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Lider: Jhonatan Alexander
Miembros: 16
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Miembros: 12
Lider: Christa Hellemond
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SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Territorio | 225 | 240 | 110 | 80 | |
Infraestructura | 170 | 320 | 330 | 60 | |
Vehiculos | 150 | 150 | 195 | 250 | |
Armamento | 90 | 21 | 21 | 45 | |
Soldados | 80 | 70 | 70 | 110 | |
Prestigio | 80 | 50 | 120 | 120 | |
Total: | 1435 | 3747 | 1531 | 2085 |
MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
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Categorías | Chaos | Spatium | Tempus | Revolucionarios & Anti gobierno | |
Vehiculos | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | Lvl 0 | |
Infraestructura | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Armamento | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | Lvl 1 | |
Links Necesarios: | Info del sistema | Ramas de mejoras | Tierras dominadas | Contador de puntos |
MEJORAS DE CHAOS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE SPATIUM
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión ) | 24/8/2016 |
MEJORAS DE TEMPUS
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Armamento | 1 | Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado) | 21/8/2016 |
MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
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Tipo | Nivel | Mejora | Adquirida el día | ||
Mejora de Armamento | 1 | Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado) | 26/5/2016 | ||
Mejora de Infraestructura | 1 | Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión) | 21/8/2016 |
TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Spirit Soul :: Tempus :: Valle Chocobo
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Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Seria una oportunidad perfecta para seducir a las personas en Chocobo para una nueva ''vida'' mucho mejor cumpliendo todas sus expectativas de un futuro prometedor. Los funcionarios del gobierno, no paraban de llegar, unos a pie, a caballo, etc; sin duda es una gran iniciativa dada por el Lord, los trabajos de reparaciones comenzaban a emprenderse y las carabinas con alimentos y ropa llegaban, la prosperidad sonreía de una manera muy efímera el futuro de los aldeanos. Era tiempo de actuar y de comenzar a reunir a las personas, el demonio en su forma humana, comenzó a dar aviso a los aldeanos, parándose en medio de una columna perteneciente a un edificio caido
- Damas y caballeros, si fuera tan amables de dirigirse a la plaza... el Terzio Dei les informara el porque de la presencia de todos estos caballeros y damas del gobierno.
Por toda la aldea, el demonio pasaba informando repitiendo el mensaje una vez, y otra vez persuadiendo a los civiles que estaban en las calles, intrigados y algo entusiasmado, las tiendas se comenzaban a alzar, los medicos y grandes nobles del gobierno se acercaban con sus grandes caravanas.
- Damas y caballeros, si fuera tan amables de dirigirse a la plaza... el Terzio Dei les informara el porque de la presencia de todos estos caballeros y damas del gobierno.
La gente que estaba en las calles se dirigía a una pequeña plaza en ruinas donde el caballero de la muerte esperaba pacientemente para dirigirse a ellos, únicamente quedándose solo los incapacitados siendo atendidos por los talentosos médicos del gobierno
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
-Supongo que será cuestión de tiempo hasta que logre hacerse respetar supongo yo, aunque siempre he creído que ese reino necesita a alguien con carácter. Sus habitantes no suelen tomar muy en serio a los ministros demasiado endebles. –Afirmó el joven de forma tranquila mientras continuaba fumando sus carísimos cigarrillos Black Jacket.
–De cualquier forma, si llega a necesitar un consejo siempre puede pedírtelo a ti. Es curioso pero actualmente eres el único que ha quedado de cuando yo era un Gladius. –Afirmó casi resignado el joven notando cuanto había cambiado aquel castillo que alguna vez había considerado su hogar.
Finalmente, su atención se debió hacia su subordinado Ayato asintiendo a sus palabras como muestra de que el también coincidía con lo dicho por el menor.
-Es cierto, yo también preferiría estar pateando el trasero de los revolucionarios que viven en Capital para poder desalojarlos… Pero así están las cosas, si el alto mando dice que esto es prioridad pues ya sabrán ellos –Afirmó el muchacho que no llevaba abrigo alguno puesto que su propio cuerpo adecuaba su temperatura a los cambios externos. Tras mencionar al menor aquello el rubio de ojos color miel sintió como su esposa llamaba su atención tocándole el hombro con suavidad, por lo que alzó una ceja y se dedicó a escucharle una vez que estuvieron en tierra firme o… Mejor dicho nieve firme. De cualquier manera el joven se mantuvo tranquilo mientras escuchaba las palabras ajenas con suma tranquilidad. Por un lado tenía razón, esperar al ministro seguramente sería lo mejor, aunque por otro lado aún estaban lejos del campamento y del valle, por lo que no había razón para preocuparse de que los vieran.
-Quizás tengas razón, pero el ministro seguramente ya esté allí… Lo mejor será volar hasta las afueras del valle y descender antes de llegar. Los pocos metros hasta el campamento los haremos caminando. –Musitó el muchacho mientras observaba como el general se les adelantaba y comenzaba a volar hacia el campamento. El mayor simplemente le hizo una seña con la mano dándole a entender que se lo permitía y luego volvió a observar a su esposa con una sonrisa confiada y desafiante propia del carácter de los hombres Freecss Sinclair.
-Es nuestro turno de volar preciosa. –Afirmó para luego observar al medico. –Tu vienes conmigo Derek –Finalizó mientras comenzaba a dar unos pasos hacia adelante y su cuerpo lentamente comenzaba a ser envuelto por volátiles llamaradas que se hicieron más y más grandes hasta finalmente rodearle por completo. De entre estas un poderoso, inmenso e imponente dragón rojo de ojos dorados apareció soltando un feroz rugido.
El dragón de sangre azul esperó el tiempo prudencial para que el medico colocara las cosas sobre su lomo y pudiera subirse además de que su esposa pudiera transformase también o subirse a su lomo si así lo deseaba. Finalmente despegó y comenzó a tomar altitud lentamente hasta llegar al punto deseado en el que comenzó a volar a gran velocidad hacia chocobo. Una vez en aquel lugar el inmenso dragón descendió y dejó que sus pasajeros bajasen de su lomo para por fin retomar su forma de semidragón.
-No ha estado tan mal ¿no? –Musitó el muchacho colocándose otro cigarrillo entre los labios y comenzando a caminar hacia el interior de la ciudad, donde encontrar el campamento no parecía ser muy difícil pues las carpas se divisaban a lo lejos.
-Vaya, no recordaba haber hecho tanto desastre aquí –Afirmó el rubio con tranquilidad mientras continuaba caminando entre aquellas calles desoladas. O eso parecían hasta que el joven capitán general sintió un agudo dolor en su frente y esta comenzó a sangrar.
-Que diablos?! –Musitó el semidragón con un tic en su ceja que denotaba que molería a golpes a quien hubiera hecho aquello.
El corte era leve pero ¿que había sido eso? La respuesta se hallaba apenas a unos cinco metros de ellos donde un niño de unos aparentes ocho años les veía con furia en sus ojos cargando aún más piedras en sus manos.
-Con que has sido tú?! –Gritó el muchacho del ejército mientras se arremangaba la camisa, listo para darle una paliza, totalmente controlado por sus impulsos.
–Quien diablos te crees para tirarle con piedras a la gente que viene a ayudar?! Te daré una lección que tus padres debieron darte hace años! –Afirmó el joven del ejército totalmente cabreado ante la mirada furiosa del pequeño que no se veía adrementado por aquel poderoso guerrero. Aquí había un problema y lo mejor sería que alguien interviniera antes de que el semidragón perdiera los estribos totalmente y volviera cenizas aquella ciudad. Claramente, el niño le había lanzado aquella roca con razón. Un año atrás le había visto luchando contra los revolucionarios en aquella ciudad, no sabía si Jhon era un revolucionario o si era un miembro del ejército y tampoco le importaba. Estaba dispuesto a dar su vida para asesinarlo y así vengar la muerte de sus padres. Detrás de él, una niña de unos cinco años mantenía una mirada temeros la cual pronto parecía que se convertiría en llanto.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Los rostros de los pobladores que llegaban a la plaza lucían irradiados y renovados como si toda esa tristeza, apatía e incertidumbre habrían desaparecido. Los ministros ya habían llegado, algunos guerreros venían a ayudar, los nobles llegaban con gigantescas caravanas, alimento y ropa y los ingenieros comenzaban a llegar y planear la reconstrucción. La multitud estaba reunida y ya era la hora de que me ponga en marcha, poniéndome firme y alzando mucho la voz logre alcanzar a todos en la plaza y a los que estaban llegando
- Damas y caballeros yo soy el Terzio Dei y el Lord en persona nos ha enviado a dar un mejor prospecto de vida a todo el Valle, veo por sus rostros la incertidumbre… solo les he venido a decir que la presencia de estos caballeros y damas del gobierno se debe a que ustedes más que nunca necesitan nuestra ayuda… y ahora me dirijo a ustedes para expresar mi iniciativa y compromiso con ustedes
-Un año ha transcurrido desde el infortunado día en que su pueblo fue atacado por la fuerza insurrecta, atosigado de inmundicia y un incierto, desde aquel día en que la el odio se impuso, y la buena fortuna se ha mantenido apartada de su pueblo. La discordia y el odio hicieron su entrada. Hombres y mujeres, ustedes son nuestro sustento, ustedes son el pilar de todo gobierno, pero ahora solo ven con desolación profunda cómo la unidad de la nación se debilita y se disuelve en el tumulto de las opiniones egoístas, de los intereses económicos y por sobretodo la actividad revolucionaria, ustedes creen que correr o escapar ¿Es lo mejor?, ¿Ustedes creen que ya no hay nada más que ruina?... Pues están más que equivocados
-Yo… El Tercer hombre del Lord les ofrezco una oportunidad única, les ofrezco cumplir las expectativas que ustedes tienen, ¿Desean una mejor vida?, ¿Cumplir todo sus sueños?... el futuro les sonreirá en Tempus Urbanis, la capital… He tomado en consideración cobijarlos bajo mi protección y ser su guía hacia una vida más prospera un futuro sustentable para su descendencia… Una nueva vida - Haciendo una pausa pase un poco de saliva y subí el tono de mi voz pues ya comenzaba a observar el efecto de mis palabras, algunos quienes estaban inseguros y apáticos mostraban más entusiasmo al escuchar-
-SpiritSoul es azotada por una gran plaga de inseguridad por parte de los insurrectos, no sean parte de este cuadro de odio y discordia desolador, exploten su potencial. La igualdad y la fraternidad prometidas llegaran de mi mano en Tempus Urbanis, y a los que deseen acompañarme en busca de una nueva vida les prometo la libertad de seguir con sus vidas y el apoyo necesario para ello. Recobraran la unidad espiritual, serán prósperos… pues Caballeros y Damas una nueva vida les aguarda, conmigo… verán la vida como nunca antes la habían visto ¡Recobraremos la voluntad colectiva de nuestro pueblo!, el destino nos sonreirá y el mañana será un regalo pobladores del Chocobo
-Les entiendo perfectamente, su miedo es totalmente fundamentado, la presión revolucionaria es tremenda hoy en día… ¿Quién les asegura que estén a salvo una vez que el pueblo haya sido reconstruido?, sus años de gloria no serán devueltos cuando los edificios se construyan y los jardines florezcan, sus años de gloria serán devueltos cuando la esperanza este devuelta en sus corazones, yo les prometo esa esperanza de nuevo, el sentir que se sienten vivos, el despertarse cada día sonriéndole a la vida. ¡Créanme… las posibilidades son infinitas… damas y caballeros … tómense de la mano y permítanme ser su fiel guía hacia un futuro mejor y hacia una nueva vida… El mundo será muy pequeño para ustedes si desean seguirme!
Tichondrius estaba cerca, con una señal hice que se acercara, el respondió a la brevedad e hizo un gesto de aprobación al ver a la mayoría de la multitud convencida, les había prometido una mejor vida, sacarles de ese sufrimiento… respondiendo al llamado del Rey Exánime
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Sobrevolando la zona pudo notar el desastre de la misma, algo lamentable pero que a sus ojos había sido necesario tras la persecución contra los revolucionarios. En ese acontecimiento ella no había estado, pero los rumores no se habían hecho esperar y obviamente trató de informarse lo más posible…Entre sus pensamientos, negó suavemente y volvió la atención sobre Derek, a quien le sonrió levemente por segunda vez. –Parece que tendrá mucho que hacer, doctor Stiles- Susurró en lo que disfrutaba tanto del paseo como incluso esa brisa bastante fría que recorría la piel al descubierto de la fémina. –Pero que buen medio de transporte- Musito repentinamente, palmeando con suavidad al semidragón que volaba altivo de manera perfecta, acortando distancias considerablemente.
El descenso fue igual de tranquilo y por ese entonces la pelirrosa observó a los alrededores con algo de curiosidad, todo el sitio era un verdadero caos por donde se lo mirase…no estaba acostumbrada al desorden que tanto despreciaba pero ninguna queja salió de sus labios, por el contrario, estaba aguardando las próximas órdenes a seguir. Interiormente prefería estar en el campo de batalla o simplemente en su hogar, encargándose de tareas cotidianas que le correspondían, pero no…debía estar en medio de una ciudad casi totalmente destruida…Había que seguir las órdenes del Lord, por ende también las del ministro a quien servía, no era ella quien debía designar lo que estaba bien o mal.
La quietud o calma se vio interrumpida cuando escuchó a su esposo armar tal escándalo, tras girarse esperó encontrar a alguien formidable…pero no, solo era un niño pequeño que intentaba quizás proteger lo poco y nada que le quedaba. La semidragona fue aproximándose con cuidado hacia el mayor, a quien tomó del brazo con firmeza suficientemente como para dejar en claro que ya no estaba requiriendo su atención, más bien…estaba deteniéndole. –Jhon, solo es un niño- Murmuró, colocando ambas manos en las mejillas del orgulloso guerrero, contemplando aquel corte con tranquilidad. –Es normal que actúe así, ¿no harías tú lo mismo en su lugar?. Si lo golpeas solo será peor- El tono de voz de ella no era frio, más bien sereno cuando se perdía en aquellos ojos color miel del hombre que amaba. -¿Derek, podrías darle una mano a este dragón de mal carácter?. Te lo encargo un momento, ¿de acuerdo?-
Fue separándose del mayor para tomar rumbo hacia los infantes, algo sobresaltados por la cercanía de la mujer. El niño por su parte apretó un poco más la roca contra su mano y en ese segundo, la afilada mirada de la semidragona parecía poder cortar el mismo aire como si fuera este un papel. -¡Ni lo intentes, suelta eso!- Ordenó en un tono de voz lo suficientemente imperativo como si liberalmente estuviera dándole una orden a algún soldado bajo su cargo…Empleaba en pocas palabras, ese espíritu militar que tanto la caracterizaba. Un paso delante del otro con ese propio aire seguro o avasallante que la definía, e incluso sensualidad que se notaba en cada mínima acción que realizara. La realidad era la siguiente, ella no quitaba la mirada de los menores mientras iba aproximándose…no podía evitar sentir tristeza por esos dos niños porque a fin de cuentas, también era madre, ese instinto natural estaba presente en ella y no podía imaginarse que sus propios niños pasaran por tales desgracias.
El niño terminó soltando las pequeñas rocas ni bien la pequeña comenzó a llorar, puesto que para ese entonces Reila estaba a escasos centímetros de ellos. Terminó por arrodillarse al mismo tiempo que acariciaba la cabeza de la menor suavemente…sus dedos terminaron deslizándose hasta el rostro de ella, apartando las lágrimas que rodaban por sus mejillas ante la sensación del miedo. –No hay nada que temer, estas personas y yo hemos venido para ayudarles simplemente…Trabajamos para el ejército- Murmuró, dedicándoles una sonrisa que se aproximaba al cariño…más bien a la compasión. Rodeó a la niñita con ambos brazos, permitiéndole que descansara sobre su regazo de momento, ya que luego llevó toda su atención al mayorcito. -¿Están por su cuenta?. ¿les gustaría ayudar al doctor Stiles con los pacientes?- Volvió a cuestionar con una sonrisa mayor, notando el brillo en los ojos de ambos pequeños que si bien mucho no podían hacer…si sentirse útiles o acompañados.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
-Vale Karura, pero ten cuidado. Si notas algo raro, salte rápido.
Sabía que ella no necesitaba ninguna indicación sobre no tratar con hostilidad a las víctimas, por mucho que ellas amenazaran con armas. Se entendía que desconfiaban de todo el mundo y había que ser pacientes con ellos. Lo peor que podía pasar era que el edificio se desplomara sobre ella, pero confiaba en que si eso no había ocurrido en todo el tiempo que la estructura llevaba así, no iba a pasar ahora. El íncubo esperaría ahí para poder coger en brazos a quien estuviera allí o al menos para intentar llevárselo. Una vez que Karura se fue, Akki se dirigió a su compañera, a quien no había visto llegar con ellos, supuso que había ido por su cuenta. Estaba más atento de cualquier percance que pudiera tener la elfa, que de la conversación con Atenea, pero es que ella era la única que estaba haciendo algo arriesgado.
-¿Llevas mucho tiempo aquí?- Le preguntó, guardando las manos en los bolsillos. -¿Has visto a Juliet o a alguien interesante? He repartido el trabajo entre los que están en el campamento.
En el fondo del edificio, agazapados en una oscura esquina, se encontraba una mujer de mediana edad con algunas heridas y dos pequeños niños que se abrazaban a ella. No tenía fuerzas para nada, solo clavaba su mirada al frente, una atemorizada. Podían escuchar los pasos de quien se avecinaba en su sucio escondite, pero no podían hacer nada para remediarlo. El rugido de dragón se escuchó con fuerza desde allí, en el peor momento posible: Akki deseó con toda su alma que el sonido no hiciera temblar los cimientos del edificio, además, por mucho que buscó con la mirada, no había nada en el cielo, ni en los horizontes. No se volvió a escuchar ningún sonido estridente de bestia peligrosa. Tal vez había uno rondando por ahí, sin intenciones de acercarse a al valle.
-Que raro, no hay nada... Estará lejos, por si acaso, estar alerta.- Le dijo a ella, un tanto confuso. -Pero bueno, cuando llevemos a esta gente al campamento, haremos una pausa para comer, por si quieres tomar algo caliente con nosotros antes de irte a hacer algo.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
El sonido de los tacones de la semidragona hizó que la ángel alzara su azul mirada y seguido el rostro sobre ella. Aquella imponente mujer con sangre de dragón, no era ni mucho menos una cualquiera entre las filas de Tempus, la ministra sabía y conocía todo sobre cada uno de los que componían sus filas y lo que no le decían los archivos, los años de vida de la rubia y su afán por saber, la hacían un ser lo suficientemente inteligente como para saber con quien trataba en la mayoría de los casos, después de todo no era una máquina y estas a veces también se equivocan.
Se levantó de su asiento de inmediato pero tomando su tiempo para que su incorporación de pie, fuera lenta y elegante, observando en todo momento el rostro de la Almirante y solo desviando un segundo la vista al joven tritón que entraba junto a la misma.
-Almirante Doragon, Vicealmirante Ripping, buenos días… pueden descansar. –Indicó la ministra uniendo sus manos delante de su cuerpo de forma relajada, para que ambos dejaran esas firmes posturas para una mayor comodidad. –No esperaba menos de ti Kanu y en cuanto a ti Jack, es una grata sorpresa verte al fin, he oído hablar muy bien de ti. Estoy a la espera de los ministros de Spatium y Chaos para terminar de concretar las tareas en sí, no obstante hay gente que necesita una ayuda directa y como bien sabe Kanu ya hemos tomado medidas durante este mes atrás desde que recibí la primera notificación y orden de nuestro señor Lord.
La rubia no pudo evitar mirar sorprendida por la forma en que el joven vicealmirante se dirigía a ella con aquel entusiasmo y énfasis, olvidando aquel estricto protocolo naval, cosa que Christa hacía que lo mirase con una especie de ternura sin poder evitar mirar de reojo a la Almirante mientras cruzaba los brazos y se le escapaba una leve sonrisa ladina, ya que la Almirante le había informado sobre el joven y la mirada de ambas fue mas bien un tenias razón que otra cosa.
Christa estaba al tanto de muchas cosas así que tras aquella noble exposición toda digna de admiración del vicealmirante Ripping, la ministra sin apartar la visión del rostro del tritón, extendió su brazo derecha y abrió su mano esperando una carpeta la cual su asistente Henri le dio directamente. –Suponía que me saldrías con algo así, por eso le pedí a Doragon que preparara un trabajo para ti. –Se acercó al joven en apenas unos 5 pasos y le extendió aquella carpeta para que la cogiera. –Esta carpeta incluye un inventario de mercancía destinada a tu propósito. Tienes una cuenta bancaria preparada con fondos recaudados justamente para proveer de material básico a todos y cada uno de los habitantes de Tempus que requieran. A su misma vez, di orden a los informáticos que te prepararan un programa que se llama SR Sea-Ripping expresamente para ti. En él tienes lista de habitantes de Tempus que necesitan de asistencia por sus precarias condiciones. Empezaras con el valle que es lo que ahora nos apremia pero deberás terminar la tarea por todo el reino. –Caminó por la habitación acercándose a la zona de control en donde había una especie de puesto libre. Hizo un gesto con su mano llamando al joven tritón para que se acercara. –Este será tu puesto, puedes entrar y salir de aquí sin permiso alguno, principalmente este informático te mostrará cómo va el programa SR. En cuanto a ti Kanu, ya sabes que debes revisar todo lo que se haga, pero necesito que os encarguéis de la gente principalmente, ya de estructuras me encargo con los otros ministros.
Regresó de nuevo a su asiento en aquella mesa que ella misma había dispuesto que fuera redonda y dirigió su atención sobre la Almirante. –Quiero que pongas a los demás vicealmirantes al corriente de las tareas que te indiqué ayer. El hotel está perfectamente habilitado para que vayáis trasladando a gente allí, que no les falte ni asistencia médica ni alimentos. Ahora mismo lo único que lamento es que no hubiéramos estado antes para solventar esto como se debía, pero no es tiempo de lamentarse sino de prosperidad y confío con total seguridad en todos y en cada uno de ustedes. Sois mi orgullo haced lo que mejor sabéis, demostrad que en Tempus nos caracterizamos por inteligencia, humildad y la eficiencia. –Dijo por último mirando seriamente a ambos y asintiendo dándole paso a que comiencen con sus tareas, continuando ella con las suyas.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Tras volar un poco más, el joven vampiro pudo ver una cantidad de gente que parecía dirigirse hacia el mismo lugar, algo importante dedujo el pelirrojo, se frenó y pudo oír a aquel hombre enviar un mensaje a las masas, reuniéndolos a todos en lo que quedaba una plaza principal en el valle. Aún desde los cielos, el vampiro podía ver a aquel grupo, que podía ser considerado una multitud, aunque no quedaba mucha gente en el valle, ni tampoco todos tenían el valor para salir de sus casas ante el llamado de un hombre del gobierno. Ayato, como General de Justicia, se interesó un poco por ver lo que sucedía cuando vio a aquel hombre de armaduras y largos cabellos dorados tomar el habla. Con lentitud, descendió su vuelo hasta posarse sobre lo que quedaba una alta columna, que alguna vez habría servido como sustento para algún edificio.
Las ideas de ese tipo que parecía autonombrarse como Terzio Dei no le parecieron para nada descabelladas, incluso podía ser admirable para algunos, mas no para el joven vampiro, que poco entendía de la moral y las personas. Sin embargo, sabía que aquel actuaba bajo ordenes del Lord y no pudo evitar notar lo persuasivo y convincente que podía sonar aquel hombre, sin dudas una buena elección por parte del soberano de aquel mundo. Ayato no se quedó demasiado a tiempo a oír, sabía que solo eran palabras para tranquilizas y mantener felices a los ciudadanos, algo muy bien pensado por aquel Custos Dei. Alzando nuevamente su vuelo, el vampiro comenzó a flotar en busca del ministro de Spatium, finalmente buscando hacer realidad su cometido.
Voló y flotó poco más, hasta que pudo sentir ese aroma tan peculiar que reconocía de su jefe, siguió el rastro, ese semidragón no era difícil de encontrar pues esa raza solía tener un aroma muy peculiar y fácil de percibir. Descendiendo calmadamente sobre las destruidas calles de ese lugar, el vampiro podía sentir la voz del ministro, por lo que al saber que no se había equivocado apretó el paso para dar vuelta en la esquina poder divisar a su jefe, junto a la caduceus del reino. - ¡Jefe-Sama! - Alzó la voz el General hacia su superior, de manera animada con una sonrisa en su rostro, como si no hubiera un código militar entre aquellos dos. Pues si bien el vampiro sabía ser respetuoso frente a otras autoridades, había logrado una admiración hacia al ministro, parecida a la que tenía con Jhonatan, por lo que era normal que el mismo, lo considerara más un colega, aún teniendo en mente que era un superior, y debía limitar sus bromas pesadas al resto de miembros del ejercito. - ¡Jefe! Los capitanes generales y yo ya estamos aquí, no eh visto a otros de nuestras tropas, pero supongo que esos dos estarán juntando civiles para llevarlos al doctor que nos ah acompañado - Reportó el joven vampiro al pararse al frente de su ministro, con una mirada orgullosa sobre el rostro, y una sonrisa que dejaba ver su par de colmillos. -Si no hay ordenes, entonces volveré con ellos para seguir con aquello, y luego ayudar en las construcciones de los hogares - Agregó finalizando el General de Justicia, en espera a la orden de su superior.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Cuando el ministro acudió a mis aposentos yo ya estaba preparada, ropa cómoda, porque no sabía que trabajos acabaría por realizar, pero por si acaso llevaba una mochila con mudas de ropa, material sanitario que me podía hacer falta y por supuesto una enorme caja con cupcakes.
-¡Estoy lista...Arno buenos días! -Dije emocionada saliendo de la habitación antes de que el ministro tocara mi puerta. Me acerqué a el y le di un beso en la mejilla de buenos días y de una forma un tanto hiperactiva me adelanté en el pasillo con toda la misma emoción de una niña que iba de excursión. Y realmente estaba emocionada, me encanta ayudar a todo el mundo y lo que haríamos allí era justamente eso, ayudar a los que mas lo necesitaban. Seguro que haría muchos amigos, vería a otros y tendría a mi familiares todos allí juntos en una misma tarea.
Mis ojos se abrieron alzando el rostro mirando la forma imponente y enorme de Arno como dragón. Si digo la verdad un poquito de miedito sentí cuando con ese rostro elegante de dragón pero furioso me miró para que subiera a su lomo y tengo que decir que di un pasito atrás, pero los ojos de mi ministro aunque estuvieran en forma de dragón, siempre me miraban con calidez así que extendí mis alas de ángel y ascendí hasta posarme en su lomo, agarrándome como podía sin soltar la caja de cupcakes.
Tras un largo trayecto sobrevolando todo los reinos hasta llegar a la zona en cuestión, todo se veía hermoso, estaba demasiado a gusto en el lomo de mi ministro cuando el comenzó a cambiar de forma obligándome a sacar las alas de ángel para no caer de forma inminente, descendiendo a su lado dedicándole una sonrisa limpia y hermosa de emoción antes de posar mis pies en el suelo. Mientras caminaba junto a él sonreía de manera dulce a todos los seres con los que se cruzaban hasta que amplió su sonrisa al ver alguien conocido. -¡Ayato buenos dias! -Dije sacando uno de los cupcakes entregandoselo, quedando en silencio tras aquellas palabras que indicó el general.
-Arno...ehm...ministro, creo que nos deben estar esperando allí. -Dije señalando aquel contenedor enorme que estaba a modo de despacho de ministros, sabiendo que mi tía Christa debía de estar esperándonos.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Diez minutos antes de el horario asignado para tan esperado encuentro, tras aquella puerta enorme de los aposentos de mi señor ministro, me encontraba firme a un lateral, para que cuando el saliera de los mismos me hallara allí dispuesta a escoltarlo desde que saliera de su zona mas privada.
-Buenos días señor ministro, el transporte esta preparado para partir cuando lo disponga usted. -Le indiqué saludándolo de forma militar y correcta entregándole los últimos informes de todo lo que acontecía hasta el momento, tal como le gustaba al ministro... todo bajo control. Me quedé simplemente esperando su saludo y disposición a caminar para abrirle paso con los míos propios.
A las afueras en aquella zona aparente de jardín, un dirigible de nuestro ejercito estaba preparado con la tripulación que había dispuesto que estuviera el ministro. Aquel demonio tenía todo absolutamente bajo control siempre. Mientras me adelantaba para inspeccionar que todo estuviera bien y el saliera con total seguridad, eché un rápido vistazo al cielo que aún estaba en lucha entre la noche y el día. El ministro prefería salir temprano, para disfrutar del vuelo y llegar con tranquilidad no tenía prisa pero tampoco calma y yo sinceramente solo era un mero instrumento para que todo saliera como debía.
-Señor todo correcto, esta tal como lo ha ordenado. -Indiqué y esperé a que el tomara asiento para ajustarme el cinturón en el asiento mas atrás del ministro, quedándome de forma relajada dispuesta a disfrutar ¿por qué no? de aquel cielo a través del cristal. De entre tanto mis pensamientos se perdían hacía cierto amigo mio al que esperaba ver allí, no sabía si podría pasar algún tiempo junto a el ayudando de forma desinteresada, pero al menos albergaba la esperanza de que mis ojos de dragona lo pudieran ver en el día de hoy.
Última edición por Alisa Amiella el Vie Sep 04, 2015 10:50 pm, editado 1 vez
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Sus ojos se encendieron en la oscuridad del primer piso. La madera crujía allí por donde pisaba, pero apenas el suelo era capaz de notar su peso. Karura era menuda y liviana, silenciosa como una serpiente. Se acercó poco a poco al trío familiar. La madre se había refugiado debajo del alféizar de una ventana que daba hacia afuera, de los cristales cubiertos de nieve apelmazada entraba un rayo de luz que le iluminaba el semblante a la mujer, de blancos cabellos, tez arrugada y cansada. Estaba ojerosa y con pinta de no haber comido en mucho tiempo. Los dos niños que abrazaba no tenían mejor aspecto. Una parecía ser una niña, rubia, con el pelo ralo, delgada como un palillo.
Karura se asomó desde la viga de madera más cercana. Al verla, la mujer emitió un agudo chillido y apretujó contra sí los niños. Karura salió de su escondite y se acercó a ella con las manos extendidas para que diera cuenta de que estaba desarmada. Sin embargo no tranquilizó a la madre, que la miraba con especial desdén. Era difícil que con su aspecto, piel achocolatada y ojos ambarinos, confiara en ella. Tenía que intentarlo.
—Tenéis que salir de aquí. Es posible que el edificio no pueda aguantar mucho más.
La mujer le devolvió una mirada cargada de desconfianza. Titubeó durante un momento.
—No podemos. Si salimos nos vamos a congelar —le dijo con voz ronca. Se dio cuenta de que apenas la miraba. El niño a su derecha le enterraba la cara en el hombro, pero la otra levantaba la cabeza de tanto en cuando y luego volvía a esconderse, como si la curiosidad quisiera vencer al miedo.
—Hay ayuda fuera —insistió Karura.
La mujer entreabrió los labios, pero las palabras se le quedaron atoradas en la garganta. Un ruido estridente -el bramido de una enorme bestia-, sacudió las vigas y las hizo vibrar con fuerza. La madera astillada de la viga que sostenía la mayor parte de los tablones que cubrían el techo se quebró y se hundió sobre sí mismo. Se escuchó un ominoso crujido. Ambos niños gritaron, la madre se levantó con premura mientras los agarraba a ambos de las manos como si hubiera predicho el derrumbe.
Karura sintió que el piso superior se les echaba encima. La viga cuadrada se partió en dos junto con el techo, y una gran fisura empezó a abrirse hacia la periferia estallando en esquirlas afiladas y serrín que caía como una lluvia de condenación. Karura se proyectó hacia la entrada. Akki le esperaba en la puerta. La madre y los dos niños ya habían salido pero aún faltaba ella. Dio un traspiés y cayó sobre su rodilla derecha. A su lado un agujero en el techo vomitó una tromba de piedra y tablones astillados. Notó que algo le golpeaba la espalda.
Saltó rápidamente hacia delante cuando las piernas le respondieron, pero el techo se hendió allí justo donde se encontraba la salida bloqueándola con escombros. Desesperada se encaramó a la pared contigua y exclamó auxilio mientras un maremoto de polvo y madera caía del cielo.
Última edición por Karurauatsuurei el Sáb Sep 05, 2015 5:50 am, editado 1 vez
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Observó detenidamente las acciones de aquellos que ya habían llegado, algunos armando campamentos y otros construyendo la carpa donde se atendería a los heridos y enfermos, así como un área para dar alimentos. A pesar de la gran movilización realizada por el Lord, la población no parecía estar del todo contenta, quizás temerosos de que una nueva guerra se llevara a cabo. Un hombre se acercó y habló a aquellos reacios a moverse, pidiendo se dirigieran a la plaza. Morte se unió, curiosa de lo que ahí pudiese encontrar, llevándose una sorpresa al ver a su compañero custos hablando a las masas, dándoles esperanza y fuerza para seguir adelante y no desfallecer. Sonrió ligeramente ante aquello, Arthas y Master seguramente tenían el poder para movilizar a los ciudadanos.
Se retiró de aquella área, debía continuar con la inspección que ella misma se adjudicó, pero una pequeña mata rubia llamó su atención, oculta en lo que parecían ser escombros de madera, quizás una cabaña que no pudo soportar las inclemencias del clima. Morte se acercó, preocupada de lo que pudiera encontrar debajo de la madera. Tal preocupación se vio aliviada de cierto modo cuando removió los escombros, encontrando a un pequeño niño no mayor de 5 años, oculto en el hueco que qudaba entre las tablas de madera y la tierra. Parecía temeroso cuando se encontró de frente con la secondo dei, temblando, pero ella, deshaciendose de su fría faz, le mostró un rostro de lo más dulce y amable.
—¿Estás herido?— preguntó, recibiendo una negativa por parte del menor. Lo acercó delicadamente a su pecho, intentando brindarle un poco de calor a su diminuto cuerpo, cuidadosa de no aplastarle —Lo mejor será que vayas a la carpa que se está armando para atender a los heridos, ahí podrás descansar— el niño se volvió a negar, pero se acurrucó contra la custos, mostrando de esa forma que tenía frío.
Un pesado suspiro escapó de sus labios, al parecer aquel niño no deseaba separarse de ella, y al verle mejor, el menor no parecía estar recibiendo la alimentación adecuada, por lo que se puso en pie, cargando al pequeño con suma ternura, y dirigiéndose ella misma a la carpa de medicina. No supo por qué, pero le apretó un poco más contra ella, esperando transmitirle calor, quizás era causa de ese ferviente deseo por tener un niño propio... pero el recuerdo de perder a sus dos niños seguía tan latente, que el temor era muchísimo más grande que cualquier otra cosa.
—¿Alguien podría atender a este niño?— preguntó al ingresar a la carpa, esperando algún médico pudiese acercarse, pero el lugar ya estaba repleto de muchos heridos, incluso más niños que morían de hambre —No te preocupes, ya verás que pronto alguien vendrá, aquí todos se encuentran ocupados, pero déjame asegurarte que nunca nos hemos rendido ante los desastres.
—Micaela— susurró finalmente, sorprendiendo a la custos por escuchar aquella fina y pequeña vocecita, sonriendo dulce —mi nombre es... Micaela— y soltando un suave suspiro, el menor se desmayó en los brazos de la híbrida, dejándola atónita sin saber qué hacer.
Morte comenzaba a caer en la desesperación
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Fue una graciosa y muy favorable coincidencia que el rugir de una bestia resonara por todo el lugar justo después de la acusadora pregunta de la pelirroja, aquello despertó el reflejo de mirar hacia los costados para ver de dónde provenía tal arrogancia, entre tanto buscar se dio cuenta de que una sombra pasó sobre su propio cuerpo, alzó su mirada y para su sorpresa se pudo encontrar con una figura bastante familiar, desconocer al único ángel que había visto sería algo sumamente extraño, le hubiese encantado corresponder su saludo con algo más formal pero debido a su lenta reacción y a la velocidad de su vuelo a penas si pudo sonreírle de medio labio, el solo verlo despertó la herida de su brazo izquierdo, no debía forzarlo o el sangrado regresaría. – Hay peligro en todo Spirit Soul. – Concluyó pues al menos en este día el destino estaba de su lado. – Y tiene razón, señorita. – No sabía que título otorgarle ni cómo llamarla ya que desconocía su nombre, solo improvisó. – No vienen con la intención de capturar criminales, necesito de su fuerza física para poder reconstruir los hogares y mover los materiales más pesados, como verá, físicamente no estoy preparada para esos trabajos. – La evidencia que respaldaba tal argumento estaba a la vista de la pelirroja, a pesar de estar cubierta por una capucha se podía distinguir que no era na mujer muy fuerte, al menos no si se le comparaba con los soldados que estaban a pie.
Sus hombres eran libre de cuestionar las decisiones de su superior, sin embargo todos reconocían que desde la tragedia que azotó a su pueblo Jaina había sido la más afectada y si alguien tenía derecho de hablar y liderarlos, era ella; Su padre, su maestro, su amor y su reino, había perdido tanto en muy poco tiempo. No confiaba en Gissel. Cuestionaba seriamente su compañía, ella era una conocedora sobre la gran mayoría de las razas en el mundo, su condición como maga le atribuía un intelecto único que se cultivó durante muchos años, muy pocas cosas se escapaban a su entendimiento. Podías entrenar a una bestia, enseñarle a que respondiera a tus demandas, someterla, sin embargo jamás podrían llegar a hacer uso de razón, a criaturas que salían del averno solo podías enseñarle dos cosas; Morder, y dejar de morder. – No es una molestia querida, lamento que escucharas esa conversación acalorada. – No estaba en sus planes atormentar a la pequeña con ese tipo de situaciones, solo quería ponerse a trabajar, afortunadamente ya estaban en terreno.
Teleportare.
Su mano derecha, estaba sana, necesitaba ser rápida con el conjuro.
¿¡Queda alguien dentro!?
Gravitatem non esse.
Primero rumano, una lengua más básica para conjurar que le permitiera actuar no con mucha efectividad pero si con rapidez, luego latín para alimentar con sus palabras la fuerza del hechizo, no era algo obligatorio pero si lo iba a hacer con una mano herida necesitaba todo el apoyo para poder mantenerlo el tiempo que fuese necesario, no sabía cuántas personas estaban dentro. - Aerem Balloon. – Desde el centro de la torre creció a una asombrosa rapidez una esfera, incluso para los más inexpertos se podía apreciar que estaba tiznada de magia, la energía se hacía visible alrededor de la esfera tomando forma de suaves corrientes cerúleas; Toda materia inanimada se vería suspendida en el espacio, anulando así la caída de la torre, dejando que la misma comenzara a divagar, como si estuviese a la deriva en medio del aire. De pronto sintió una corriente tibia que descendía de la palma de su mano, viajando hasta su codo bajo sus ropas, fue entonces que tomó conciencia que sus vendas ya no podían retener la sangre, comenzaban a desbordarse de a poco, era un efecto secundario muy común a decir verdad pues si no tenía su bastón o su libro para hacer fluir la magia por ellos tenía que hacerlo a través de su propio cuerpo, el viaje de la energía le era doloroso pero se obligaba a tolerarlo, para algo estaban ahí, sería una vergüenza que a pesar de tener miembros de tan variados reinos en un mismo lugar se pudieran dar a lugar las muertes.
En serio esperaba que alguien le prestase algo de ayuda para poder concluir el hechizo, le era difícil mantenerse en esas condiciones y no quería estar sumida en la obligación de atender su brazo, ellos necesitaban a los médicos mucho más. Es por eso que también escondía un poco su rostro, ayudándose con la caperuza para que no pudieran distinguir su expresión de dolor, viéndose solo como una figura encapuchada que mantenía estirado su brazo izquierdo, afortunadamente las largas mangas de la capucha le permitían esconder sus raídas vendas, ¿Hace cuánto tiempo que debía de haberlas renovado? Con todo el ajetreo causado por la ayuda al Valle se le olvidó.
- Resumen:
- Intercambia un par de palabras con Gissel, trata de corresponder el saludo de Owen y luego sigue su camino. Luego hago un pequeño salto en la narración pero se entiende que Jaina ya en el campamento por el avance, logra ver/escuchar todo el escándalo que se forma por la caída de la torre y se acerca con un hechizo, tratando de mantener en pie la estructura con uno diferente y darles tiempo a los que estén dentro para poder salir.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Adlet se sintió algo incomodo, después de todo dicen que fanfarrón mas fanfarrón hay una explosión. Adlet tomo todas sus cosas y camino hacia el lugar donde todos estaban reunidos en esa plaza caminando lentamente hacia el hombre que hacia un gran uso del poder de sus palabras, quien diría que las palabras tuviesen tanto poder, era como si ese hombre hubiese lavado el cerebro de todos alrededor del fino Orador. Adlet miro a todos lados viendo como un edificio se comenzaba a derrumbar nadie lo había notado a excepción de Adlet que había observado con cautela y no perdió tiempo en salir corriendo y sin mas lanzarse a salvar a las personas que estaban a punto de morir aplastados, por suerte adlet actuaba rápido y logro salvar las vidas de esas personas que pudieron haber muerto. Adlet se levanto y a la vez a las personas que salvo. –todos bien?- las personas le miraron y agradecieron de corazón. –gracias señor-. Adlet solo sonrió y no pudo evitar ser un fanfarrón. –no soy un señor, solo el hombre mas fuerte del mundo- dijo riendo y dejo a las personas pero estos no dejaron de seguirle aun cuando Adlet se posiciono enfrente del Orador. –Oye… Antes de Prometer hasta las estrellas del cielo , primero cumple lo que dices!- dijo adlet frunciendo su ceño mientras el pequeño grupo que Adlet había salvado decía cosas como. –charlatán!- al hombre que se encontraba hablando con toda la pequeña plaza y tanto los había hipnotizado.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
No pude evitar cerrar los ojos rápidamente del miedo al escuchar el rugido de lo que fuese aquella criatura, llamada por la tal Gissel, ''Kaiser''. Evidentemente no lo estaba pasando bien, pero quien me viera así sabiendo mi cargo, seria vergonzoso. Igual ahora sabía como se llamaba la chica que me había recogido al paso y su nombre era Jaina Proudmoore, aunque ella aun no sabía el mio.
Después de todo eso que había ocurrido y al pasar un rato, la chica llamada Jaina se disculpo conmigo, a lo que alto seguido le reste importancia a una negación con mi cabeza.
Por suerte ya habíamos llegado a la zona donde deberíamos de llegar y preferí no fijarme en la gente que estuviese ahí. Me sentí aliviada, ya que pensaba que íbamos a tardar una eternidad. Cuando pensaba agradecer a Jaina, esta de repente desapareció de mi vista. Mire hacia todos los lados, buscando esta con la vista, pero ni rastro de ella. Tome una gran bocanada de aire y baje como pude del caballo, cayendo de rodillas al suelo de nieve, lo cual trate de disimular y me levante rápidamente nerviosa, esperando que nadie lo hubiese visto. Luego dejaría sobre el caballo la manta que me habían dejado amablemente.
Dependiendo de si encontraba a un soldado de los de Jaina, le diría algo. —Dele las gracias por todo a Jaina de parte de Kougyoku Ren.— Por suerte ya sabría el nombre y diría eso tratando de sonar indiferente pero evidentemente nerviosa. En cambio si no encontraba ningún soldado, entonces me iría y luego cuando me la encontrase de nuevo le daría las gracias.
Observé el lugar triste, al ver en el estado en el que se encontraba, por lo cual me recordé de que no debería de estar sonriendo para no ofender a nadie. Encima cuando estaba llegando, parecía que seguían cayendo algunos edificios algo lejanos de donde yo.
Comencé a dar un par de pasos y dejaba las huellas en la nieve, alejándome de donde antes estaba, aunque vi a otras personas ir a otra dirección alertados. No sabía la razón, así que cuando avance lo bastante, me quede quieta. ¿A donde debería de ir? Veía tres carpas, pero no sabía que contenían cada una de ellas y tampoco me atrevía ir a preguntar a las demás personas que andasen rondando por ahí por si estaban ocupados. Entonces opte por la mejor idea y era el quedarme quieta ahí observando intensamente las carpas. Mientras ocultaba la mitad de mi rostro con una de mis mangas.
Como apenas era una nueva capitana, nunca había conocido en persona a los que se suponían que eran mis superiores. Por eso no sabía a quien acercarme.
Re: TRAMA N° 6.0 - RECONSTRUYENDO CHOCOBO - [03/09/15 - 17/08/15]
Me acerqué a la familia que acababa de salir y puse una mano sobre la espalda de la mujer para guiarla —Yo me encargo de ellos. Si necesitas ayuda solo… Grita —. No tenía precisamente habilidades que sirviesen para sacar a una persona de un edificio que estaba cayéndose, pero al parecer otras personas sí, como fue el caso de una recién llegada que intentó sostener de una forma un poco extraña, pero eficaz, el edificio. Saqué de allí a la anciana con los dos niños para que se alejasen de todo aquello. Los cimientos seguían siendo inestables y, de caer el edificio, era mejor que no estuviesen cerca. La mujer temblaba bajo la mano que tenía sobre su espalda. No tuve que pararme mucho a pensar para saber por qué: la ropa tanto de ella como de los niños estaba tan ajada y era tan fina que debían estar muertos de frío. Me quité el abrigo y se lo puse por los hombros a la mujer en lo que llegábamos al campamento que mis demás compañeros estaban montando allí.
Me aseguré de que alguien les atendiera y, tras aceptar el millón de gracias que la mujer me dio y revolverles el pelo a los críos, volví a buscar otro abrigo para no congelarme yo. Cuando terminé de subir la cremallera tuve una mala sensación. Si aquel edificio se había hundido es posible que hubiese más derrumbamientos a lo largo del día. Debía sacar de allí a la mujer que me había encontrado antes. Intercepté a dos ayudantes para que cogiesen una camilla de tela y me hice con unos cuantos abrigos más justo antes de salir para el lugar donde les vi la primera vez. No quería perder demasiado tiempo, así que decidí ir por mi cuenta y que mis compañeros llegasen cuando pudiesen. Accioné el botón de la pulsera negra que llevaba puesta y esta se deslizó hasta ponerse sobre la nieve formando una tabla deslizadora. Por suerte para mi había tenido la precaución de arreglarla y remodelarla antes de salir hacia el valle. Me subí en ella, accioné el pedal y me puse en camino.
Llegué pocos minutos después hasta la bocacalle en la que aquel grupo de personas estaba viviendo. Me bajé de la tabla, volviendo a pulsar el botón para que volviera a su estado de pulsera, y me fijé en la mirada de atención que puso el pequeño ante la tabla. Le sonreí y me acerqué hasta la mujer para entregarle uno de los abrigos y otro para que se lo pusiera al niño mientras yo me dirigía hacia el anciano, aun sentado con la espalda apoyada en la pared. Flexioné las rodillas para ponerme a su altura y le tapé con el abrigo por encima. El hombre parecía ido, daba la sensación de que no duraría mucho más. Al igual que los otros dos, tenía la cara cortada por el frío y quemada por el reflejo del poco sol que se adentraba y reflejaba en la nieve. Además de la desnutrición, claro estaba. La imagen no era para nada buena. Los ojos cansados y ancianos de aquel hombre me miraron sin saber con exactitud qué estaba pasando —No se preocupe… No va a volver a dormir aquí. Esperemos que nunca más.
Mis dos compañeros no tardaron mucho más en llegar con la camilla y acercarse hasta aquel viejo para ponerlo sobre ella y sacarlo de allí. Pude ver una expresión de tranquilidad en la mujer que no pensaba que vería en nadie de los que aún estaban rondando por Chocobo. La sensación que me produjo esa mirada, tan cálida, me hizo recordar por qué había cambiado para unirme a los Rubinus. La sensación de plenitud al saber que, gracias a ti, alguien bueno no morirá. Estos ñoños pensamientos se disiparon cuando me di cuenta de que el pequeño no le quitaba ojo a mi mano y supuse por qué. Rodé los ojos y suspiré mientras apretaba el botón para hacer salir la tabla y subirme encima —Anda, sube antes de que me arrepienta —. En cuanto el chico subió con una sonrisa que le llegaba de oreja a oreja le indiqué que se agarrase bien a mí y accioné el pedal para salir a toda velocidad de allí y volver al campamento.
- Resumen “a lo Jaina”:
- Básicamente le ha comentado a Akki que no se preocupe por la familia del edificio, se ha encargado de llevarlos al campamento para que sean atendidos y ha ido a por el grupo que se encontró al principio. Ahora, mientras dos de sus compañeros Rubinus están llevando a la mujer y al anciano al campamento, ella también vuelve subida en su tabla deslizadora con el niño detrás.
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