pero igual sirve. Intentaré tirar a esa cosa al suelo. Si ese ladrón no te dio la lanza aún… da igual, tú pégale con los puños, o algo.— No, no iba a salir bien.

El fulgor de los símbolos de su antebrazo aumentó, para así envolverlo en unas sombras oscuras que terminaron por deformar su extremidad hasta revelar una mano monstruosa y enorme, de aspecto demoníaco, que le otorgaba una fuerza mucho mayor. Lo cierto es que no lograba acostumbrarse al dolor de la transformación, pero ya que se las había dado de tener un plan infalible, sería mejor no quejarse mucho por el mismo.

Como si se tratara de una simple piedra pómez, agarró una roca de entre los escombros con la mano oscura, lo suficientemente grande como para que ocupara toda la palma, e impulsándose, la lanzó hacia el monstruo.

No iba a caer. Y no lo hizo. Ni siquiera supo si le había dado, porque otras tantas explosiones y relámpagos le impidieron verlo, pero lo que sí que vio fue a la maldita roca estrellarse de nuevo contra los escombros que tenía delante, formando una nube de polvo. —…Mira, olvídalo,—comentó al lancero, con una mueca de frustración.

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por **Auros** Miér Mayo 11, 2016 12:42 am

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'Tirada Suprema' : 16

por **Auros** Miér Mayo 11, 2016 2:14 pm

Triunvirate creía poder resistir a los golpes de esas criaturas sin problemas, era el rey de los cielos ahora mismo. ¿Por qué debería doblegarse ante alguna de aquellas criaturas? Él iba a continuar sin retractarse, dando todo de si por ese oscuro objetivo que tenía a su mente controlada. De sus bolsillo, donde ocupaba un gran arsenal de objetos. Tomó una perla, y colocó esta sobre su martillo, teniendo muy presente los efectos que esta le darían a la batalla. Avanzo imponente en el terreno de batalla, esperando por que los ataques hostiles de sus enemigos le llegaran, dispuesto a dar su vida si era necesario para ver a Chaos hundirse en su propio Caos. Fue sorprendido, el oscuro dios de los cielos. La primera hostilidad enemiga no fue dirigida a su persona. Una bala impactó sobre su querido Archon. ¿Acaso estos seres caóticos no tenían corazón? ¿Cómo se atrevían a hacer daño a la pobre montura? Gran cariño le tenía Triunvirate a su acompañante, tanto, que comenzó a dudar de si debía tomar la retirada para que Archon no sufra la batalla. – ¿Estás bien querido amigo?- Preguntó el Dios oscuro a su alado compañero. El cual solo respondió con unos gruñidos, afirmando que podía continuar, aunque su manera de volar demostraba la contrario, pues ya se resentían por el dolor de aquella herida que le habían provocado. Triunvirate no olvidaría aquello, pero al menos eso sirvió para tenerle distraído al momento en que un pelinegro optó por atacar a Triunvirate. Una ráfaga de fuego negra impactó sobre el Dios Oscuro, tumbando un poco más el vuelo de Archeon. Provocando que nuevamente Triunvirate se preocupara por este. – ¡Amigo! ¡Aún puedes volver! – Afirmó Triunvirate dejándose llevar por las emociones y el cariño que tenía a su fiel compañero. Sin embargo, los despiadados enemigos volvieron a aprovechar esto, ahora para que una pelirroja enviara un torbellino de fuego hacia donde Triunvirite y su acompañante. Mínimamente pudo hacer algo ante esas llamas que le rodearon, pero en unos instantes había usado las corrientes de la fuerte tormenta para redirigir las llamas y anular el torbellino. Triunvirate gritó con furia, las criaturas terrenales estaban atacando ya directo a él, esperaba que dejaran de lastimar a Archon, e iba a aprovechar ese momento para volver a alzar su martillo. Pero entonces, el ataque de alguien más llegó. Un alado de alas negras, quizás un rebelde ante las habilidades de Triunvirate como Dios de todo lo alado. Le miró con algo de furia, como quien mira a un hijo desobediente después de años de estar apartados. Pero aquel hijo le respondió con la misma desaprobación. Explosiones en todas las direcciones. Por suerte Triunvirate cargaba con una armadura, la cual le ayudó a protegerse de algunos daños, sin embargo, podía sentir dolor inmenso ante aquel imponente ataque. Ahora, el que antes era un grácil vuelo, se convirtió en un torpe intento por mantenerse entre las ráfagas de aire. El pequeño Archon no estaba listo para una batalla de esas magnitudes, y sin dudas no compartía la resistencia de su amo. Parecía estar en sus límites, buscando mantenerse en el aire con sus últimas energías. – ¡Archon! – Alzó su voz Triunvirate, estaba a punto de anunciar que él se retirara. Felicitarle por su trabajo y ordenarle que le esperase lejos de la batalla. Pero antes de que lo hicieran, el rubio se agregó a la escena. Trayendo consigo el mismo ataque que Archon había utilizado, dejando que la descarga eléctrica cayera sobre su mismo usuario. No hubo tiempo para que Triunvirate hiciera algo, el rubio invocó una gran cantidad de fuego que fue directo a la pareja, envolviéndolos en una verdadera esfera de fuego. Convirtiéndolos en una estrella que descendía en picada desde el oscuro firmamento. Los ataques no cesaron, mientras los ya heridos dominantes del cielo comenzaban a caer, el resto de soldados comenzaban sus ataques. Tan diversos como la fauna de aves que Triunvirate adoraba. Desde diamantes, hasta flechas heladas, incluso rocas. Hasta que en un completo silencio llegaron al suelo, provocando destrozos sobre algunas zonas de la capital.

Cuando los ojos del Dios Oscuro se abrieron, buscaron rápidamente a su compañero. Para su fortuna, Archon se encontraba a solo pasos de él. Triunvirate aún no estaba débil, pero podía ver a su alado compañero inmóvil sobre la tierra. Como este desprendía humo, y su carne se había cocinado completamente, debido a los rayos, llamas, explosiones, y todo eso que le había logrado alcanzar. La montura estaba muerta. Seguro los caoticos guerreros se encontrarían festejando, pero el negro y oscuro corazón del dios se achicó. Volviéndose una micro bacteria. Entre los tronidos y rayos que descendían del cielo. Triunvirate se levantó, y con él, se levantó su martillo. Invocando nuevamente a los poderes eléctricos. Los cuales crearon nuevos rayos que descendieron en instantes sobre la cabeza de los 3 enemigos más poderosos en la batalla. Mientras Triunvirate se encontraba en completo silencio.

Stats Triunvirate:

Stats Archon:

por **Auros** Miér Mayo 11, 2016 2:14 pm

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#1 'Dado Cósmico' :
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#2 'Dado Cósmico' :
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#2 Resultados : 33, 47

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#3 'Dado Cósmico' :
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#3 Resultados : 20, 65

por **Marcus S. Blacklock** Miér Mayo 11, 2016 3:17 pm

Durante un momento su mente se vio golpeada por una oleada de confusión que incluso llego a marearlo ligeramente. Todo comenzó a moverse excesivamente rápido a su alrededor, todos los soldados de la ciudad se concentraron en derribar a ese monstruoso ser pero no parecían lograr hacer mucha mella en su cuerpo. Le recordaba un poco a la pelea que tuvieron en ese plano alterno, ese guardián también había sido un enemigo de cuidado pero se las ingeniaron para derrotarlo y algo le decía que ese bicho no sería la excepción. Lo único que necesitaban era encontrar su punto débil y bombardearlo hasta que sucumbiera a sus heridas, después de todo…nadie podía huir de la muerte.

Esa orden llego con una punzada a su cuello, causando un ligero gesto de molestia en el fénix. Les estaban ordenando que fueran contra el ministro de otro reino ¿Era en serio? Sinceramente no tenía problema alguno pero…era el que lideraba su reino natal además…quien estaba encargado de su hermana. No quería empezar una guerra con ese reino…no con su hermana viviendo allí…se vería atrapada en el fuego cruzado pero era un Gladius…debía obedecer aunque claro, no escucho un límite de tiempo para hacerlo. Podía delegar el responder al mandato ya que había una amenaza aún mayor en su capital y desde su punto de vista…era necesario acabar con ella antes de atender cualquier otro tema. Solo esperaba no tener que aguantar luego algún regaño pero para ese momento le daba igual…se había vuelto soldado de Chaos justo por situaciones como esas…para enfrentar enemigos de calibre que lo presionaran a su límite.

En pos de ello, estuvo atento e incluso sonrió divertido cuando el “dios” fue derribado de los cielos. Obviamente aquello solo incrementaría el daño pero a la vez, incrementaba la diversión que podían conseguir de ese enfrentamiento —Creo que mi cuerpo ya se ha recuperado…va siendo hora de que utilice uno nuevo —Murmuro sacando un segundo cristal de la bolsa de cuero, volviendo a llenar su cuerpo de esa energía oscura que casi podría decirse, era muy adictiva. La fuerza que lo desbordaba era menor que la obtenida por la máscara pero no menos útil, percibiendo como incluso su capacidad para sentir los elementos alrededor de su cuerpo se vio magnificada.

Era momento de atacar, debía redimirse ya que inicio de una forma bastante patética ese combate. Se encamino por la calle de piedra en silencio a la vez que sutilmente preparaba su próximo ataque. Se detuvo cerca del ministro de Spatium pero no le dirigió palabra alguna, al menos no de momento — Supongo que es hora que le mostremos a esta criatura que no puede venir a destruir nuestra casa —Sonrió de lado y abrió su mano derecha, comandando a los ríos de lava que corrían por la ciudad. El material incandescente se arremolino alrededor del azabache, concentrándose sobre la hoja de su katana negra, poco a poco tomando posesión de su filo. Cuando el torbellino ardiente termino, la hoja de su arma soltaba humo constantemente, pasando a estar rodeada por espirales de lava liquida a la vez que su filo parecía estar echo de fuego puro pero soltando brillos que detonaban como el arma había incrementado su peligrosidad a un punto algo inverosímil —En mi casa…tu no vienes a dictar las reglas… —Musito echando a correr hacia el titán, dividendo la tierra con la punta de su katana al mismo tiempo que la calcinaba con descargas de magma, las mismas que se dejaron caer en un estallido sofocante cuando ataco de frente uno de los brazos de la criatura, envolviendo a los dos en una cúpula de puro magma.

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por **Auros** Miér Mayo 11, 2016 3:17 pm

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por **Gissel Gremory** Miér Mayo 11, 2016 3:36 pm

Solo cuando fue señalada por el ministro Gissel arqueo una ceja sin comprender realmente que tanto estaba pasando, ¿qué se había perdido por estar concentrada en el enemigo?, no lo sabía y peor aún ni se percató de la presencia del Ministro de Spatium en el lugar, como de muchas otras figuras reconocidas en el ejército…Al menos así era ella, se centraba en una sola sin darle demasiada importancia a lo demás. Cuando Berith tomó la palabra, observó a los demás Gladius y otros cargos del Army Of Chaos para finalmente encogerse de hombros, haciendo un ligero movimiento con la cabeza a sus compañeros en clara señal de “Vienen conmigo, quieran o no”, o algo por el estilo.

Acortó distancias a un paso tranquilo pero asertivo, ligeramente seductor como era propio de ella pero desbordante de seguridad, solo para detenerse a una distancia prudencial, observando sin más al ministro de Spatium. ¿Desde cuándo se había vuelto mensajera?, ¿Por qué no iba el mismo Berith a decirle que se retirase en buenos “términos” en vez de mandar a los que teóricamente defendían al reino?, ¿Y si decían algo que podía empeorar la situación?. No lo sabía, pero el mal humor de Gissel iba acrecentándose en grandes dosis, aparentemente todo le molestaba cuando no podía regular la propia temperatura de su cuerpo…toda una situación que generaba más ansiedad de la que por sí ya sentía, solo quería terminar con todo de una buena vez. Vaya situación más incómoda.

De repente, entre estruendos y la voz del enemigo, la fémina terminó volteándose en dirección a ello, manteniendo el ceño fruncido y la mirada puesta en el objetivo…uno que mostraba facultades realmente maravillosas a la hora de regenerarse y seguir combatiendo. Jamás había estado ante la presencia de una criatura tan particular, tan digna que inspirara en el corazón de la guerrera cierta afinidad. Suspiró en ese segundo a medida que la brisa parecía jugar con sus cabellos, entrelazando hebra tras hebra…Apretó su puño derecho de modo igualmente decidido, en ella no cabía la posibilidad de temer, ni tampoco retroceder, después de todo los daños que podían ocasionar al propio pueblo de Chaos serían devastadores. Chocobo, eso recordó en tal preciso instante y aunque no tuvieran similitud…vaya que dolía recordar esas tierras. ¿Cómo olvidar el festival de Chocolate?, ¿cómo pudo olvidarse a ella misma?...Se veía tan feliz, tan segura, sonreía con felicidad, y luego…bueno, miles de situaciones que fueron moldeándola de un modo u otro.

Los rayos imponentes conseguían desolarle el alma por una extraña razón. —Y alzó su martillo al cielo…entonces hizo temblar los muros del palacio de Odín en clara muestra de su poder— Susurró para sí misma, recordando cierta leyenda sobre el dios Thor, leyendas…leyendas que habían llenado su infancia de esa ilusión que como el fuego se mantenía así de persistente en su corazón. Esa clase de magia que la convertía en la clase de persona que era.

El ataque enemigo se veía por demás de poderoso, pero entonces no dudó en extender la diestra para formar un sello de fuego con gran cantidad de inscripciones de índole nórdicas, este fue impuesto delante del cuerpo de la fémina en el segundo exacto que ambas fuerzas impactaron, haciéndola retroceder aproximadamente un metro antes de romperse en cientos de esferas pequeñas e ígneas, golpeando con rudeza el cuerpo de la chica. Cayó al suelo pesadamente pero no dudó en enderezarse rápidamente, primero de rodillas antes de incorporarse al ciento por ciento. Estaba golpeada, los moretones o cortes en su cuerpo no se hacían esperar, como algunos cortes sangrantes que no presentaban riesgo de vida en zonas como piernas o abdomen, pues parte de este quedó al descubierto. —Esto parece un cuento de nunca acabar. Pero anda…que me gustaría ver todas las habilidades de este tipo— Musitó al final con una sonrisita orgullosa, dando paso a sus acciones posteriores. En su mano izquierda comenzó a brillar una esfera en tonalidades celestes que rotaba a gran velocidad mientras se retroalimentaba, creciendo en tamaño y seguramente en poder…en su mano derecha se podía notar las llamas negras, completamente negras que se movían como si tuviesen vida propia. No conforme con esto, unió ambas esferas para fusionar los ataques…Era magnifico, las oscuras llamas no parecían derretir el hielo, ni el hielo parecía intentar carcomer el núcleo energético del fuego. —Salió bien en esta ocasión— Susurró orgullosa, liberando tal ataque que fue disparado hacia el enemigo, con fuerza similar a la de un reactor nuclear. La misma fuerza de impacto sacudió sus cabellos hacia atrás, desestabilizándola solo para retroceder algunos pasos, algo que le resultaba normal ante tal cosa.

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por **Auros** Miér Mayo 11, 2016 3:36 pm

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Resultados : 54, 31, 30

por **Arno Mireault** Miér Mayo 11, 2016 6:01 pm

Era divertido ver como una simple gota de agua podía tirar abajo una represa entera. Como las acciones de un solo soldado o civil podían afectar a toda su nación….una sola piedra creando una serie de ondas sobre la calma superficie de un lago…haciendo que el caos lloviera sobre todos. Quizás debió prever eso cuando abandono su reino en busca de un solo soldado, quizás lo más lógico hubiera sido dejarla por su cuenta y luego arreglar en problema bajo sus propios términos pero había caminado dentro de un territorio enemigo, supeditándose a lo que otro quisiera hacer y bueno…eso jamás terminaba de una forma agradable.

Tenía claro que las cosas iban a complicarse cuando escucho a ese ministro hablar. Parecía que tenía ínfulas de regente, queriendo tomar control de soldados que no pertenecían a su armada por el simple hecho de estar en esa tierra, interesante posición que fácilmente podía ser usada en su contra si su ejército llegaba a cruzar su frontera. No tenía claro si buscaba iniciar una guerra pero aun si no fuera ese su objetivo…terminara en eso por las ordenes que entrego a sus tropas— Realmente no sé cuál es tu objetivo, despotricando a los 4 vientos tus gritos. Mi actuar no te debería incumbir, era mi soldado no el tuyo y es mi decisión como los disciplino cuando incumplen una orden. Todos ellos saben muy bien que los respaldo completamente y solo pido a cambio que le muestren respeto a su cargo…cosa que la capitana no hizo pero su correctivo fue aplicado y es lo único que sucederá con ella. Si quieres que deje tus tierras lo hare, lo que suceda con tu reino no es de mi incumbencia pero mientras mis soldados se encuentren aquí están en riesgo así que me marchare cuando este combate haya terminado no antes —Mantuvo su tono de voz elevado solo lo necesario para que sus soldados y el otro ministro pudieran escucharlo. No veía punto en seguirle su juego, si quería una pelea tendría una de un solo bando, no era tan importante como para gastarse en ello.

Una vez concluida su “charla” volvió a centrar su atención en el enemigo aunque claro, otra sorpresa cuando vio llegar a su mano derecha a la batalla. Reila era en quien más confiaba en su ejército aunque si estaba ella en ese sitio las cosas podían complicarse un poco más sin embargo la dejo expresarse antes de posar su mano derecha sobre su hombro— Tus palabras son ciertas y si nos vemos en la necesidad de combatir, lo haremos…por ahora quiero que estés centrada en tu seguridad y la de nuestros soldados. Me gustaría decir que puedo protegerlos a todos pero el nivel de esa bestia es alto…realmente no sé qué tanto sea capaz de lograr por mi cuenta —Murmuro mirando de reojo a la brigada también con un semblante un poco más tranquilo aunque en su forma actual solo lograba suavizar muy poco sus facciones— Aisha tú también…pronto saldremos de aquí todos y tienes mi permiso de volver si lo deseas para visitar a tu hermano —Dijo con calma para finalmente desviar su mirada al último miembro de su armada, el foco de toda esa repentina hostilidad— En cuanto a ti Garnet…eres una capitana general del ejército de justicia. Espero solo lo mejor de ti, no hagas que me arrepienta de haberte considerado apta para el cargo —Señalo con seriedad mas no enojo, ahora si dirigiendo su mirada hacia el enemigo.

Aún tenía algo de la energía que obtuvo de esa mascara, tal vez sería lo suficiente para un último ataque destructor. La fuerza que debería liberar sería un poco excesiva por lo que tomo un poco de distancia de sus soldados, comenzando a reunir entre sus manos electricidad y fuego a la vez. Por lo general no combinaba esos elementos, las reacciones que causaban eran por demás violentas pero era precisamente lo que necesitaba en ese momento. Lentamente comenzó a formar una esfera de fuego negro que estaba rodeada por anillos de electricidad dorada, la misma que elevo sobre su cabeza y le fue inyectando toda la energía residual que aún tenía en su cuerpo, incrementando su tamaño hasta que alcanzo la misma estatura que las casas de esa ciudad. Entonces en lugar de lanzarla, cerro sus manos y comprimió todo ese poder hasta formar una esfera negra que parecía de cristal pero cuyos lados bailaban como sus llamas y que estaba rodeada por cinco anillos de oro los cuales soltaban violentos relámpagos cada tanto— Ahora…—Murmuro dispuesto a dispararla pero freno al ver a dos Gladius de Chaos en su camino. Los conocía, al menos de nombre a los dos y espero alguna acción debido a las palabras de su regente pero viendo que ninguno de los dos lo ataco, tomo su distancia de ellos y se elevó un poco más en el aire mientras elevaba esa bola sobre su cabeza— Cae de una vez…—Dijo con frialdad, mirando fijamente al enemigo mientras lanzaba contra él su esfera.

El ataque voló por el aire rápidamente, soltando fuego y truenos como si fueran alas hasta que choco con el “dios” causando una explosión que nivelo el suelo donde se encontraba, soltando hacia el cielo una columna de ambos elementos entre mezclados, como un huracán que partió las nubes en dos.

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por **Auros** Miér Mayo 11, 2016 6:01 pm

El miembro 'Arno Mireault' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Dado Cósmico' :
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#2 Resultados : 52

por **Jhonatan Alexander** Miér Mayo 11, 2016 8:58 pm

Los ojos del rubio observaban la caída de aquel ave en medio de las llamas con tranquilidad absoluta, pues la batalla no había finalizado y el no bajaba su guardia. Le energía dorada que emanaba del muchacho desprendía un calor que para algunos incluso podría ser sofocante, y para otros una calidez agradable. Por su parte, el joven militar no tomaba demasiado en cuenta aquello, su mirada estaba fija sobre aquel monstruo en llamas que había intentado invadirlos. Giró apenas su cuello para dejar oír un crujido y se relajó apenas un poco al ver como aquella ave se desplomaba.

-¿Venir a meterse con el reino del caos con ese nivel tan mediocre? Vaya insulto… Escoria. -Musitó el muchacho para finalmente observar de reojo a Gissel, clavando su penetrante mirada sobre ella unos segundos para luego desviarla finalmente. Estaba a punto de lanzarse en una acometida hacia aquel monstruo para ponerle fin a su vida de una vez, cuando fue interrumpido por las órdenes del primer ministro. La mirada del gladius demostraba algo de molestia por no poder terminar aquella lucha, pero las ordenes de su ministro en tierra de chaos son absolutas. Nadie más que el Lord poseía más poder en aquel lugar, por lo que aquel orgulloso noble no dudó en acatarlas. Salió a toda marcha detrás de la pelirroja llegando a posicionarse frente al ministro en el momento justo en que llegó la joven de cabellos rosados. No le prestó demasiada importancia a aquel palabrerío inútil de un mal soldado. Después de todo, para poder dar órdenes primero hay que aprender a seguirlas y a respetar las jerarquías. Fue justo en aquel instante en que los cielos se partieron al medio una vez mas y descendieron unos poderoso rayos sobre los habitantes del lugar. Esta vez Jhonatan no fue uno de los objetivos, pero si lo fue su compañera. Su mirada se desvió y le observó de reojo, al parecer podía con aquello por el momento.

-En seguida te doy apoyo Gissel. Primero cumpliré las órdenes del ministro. –Afirmó el rubio mientras se posicionaba justo frente al ministro de justicia.

–Mireault! –Musitó Jhon a su antiguo ministro. –Queda usted exiliado de nuestras fronteras. -afirmó el gladius mientras desenvainaba su espada y la envolvía en llamas. Comenzando a correr hacia el ministro para finalmente dar un salto y lanzarse en una poderosa acometida dorada hacia el mismo, atacándole con una ráfaga increíblemente veloz de cortes precisos y poderosos.

–Espero que no lo tome personal, pero las ordenes son ordenes… -Finalizó el Gladius en medio de su ataque con una mirada seria, mas repleta de llamas en su interior. Aunque claramente, su rostro perfecto se mantenía impasible.

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por **Auros** Miér Mayo 11, 2016 8:58 pm

El miembro 'Jhonatan Alexander' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

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Resultados : 49

por **Garnet Vermell** Miér Mayo 11, 2016 9:18 pm

Aquel bicharraco parecía tener más resistencia que una cucaracha sin cabeza. Por más flechas que le tirara Garnet, ninguna era la décima parte de lo que los demás guerreros podían hacerle, y aun así, el enemigo seguía resistiendo orgullosamente. Ella, por su parte, no se detuvo en ningún momento. Le sería más fácil si pudiera acercarse a él y poder dirigirle una gran bola de fuego o alguna descarga eléctrica, pero aún se sentía un poco agotada por haberse mantenido flotando durante un rato.

Detuvo un momento sus acciones cuando sintió una mano posarse en su hombro. Para su sorpresa, se trataba del ministro Berith, cuyo rostro mostraba una especie de mueca sonriente. Éste parecía encontrarse… ¿preocupado, quizás? No, más bien trataba de ser cortés con la capitana. Garnet coincidía en lo que él estaba diciendo, pero prefería no irse de la lengua. Le respetaba, pero no consideraba que tuviese que intercambiar sus opiniones personales con él, ni siquiera que tuviese que hacer una disculpa formal en nombre de Mireault. No señor, eso sería mucho peor.

Lo que más le sorprendió fue su ofrecimiento a unirse a Chaos. ¿Era eso lo que quería? Le miró impasible, haciendo lo posible por no mostrar ningún tipo de expresión que delatara lo que estaba pensando. Su sonrisa parecía ser natural esta vez, indicándole a Garnet que esas fueron sus intenciones desde que empezó a hablar con ella. Tuvo que contenerse una carcajada al oír que podría ir a Tempus. Sí, precisamente allí.

El ministro se marchó, pero lo que dijo después fue audible por muchos de los contendientes. Incluida ella. Arno Mireault podría ser un tipo temible, estricto, y un pervertido que tendía a los favoritismos, pero su trabajo como ministro había sido impecable hasta la fecha, a pesar de que discrepaba con algunos de sus… métodos. Si le ponían una mano encima, probablemente las cosas se saldrían de madre, y eso podría acarrear consecuencias nefastas.

Debía avisarle, como fuese. Mireault debía saber lo que estaba ocurriendo, aunque quizás también habría oído al ministro de Chaos. A lo lejos, vio a su compañera, Reila Van Scherzer, intercambiar unas palabras con Berith. Tampoco podía saber muy bien qué le estaría diciendo, ni siquiera por su expresión, por lo que decidió no pensar mucho en ello. ¿Quizás podría utilizar su habilidad de levitación otra vez para acercarse a Arno? Estaba bastante agotada y veía que si lo hacía iba a comerse un buen batacazo, pero tampoco tenía mucho tiempo que perder. Necesitaba organizar sus ideas.

No tendría más remedio que saltar de tejado en tejado, como un maldito ladrón o asesino encubierto de tres al cuarto. Un edificio se encontraba bastante cerca de él, así que quizás podría ofrecerle su apoyo desde ahí, y, de paso, avisarle de la situación. Según se acercaba dedujo que no le iba a hacer falta siquiera hacerle un mero comentario sobre las circunstancias actuales, ya que al lado de Mireault se encontraban Aisha y Reila. Al llegar hasta allí, el ministro le dedicó unas palabras a ella, que tan sólo respondió asintiendo con la cabeza, ya que necesitaba recuperar el aliento después de la carrera olímpica que había hecho.

De nuevo, Mireault estaba dispuesto a atacar contra el enemigo. Observó cómo formaba una grandísima esfera oscura a la que le rodeaban relámpagos dorados, para finalmente estrellarla en un poderosísimo ataque contra el monstruo que amenazaba la ciudad. Garnet se protegió de la onda expansiva de esta nueva explosión, cruzando los brazos sobre el rostro y agachándose como una cobarde. Para cuando se descubrió de nuevo, su superior no estaba por ninguna parte. Bueno, sí, pero tardó en verlo.

Y lo que vio no le gustó.

Ahí estaba el antiguo capitán general de Spatium, Jhonatan Alexander, desafiando a Mireault. Y no parecía que fuese a estrecharle la mano, precisamente. No iba a dejar que le pusieran una mano encima, mucho menos un chaquetero como ese. Sí, la pelirroja había pasado del ejército de Tempus al de Spatium, ¡pero le habían echado! Y a Alexander, sin embargo… ¿quién mierda lo había mandado fuera? Tampoco estaba muy enterada al respecto, pero desde que dejó su puesto, no tuvo una opinión muy buena de él. Sin pensarlo, Garnet saltó del tejado donde se encontraba, aunque supiese que la levitación iba a fallarle de todos modos, pero trató de flotar hasta allí a toda prisa, aunque tuviera que extralimitarse.

—¡APÁRTESE, SEÑOR MINISTRO!—vociferó, justo antes de llegar a su lado.

Logró caer justo delante del ministro, colocando los brazos en cruz para formar un escudo invisible a modo de protección. Sin embargo, esto no fue suficiente para resistir la poderosa ofensiva de Alexander, que saltaba peligrosamente hacia aquel punto con una velocidad sobrehumana.

La joven emitió un alarido de dolor cuando los diversos cortes contactaron con su piel. Dicho dolor, evidentemente, era aún mayor que el que había llegado a experimentar en cualquier otra batalla, incluso juraría que cuando perdió el ojo se encontraba en mejores condiciones. Se desplomó en el suelo, cayendo de rodillas. Mirándose a sí misma vio que estaba cubierta de sangre, parte de ella del monstruo que había explotado en sus narices. Pero en seguida, comprendió que la inmensa mayoría era suya, justo antes de que se le nublara la visión y comenzara a marearse. Podía resistir, claro que podía resistir aún más…

—Yo me encargaré de él, señor ministro…—musitó, tratando de ponerse de pie, pero tambaleándose. Tosió un poco de sangre. Quizás moría en el intento, puesto que no era tan poderosa como el Gladius, pero estaba dispuesta a demostrarle a su superior que, en efecto, era digna de su puesto. Se irguió como pudo, echa un maldito Cristo, pero sin perder su mirada desafiante, que ahora dirigía hacia el rubio, sin pronunciar palabra alguna.

datos:

por **Auros** Miér Mayo 11, 2016 9:18 pm

El miembro 'Garnet Vermell' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Dado Titanico' :
Chaos has fallen - Trama N°9.0 [Chaos] - Página 16 ECaBKwm

Resultados : 11

por **Azazel Berith** Miér Mayo 11, 2016 11:37 pm

Bueno, en cierto sentido, se puede decir que los ataques del jefe final de toda esta pelea estaban, en cierta forma, golpeando a aquel que yo habia dicho que debía ser "ayudado" a abandonar las premisas del reino. La única cuestión es que, a su vez, estaba atacando a una de mis queridas personas, que desgraciadamente va a tener que ser excusada de las ordenes que le he dado debido a que estaba ocupada esquivando rayos y centellas. No se como es que eso debía funcionar, pero la cosa es que estaba cubriéndose del daño y, por lo tanto, con su atención en otro lado.

De los otros dos Gladius presentes, solamente el quinto Gladius hizo caso exacto de mis palabras y le quiso meter un buen golpe al ministro de Spatium para forzarle a marcharse. El primer Gladius, en cambio, estaba actuando de manera ambigua, así que no puedo saber si el estaba haciendo caso a mis ordenes o si estaba haciéndose el listo y buscaba la manera de saltarlas, con lo cual estaríamos entrando en terreno peligroso porque es algo que embarraría el normalmente limpio expediente del soldado. Seria una lastima que tenga una mancha de desobediencia para una orden que, en si mismo, es fácil de cumplir.

Igualmente, como estaba mencionando antes, el jefe final tiene que ser atacado. Por eso, y dado que estaba usando electricidad para realizar sus ataques, hice uso de la ironía del momento para crear una nube de tormenta sobre su cabeza que comience a llover sobre su festival. Bueno, llover relámpagos, claro está, porque es lo único que mis nubes de tormenta crean: Rayos... y mas rayos.

Mientras eso sucedía, dividí mi atención a la mujer que estaba junto al ministro non grato y que me habia estado diciendo de maneras algo raras que yo estaba cometiendo un error al actuar como estaba actuando

-Señorita Van Scherzer, creo que está tomando por el lado equivocado el hecho de que yo estoy pidiendo, en base a mi poder como ministro de Chaos, que su señor ministro sea... "escoltado" a las fronteras con el fin de que sea rápidamente guiado hacia sus tierras. Se a la perfección que existe un pacto de neutralidad, que pienso seguir acatando por el simple hecho de que la palabra del Lord es suprema y toda violación a la misma es igual a un pecado capital. En este caso, diplomáticamente hablando, solo estoy haciendo ver mi desagrado por las acciones cometidas por el señor ministro en cuestión, puesto que esas acciones ciertamente estaban rayando ya en la tortura y en crímenes penados por ley internacional. ¿Es la Capitana General Vermell su soldado? Lo es, pero en Chaos se considera como algo atroz que se haga uso de métodos de castigo físico desmedidos para el "crimen" cometido, por mas atrasados que estemos tecnológicamente.-Comencé a hablar con la susodicha pelirrosa, que un poco mas y parecía que estaba con ganas de realmente desatar una guerra al querer venir a decirme que puedo y que no puedo hacer en mi reino. Y eso es, definitivamente, algo que no puedo permitir de alguien de mas bajo rango, aunque la verdad poco cuidado me traía lo que ella me decía en su posible bravuconada sutil-Como tal, forma parte del fuero investido a los reinos la capacidad de determinar si el miembro de una comitiva legal puede ser declarado "persona non grata" por acciones cometidas que fueron encontradas como de pésimo gusto o consideradas como un crimen. Como la tortura a modo de castigo ejemplar. Tal y como ve, no solo soy un guerrero proveniente de un reino de guerreros, sino también un erudito en cuanto a leyes, y se muy bien que se puede hacer dentro del marco de lo legal. Mis acciones, que se podrían considerar como suficientes para una guerra si no hubiera dicho lo que dije antes, son validas y tienen un fundamente valido, el cual en si mismo podría simplemente haber sido cualquier excusa barata si fuera alguien menos justo.

Ladeando la cabeza, casi como si estuviera tratando de encontrar una palabra que tengo en la punta de la lengua, miré a la mocosa esa que estaba junto a Arno, la que habia sido perdonada por su "salida sin autorización" de tierras de Spatium solo porque... si. Ni idea la razón, y tampoco es de mi interés, pero realmente muestra un poco la hipocresía rampante que a veces reina en un lugar y en sus círculos de poder. Eh, cada cual a lo suyo.

-Oye, niña, ¿Cual es tu nombre?-Le pregunté, adoptando un aire mucho mas relajado porque no tenia intenciones de meter en medio de un conflicto legal a alguien que solo quiere hacer su trabajo, pese a que es alguien que viene de ese reino que, actualmente, estoy empezando a considerar como algo retrogrado si es que recurre al uso de castigos corporales para hacer valer la palabra de su ministro-Pareces ser alguien inteligente, y creo que podrías responder unas preguntas que tengo en mi mente. ¿Cuanta justicia crees que hay en las acciones de un hombre que recurre a la tortura para hacer valer su ley? ¿Cuando se llega al limite en que el Bien Mayor pasa a ser una serie de excesos tiránicos?

Pobre muchacha. Tener que estar metida en medio de todo esto porque quiere seguir su vocación como soldado al creer en alguien que a la primera de turno te hace cosas como electrocutarte si te ausentas sin pedir permiso. Supongo que, de tener la oportunidad y de que realmente se desate una guerra civil entre dos bandos del gobierno, daría ordenes de que ella sea tratada con el respeto que se merece como persona, porque no es su culpa que todo esto pase.

Ahora, hablando de la otra mitad del conflicto, floté muy lentamente hacia el, mostrando nuevamente mi mirada fea porque estaba pensando cual es la mejor manera de decirle las cosas sin recurrir a la violencia extrema. Se que le dije a mis Gladius que hagan eso de llevarlo a la fuerza, y naturalmente yo no voy a quedarme atrás con la diversión, pero para mí no solo existe la intención sino también el modo en que se debe llevar a cabo esa intención, es decir, cual acción debe seguirse para sacar el máximo provecho.

Y creo que tengo una idea sobre como hacerlo...

-Y tú. Si, TÚ. ¿Crees que simplemente deseo tomar el control de soldados que no forman parte de mi ejercito porque si? ¡Mira a tu alrededor! ¿Acaso crees que tu conoces el reino mejor que yo, que sabes cual es la mejor decisión táctica y estratégica a seguir en un enfrentamiento en tierras en las que no mandas y no conoces a la perfección? Personalmente, preferiría mantenerlos fuera del conflicto si por mi dependiera, pero eso no es posible. Ademas, no solo actúas de forma deplorable al atacar a un miembro de la fuerza de defensa en un momento de peligro, pese a que tu mismo estas diciendo palabras altisonantes como "debo velar por ellos hasta que el peligro pase", sino que tampoco te importan las consecuencias diplomáticas de tus actos, como si te tratases del amo del mundo y segundo al mando del Lord.-Al menos, estaba tratando de comunicarme de buena manera con el ministro, a quien de ahora en mas ni siquiera me molestaría en llamar por su nombre a menos que haya alguna razón oficial por la cual deba hacerse, mas ahora que mi irritación ha pasado-Para decirlo de otra manera: Seras ministro de Spatium todo lo que quieras, y podrás hacer lo que se te antoje en Spatium, pero estas en Chaos ahora mismo. En mi casa mando yo, así que bajo mi techo se siguen MIS reglas, y yo no tengo tolerancia por quienes lastiman a sus propios compañeros de armas por cuestiones tan nimias como "está en otro reino de paseo".

Con el fin de dejar claro mi desprecio por él, simplemente me termino acercando al dichoso sujeto en cuestión y... le doy un golpecito con un dedo en la nariz. Se que podría haber hecho mucho mas que eso, pero en si mismo, mi atención tenia que dirigirse hacia otro lado mas interesante y que ahora mismo se merecía una buena tunda por querer lastimar a mi gente. Si, por regla general se considera que estuvo tratando de hacerlo desde el inicio con el tema de los monstruos, pero en si mismo ahora quiso hacerle algo mas directo a algunos de mis soldados y por eso no puedo dejarlo pasar al asunto.

-Para la próxima, solicita permiso antes de enviar a alguien al reino en busca de tus ovejas descarriadas. No eres un revolucionario que tiene que hacer todo a escondidas y, por el Lord, no vuelvas a torturar a tu gente delante mio en mi reino. Suficientes dolores de cabeza ya hay como para tener que solucionar problemas legales porque quieres hacer de juez, jurado y verdugo en otras tierras.-Le dije, poniendo una mano en el hombro del único Gladius que si hizo caso de mi orden de sacar a la fuerza al sujeto no bienvenido. Supongo que, en cierta medida, se merece una buena felicitación y un ascenso de ser posible. Creo que, en estos momentos, algunos cargos quedarían libres que él podría ocupar.

De momento, hay que demostrar mi aprecio por sus acciones, aun cuando son bajo mis ordenes. Ordenes que, en si mismo, estoy capacitado a ejercer. Ahora, espero que el Custos Dei no piense mal de todo esto. O tal vez si lo haga, pero el asunto es que, realmente, no se me puede recriminar el curso de acción que he seguido. No cuando él es, si los rumores son ciertos, un hombre de hondo sentido de la justicia y que sabrá que esto es algo que yo puedo hacer por ser ministro.

Datos de batalla:

Interacción con...:

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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater