Re: • Décima Trama de Spirit Soul • Highway To Hell

por **Auros** Sáb Sep 17, 2016 12:22 am

El miembro 'Saeko Akuma' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Dado Cósmico' :
• Décima Trama de Spirit Soul • Highway To Hell - Página 14 Baw6yAz

#1 Resultados : 55

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#2 'Dado Cósmico' :
• Décima Trama de Spirit Soul • Highway To Hell - Página 14 Baw6yAz

#2 Resultados : 68

por **Alek Beckett** Sáb Sep 17, 2016 3:36 am

Cegado por tanto brillo ignoro el hecho de que estaba siendo tragado por arenas movedizas. Su mente se había apartado completamente de su cuerpo. Dicho lugar engañaba hasta los más fuertes, los hacia olvidar, los podía volver locos para que estos se quedaran en el sufrimiento eterno sin tener la oportunidad de volver a ver la luz del día nunca más. Algunos seres, como Alek, eran seres de la oscuridad, pero era algo muy diferente a llegar a vivir en el infierno o eso creía.

El revolucionario seguía riendo cual lunático al tener tantas riquezas en sus manos, pero de pronto calló, perdiendo su mirada en la nada, con lágrimas a punto de salir de sus ojos al recordar a la pequeña demonio que le hacía compañía. ¿Qué clase de broma era esta? No era del agrado de Alek, lo cual hizo que su tristeza pasara a furia pues no toleraría que se burlaran de él. -Ella ya no está.- Se recordó a si mismo y segundos después su mirada se tornó sombría, soltando la arena que tenía en sus manos y despertando de su trance, dándose cuenta de la situación que los había atrapado.

Cuando se dio cuenta de que se encontraban en arenas movedizas miró a su alrededor en busca de algo para sujetarse y salir, sin embargo no encontró nada, solo más arena. Trató de salir por sí solo, moviéndose un poco, pero eso solo lo hundía más. Por lo general tenía mucha paciencia, pero tras los acontecimientos anteriores su tolerancia se hacía menor. Ahora quería terminar la misión cuanto antes para ir a encerrarse en su "hogar" y no salir durante varios días. Había sido demasiada convivencia para un año.

Decidió usar sus esferas de oscuridad para así apoyarse sobre ellas e impulsarse hacia arriba, utilizándolas como plataforma y salir del problema. Una vez fuera se sacudió la ropa y se quitó los restos de arena que quedaron en el cuerpo y miró a los demás con ira contenida en el rostro. Se acercó a su grupo sin mediar palabra o mirar a nadie. Poco después atravesaron por un círculo más, donde varias criaturas aparecieron ante ellos. Parecía que todos se acercaban a una persona en particular, pero al estar a unos cuantos centímetros de, distancia los monstruos se dividieron para atacar a diferentes revolucionarios. No pensó en ayudar, ni si quiera le paso por la mente esa idea. Se apartó un poco para tener mejor visión de la pelea, haciéndose apuntes mentales, analizando las tácticas de batalla con atención, pero sin ignorar a su entorno, pues era probable que algo le atacara en cualquier momento.

Hp:

Interactué con:

por **Kanae Himura** Sáb Sep 17, 2016 3:55 pm

Realmente no fue muy dificil para Kanae salir de una situación como la que se presentaba, muchas personas al parecer tuvieron una gran dificultad ya que se encontraban apegados a personas, cosas o incluso poder, pero lo cierto es que la vida de Kanae ha sido tan vacía que no tenía absolutamente nada que perder, ni familia, ni amigos, ni poder ni cosas similares, como un casco hueco que no tenía nada por dentro. La arena era realmente lenta, pero fue muy simple avanzar para continuar con lo que sea que siguiera, no le avisó a nadie a decir verdad, pues todos parecían salir ilesos de la situación, o al menos la mayoría de ellos. ¿Qué sería lo siguiente?... había un portal al fondo que no tenía ninguna pinta, pero probablemente sería mejor que morir por la arena que lentamente arrastró a algunos a un abismo que no quería conocer. Probablemente esta vez se adelantaría siendo de las primeras en llegar.

Al cruzar el portal el olor solo empeoró, y sus piernas fueron cubiertas hasta sus rodillas por un asqueroso fango que era bastante denso, se tapó la nariz para continuar y para su sorpresa habían varios entes que no había visto anteriormente... dos niños que particularmente llamaron su atención, uno pelinegro que utilizaba un parche en el ojo, y otra rubia que andaba con alguien mayor, ¿Por qué razón enviarían a niños siendo este un lugar tan deprorable?... no le importaba saberlo, los metodos para fortalecerse rápidamente probablemente eran los más extremos, puesto que apartó la vista hacia un lugar distino. Allí vio al hombre que le extranguló anteriormente, luchando contra una bestia de similar tamaño, mientras que otras hacían lo mismo mientras que salían de diversas zonas del asqueroso pantano. -Ha... Una pequeña risa salió de sus finos labios.

Alzó una enorme tabla de madera vieja y carbonizada cubierta por fango... era particularmente extraño, pues parecía que esta simplemente levitara en el aire, y la lanzó con fuerza hacia Grommash, con la intención de lastimarlo obviamente, pero bueno, además de darle a el, también lograría hacer algo por esa cosa con quien se enfretaba, así que tendría una buena excusa para joderlo un poco, aunque por la apariencia tan fuerte del mismo, era probable que eso solo le hiciera cosquillas. ¿Qué más podría hacer en ese lugar?.. era obvio que no tenía la fuerza para seguirles el paso, tampoco conocía a nadie, así que se limitó a observarlo todo para continuar cuando la lider revolucionaria continuara dando indicaciones para continuar.

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por **Auros** Sáb Sep 17, 2016 3:55 pm

El miembro 'Kanae Himura' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Rango 3' : 18

por **Jabaku Fūenjin** Dom Sep 18, 2016 2:36 pm

Con los monstruos ya eliminados sólo podían seguir avanzando, poco tiempo había pasado desde su llegada y ya se estaba encontrando un poco mal, entre la falta de aire y el magma que le había caído directamente no podía negar que había sido bastante más duro de lo que habría imaginado en un principio, pese a todo ello, no iba a permitirse mostrar su malestar abiertamente. Así pues y manteniendo la compostura como si no hubiera sucedido nada, avanzó junto con el resto de su grupo hasta encontrarse con aquellos extraños espectros que se les presentaban, estaba preparada para comenzar con un nuevo combate hasta que se percató de qué eran realmente. Ahí sí que se encontró en una encrucijada, almas de niños fallecidos que no habían podido crecer ni apenas disfrutar de una vida y por si no era suficiente con ver tantos infantes que nunca podrían vivir, recordar que se encontraban en el infierno no hacía sino empeorarlo todo. Le dolía, mientras que la mayoría de las cosas que pasaban a su alrededor le daba absolutamente igual los niños eran algo que no podía dejar pasar tan fácilmente y de hecho ni tan siquiera pudo disimular como de costumbre cuánto le afectaba dicho tema. Tenía que salir de ahí lo antes posible o no podría escapar de aquellas almas en pena si lograban alcanzarla, no podría soportarlo y en cuanto tuvo una oportunidad y vio una brecha entre las almas, simplemente corrió cuanto le permitieron sus piernas para salir de su alcance, sin mirar qué era lo que sucedía con ellos, evitando a los que estuvieran cerca pero tratando de no perderse más de la cuenta del grupo que iba con ella, que seguramente también trataría de evitarlos. Luego de haber tomado distancia suficiente desde su punto de vista, se detuvo a esperar a quienes venían detrás, en el lugar donde se encontraban no era precisamente la mejor de las ideas el salir disparada alejándose del grupo, así solo estaba pidiendo a gritos que le matasen.

Tras reunirse de nuevo con el grupo, continuaron su travesía por el círculo infernal hasta el punto en que uno terminaba y el siguiente iniciaba, uno de los más desagradables y que a opinión de la propia Jabaku ocupaba un lugar demasiado bajo en cuanto al castigo que se recibía por dicho pecado. Comenzaba mal la cosa en cuanto notó la lluvia, si bien le importaba menos que nada y no le prestó la más mínima atención no dejaba de ser algo desagradable, sólo por el hecho de saber lo que era mas siguió andando en silencio y sin variar su expresión. Lo siguiente fue la aparición de lo que parecían personas, sin nada de extraño y era precisamente el hecho de que pareciesen totalmente normales lo que le hacía desconfiar aún más y sin embargo no podía evitar acercarse, no se estaba dando cuenta pero la desconfianza desaparecía a medida que se acercaba a uno de ellos como hipnotizada. No sabía por qué ni le importaba en ese momento, pero cuando llegó hasta uno de los hombres que allí se habían dejado ver no opuso ninguna resistencia a que este le abrazase y comenzase a besarle el cuello con lentitud, y lo peor de todo es que no le disgustaba en absoluto, de hecho, ella comenzó a hacer lo mismo. No habría podido parar si no fuese porque el “hombre” trató de quitarle el kimono empezando por el hombro, concretamente el derecho, y sin aún saber qué estaba ocurriendo, simplemente por puro instinto, Jabaku sacó sus colmillos venenosos y los clavó con fuerza en el mismo lugar que había besado anteriormente. Siseó con fuerza y se apartó, fue entonces cuando se dio cuenta de lo que había hecho y que aquello que tenía delante no era un hombre, ni mujer, ni nada. Rápidamente se colocó el kimono bien, su autoreflejo de cubrirse el brazo que le faltaba le había ayudado a reaccionar a tiempo y ahora que ya sabía a lo que se estaba enfrentando no volvería a dejarse engañar, desenvainando su katana para terminar con la cosa a la que había mordido y de paso un par más que habían cerca de donde estaba. -Malditas cosas… la próxima que me toque se va a enterar….

Llegaron después al tercer círculo, lugar que prefería varios miles de veces en comparación con los dos anteriores pero que seguramente también tendría alguna sorpresita reservada para los ahí presentes, demasiado bueno sería que no pasara nada o que no hubiera nadie salvo los condenados por Gula. Ya se había acostumbrado a la falta de aire que le había estado asfixiando en su llegada para ahora encontrarse con lo que tenía toda la pinta de ser una especie de nube tóxica, y tratándose del Infierno no era de extrañar que incluso para ella que era venenosa, la nube resultase igual de dañina. Obviando ese detalle, atravesar el tercer círculo fue bastante más sencillo de lo que cabría esperar, el mayor problema que presentaba ese círculo era la presencia de Cerbero, guardián de las puertas del infierno que bien podría comérselos si se le ponían por delante o quizá sencillamente les ignoraría, sin embargo ¿Quién se iba a arriesgar a comprobarlo? Jabaku desde luego no iba a ser quien lo pusiera a prueba.

Siguiente parada, el cuarto círculo, lugar de castigo eterno para quienes quisieron en vida abarcar más de lo que deberían, quienes no veían nunca el límite y simplemente querían más, los avaros. Ese lugar era bastante peligroso para más de uno, cualquiera que fuese incapaz de controlar sus impulsos avaros acabaría por quedarse ahí para siempre, atrapados en una trampa de oro puro que no le valdría para nada. De nuevo había truco, quizá no hubiesen monstruos armados esperando acabar con ellos ni trampas de palanca esperando que alguien pisase donde no debía para aplastarlos bajo toneladas de oro y joyas, pero igualmente había peligros a tener en cuenta. Jabaku estaba andando cuidadosamente, observando cautelosamente sus alrededores cuando golpeó algo con el pie, algo que no había visto y que casi le hace tropezar, pero su error no fue el no estar atenta a sus pies, su mayor error fue bajar la mirada a comprobar qué era lo que allí se encontraba y que le había dado una ligera patada. Una lápida blanca pura frente a una tumba abierta, una tumba pequeña con un ataúd del blanco más puro que había visto en su vida. Retrocedió unos pasos, incapaz de separar la vista de aquello que se le había aparecido justo delante, temblando y casi completamente paralizada. -No… no puede ser…- No hacía falta siquiera ver lo que ponía en la lápida, no quería verlo, no podía verlo, la imagen de aquel ataúd blanco en su cabeza fue suficiente para que colapsase, por primera vez en mucho tiempo entró en pánico y perdió el control, luchando contra nada en realidad mientras lágrimas corrían por su único ojo sin pausa. -¡¡¡NO PUEDE SER VERDAD!!!- Gritó con todas sus fuerzas justo antes de cortarse a si misma con un mal movimiento de su mano zurda con la que sujetaba su katana desenvainada, bajó la mirada para ver lo que se había hecho pero lo que vio fue su cuerpo semi-sepultado en una especie de arena de oro. La tumba había desaparecido y las sombras inexistentes con las que estaba luchando también, era todo una maldita trampa y se la había comido entera.

A tiempo fue capaz de salir de aquella situación por sus propios medios, estuvo a punto de morir en una de las trampas más absurdas que se le podrían haber puesto por delante, no pensaba volver a caer en algo como eso, si había estado andando con cuidado y vigilando todo cuanto se movía, ahora comenzaría a tener cuidado hasta de sí misma. Dos veces había caído en una ilusión, debía tener mucho más cuidado que hasta el momento si quería aguantar con vida hasta que saliesen todos del averno. De ese modo, llegaron al quinto círculo donde se encontrarían ambos grupos después de varios círculos separados, al menos se trataba de una preocupación menos, no saber qué le habría pasado al otro grupo o si seguían vivos podía ser peor que ver los cadáveres directamente, mas tampoco hubo mucho tiempo para reencuentros ni saludos. Para variar no hubo alucinaciones ni ataques indirectos, esas cosas no encajaban mucho en Ira no, monstruos a mansalva aparecieron para enfrentarse al gran grupo al fin reunido en un ataque directo. Jabaku sonrió por fin, después de lo que había pasado para llegar hasta ahí tenía una cuenta pendiente con el infierno y se iba a desquitar por todo junto. Lanzó su garra contra el enemigo más alejado de su posición para detenerlo y así poderse acercar a él, tirando de la misma hacia sí para también obligarle a que se voltease en su dirección y tenerlo de frente, quería ir uno por uno y ese iba a ser el primero si conseguía que se fijase en ella.

Datos:

Interacciones…:

Habilidad/es Utilizada/s:

por **Auros** Dom Sep 18, 2016 2:36 pm

El miembro 'Jabaku Fūenjin' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Tirada Rango 3' : 4

por **Ichinose Takumi** Dom Sep 18, 2016 4:31 pm

Tras las bizarras escenas anteriores el revolucionario de cabellos negros caminó frente al grupo un tanto hastiado. No tenía idea de donde se encontraba Lucifer pero estaba cansándose de sus juegos infantiles. ¿Acaso aquel demonio no tenía la más mínima noción de cuán importante era derrocar al Lord? Vaya rey gobernaba el infierno por aquel momento… El duque por su parte continuó caminando con sus manos en los bolsillos hasta finalmente se detuvo en la entrada de lo que aparentaba ser el tercer círculo infernal. Aquello era bueno, solo quedaban cuatro por delante y teniendo en cuenta que este era el menos peligroso de todos se dio el lujo relajarse un poco. Observó de reojo a su tropa que parecía bastante confundida por sus propios actos, claramente aquello era normal. El líder simplemente lo dejó pasar como seguramente harían todos, después de todo lo que sucede en el segundo círculo, se queda en el segundo círculo.

-Muy bien tropa sin separarse y cuiden la retaguardia, no quiero que nadie se separe del grupo. La zona es poco hostil pero no quiero que estén indefensos ante las sorpresas ¿entendido? –Ordenó el líder mientras colocaba un Gitanes entre sus labios y lo encendía.

Al ingresar en el nuevo círculo el aroma se volvió bastante más desagradable y turbio, un leve ardor envolvió las fosas nasales del demonio de ojos plateados. Sin embargo este únicamente se limitó a dejar escapar el humo por su nariz y continuar avanzando. Su camino fue directo hacia el poderoso Can Cerbero, quien ante la proximidad de un ser vivo pareció volverse hostil, hasta el momento en que reconoció la esencia de la realeza en la sangre del duque. Por aquel momento su cola comenzó a agitarse y las tres cabezas se le acercaron buscando una caricia. El líder correspondió acariciándoles tranquilamente e incluso un atisbo de sonrisa se mostró en su rostro mientras le daba palmaditas en la cabeza.

-Cómo estás Can? El infierno te sigue tratando tan mal como siempre? –Musitó el líder con calma. –No te preocupes, pronto serás libre, te lo he prometido lo olvidas? –Afirmó el duque observando las cadenas que ataban a aquel inmenso perro infernal al tercer círculo, prohibiéndole moverse de su lugar de trabajo. En aquel instante vió como sus soldados avanzaban dejándole atrás por lo que supo que era hora de irse.

-Debo marchar ya, pero volveré a visitarte y la próxima vez traeré algo que te divierta –Afirmó el revolucionario mientras caminaba hasta ponerse a la cabeza de aquel grupo junto a su esposa. Así, descendieron hacia el cuarto círculo de aquel infierno.

Finalmente el lugar más brillante del averno se mostró, donde aquellas personas que no habían sabido medirse ante su ansia material descansaban eternamente. Astaroth nunca estuvo demasiado interesado en aquel lugar, por lo que lo había visitado pocas veces. Además de esto, su relación con el jefe de aquel lugar era pésima, por lo que sabía que debía estar atento al pisar aquel lugar en un cuerpo mortal. Una espesa neblina toxica pareció rodearles, pero el duque no lo dio demasiada importancia, tras aspirar apenas un poco utilizó su atmoquinesis para desvanecerla aunque por un momento se sintió un tanto débil debido a los efectos de la misma.

Por otro lado, la tropa comenzó a avanzar entre lo que parecía ser una arenilla en el suelo que seguramente resultaría por terminar siendo un revuelto de pepitas de oro microscópicas y diamantes. Una voz resonó en aquel momento en la cabeza del demonio a quien en un instante todo se le volvió negro.

Cuando abrió sus ojos este se encontraba sentado sobre un trono infernal, y una legión de demonios leales a el se postraban ante el nuevo rey del infierno. La corona estaba a punto de ser colocada en su cabeza cuando una inmensa grieta en el suelo se abrió y de la misma un ser musculoso y canoso se mostró imponente. Una sonrisa en el rostro de aquella conocida figura le hizo hervir de rabia mientras se ponía de pie dispuesto a luchar contra aquel tipo. Pero rápidamente descubrió que no tenía poder alguno… era... débil. Sus legiones desaparecieron, junto con el averno mismo y finalmente el duque volvió a abrir sus ojos. Despertando en lo que parecía ser su mansión en Wutai. ¿Había sido aquello tan solo un extraño sueño?

El revolucionario se puso de pie y observó la hora, tras esto al poner un pie fuera de su cama estuvo parado frente a la inmensamente larga mesa del salón comedor. En el mismo, una carta de despedida de parte de su esposa le anunciaba que ya no deseaba seguirle y que pensaba tomar su lugar en el ejército revolucionario. La cabeza del revolucionario parecía que iba a explotarle… En un solo instante su cabeza le había mostrado como todo lo que amaba se quemaba una y otra vez. Cuando finalmente una sonrisa diabólica se mostró en los labios del duque.

-Me extraña que los demonios inferiores crean que pueden vencerme… -Musitó mientras sus propias habilidades anti-ilusionistas esfumaban todo atisbo de irrealidad a su alrededor. Logró entonces utilizar sus alas para liberarse de las arenas que le tragaban y se dedicó a ayudar a sus soldados para que estos pudieran escapar con vida. –Soltó una fugaz mirada de odio hacia el hombre que presidía el circulo y continuó su camino junto a su esposa a través de aquel portal seguido por el resto.

Aquella caminata en el averno ya le estaba colmando los nervios y aquellos nunca era bueno en lo que al duque infernal respectaba. Por otro lado, a su lado aún continuaba aquel ciervo azul que desentonaba totalmente en aquel ambiente, pero cuya actitud tímida y reservada parecía hacerle pasar desapercibida. Mientras su amo bebía un sorbo de una poción que restableció su vida completamente, la mascota observaba al resto del grupo con recelo.

Fue en aquel instante en que apareció nuevamente la molesta presencia de Lucifer, a quien para aquel momento deseaba arrancarle las viceras una a una. El revolucionario después de todo no era un hombre de mucha paciencia y detestaba que jugasen con el. Estuvo a punto de decirle algo a esta cuando un nuevo grupo de enemigos apareció y fue atacado. Era demasiado tarde como para defenderse cuando del mismo suelo del averno aparecieron tres perros infernales que saltaron justo frente al duque del averno evitando que este tomara demasiado daño, al momento estos tres se lanzaron hacia aquel ser buscando devorarlo en su totalidad. Quizás aquel ser lleno de ira creyera que nada podía detenerlo, pero no existía en el mundo creatura más leal que un perro del averno y aquella criatura había intentado asesinar a su amo, grave error.

El duque infernal algo cansado dio unos pasos hacia atrás haciéndose a un lado de la batalla por el momento, sus perros estaban bien entrenados para la caza. Por otro lado, puedo oír las palabras de luzbell siendo estas las gotas que rebalsaron el vaso. Caminó hasta pasar junto a su esposa con el gesto fruncido observando a lucifer quien retrocedía buscando seguridad.

-Quedas a cargo, avísame si necesitas apoyo. Me encargaré de otro asunto. –Afirmó el Revolucionario desapareciendo entre miles de murciélagos y sombras para aparecer justamente frente al rey de aquellas tierras.

-Estoy harto… -musitó el mismo tomando con inmensa violencia el cuello de aquella emperadora con tal brutalidad que la estrelló contra el suelo, arrodillándose mientras invocaba su espada infernal y acercaba el filo de la misma contra el cuello ajeno. –Aclaremos algunas cosas tú y yo Lucifer. TÚ no eres nada más que una escoria, un mal necesario, un ser asqueroso y un mal gobernante que terminaré por derrocar. Y puedes tener mucho poder aquí, pero recuerda tu lugar, o te asesinaré aquí mismo así me lleve la vida. Tú mismo me diste este poder y puedo utilizarlo para asesinarte. No te temo ni a ti ni a tus demonios de tercera… Mantén tus manos lejos de mis cosas o ni el propio Lord podrá salvarte de mis garras… -Musitó entonces levantándose y sacudiendo sus ropas que se habían llenado de azufre mientras daba una pitada a su cigarrillo. –Espero que eso haya quedado claro, ahora o comienzas la guerra o nos ayudas a obtener el poder que prometiste. Se acabaron los juegos. –Finalizó mientras comenzaba a caminar hacia el lugar donde su esposa lideraba las tropas y las estrategias de las mismas ante el millar de enemigos que flotaban alrededor del ejército. Aunque claro, Astaroth estaba ahora mucho más calmado. Al retornar a su lugar sus cuatro mascotas se reunieron a su alrededor con una mirada determinante.

Datos de batalla:

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por **Auros** Dom Sep 18, 2016 4:31 pm

El miembro 'Ichinose Takumi' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Dado Cósmico' :
• Décima Trama de Spirit Soul • Highway To Hell - Página 14 Baw6yAz

#1 Resultados : 32

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#2 'Dado Cósmico' :
• Décima Trama de Spirit Soul • Highway To Hell - Página 14 Baw6yAz

#2 Resultados : 24

por Invitado Dom Sep 18, 2016 4:44 pm

Salir de la ilusión fue algo relativamente fácil gracias al golpe del pelirrojo, sí, eso le había ayudado lo suficiente como para darse cuenta que estaba siendo manipulada, lo agradeció en verdad aunque no de modo directo…sin lugar a dudas el paso por el segundo círculo infernal termino siendo el menos gustoso para la titanide, pero a fin de cuentas, pudo dejarlo atrás cuando avanzar era la única opción viable. ¿Hasta cuándo tenían que seguir soportando esto?, empezaba a molestarla y todo ese mal humor se vio potenciado gracias a los ladridos incesantes del can del infierno en el tercero círculo infernal…Uno tenía que irse con el sigilo suficiente si no quería empezar a ser perseguido por la criatura, el “perrito” que seguramente podía liarla fácilmente y lo que menos deseaba ella…era tener que medirse con una de las potestades de tal zona.

El sigilo era normalmente su arma más importante dentro de su trabajo como cazarecompensas, pero igualmente trato de extremar todos los cuidados que pudieran tenerse. Así mismo, para cuando llegaron al desierto donde se conocía al sector como cuarto círculo, el calor le pegó duro…de por si los climas calurosos eran su perdición pero con atención observaba como se torturaba a esos infelices que ahí estarían por toda la eternidad. Merecido o no, la titanide no era quien para juzgar, no tenía tal derecho ni tampoco era de las que gustosa se pondría en ese plan…La cantidad de oro era impresionante, puede que hasta se agachara a tomar un lingote del mismo ahí tirado, observándolo en lo que arqueaba una ceja con algo de incredulidad. —¿Así que por esto también te juzgan eh…?, tiene sentido, por oro muchos son capaces de caer en los actos más aberrantes— Musitó para sí misma, arrojándolo a un costado para proseguir justo al resto pero algo o más bien algo la detuvo, el guardián de tal lugar. Jamás había visto un ser de ese tipo, cuya energía era algo que tampoco había presentido en toda su existencia. ¿Cuánto tiempo había estado ya en el infierno?, la mujer se encontraba meramente confusa, perdiendo noción del tiempo y del espacio ya no sabía a ciencia exacta cuanto transcurrió, horas, minutos…un día, no podía siquiera imaginarlo pero aunque lo intentó, solo consiguió llevarse un fuerte dolor de cabeza.

Cuando menos lo espero divisó una escena que le era familiar, más bien un recuerdo lejano junto a sus padres, momentos en los que era feliz pero de alguna forma esa torcida realidad terminó amoldándose, de modo que la desaparición física de estos había sido un simple sueño del que estaba despertando…La felicidad que sintió por ello fue brutal, estar de nuevo con los suyos realmente la hacía feliz pero en medio de toda esa dicha, las mismas figuras empezaban a rodearse de llamas, incendiándose en una lenta agonía, los gritos, las imágenes, lograron que la titanide sintiera una fuerte presión en el pecho. Ella también quería desaparecer junto al resto, junto a su familia, sin embargo recordó que tras ser la única sobreviviente a la tragedia solo podía hacer una cosa…jamás rendirse. No dejaría que las muertes de estos fueran en vano.

—Eso es muy bajo— Recriminó, abriendo rápidamente los ojos para concentrar parte de su energía, empleando nada más que el poder psíquico de su mente, impulsándose hacia adelante y en parte despejando toda la arena que parecía ir tragándosela. —¡Púdrete!— Masculló por lo bajo, siguiendo a un par solo para lanzarse al portal en cuestión. Tan solo segundos bastaron para que pudiera autocurarse un poco de tanto cansancio y heridas…aunque el veneno no pudiera ser eliminado, si podría solventar otros daños.

El panorama ante sus ojos no fue mejor, pantanoso, pero a fin de cuenta más oscuro…agradable a su vista que estaba pasándola mal entre tanto brillo a pleno “sol”. Quizás igual o más peligroso, pero al menos ya no tenía encima esa sensación de sofoco tan grande…Lo que no se esperó fue un ataque tan directo, el que no sabía si le daría tiempo necesario para defender, pero para ese entonces lo inesperado le arrancó una sonrisa irónica. Si, al parecer volvían a encontrarse con el grupo pero lo que más le dio gusto de ver fue al cazador, a su compañero de aventuras con el que por ahí discutía seguido. —¡Andrew!— Claro que estaba alegre de verle, quería preguntarle mil cosas pero la batalla había empezado…no se podía dar el lujo de perder tiempo. —¿Ese es el cabrón que me atacó?, pues nada…— Suspiró, formulando una lanza de hielo macizo que terminó arrojando contra este.

Datos:

Interacción:

por **Auros** Dom Sep 18, 2016 4:44 pm

El miembro 'Rhea Howler' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Dado Mítico' :
• Décima Trama de Spirit Soul • Highway To Hell - Página 14 Cac75vq

#1 Resultados : 43

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#2 'Tirada Divina' : 20

por **Frederik L. Damgaard** Lun Sep 19, 2016 6:40 pm

Las tierras infernales cada vez afectaban en mayor medida sus sentidos…realmente ponían una gran presión sobre sus emociones más oscuras, casi que obligándolas a salir a la superficie. En esos momentos la que primaba en su mente a causa de esa horrible y molesta ilusión, era un venenoso odio hacia quienes lastimaron a la mujer de cabellos negros en su mente. Necesitaba salvarla pero aun parecía ser incapaz de liberarse ya que parte de su cabeza no terminaba de asimilar que eso no era real…aunque su mismo nivel de desbalance en cuestión de raciocinio, fue lo que termino siendo su aparente “salvación”.

La imagen inicial era de una muchacha siendo asesinada una y otra vez frente a sus ojos pero el ciclo que a su percepción llevaba ya mucho tiempo repitiéndose, sufrió como una casi imperceptible fragmentación y otro rostro se mostró en pleno asesinato. Era la segunda vez que ese sitio sacaba a la superficie una memoria que estaba por demás enterrada no solo en su mente pero también en la de su otra mitad…básicamente con todos los demás recuerdos de su plano de origen —Que ironía que su rostro…sea la única razón por la cual sepa que me están engañando —Dijo en un tono de voz bastante bajo mientras su cuerpo era envuelto en una translucida esfera de energía que posteriormente se disparó como un pulso magnético que literalmente abrió un agujero en la arena.

Su destreza le era útil en ese círculo…ahora que era dueño una vez más de su mente. En un principio se vio abrumado por un incontrolable sentimiento de enojo pero ahora en un instante, se había cambiado por una expresión casi muerta en sus ojos junto a una mirada casi acerada. Comenzaba a encontrar muy poco entretenidos esos lugares…al punto que sus pensamientos comenzaron a girar en torno a la sola idea de abrirse paso usando la fuerza —Veamos…que más nos depara —Murmuro quitando de su cuerpo el polvo dorado mientras se adentraba en el vórtice negro que apareció en el centro de ese desierto, bastante fuera de tono con lo demás que lo rodeaba.

Dentro fue un espiral similar al que experimento cuando escapo con su vida colgando de un hilo. Oscuridad aplastante que posiblemente podría volver loco a quien se encontraba bajo sus dominios pero siendo un dios cuya esencia de vida giraba sobre los sentimientos más podridos y los momentos más tenebrosos de la humanidad, aquello era solo un paseo divertido. Lo siguiente que percibió fue ese aroma a podrido que emanaban las plantas de ese nuevo sitio…un pantano al parecer. No era lo más original ciertamente pero por lo menos se acercaba más al típico precepto que se tenía sobre el aspecto del infierno —Al menos tenemos ahora sobre quien desfogar mi enojo —Mencionó sin cambiar su expresión cuando el novarum bloqueo el impacto que en sí mismo era una nimiedad pero esa intervención le otorgo un instante para recibir la energía curadora de la revolucionaria, a quien dedico una fugaz mirada —Muchas gracias…mi señora —Mencionó en un tono suave aunque frio mientras su mano izquierda se cubría de una gruesa capa de cristal y apoyando su otra mano sobre el hombro del revolucionario, se impulsó hacia adelante atacando a la criatura con toda violencia.

Datos:

Interaccion:

por **Auros** Lun Sep 19, 2016 6:40 pm

El miembro 'Frederik L. Damgaard' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

'Dado Cósmico' :
• Décima Trama de Spirit Soul • Highway To Hell - Página 14 Baw6yAz

Resultados : 55

por **Auros** Lun Sep 19, 2016 10:49 pm

Los más débiles perecían al ser incapaces de resistir los daños colaterales de tantos ataques en conjunto, sin embargo los seis principales eran los que primeramente oponían más resistencia a los bastardos que consideraba simples invasores, vivos, sí, pero invasores a fin de cuentas. Estos aunque pudieron reconocer la energía de la soberana infernal, se encontraban demasiado enfrascadas en exterminar al grupo que demostraba habilidades únicas, incapaces de compararse con las de simples “almas en pena”. Dos de ellos al caer fueron incapaces de levantarse, sin embargo…cuatro de estas entidades todavía tenían potestad como para seguir dando más problemas, aunque sus cuerpos fueran destrozándose en el proceso, partes o fragmentos de huesos o extremidades eran arrancadas con algo de bestialidad y entre gemidos agónicos pero igualmente tétricos, los cuatro que apenas se mantenían en pie conjuraron las mismas fuerzas del averno. Parecía que el cielo plomizo se rajaría de tantos rayos que descendieron en todas direcciones, impactarían con fuerza, después de todo, juzgarlos era una pésima idea. El sonido estruendoso se compaginaba con colores negros y magentas, siendo lo irónico que esos rayos parecían tener vida propia por la forma en que se movían, buscando de modo imperioso algún blanco en donde descargar todo ese odio, todo ese enojo que en vida supo dominarlos de alguna manera u otra.

El infierno era basto, casi infinito con zonas que jamás serian exploradas pero en ese caso…más allá de todos los secretos que guardaba, también lo hacía con esos pecados que eran sus pilares, más allá de todo pecado principal o capital, había otros menores en complementación que se acoplaban al círculo en cuestión. Fue en ese instante en el que los iracundos, seres inmundos que eran considerados nada más que simples esclavos infernales, tan inútiles como predecibles, volvieron a lanzarse contra una presa especifica sin esperar que los rayos hicieran su trabajo. La sed de venganza parecía carcomerlos aun después de muertos, todo ese conjunto de energía terminó quebrantando uno de los tantos sellos del lugar, por lo que ante los presentes se abrió un portal de tamaño exorbitante…

Lejos de salir un demonio o criatura repugnante, se pudo ver a un hombre de imponente armadura, flotando sobre todos los presentes. Sus cabellos blancos y ojos verdes tan opacos eran nada más que una mera representación del pasado, de lo que fue en vida y que por obvios fallos terminó como muchos otros en el infierno. El aura que emanaba era tan admirable como aplastante, pero solo se dedicó a observar a todos los presentes con sincera consternación…el alma del hechicero había usado sus últimas energías para plasmarse en ese círculo, era quizás su última oportunidad para conseguir el descanso eterno. ¿Cuántos milenios pasarían hasta que algún mortal volviese a pisar el infierno?, lo más probable es que ya no tuviese otra chance para trasladarse de ese modo. Sus segundos estaban contados.

—Mi nombre es Kjarhalian, en vida fui uno de los magos más temidos de todo Tempus, mis poderes escapaban de cualquier entendimiento racional…por conseguir el poder hice un pacto con un demonio creyendo que jamás llegaría mi hora. ¡Llevó siglos o quizás eones en el infierno, tiempo más que suficiente para arrepentirme pero aquí…aquí no llega ninguna gracia!. ¡Desintegren mi alma, solo así obtendré mi tan ansiada paz! A cambio de eso, sanaré todo pensar en sus mentes y cuerpos en compensación— Prometió con ese tono de voz imponente pero firme, sincero que no dejaba lugar a dudas, finalmente, el arrepentido hombre desvió su mirada hacia el hombre de cabellos negros, el que parecía ser el líder que los convocó en esa cruenta odisea. Fue tan solo un segundo en el que este pareció penetrar la misma alma del demonio ojos plateados, solo para verle de un modo severo por propia naturaleza. “Un hombre que ya lo ha perdido todo en una ocasión, un hombre odiado por la gran mayoría…sin embargo, con más determinación que cualquiera. Quizás cueste más de lo que estés dispuesto a sacrificar, pero eso el tiempo lo dirá” sentenció de modo telepático al líder revolucionario, antes de que sin más volviese a prestar su atención en todos los presentes, esperando a que se dignaran a tomar una decisión. —¡No tengo más tiempo, de prisa!—

Iracundos:

Iracundo 5:
Hp: 316/500
Dado 1: Ataque a Charlotte Rothstein

Iracundo 6: Muerto[/spoiler]

Situacion:

por **Auros** Lun Sep 19, 2016 10:49 pm

El miembro 'Auros' ha efectuado la acción siguiente: Dados de batalla

#1 'Dado Legendario' :
• Décima Trama de Spirit Soul • Highway To Hell - Página 14 EXzVKN0

#1 Resultados : 29, 38, 37, 19, 36, 30, 25, 54

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#2 'Tirada Rango 3' : 10

por **Isela A. Ichinose** Lun Sep 19, 2016 11:53 pm

Tras la proximidad de Luzbell, o más bien esa provocación, simplemente le observó de reojo, incapaz de captar un rápido doble sentido al estar enfocada en otra cosa…¿A qué se requería con eso?, en claro tenía que la regente del infierno jamás la aceptaría, mucho menos siendo una simple mitad pero eso…ya hacía rato había dejado de afectarle, era lo que era, le gustase a quien le gustase o no ella, no pensaba cambiar. Le extraño, en parte, la reacción de su esposo…él no era un hombre que perdiese la calma con facilidad, pero tal vez le quedaba mucho por conocer de este a pesar de tener dos años a su lado…Tan solo cuando tuvo la oportunidad se aproximó a este, apoyando la diestra sobre la espalda del revo para sin más depositar un sutil beso sobre el brazo izquierdo ajeno, cerrando lentamente los ojos. —No te molestes por lo que no importa mucho ahora…Intentemos salir cuanto antes de aquí. Será lo mejor para todos— Susurró antes de apartarse ante la presencia de los canes infernales que este invocó…seguramente por malas experiencias del pasado, los canes no eran de su gusto.

Su mirada fría se posaba en el terreno a cubrir, esos ojos que detrás de toda frialdad o vacío escondían una gran tristeza que a su manera supo moldear como para que no terminase abrumándola…A estas alturas, Isela era lo suficientemente capaz como para no permitir ninguna osadía por parte de nadie, se había cansado de ser comprensiva, alejándose cada vez mas de su lado “humano”, entraba en una constante forma de hacerse carne a lo siguiente; en el transcurso de su vida perdería mucho más de lo que ganaría. Si quería ser realmente fuerte, tenía que matar todo vestigio de sentimiento en su corazón para que ante ciertas adversidades, nada le sorprendiese ni tampoco doliese. Cuanto había cambiado esa muchachita en dos años, su futuro era incierto pero su presente oscilaba constantemente entre derrumbarse o mantenerse…Maduró de golpe, siendo que ya no esperaba más nada de terceros, la vida le había enseñado que dependía de ella para salir adelante. Puede que el infierno le revelase sus propios fallos o temores, ¿de que servía acaso preocuparse por nimiedades?. No, ella misma se encargaría de matar su propio corazón o lo que quedase de él, para una vez por todas ser libre de sus propios sentimientos, buenos o malos, esos que le causaban debilidades, dudas, tristezas o inseguridades sobre sí misma. El dolor del alma era mil veces peor que el físico, muy a menudo sentía su esencia quebrarse pero ya era incapaz de derramar lágrimas, de expresar cualquier tipo de angustia.

—Tampoco hay que descuidar a los iracundos. ¡Alek, Lucius, Saeko, Lilith, Frederik, encárguense de los restantes!. Adam, Cyan, Astrid, Meiko, Andrew…dirijan sus mejores ataques al espectro del mago. Los demás divídanse en cualquiera de los dos grupos, cuando acaben con estas basuras, únanse para debilitar a Kjarhalian. Takumi…dale a lo que quieras, que por lo visto te gusta azotar cosas contra el suelo— Sentenció con firmeza, limitándose a centrarse en la situación que había ya en frente, aunque…obviamente lo último fue en un sentido bastante doble por lo ocurrido con Luzbell, no podía privarse del gusto.

Las pupilas de la fémina seguían contraídas, profiriéndole ese aire salvaje mientras que nuevamente sus alas aparecían por segunda vez en la travesía…Ignoró por completo la presencia de los Iracundos restantes, solo posó toda la atención en el espectro que ante sus ojos se mostraba consternado, buscando algún tipo de liberación. Mantenía sus labios apenas separados y por eso se notaban los pequeños colmillos de la Nefilim que proferían ese encanto único, sutil pero sensual que adornaba un rostro tan hermoso como impasible capaz de esconder muchísimos pensamientos que se reservaba para su propia persona. —Descansar en paz, es una simple utopía, un simple estado mental. Pero si desaparecer es lo que quieres, puedo hacer el favor— Mencionó frívola pero adoptando una frialdad incalculable, desviando la mirada hacia el felino del averno. —¡Hades, fuego!— Ordenó imperativa, siendo que su mascota no dudó en lanzar una llamarada potente. Ella por su parte se dedicó a convocar las tempestades, las fuerzas huracanas del viento que en rotación eran un desastre tan esplendido como aterrador y las mismas dirigió en contra del espíritu del mago, procurando tal vez no dañar a los que estuviesen cerca…conocía la fuerza de sus ráfagas, el poder y seriedad de las mismas.

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Interacciones:

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Christa Hellemond AdministradoraMensaje privado	Astrid Dagmar AdministradoraMensaje privado
Adam Benjamin AdministradorMensaje privado	Kougyoku Ren AdministradorMensaje privado

Aldara Sashenka NarradoraMensaje privado	Katja Duhn NarradoraMensaje Privado
Atreyu NarradorMensaje Privado	Fingon Sindar NarradorMensaje Privado
Ithel Ibner NarradorMensaje Privado	Kvothe Arliden NarradorMensaje Privado
No disponible NarradorMensaje Privado	Hikari Hiroshi NarradorMensaje Privado

Fingon Sindar
Kuro Usagi	Orion Ärud	Aldara Sashenka	Quintus Dei (Libre)

Ichinose Takumi
Isela Adramelech	Baphomet (Libre)	Libre	Adam Benjamín

SISTEMA MUNDIAL DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Territorio	225	240	110	80
Infraestructura	170	320	330	60
Vehiculos	150	150	195	250
Armamento	90	21	21	45
Soldados	80	70	70	110
Prestigio	80	50	120	120
Total:	1435	3747	1531	2085

MEJORAS MUNDIALES DE SPIRIT SOUL
Categorías	Chaos	Spatium	Tempus	Revolucionarios & Anti gobierno
Vehiculos	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0	Lvl 0
Infraestructura	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Armamento	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1	Lvl 1
Links Necesarios:	Info del sistema	Ramas de mejoras	Tierras dominadas	Contador de puntos

MEJORAS DE CHAOS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armadura reforzada. Los soldados cubren su espalda, hombros, y brazos con armaduras mágicas. (+17 puntos al dado de defensa de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Geisers de lava.Tus murallas son cubiertas por geisers de magma que queman todo lo que se acerca. (+100 hp a cada muralla al defender de una invasión)	21/8/2016

MEJORAS DE SPATIUM
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Pólvora Delux. Las armas del reino sufren una mejora total. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Se refuerzan las murallas del reino en edificios gubernamentales. (+100hp a todas las murallas al defender de una invasión )	24/8/2016

MEJORAS DE TEMPUS
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Infraestructura	1	Campo tecnológicamente alterado. Un campo electro-magnético rodea tus murallas protegiéndolas del daño enemigo. (+150 hp a todas las murallas al defender una invasión)	26/5/2016
Mejora de Armamento	1	Cañón electromagnético. Los soldados son armados con tecnología de punta. (+15 al ataque de cada soldado)	21/8/2016

MEJORAS DE REVOS & ANTI-GOBIERNO
Tipo	Nivel	Mejora	Adquirida el día
Mejora de Armamento	1	Armas cortantes (Espadas): los forjadores y herreros abdicados a la revolución son considerados los mejores entre las regiones. (+20 al dado de ataque de cada soldado)	26/5/2016
Mejora de Infraestructura	1	Diavolik Force. La manipulación con éxito de materiales para crear tus murallas, hace que la protección que esta otorga aumente considerablemente. (+120 hp a todas las murallas al defender de una invasión)	21/8/2016


Disponible	Hikari Hiroshi	Jellal Slater